Capítulo 5- Esclavo
Ver a su hermano con aquella quijada dura y la mirada fija en el camino le dolía, Tae jamás lo había visto de aquel modo o tratado así, siempre era amable pero ahora se notaba lo furioso que estaba.
- De verdad no puedo creer lo que hacías Namjoon - escuchó a su hermano decir - si mis papás te vieran estarían igual de molestos que yo.
- Tae....
- No Namjoon primero escúchame, no está nada bien lo que hacías, qué pensabas al estar a solas con ese tipo, vamos creí que mis padres criaron a un Omega decente - le gritó haciendo que el mayor bajara la mirada.
- Entiendo que estés molesto Taehyung pero tampoco voy a permitir que me hables así, Seokjin es solo mi amigo.- se defendió al entender que no hacía nada malo.
-¿ Estás seguro Namjoon? Dime estás seguro de que ese tipo te ve solo como amigos.- No supieron en que momento habían llegado al departamento del mayor.
Sin embargo antes de bajarse fue que Tae lo tomó del brazo - Contesta Namjoon.
- Estoy muy seguro de que Seokjin solo me ve como amigo, tu eres quien se está creando una historia de fantasía donde no hay nada, él me respeta y sobre todo respeta mi matrimonio - le gritó - Y si no quise hablar de él fue precisamente por esto, porque sabía que me juzgarias por tenerlo como amigo en realidad todos lo harían.- sin poder evitarlo comenzó a llorar pues le dolía la conducta que estaba teniendo el menor.
-Nam....
- Basta Tae jamás te he dado razones para que me hables asi, siempre he sido muy respetuoso con Yoongi, incluso sabes que él fue al primer alfa al que me acerque.
- Eso lo sé pero...
- Nada de peros, no entiendo porque dudas de mi - le gritó frustrado - Seokjin es mi amigo.
- Pues te lo prohíbo Namjoon- ambos hermanos se veían con reto.
- Tu no eres quien para prohibirme cosas, no somos unos niños y no me dirás a quien puedo o no hablarle.- el Omega molesto se bajó de aquel auto sin embargo apenas iba a entrar a su departamento cuando escuchó a su hermano.
- Quizás yo no pueda pero veremos qué piensa Yoongi de esto - al oír el nombre de su esposo algo se removió en el Omega.
- Hazlo, tal vez así al fin sentiré que le importo y dejaré de sentirme solo - en cuanto soltó aquello se arrepintió pues unas lágrimas traicioneras aparecieron.- Olvídalo.
- Nam yo.....
- Vamos dile, dile que tengo a un amigo, el único al parecer, pero no importa verdad, es más importante su casta que lo que yo sienta.
- No está bien nam.- fue lo único que alcanzo a decir.
- Pues entonces llama a Yoongi y de paso le preguntas cuando se dignara a atender a su Omega.- y con aquellas últimas palabras entró a su departamento dejando solo al menor quien no sabía que hacer con exactitud.
Sus lágrimas seguían bajando pues no podía entender porque su hermano estaba actuando así, no hacía nada malo, solo quería un amigo y Seokjin era lo que le ofrecía.
Mientras subía aquellas escaleras que lo dirigían a su habitación su teléfono comenzó a sonar.
Siempre que veía aquel contacto sonreía contento pero justo hoy leer el nombre de Yoongi lo hizo entristecer, suponía que Tae ya le había dicho todo sobre Seokjin, por lo que molesto colgó aquella llamada, no estaba de humor para finjir ser el esposo correcto que siempre intentaban que fuera.
Cansado se fue a dar un baño necesitaba relajarse por lo que únicamente se puso una pijamaba calientita dispuesto a dormir o eso esperaba hasta que un mensaje llegó a su teléfono.
Sabía que aquella amistad debía terminar pero algo en su interior se negaba, quería conservar aquella relación de amigos por lo que abrió el mensaje.
Omega lamento lo que pasó con tu hermano, realmente estoy arrepentido por mi actuar, sin embargo quiero que sepas que mi amistad sigue intacta, por favor no permitas que las palabras de tu hermano nos afecten.
Al leer aquel mensaje un nudo se formó en su garganta, debía respetar a Yoongi pero en el fondo Seokjin le agradaba, era gracioso y sobre todo era bueno escuchándolo.
Apenas iba a contestar cuando una llamada entró a su móvil.
- Hola- contestó nervioso.
- Omega que bueno que me contestas, quería asegurarme de que estuvieras bien, te vi algo afectado cuando el otro alfa llegó.- dijo el mayor mientras tomaba algunas cosas del super mercado.
- A Tae no le pareció bien nuestra amistad Seokjin, incluso ahora creo que tiene razón.
-¿Por qué? No hacemos nada malo, solo te veo como un lindo amigo.
- Lo se pero Tae dijo que le contaría todo a Yoongi y bueno no creo que mi alfa me permita seguir relacionandome contigo - dijo con aquel tono triste.
