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Destinados

Al término de su primera relación sexual, el resplandor de la perturbación violenta de la noche anterior pareció permanecer todavía en su cuerpo. Sin embargo, el extraño dolor que le produjo el período de celo había desaparecido completamente.   

—Príncipe Jungkook, debemos partir.

Al día siguiente, Taehyung y Jungkook se dirigieron a Alejandría, capital de la gobernación de Egipto y principal puerto del país, para detener el acceso al trono de su hermano menor, Junghyung, ocupando a los guerreros de Roma como refuerzos. Aunque era algo temporal, ahora se había enlazado con Taehyung, convirtiéndose en su compañero, lo que le sirvió para dejar de atraer a otros Alfas. Gracias a eso, pudo actuar, moverse y hablar junto con los otros militares con la mayor tranquilidad del mundo.

—Sería mejor ir a Alejandría en barco. De esa manera solamente nos tomaría dos noches.

—¿De verdad? ¿Vamos a ir a un barco en serio?

—Sí. En un barco en serio.

—Vaya...

Nunca antes había visto un barco en persona. Bueno, no uno que se viera diferente a las pequeñas embarcaciones que utilizaban para cruzar el Nilo. Estaba muy emocionado. Además de todo eso, aunque Libia también era un país que sobresalía demasiado en asuntos militares y políticos, se podía decir que en realidad no era rival para Roma. Pensaba que incluso si los desafiaba y ocupaba su poder militar, al final ellos terminarían vueltos pedazos.

—Pareces muy emocionado. ¿Es solo por el barco o estás imaginando un plan para derrotar a tu hermano?

Jungkook sonrió. —Hago ambas cosas. Es agradable cruzar el mar en un barco como este porque nunca en mi vida lo he utilizado. Es una experiencia muy única.

—Ciertamente.

—Pero también pienso que esta tecnología es maravillosa y que la necesitamos en nuestro país. No dejo de pensar en utilizarla para emboscar a nuestros enemigos.

Taehyung comenzó a reírse. —Como era de esperarse, eres una persona bastante interesante. Me encanta la manera en la que pareces tan seguro de recuperar el trono de tu madre.

—Te lo dije, los Dioses están de mi lado.

—Tienes razón. Lo están.

—Si el cónsul Galba puede confiarte tantas tropas y barcos a ti, que eres miembro de su familia solo por escrito, entonces imagínate lo que va a hacer para mi cuando sea mi esposo. La fuerza militar real de la República Romana es decenas de veces más grande que la de Libia. Eso me emociona.

Ciertamente había una gran diferencia de poder entre ambos ejércitos. Lo había sentido desde el momento en que despertó y se dio cuenta del lugar en el que estaba. Sin embargo, para obtener ayuda y oponerse a Junghyung y el ejército de Libia, habían acordado unir a Roma y a Egipto por un contrato basado en matrimonio incluso aunque habían sido hostiles el uno con el otro durante años. Ya lo había dicho, eran demasiados en comparación con ellos y eso solo significaba que si bajaba la guardia aunque fuera un poco, si hacía algo equivocado, así como podía beneficiarse de ellos podía lamentarse al ver cómo el Reino de Egipto le era arrebatado en un instante.

—Y por eso mismo tengo miedo de arruinar las cosas.

—Vamos. Todavía hay mucho tiempo para pensar en lo que vamos a hacer. No pongas esa cara.

—... Tal vez tienes razón. —

Pero Jungkook seguía pareciendo tan asustado que Taehyung tuvo que cambiar el tema. —¡Vamos! Seguro te encantará ver toda la acción. —Taehyung lo condujo a la parte de adelante del barco, a un lugar donde podía ver cómo salía del puerto para adentrarse completamente en el mar, y allí, mirando un poco para arriba, logró ver un cielo azul completamente despejado, sin una sola nube y un sol que parecía ser muchísimo más grande de lo que pensaba cuando lo veía por la ventana de su casa. También vió como se marcaba perfectamente el Extremo oeste del Mediterráneo así que utilizando su dedo, lo marcó en su mente: De un lado estaba Roma, y por el este el Reino de Egipto. Su padre le había dicho un montón de veces que quien controlaba el mar controlaba el mundo y por eso estaba seguro de que el Reino de Egipto estaría completamente derrotado si no fuera por la ayuda de Roma.

Suspiró.

