capitulo 10
Desde el momento que puse un pie dentro de este lugar, mi cuerpo se volvió frío, los latidos de mi corazón se volvieron tan fuertes que, tengo miedo tener un paró cardíaco.
—Bienvenido señor Zat—Saluda una mujer de mediana edad, cabellera marrón, ojos claros. Parecía ser la ama de llaves.
Mi cuerpo siente rechazó por está mujer, me hace saber que no es buena persona, que detrás de esa sonrisa hay una máscara más malvada.
Ishaan y Agon caminan hacia la sala donde está Verónica con una sonrisa en su rostro, Dionisio se levantó del sofá cuando vio a Ishaan, este retrocedió hacía atrás inconcientemente.
—¡Ishaan, Viniste!—Intenta abrazarlo pero el joven alfa vulve a retroceder—¿Ishaan?—Habla entre dientes, no podía cambiar su expresión porque Agon, sospecharía.
Pude sentir con claridad como todo mi ser, se revuelve como si acabas de bajar de una atracción en el parque de diversiones, esa sensación de mareo, con tu corazón agitado por el miedo que sentiste de estar allá arriba.
—Hola, hermano mayor—Incrusta las uñas en su palma de las manos—Ire a ver a padre.
Llamarlo hermano es tragar vidrios que rompen tu garganta, asfixiadome con mi propia sangre. Quiero salir corriendo, tan lejos como pueda. Si tan solo, tan solo pudiera cortar lazos familiares, lo cual seria imposible cuando nadie me respalda.
—Ishaan—Esta vez hablo Verónica—Tu padre se quedó dormido hace un momento, puedes quedarte hasta que despierte—Pone su mano en el hombro de su hijo, intenta calmarlo.
Ella esta sonriendo pero sus ojos me mira con odió, eso me confirma que sabe lo que su hijo le hacía a Ishaan, que mujer más degenerada al igual que su hijo. El aire de este lugar es tan asqueroso.
—No puedo—Me niego quedarme otro momento aquí—iré a verlo.
Las uñas en mi piel están entrado cada vez más profundo, solo así me puedo mantener de pie en este sofocante lugar.
—Esta bien, te acompaño—Hablo Dionisio, quiso poner su mano en el hombro. Pero Ishaan volvió a retroceder aún mas.
Con molestia bajo su mano que había quedado colgada en el aire, se está controlado lo más que puede para no tomar bruscamente a, Ishaan.
—Tú—Ve fijamente a, Agon—Puedes quedarte aquí—Le ordena.
Ya sea en la sala o en la habitación de su padre, él iba a tocar el rostro de su “Hermanito menor” tenía que.
—Me disculpó—No se mueve de lado de Ishaan—Pero yo, no obedezco órdenes que no sean de mi maestro—Miro con altanería a Dionisio, causado que esté, explote.
¡Maldito perro! Debería arrancarle la lengua, debí ser yo, quien le otorgara un guardaespaldas. Tendré que deshacerme de él.
La máscara de Dionisio estaba por romperse. Pero su Madre lo detuvo a tiempo.
—Entiendo—Comento Verónica—Pero aquí no esta en peligro, somos su familia—Sonrie.
Este es el lugar más terrorífico, prefiero estar en la calle más peligrosa que, aquí. Allá afuera los peligros me parecen más agradables que está mansión donde se finge ser “Buenas y sofisticadas personas”
—Aún así, iré a donde el vaya si esas son sus órdenes.
—Ishaan—Dionisio lo mirá fijamente.
Mi hermanito es obvio que quiere venir conmigo. Pero tiene miedo de desobedecer las órdenes de Dewei, ese perro le puso guardespaldas por obligación. Adair debio obligarlo a prestarle más atención a, Ishaan.
—No soy su amo—Despues me disculpare con Agon—El recibí órdenes de mi esposo, si me disculpan—Subio las escaleras.
Ishaan se guía por las señales que su cuerpo le envía, aún sin saber donde ir, el cuerpo lo corrige para ir en la dirección correcta.