- Por más que sea tu alfa no puede prohibirte nada Nam, a mí me agradas y no me gustaría que nuestra amistad terminara.
- A mi tampoco me gustaría.
Al oír aquello el alfa sonrió en grande, estaba ganadose más rápido de lo que esperaba al Omega.
- Bueno viendo que ninguno de los dos quiere eso entonces debemos seguir, te escucho algo triste así que te invito a cenar, en cinco minutos paso por ti.- y sin darle tiempo a contestar colgó el teléfono.
Namjoon no sabía que hacer una parte de él le decía que era mejor terminar aquello pero otra muy en el fondo quería salir con el alfa y continuar aquella amistad.
Apenas tuvo tiempo de ponerse un conjunto de pants en color rosa cuando su timbre sonó.
- Hola Omega - Seokjin lucía tan guapo con aquel pantalón de vestir gris y camisa blanca perfectamente planchado. - Vine por ti así que vámonos.
- Seokjin yo....
- Se que quieres hacerlo Nam, así que vamos, te prometo que no te arrepentirás.
Aún y con dudas el menor salió olvidando su celular en su departamento mientras se subía al elegante coche del mayor.
No sabía a dónde lo llevaría Seokjin a cenar así que ahora al ver su vestimenta se arrepentía pues lucía muy sencillo.
Sin embargo al pasar el tiempo vio como entraban a una residencia donde enormes casas y departamentos se dejaban ver.
Claro que conocía la zona pero jamás había entrado pues eran para personas con muchos ceros en sus cuentas.
Al ir rumbo a dónde estaban los departamentos fue que entendió lo que hacían ahí y más al ver como el alfa aparcaba en aquel elegante estacionamiento que tenía al menos otros cinco autos de lujo.
-¿Qué hacemos aquí Seokjin ?- dijo asustado.
- Te dije que te invitaría a cenar, solo que está noche seré yo el chef especial — dijo sonriente mientras se bajaba y corría para abrirle al moreno.
Aquellos pequeños actos de caballerosidad le gustaban al Omega pues le hacían recordar sus primeras citas con su esposo.
— No creo correcto estar — dijo al salir de aquel auto y subir a un ascensor.
— Somos amigos Nam así que no temas, creí prudente debido a la situación traerte a mi departamento y preparar yo mismo la cena, te prometo que la comida te encantará.
Aún nervioso el Omega aceptó y quedó más que encantado al ver aquel elegante y enorme departamento.
Todo estaba sumamente acomodado, los muebles brillaban de lo limpio que estaban, el estilo del alfa era un tanto minimalista pero elegante con tonalidades en gris, blanco y toques de rosado dorado.
Sin embargo lo que más le sorprendió era lo delicioso que olía pues el aroma del alfa inundaba el lugar, aquel sándalo, romero y canela eran adictivos y hacían sentir extraño a su lobo.
— Adelante siéntete como en casa — dijo alegre mientras lo dirigía a la sala.— Iré a la cocina si gustas puedes prender la televisión — dijo con amabilidad más el menor negó.
— Prefiero ayudarte, no soy muy bueno pero en algo puedo servir.
El alfa le agradeció y juntos comenzaron a prepar la cena, el tiempo se les paso volando y pronto ambos se encontraban disfrutando de una rica pasta con un corte de carne y verduras salteadas.
— Todo está delicioso Seokjin — dijo maravillado el moreno — Sabes creí que mentias cuando dijiste que sabías cocinar — admitió divertido.
El alfa no entendía porque ver aquella cara alegre le gustaba, pero es que realmente Nam era agradable, quizás en otras circunstancias podrían ser grandes amigos.
— Vaya eso en verdad me ofende — dijo con fingida molestia haciendo reír todavía más al menor a quien le sirvió su segunda copa de vino.
— Creo que con esto es suficiente, no estoy acostumbrado a beber — admitió divertido.
— Una copa nunca cae mal, además creo que justo ahora nos la merecemos — alzando su copa ambos brindaron nuevamente mientras comenzaban a platicar.
— Y ¿Qué hay de ti Seokjin? Creo que solo yo he hablado.
— Mi vida no es muy interesante, me encargo del negocio familiar aunque mi padre sigue guiandome, claro que me da libertad pues ahora se la pasa viajando con mi madre disfrutando del imperio que han hecho juntos.
— Vaya eso suena bien es bonito saber que tu trabajo rindió frutos y ahora puedes disfrutar con tu pareja, hablando de eso ¿Tienes novia?— preguntó envalentonado por el vino que recorría su cuerpo.
Al escucharlo el alfa sonrió mientras se acercaba más al menor — En realidad no tengo pareja, pero....— mirándolo con más intensidad siguió hablando — Hay un lindo Omega que me tiene encantado, no puedo sacarlo de mi mente, todo de él me encanta desde su forma de hablar y actuar hasta su sensual figura — Nam sintió algo extraño en su cuerpo al oírlo pues Seokjin no dejaba de verlo.
