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Capítulo 21: La mariposa negra.

Saludos gente!! De nuevo regreso de otro hiatus xD Espero que les guste el cap de hoy, y no duden en visitar mi pagina de facebook: Hermione719 y mi pagina web animeyfanfics.com

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El viaje fue tan alucinante que se les hizo corto, al menos para sus compañeros pues para Izuku fue el más largo en su vida. Todoroki tuvo una expresión agria todo el camino, pueden decirle que estaba paranoico y que esa era su usual cara seria, pero se equivocaban, su instinto nerd cultivado por años de bulling en secundaria le decía que había provocado la ira del segundo peor ser más atemorizante entre sus compañeros de aula (El primero es y seguirá siendo Kacchan, por el simple hecho de que cuando éste se enfadaba "explotaba" en todo el sentido de la palabra).

Y comprendía porque estaba así, había tocado una venita delicada de la cual entendía muy poco, sólo comprendía que Todoroki aborrecía su poder de fuego.

—De acuerdo, hemos llegado—Anuncia Aizawa, despidiéndose cortamente del capitán prometiendo que pronto volverían.

El edificio era en forma de ovoide con paneles de vidrio en ciertas áreas del techo, tan grande y amplio que Izuku pensó que el edificio donde vive puede caber dentro perfectamente.

Para entrar había que pasar por una puerta metálica plateada, la cual brilló con una luz roja cuando Aizawa se acercó.

Identifíquese por favor—Dijo una voz robótica, Aizawa pasó por una ranura una tarjeta que tenía guardada en el bolsillo, y la luz se volvió verde para que la puerta por fin se abriera.

—En este lugar hay todo tipo de plantas y hiervas exóticas, así que somos quisquillosos con la seguridad—Explica antes de adentrarse siendo seguido por el alumnado.

Todos se mostraron asombrados ante la vista, la zona estaba dividida por pequeñas paredes que fácilmente podías rebasar alzando la pierna, más era suficiente para separar los distintos ambientes en los que estaba almacenados las plantas. Desde hierba alta de colores hasta palmeras de frutos con forma de calavera, como un zoológico extraño vegetativo.

Por en medio había un largo pasillo por el que Aizawa los guiaba, de tanto en tanto se detenía para explicar que era y que hacía la planta frente a ellos, aún con su expresión aburrida era como en un tour.

—Está son las lianas "toca pelotas", la sábila en su interior sirve para curar las quemaduras y el resfriado—Explica, ignorando las risas que causó al informar el nombre de dicha planta.

—¿Por qué ese nombre?—Exclama la Occhako hasta que escucharon un leve grito de parte de Kamianri al ser alzado por el pie por una de las lianas verdes. Todos observaban como era sacudido de un lado a otro mientras gritaba despavorido.

—Porque son una molestia—Masculla Aizawa antes de dar una patada al árbol dueño de la liana para que soltara al fin a Kaminari.

—No creo que sean mejores que las de Deku kun—Agrega Uraraka como si fuera un halago mientras otros asentían estando de acuerdo para vergüenza de Midoriya.

Izuku agradecía tener a mano una de sus fieles libretas, pues la variedad de plantas eran tantas y de usos diferentes que era importante para él tenerlas por escrito, los veinte minutos que estaba durando la guía se la había pasado murmurando cosas mientras escribía con una velocidad increíble. Aunque, aún si era ignorante de las miradas de extrañezas de sus compañeros, no podía evitar mirar una que otra vez la silueta de Todoroki.

Como de costumbre estaba callado y serio, pero más distante de lo normal, Izuku no puede evitar tragar grueso. Con la mueca de nerviosismo en su rostro se preguntaba porque le daba tantas vueltas a ese individuo, ni a Kacchan con sus constantes rabietas le daba tanta importancia.