Entré a la habitación solo para ver a un hombre con buena apariencia, no se veía nada enfermo. Su piel se ve hasta rosada por su buena salud.
Me engañaron, ya ni puedo fingir sorpresa porque me lo esperaba, lo sabía pero aún así muy en el fondo quería creer que era verdad, está familia es complices de los actos de Dionisio y en vez de castigarlo hacen lo que él quiere. ¿Cuan más podridos pueden llegar hacer?
—Espero te mejores—Que mueras de la peor manera, no soy una mala persona que, desea males a otras personas. Pero en este caso. Este hombre se lo merece—Aqui te dejo unas vitaminas—Ahogarte con ellas.
Ishaan se inclinó un poco hacia adelante, quería susurrarle lo siguente a ese “disque Padre”
—No me vuelvas a llamar si en verdad no te estas muriendo...no, no me llames ni cuando estés agonizando porqué no te voy a perdonarte. Recuerda esto, cuando mueras. Está preparado para descomponerte y quemarte en el infierno.
Que padre más irresponsable, horrible, malnacido, ¡Ishaan también era su hijo, sin importar qué fuera uno ilegítimo. Sigue siendo su sangre! Debió de protegerle, vino al mundo por su irresponsabilidad.
Ishaan salió de la habitación, bajo las escaleras para volver a la sala. Dionisio no tenía buena expresión.
—¿Ya te vas? ¿No te quedarás a dormir?—Pregunta Verónica.
—No. por lo que ví, mi padre rebosa de una buena salud. Logré ver ese tono rosado en su piel.
—Eso es por la fiebre—Expresa Verónica.
—¡¿Oh, es así no?!—Mira fijamente a Verónica—Ya le dejé muchas vitaminas, quedarme a dormir en este lugar, no hará que se recupere pronto.
—Ishaan—Dionisio lo tomo de los hombros—Que te casarás no significa que, tienes que dejar a tu familia de lado...
—Dionisio—Ishaan, con toda la poca fuerza que sus brazos tenían. Retiró las manos de Dionisio, de su cuerpo—“¿Cómo podría olvidarme de mi familia?”
A Ishaan se le está siendo difícil respirar, era admirable que pudiera estar hablar de una manera tan casual con su agresor. Sin desmoronarse.
—Pero ahora también tengo otra familia, y mi lugar está con mi esposo....
—Señor Zat—Habla Agon, ya no podía seguir viendo de esa manera a Ishaan, presentía que algo no estaba bien—Recibí un mensaje del joven maestro—Mintió—A unos minutos le toca la revisión matutina por su embarazo.
—Me disculpó por no tener más tiempo para seguir conversando. Adiós.
—Ve con cuidado, Ishaan—Dionisio apretaba con fuerza sus puños, en su mente estaba pensando cómo matar a, Agon.
Cuando vio que ellos dos se fueron. Él se volvió loco, comenzó a maldecir y tirar todas las cosas, Verónica intento calmarlo pero fue imposible, eso solo hizo qué su odió hacia Ishaan, incrementará más.
Bastardo inútil, ¿qué le hicistes a mi pequeño? ¿Lo seducido como su madre lo hizo con mi esposo? Si, eso debió ser, con ese cuerpo lascivo. Crei que al casarse con Dewei Zat, todo terminaría. Pero no, Dion solo enloqueció más.
—No queda de otra que deshacerme de ese bastardo—Susurró.
No muy lejos de la mansión, en la orilla de la carretera se encuentra una figura tan lamentable. En su rostro solo puedes ver desesperación.
Ishaan esta vomitando sin parar. Se sentía tan asqueado, la asfixia se volvió más intensa. Golpeaba su pecho como un intento de no sentirse ahogándose.
Repugnante, odio esta sensación. Me siento violado, ese rostro sonriente de Dionisio, viene a mí con borrosos recuerdos donde soy tocado de manera anormal. Hace que quiera quitarme la piel, quitarme esa asquerosa sensación.