De pie en la cubierta del barco, Jungkook comenzó a observar el bonito paisaje que pasaba frente a él. Un cielo donde volaban las gaviotas, una brisa encantadora, una luz que nunca había visto salir, olas blancas que chocaban contra la madera y los alcanzaban y en general, un mundo lleno de cosas hermosas que no había visto antes.

Cuando pensó que ya lo había visto todo, llegaron a un punto en el que había bosques y acantilados rodeados de una espesa vegetación y un encantador pueblito de pescadores. Era algo que nunca había visto antes. Un lugar donde las personas vivían de una manera muy diferente de como vivían en el Reino de Egipto y donde parecía que cada segundo contaba tanto que no podía ser desperdiciado.

—¿Qué tan ancho es el mar?
—Preguntó Jungkook mientras se paraba en la cubierta y avanzaba sin dejar de tocar la barandilla con las dos manos. Su cabello negro se balanceaba de izquierda a derecha gracias al viento que soplaba desde el mar hacía su cara

—Muy, muy ancho.

—Me da algo de miedo.

—¿Por qué?

Sosteniendo su cabello negro con las yemas de los dedos, Jungkook miró hacia arriba. —El cielo, el río Nilo en la noche, el desierto y el mar... Cuando veo estas cosas y descubro lo inmensas que son, siento de inmediato la pequeñez de los seres humanos. Me siento tan chiquito en su comparación que me da mucho miedo y mi corazón comienza a entristecerse.

Taehyung entrecerró los ojos ante sus palabras.
—Siento que puedo entenderlo.

—¿También te da miedo?

—No es exactamente igual. Pero, el día que te conocí en el desierto, pienso que tenía un poco de miedo...

—¿De qué? —Cuando sintió que lo estaba mirando, Taehyung rápidamente bajó la cara y se concentró en el océano. Debido a que el agua de esa zona era increíblemente limpia, la transparencia hizo que la luz del sol penetrara de un modo profundo en el mar y que las sombras de los peces se balancearan entre las olas que tenía más próximas. Sin importarle que su flequillo se meciera con la brisa hasta meterse en sus ojos, Taehyung mantuvo sus ojos fijos en el fondo y dibujó una pequeña sonrisita en su boca. —Creo que olvidé un poco de lo que estaba sintiendo ese día.

—¿Cómo puedes olvidar algo como eso?

Inclinándose hasta la mitad de la barandilla, Taehyung se rió y se rascó la cabeza porque no sabía exactamente cómo zafarse de esa situación. Además, era obvio que Jungkook había llegado a la conclusión de que era una mentira.  —Bueno, todo me da miedo en realidad. Cuando era niño, mi padre cayó del poder debido a un cambio político. Fue ejecutado y... Mi madre se convirtió en la amante de un enemigo suyo. Iban a encarcelarla, yo escapé y entonces me vendieron como esclavo.

—Ya.

Taehyung sonrió levemente y continuó. —Me entrenaron como gladiador. Gané un torneo pequeño y luego otro y otro y finalmente me presenté frente al cónsul. Después, como resultado de obtener el título de "héroe", Lord Galba me confió un pequeño ejército e hizo que me adoptaran en su familia. Pero, ya sabes... No son cosas fáciles.

Hablaba con indiferencia, pero ¿Cuánto tiempo pasó para que eso sucediera y qué tuvo que enfrentar como para que ahora dijera que todo le daba miedo? La suya, era una vida que Jungkook no podía imaginar en absoluto. Es decir, el hombre tenía una voluntad inimaginablemente fuerte, un intelecto que le permitía calcular tranquilamente su propia vida, y el liderazgo y la moralidad para reunir a 2000 soldados bajo su mando y la verdad era que le alegraba estar enlazado con un hombre así, incluso si siempre se repetía a sí mismo, que el suyo, era un lazo temporal. Se alegraba de haber elegido a este tipo en sus propios términos y le hacía feliz que hubiese sido su primera pareja sexual.

—Has llevado una vida increíble. Te respeto.

—¿Me respetas? Siento que acabas de decir algo muy raro. Todo lo que he hecho a sido para sobrevivir. Yo era un esclavo.

—Lo sé.

—La única manera de que un esclavo sobreviva en el mundo es empuñando una espada. Entonces...

—¿Por qué te estás rebajando? ¿No es lo que hiciste algo asombroso? —Jungkook tomó la mano de Taehyung entre las suyas, luego le abrió la palma y lo besó suavemente justo en el medio.

—¿... Jungkook?