— ¿Y por qué no se lo dices?— aquel vino ya estaba causando más efectos en su lengua pues no podía detener las preguntas.
— Tenemos poco tiempo de conocernos y no quiero asustarlo, pero debes saber que me encanta, quizás después me atreva a confesar lo que me hace sentir.— el ambiente había cambiado pues ahora la pareja se miraba diferente incluso Seokjin sintió como esos ojos de dragón brillaban con un toque divertido.
— Cuando gustes puedo ayudarte, incluso te daré ideas de cortejo.— dijo con emoción.
—¿Cortejo? No creo que eso se use.
El menor hizo un puchero que lo hizo reír — Siempre es importante un cortejo, al menos a los omegas tradicionales nos gustan.
— ¿Yoongi te cortejo?— al oír el nombre de su alfa la mirada del moreno cambio, lo cual molesto al mayor pues veía aquellos ojos enamorados al recordar el cortejo de su esposo.
— Vaya que lo hizo, Gi se esforzó mucho hasta que le di el si pues realizó el cortejo de las 24 rosas — al oír aquello Seokjin se sorprendió pues era el cortejo más largo de todos pues duraba todo un año.— Cuando mostró interes en mi le hice saber que mis padres le pedirian un cortejo formal, creí que se asustaria pero al otro día llegó con la primer rosa y a partir de ahí todo comenzó, me enviaba flores, chocolates, me invitaba a salir de acuerdo a lo que marcaba el cortejo, incluso conocí a sus padres y familia, fue hermoso y cuando finalmente nos hicimos novios fue maravilloso.
— ¿ Hubieras aceptado salir con él sin un cortejo previo?— preguntó el mayor quien veía al Omega suspirar recordando aquello.
— No— contestó con firmeza — en mi familia lo principal son los valores y el respeto a la tradición, así que jamás saldría con un alfa sin un cortejo previo.
El alfa sonrió divertido pues Nam sonaba muy seguro — Veo que eres algo así como un Omega con pensamientos de viejito — se rió y a la vez hizo reír al mayor.
— Quizás lo soy pero no me importa, así fui criado y se que es lo correcto.— sin querer Jin le había servido otra copa.
— No creo que tú seas cien por ciento correcto Namjoon — al oírlo sus ojos se abrieron al igual que su boca pues estaba ofendido.
— Claro que lo soy.
— Nadie lo es, quizás lo piensas porque no te haz visto tentado, te casaste joven y fuiste criado por padres tradicionalista, pero fuera de eso hay un enorme mundo que te hace falta explorar, vivir quizás, dime ¿Alguna vez te has dejado guiar por tus deseos?— al oír aquella pregunta alzó la mirada mientras sus ojos se encontraban.
— No soy un Omega vulgar — dijo ofendido.
— No me refería a deseos sexuales aunque si es lo primero que se te vino a la mente quizás es porque tú subconsciente lo quiere, muy en el fondo desea dejarse llevar, vivir experiencias nuevas.— sin pensarlo el alfa se acercó e hizo que ambos se pusieran de pie. — Yo puedo ayudarte Nam, déjame ayudarte mejor dicho, eres joven y siento que habló con un anciano, no es que me desagrade pero podrías experimentar más, dejarte llevar sin los prejuicios de tus padres.
Las alertas del Omega se encendieron al ver como Seokjin llevaba sus manos a sus mejillas, mientras la otra la acercaba a su cintura — Eres precioso Namjoon, créeme que si estuvieras libre sería el primero en la fila para conquistarte, más ten por seguro que jamás realizaría un cortejo eso no va conmigo.
—¿ Y qué si va contigo?— aquella pregunta descolocó al alfa pues jamás espero ese atrevimiento de Nam, ahora veía que el alcohol ya estaba en el cuerpo del moreno.
— Te daría mi vida, mi tiempo y el mundo entero de ser necesario Omega con tal de verte feliz, sería completamente tu esclavo y podrías hacer conmigo lo que quisieras por que mi razón de ser serías tú.
Al oírlo Nam se sorprendió pero no podía dejar de verlo, sentía la intensa mirada del alfa sobre él.
Sin embargo en un momento de lucidez fue que se alejó — Debo irme, ya es tarde.
Seokjin afirmó y pronto ambos se encontraban en aquel coche frente al edificio del menor — Muchas gracias por la cena Seokjin — dijo el menor avergonzado.
— Me alegra que te gustara, quizás después se pueda volver a repetir — antes de que el moreno se bajara fue que Seokjin tomó aquella mejilla para darle un pequeño beso, sintiendo como las feromonas de Nam invadían el auto al estar nervioso.
— A-adios— dijo nervioso mientras bajaba del auto y subía a su departamento.
Se sentía tan extraño pero suponía era por la falta de contacto con otras personas.
Ansioso se fue a la cama donde durmió cómodamente mientras ignoraba como su celular tenía más de veinte llamadas perdidas de su esposo.
3/5
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