Agon era un gran oso que no sabía como calmarlo, era demasiado doloroso de ver. Agon es un alfa con un corazón muy sensible, él iba a levantarlo del suelo pero alguien más le ganó.
Dewei, los había siguió dies minutos después de que salieron. No entró a la mansión From, solo se quedó esperando a una cuadra de ese lugar.
Cuando los vio venir estaba por volver sin darse a conocer pero entonces vio que Agon, detuvo el auto.
Al ver a Ishaan que se derrumbó en el suelo, para luego vomitar aunque no vomitaba nada, era más bien que necesitaba hacer eso para poder respirar. El color de la piel de, Dewei. Se volvió pálida peor que una hoja de papel blanco.
—Estoy aquí, estoy aquí—Suelta sus feromonas, el cuerpo de Ishaan dejo de temblar—Estoy aquí—Volvio a susurrar.
¿Cómo llego tan rápido? Dijo que no vendría, rompió su promesa. No debería estar aquí, no lo quiero aquí.
—¡SUELTAME!—Golpe el pecho de Dewei.
Estoy respirando pero a la vez preferiría no hacerlo porque así, no dolería, todo este dolor que no es mío, se marcharía.
—¡Ishaan!—El joven alfa se desmayó en los brazos de Dewei, su cuerpo comenzó a estar demasiado caliente—Vamos al hospital—Subio al auto, Agon se puso en marcha.
El chófer de Dewei, los siguió desde atrás. Dewei está pálido, la temperatura del cuerpo Ishaan es muy anormal. Esto es muy peligroso tanto para la madre como para el bebe.
—¡Conduce más rápido, me preocupare por las multas de transito después!—Ordenó con desesperación.
Mi marca comenzó arder, duele, nunca me ha sucedido eso. Dicen que cuando eso pasa, es porque tu alma gemela está rechazando tu existencia. No se quién es mi alma gemela y no me interesa. Ahora mismo solo me preocupa Ishaan.
—Ishaan, lamento romper mi promesa. Estaba molestó conmigo mismo, por ver sido impulso. En verdad lo siento.
Agon, se sorprendió tanto que casi frena bruscamente. Dewei nunca se había disculpado así el haya tenido la culpa.
El dolor en su pecho fue disminuyendo gradualmente. Todo gracias al alfa interior de, Ishaan. Por unos momentos tomo el control para evitar más daño del que, ya está pasando el indefenso joven alfa.
Llegaron al hospital, Dewei corrió con Ishaan en sus brazos. Le ordenó a Agon, que eliminé toda evidencia que pueda usarse para estar mañana o hoy en la noche en primera plana en las noticias.
El alfa dejó suavemente a Ishaan en la camilla de la habitación, no quería salir pero el médico expresó que lo obligaría si no obedecía, que la salud del paciente es más importante que el estatus de Dewei. No le quedo de otra que salir.
¿Esto se debe por su embarazo o algo sucedió en ese lugar? Nada de esto debería de importarme pero de alguna manera lo hace, me importa.
Dewei frota su rostro con frustración. No era la persona frívola que muchos creían, en el ring puede ser inhumano pero en realidad el es una persona dulce, y eso lo sabe solo su hermano mayor.
—¡¿Qué rayos pasa en ese lugar?!—Mira a Agon, con una mirada penetrante muy oscura—¡Dijiste que lo protegerías!
—Lo hice, no lo deje solo. Que pueda proteger su cuerpo no significa que pueda con su mente y alma eso solo podrías hacerlo la persona que sea digna de ello.
—¡¿Estas diciéndome indirectamente de que no soy digno?!
—Si le queda el moño—Pude escuchar el gruñido proveniente de Dewei.
—¿Cuantos años llevamos conociéndonos?
—Más de veinte años, joven maestro.
—¡¿Entonces por qué no estás de mi lado? ¿Por qué te preocupas tanto por él? No lo entiendo!...
—Tampoco lo sé, quizás porque me recuerda a mi cuarto hermano....ellos tendrían la misma edad si aún viviera—Apretó sus puños.