—Le rendí homenaje a tus manos. Por ser fuertes como su dueño. —Taehyung jadeó.

—Yo también quiero poder usar una espada como lo haces tú. Envidio tus manos, envidio todo lo que eres. ¿Puedes enseñarme cómo vivir así?

—Yo...

—Es algo que necesito para vivir. ¡Puede llegar un momento en que lo ocupe! Además, aunque solo es un enlace temporal... Pues, estoy orgulloso de haber elegido un buen compañero como tú.

Taehyung lo miró con ojos increíblemente sorprendidos. Jungkook sonrió de la forma más bonita del mundo.

—Por favor, no me hagas esto. No puedo resistir algo así.

—... NO LO RESISTAS.

Sus labios tenían un ligero aroma cítrico. Cuando la sensación refrescante de su boca tocó suavemente la suya, su piel se calentó tanto que tuvo que controlarse para no comenzar a gemir junto a él. Sin embargo, al mismo tiempo en que se besaban, varias escenas de la vida de este hombre pasaron por la mente de Jungkook igual a si fueran fotografías.

Cuando era niño, Taehyung vio cómo ejecutaban a su padre debido a la traición de sus subordinados. Él también estuvo a punto de ser asesinado, pero su madre utilizó su belleza y su cuerpo como arma para suplicar a las autoridades que le dejaran vivir, por lo que fue vendido como esclavo. La imagen residual de un pequeño Taehyung practicando duro día tras día, con una espada pequeña en la mano mientras era azotado por su empleador, hizo que se sintiera triste. Luego lo vio, mirando un cielo lleno de estrellas. No queriendo pasar hambre, robó comida de la mansión de un noble, la compartió con todos y él mismo la comió. Después, en medio de la noche y en un cementerio, Taehyung practicaba el manejo de la espada sin llorar ni una sola vez incluso aunque las lápidas tenían los nombres de sus amigos. Tuvo una vista de la pálida luna brillando sobre su rostro frío y congelado y al final, una imagen de cuando finalmente ganó el campeonato como gladiador y por último vio la imagen de su madre, quien le dijo que ya no quería verlo.

Se separó de él.

—Ah...

Taehyung experimentó la traición, la soledad, el hambre y la humillación que le infligieron las personas que estaban a su lado y pensó que por eso estaba aquí y que gracias a cada paso que había dado en el pasado se habían encontrado ahora. Es decir, se necesitaban más de lo que lo pensó alguna vez.

—Taehyung... Taehyung creo que somos destinados.

—¿Qué...?

—Tu vida es también mi vida.

—No entiendo.

—¿No te dije que soy el protegido por los Dioses?

—Sí, lo dijiste.

—Me salvaste cuando estaba en celo y en el desierto y antes de eso soñé contigo. Me conociste aunque no había posibilidad ¿Ya me entiendes?

En realidad no sabía lo que le estaba diciendo, pero igual sintió que algo brotaba de lo más profundo de su pecho mientras veía como sus ojos temblaban indefensos igual a los de un niño que intentaba encontrar una respuesta en sus palabras.

—Por supuesto que no experimenté las cosas dolorosas que tú viviste. No, ningún amigo mío murió, nadie me azotó y mis padres no pasaron lo mismo que los tuyos. Tal vez es una ofensa decirte que tu vida es igual a la mía...

—De ninguna manera. Al contrario. Estoy impresionado por tus habilidades.

—¿Impresionado?

—Me di cuenta de nuevo de que eres un verdadero monarca. Lord Galba también es elogiado por la gente por su habilidad y control como gobernante, pero eres completamente diferente de él. Tratas de entender el dolor de los demás y aprendes de eso naturalmente. Ves por el bien de tu pueblo...

Jungkook sonrió majestuosamente. —Me hace feliz que digas que tengo lo que necesito para ser un monarca. Sin embargo, todavía me falta mucho y quiero estar contigo para aprender...

—Ah...

¿Todavía estaba en celo o por qué se estaba sintiendo tan caliente?

—Todo... Todo es culpa tuya.
—Dijo Jungkook, tomando los hombros de Taehyung entre sus manos.

—¿Qué es mi culpa?

Con solo tocarlo, el interior de su cuerpo se calentó tanto que comenzó a sentir algo muy extraño. Como si el área donde había estado su boca y sus manos ahora estuviera empapada. Aparentemente, también era gracias a tener un cuerpo de Omega.