Cuando lo vuelve a mirar cruzan miradas, y en vez de desviarla Todoroki la mantiene, sin mostrar gesto alguno sólo mirándolo, y cuando siente que los ojos heterocromáticos le perforan la desvía inmediatamente al suelo sintiendo arder las mejillas.

Izuku sentía que enloquecía.

—Bien ésta es la parte más importante, presten atención—Aizawa interrumpe su ensimismamiento, al alzar la vista contempla al profesor frente a una verja mediana y de madera. Aizawa hace ademan con la mano para que se acerque con el resto.

Acomodándose uno junto al otro, la clase 1A observa el fondo al otro lado de la verja, Izuku jadea con asombro ante el tenue resplandor dorado.

—UA consta de su propio jardín de flores solars, son la principal fuente de espíritu para la academia—Explica, observando al igual que el resto de sus alumnos el brillo dorado de los numerosos pétalos de las flores—ya deben imaginarse su principal uso, aportar polvillo. Pero además de potenciar hechizos sirven en todo aquello que sea de magia, como armaduras y pociones, multiplicando sus efectos.

—¿Se imaginan cuantas licencias y contratos debió firmar UA para tener uno de estos?—Agrega Mineta, seguido de varios murmullos sobre lo fastidioso que debió ser lidiar con la ley.

Izuku no puede evitar sonreír nerviosamente al recordar que posee su propia flor ilegal, destellando descuidadamente encima de una repisa junto a la ventana y dentro de un colador de espaguetis, por eso de que el polvillo caiga dentro de un saco.

—Bien para cerrar la clase de hoy formarán tríos y crearán con los ingredientes de este lugar un hechizo simple. Tienen treinta minutos para hacer lo que quieran, sólo no hagan desastres.

Tras eso la clase procedió a formar los tríos, Izuku se sorprendió levemente al ver que Bakugou fue el primero en ser reclutado por Kirishima y Kaminari, veía al rubio dar órdenes cual militar amargado y al par bromeando con eso a pesar de las miradas amenazadoras carmesí. En otros tiempos el rubio hubiera exigido trabajar sólo con la excusa de que los demás son un estorbo, quizás UA lo está cambiando poco a poco.

Cuando voltea al escuchar la voz cantarina de Uraraka llamándolo se la encuentra junto a Iida, ambos haciéndoles señas sonrientes para que se acerque, sonríe porque él también está cambiando de a poco.

—¿Qué haremos? ¡Se me ocurren varios hechizos que explotan como fuegos artificiales!

—Aizawa sensei insistió en que no hagamos desastres—Replica Iida ajustándose los lentes en gesto estricto bajo el puchero de Uraraka.

Tras meditarlo un momento con la mano en el mentón Izuku sugirió lo siguiente.

—¿Un hechizo de transformación?—Pregunta ganándose la atención del par—podríamos cambiar las propiedades de una roca y hacer que volara ¿Qué piensan?—siendo honesto nunca lo ha practicado, ya que se necesita aplicar la magia que no tiene para poder hacer que funcione ese tipo de hechizos, pero gracias a las explosivas prácticas de Torino está familiarizado con los ingredientes.

Iida y Uraraka sonríen y asienten estando de acuerdo, Izuku procedió a decirles los ingredientes y plantear la idea de separarse para buscarlos. Después fue a buscar su ingrediente, los pétalos de una "Dedos juguetones", eran flores con la extraña característica de mover sus pétalos como dedos.

Su habitad era parecido a un prado, y tras caminar un poco y rebasar el mediano muro lo halló. Las flores eran de colores diversos y chillones, al sentir una presencia las flores danzaban sus pétalos hacia adentro y afuera como manos, sólo arrancó una y tras guardarla en su bolsillo la sentía removerse. Izuku puso una mueca de grima por la desagradable sensación pero al poco se acostumbró, y estaba por volver para reunirse con sus amigos cuando divisó algo por el rabillo del ojo que llamó su atención.