Si tan solo no hubiera salido ese día, nada de eso hubiese pasado. Pero acudí a la súplicas de Jaylen y Ken por lo que no me detuve a pensar. No culpó a nadie más que a mi mismo.
—¿Familia del paciente?—preguntó el médico, un hombre castaño, y unos hermosos ojos claros.
—Soy su esposo.
—Si eres "su esposo" ¿por qué pones tanto estrés en él? Si sigue así, no esperes ver el nacimiento de tu hijo. Esta tan estresado que solo respirar es una gran dificultad para él. Me sorprende que no haya tenido un aborto espontáneo—Hablo duramente.
Viendo su reacción puedo ver que le importa, pero a la vez ni el mismo sabe el motivo por el que su esposo esté tan mal.
—Le recomiendo que lo consienta, mostrarle que usted es confiable, hacerlo sentir seguro. Que estará con él en esos momentos difíciles.
¿Confiable? Ya destruir eso no hace mucho, ¿Alguna vez le pregunte si cuando durmió conmigo el sabía que podía dar a luz? No, creo que no lo hice. ¿Y si el tampoco era consciente de ese hecho?
—Puede llevarlo a casa cuando despierte, despertara en unos minutos. Por favor, no lo asfixien. Darle de comer comidas sanas, ricas en proteínas.
—Entiendo, gracias—Entró a la habitación.
Ishaan está ahí acostado en la cama con su rostro pálido, no te preocupes. Pronto sabré que es eso que tanto te atormenta.
Como si estuviera alerta, los ojos verdes se abren en grande. Mira hacia todos lados y cuando enfoca su mirada en Dewei, la retiró al instante.
Intentó levantarse pero esta débil, Dewei iba ayudarle solo que Ishaan, rechazó su ayuda.
—Agon.
—¿Si?
—Ayudarme.
Agon esta por cumplir las órdenes de su amo, solo que le volvieron a ganar, Dewei lo sostuvo en sus brazos. Ishaan no dijo nada. Solo cruzo sus brazos e ignora a su esposo.
Dewei en vez de sentirse molesto o triste. Solo pudo pensar que Ishaan, es lindo. Muy lindo en la manera que hace pucheros.
—Agon, ve apagar.
—Ya lo hice.
—Entonces vámonos.
Salieron del hospital, al estar en el primer piso solo tenían que cruzar la puerta y luego al estacionamiento donde subieron al auto.
—El medico dijo que tu estrés volvió a subir, que es sorprende que nuestro hijo siga bien.
¿Nuestro? ¿Desde cuándo?...Dewei suele decir su bebé, tu hijo, pero es la primera vez que dice "nuestro" no se cómo sentirme al respecto...Si sigo en este estado puede que este niño no conozca mi rostro, le tocó un papá muy débil de carácter.
—¿Ishaan?
El joven alfa lo sigue ignorando. Mejor prefirió cubrirse su rostro y cuerpo con el abrigo para no ver a Dewei.
Sabia que su comportamiento es irracional pero ahora mismo no quiere hablar con nadie, solo quiere seguir durmiendo. Solo que aveces dormir tampoco era agradable, no cuando ese monstruo llamado Dionisio, aparece y sus sueños. Convirtiendo su descanso en una pesadilla.
Dewei no hiciste en seguir con su conversación en solitario, calló para que Ishaan, se sienta más relajado.
No tardaron mucho en llegar a la mansión Zat, Agon estacionó el auto. Ishaan se bajó mucho antes que ellos dos. Salio corriendo a su habitación. Quería estar solo.
—Bienvenido joven maestro, ¿Que sucedió?
—Nada—Dewei se fue directo al gimnasio. Se fue tan rápido que, el mayordomo no logró decirle que tenia una carta.
Dewei solo quiere sacar toda su frustración, estupidez en el sacó de boxeo, golpearlo una y otra vez hasta que su cuerpo caiga al suelo por el cansancio.
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