—Todo...

—¿Quieres ir a la habitación?

—Date prisa...

—Entendido.

¿Qué era este sentimiento? Deseaba tomarlo. Deseaba ser uno con este hombre.

A un Faraón no se le permitía amar a una sola persona. Entonces, en lugar de decir "Te amo", Jungkook pasó su brazo alrededor de la espalda de Taehyung y le dijo que le quitara la ropa, quizás era mejor dejar que su cuerpo expresará todo lo que su boca no podía decir.

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¿Cuánto tiempo estuvo haciendo esto con Taehyung? Después de hablar, después de haberse tocado muchas veces en su habitación e incluso después de subir al barco, todavía estaban enredados como si fueran novios.

—Aquí... ¿Te gusta aquí, cariño?

—Hmm...

Mientras la punta de su lengua lo estimulaba y sus labios comenzaban a comérserlo y empezó a sentir como iba aumentando gradualmente el olor de sus feromonas.

—Ah...

Sus rodillas fueron agarradas en el mismo momento en que la punta del glande de Taehyung separó los suaves pliegues de sus nalgas. La piel de su abdomen tembló y las profundidades de su cuerpo parecieron adormecerse de una manera bastante dulce.

“Hace calor...” Pensó “Me gusta cuando Taehyung parece sentir un poco de dolor cuando me atraviesa. Me gusta la expresión que pone.”

—Ah… Mi estómago… Está lleno…

—¿Tu estómago? ¿Aquí?

Sacudiendo todo su cuerpo en temblores bastante exagerados, Jungkook tocó la piel de Taehyung y después lo arañó sin darse cuenta. Por supuesto, esto fue como una señal para él, de lo mucho que estaba disfrutando sus caricias.

—Hmm... Ah, ah, ah, ah, ¡Aaah! —Al mismo tiempo en que gemía, se escuchó un estallido y se liberó un montón de semen de los genitales de Jungkook.

—Um, um...

—Mi amor...

Después de que ambos llegaron al clímax, Jungkook devoró los labios de Taehyung de una manera bastante desesperada. Se sentía muy mareado y fue peor cuando él también entrelazó su lengua con la suya y lo chupó. Los latidos de sus corazones estaban combinados y cada uno pareció transmitir las vibraciones de sus deseos constantemente. Incluso estaban sudando como locos.

—Es increíble… Lo hermoso que es el cuerpo de un Omega. —Era la tercera o la cuarta vez que se lo decía.

—¿El cuerpo de todos los Omegas o el mío? —Jungkook suspiró con disgusto, Taehyung se rió.

—El tuyo, mi amor. Solamente el tuyo, eres increíblemente hermoso.

Entonces, por alguna razón, comenzó a sentir que su interior vibraba extrañamente y que se contraía como en pequeños espasmos ¿Todavía no había sido suficiente para él? ¡Que vergüenza! Sin embargo, supuso que su cuerpo sabía sus razones y queriendo ocultar sus propios deseos, Jungkook fingió sentir enojo. —Eres un hombre descarado... Hablando de otros Omegas cuando me tienes aquí.

—Eres el único en mi vida.

—Entonces....¿Traicionarás al cónsul por mi?

Taehyung frunció el ceño. Cómo notó que había dicho algo bastante imprudente, Jungkook cambio su pregunta. —¿No te gustaría tener una familia conmigo?

Taehyung sonrió. Se sintió como si lo que le hubiera escuchado preguntar, fuera:
—¿No quieres ser mi compañero eterno?

—Sí. Me encantaría...

...

Incluso si sabía que ese deseo nunca se haría realidad, y que esto que tenían era solo por un momento, había comenzado a preguntarse por qué anhelaba estar con él con tantas ganas ¿Por qué deseó escuchar esas palabras desde el principio? Después de todo, un Faraón no debía enamorarse de nadie.

—Jungkook ¿Te gustaría practicar el manejo de la espada ahora? —Taehyung sugirió que debían practicar el manejo de la espada durante los próximos dos días porque la dirección del viento les iba a impedir navegar. Además, fue una forma de hacer que se desestresara de toda esta situación.

—Mira, tienes que pararte así, con los pies separados.

—... Soy bastante delgado.

—Eso no importa.

Taehyung tenía un cuerpo tan esbelto que Jungkook pensó que sería mejor que se dedicase a ser modelo para algún pintor, en lugar de gladiador.

—Primero, lleva tu peso al centro de tu cuerpo, de esa manera, no sentirás el peso de la espada. No te estoy pidiendo que ganes el torneo, pero al menos deberías adquirir algunas habilidades de defensa personal.

—Yo también lo creo.

—Todo lo que necesitas es la habilidad de defenderte. No deberías adquirir habilidades que puedan matar a la gente. Esas no están en la naturaleza de un ser dador de vida como lo son los Omegas.

¿Habilidades que matan a la gente?

—¿No son las dos lo mismo?
—Taehyung lo miró fijamente.

—No quiero imaginar que pases por una situación en la que tus manos estén manchadas de sangre.

—... ¿Por qué no?

—Todos trabajaremos juntos para protegerte. Yo soy tuyo. Lo que más me importa es tu vida así que incluso si me lastimo frente a ti, incluso si me matan... Voy a hacer que tú sobrevivas.

—Taehyung....

—Si yo muero, tú te vas ¿De acuerdo? Eso es lo que estoy tratando de decir.

Solo había vida o muerte en el campo de batalla, y la mayoría de los soldados que perdían la vida en ella... Según las costumbres de su país, no iban a momificarse ni se les garantizaba un renacimiento en el más allá y eso significaba que si eso le pasaba, no iban a poder reunirse en la próxima vida

Jungkook jadeó.

...

—Pero no te preocupes por eso ahora ¿Bueno? Entonces, practiquemos el manejo de la espada en esa colina de allí. El viento debería soplar del oeste en un rato así que, supongo que tenemos hasta entonces.

—De acuerdo. —Ambos subieron a una colina a poca distancia del puerto en donde estaba encallado el barco.

Cuando llegaron a la mitad de la montaña rocosa, los arbustos que crecían allí se convirtieron en un rompeolas que bloqueaba el viento del mar para que no les diera de lleno en la cara. Era un área ligeramente abierta y había un espacio donde las antiguas ruinas se habían convertido en escombros. Los árboles y las plantas empezaron a crecer densamente por todas direcciones y parecia que, más importante que todo eso, podían practicar el manejo de la espada sin ser vistos por nadie.

—Quiero saber de lo que eres capaz, así que hazlo con todo. —Taehyung se paró en medio de las ruinas.

—Está bien.

No podía pelear contra soldados y aunque juró por la Diosa que protegería a la gente, quería hacer de Junghyung un prisionero sin importar qué. Es por eso que trataba desesperadamente de seguir los movimientos de Taehyung, pensando que no tenía más remedio que adquirir habilidades de lucha para cuando llegara el momento de enfrentarse a su gemelo.

—Ah.

—¡Otra vez!

—Ah, ah.

El seguía acercándose a él para atacarlo, pero era tan bueno esquivando que no podía competir  con él en absoluto.

—¡Yah!

Se volvió hacia Taehyung de nuevo, espada en mano. Sin embargo, esta vez también fue detenido fácilmente por él así que no pudo continuar. Por el contrario, Taehyung agitó su espada en su dirección y lo atacó.

—¡Ugh!

Lo golpeó tan fuerte que todo lo que pude hacer fue bloquearlo con su escudo así que se escuchó un estallido metálico y, en reacción a la colisión, el cuerpo de Jungkook cayó de las ruinas y se derrumbó frente a los arbustos.

—... De ninguna manera. —Jungkook bloqueó la espada de Taehyung y de todos modos se sintió como si le hubiera sacudido los huesos. Fue un entumecimiento que se sintió como si le hubieran arrancado el brazo desde la base del hombro. Le dolió respirar y sobre todo, se sintió tembloroso y pesado.

—¿Vas a parar ahora?

Cuando levantó la cabeza ante la voz burlona de Taehyung, notó que el hombre había colocado su mano en su cintura mientras lo miraba.

—Vamos. —Extendió los dedos en su dirección, pero Jungkook se puso de pie sin ayuda.

—Todavía no te he mostrado nada. —Jungkook echó hacia atrás su cabello negro y volvió a agarrar su espada.

—Te sientes entumecido porque solo estás usando tus manos y tus brazos. Tienes que tomar el eje en el centro del cuerpo y no fuerces los hombros. Tienes que moverte alrededor del tronco.

—Bien...

La espada comenzó a sentirse más ligera que antes, también su escudo y pensando en que una pequeña diferencia en el centro de gravedad podría marcar tal diferencia, Jungkook blandió su espada y lo golpeó.

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