Pensó que era una sombra pero tras verlo cambió de idea, sólo era una mariposa. Ver ese tipo de insectos era normal en un sitio así, pero lo que realmente llamó su atención era notar que era completamente negra, apenas con unos detalles grises. Izuku recuerda el contenido de centenares de libros que hablaban de diversas especies de bichos, pero ninguno hablaba de una especie de mariposa negra.

La vio posarse lentamente en una flor mientras pensaba que UA debía tener incluso insectos únicos, eso antes de sobresaltarse por lo que veía.

Tras el segundo de pararse en ella, la flor en donde se posaba el insecto se desintegró, como si fuera polvo al viento, dejando un espacio vacío de tierra negra como el carbono. Izuku suelta un jadeo sobresaltado, y mira alrededor rápidamente no sabiendo si debía llamar a alguien o si eso era normal.

En su indecisión nota que el insecto emprende vuelo de nuevo alejándose, e Izuku no puede evitar seguirla, quizás con la intención de atraparla y llevársela a Aizawa. Pese a que la tenía a la vista no podía atraparla, el bicho se mantenía a una altura que se le hacía difícil de alcanzar.

La vio internarse entre los bambús espinosos, Izuku tragó grueso antes de entrar, recordando que Aizawa les dijo que el truco de entrar entre ellos es manteniendo la calma. Las púas se alargaban conforme más te adentrabas, pero tras respirar hondo y exhalar eliminando el miedo a ser herido éstas te evadían. Terminó de salir tras tropezar con una raíz.

Al alzar la vista se vio en un espacio amplio rodeado por los bambús, en donde en el medio veía unas bolas suaves y rozadas, las causas por la que los bambús tenían espinas. Eran sus semillas.

Izuku concentró su vista en un manto negro frente a las semillas, era una persona con una gabardina negra. No sabía que había alguien más en el establecimiento, quizás sea uno de los encargados de cuidarlo y que seguramente sabría sobre la mariposa negra.

—H-Hola—Pronuncia entre dudoso y tímido, pero sin recibir respuesta del otro individuo, ni siquiera un movimiento. Izuku procede a acercarse lentamente y analizando con la mirada a la persona, percatándose de que éste se hallaba de cuclillas frente a las semillas.

—¿Disculpe? ¿Usted es parte del servicio de mantenimiento del jardín?

Ante sus palabras por fin ve una reacción, el individuo hace un pequeño ademan de sobresaltarse, para luego voltear lentamente a verlo. Izuku se sorprende al ver la mariposa posada en el dedo índice pálido.

Era un chico joven, quizás de su edad, su cabello era de un gris azulado con un flequillo alborotado que tapaba parte de su rostro. Su piel era pálida sus labios estaban resecos, era como si estuviera viendo a alguien que nunca había salido de su cuarto.

—¿Parezco otro de los esclavos de este lugar?—Pregunta, con una voz irónica.

Izuku no comprende y lo mira confundido, pero se alarma cuando ve que a espaldas del joven se halla un espacio negro, como la de la flor.

Cuando el joven se pone de pie Izuku se tensa poniéndose en guardia, ya teniendo un mal presentimiento y pensando en las opciones de lo que debe hacer si sus sospechas son ciertas.

—¿Quién eres tú?—Pregunta, intentando sonar lo más firme posible, pero el contrario lo ignora y fija su mirada en la mariposa tranquilamente posada en su mano.

—Tch ¿Qué te dije de traer acompañantes indeseados Nightmare?—Dijo hablándole al insecto con una mueca de fastidio bajo la incredulidad de Izuku—¿Cuántas veces te tengo que decir que detesto la compañía? Estás castigada, vete a volar por ahí y no te me acerques—regañó de forma ácida sacudiendo su mano para espantar a la mariposa que se retiró aleteando de forma temblorosa.

Izuku la vio perderse de vista exaltado, puesto que sabía que no podía dejar vagar algo como eso por ahí pero no podía darle la espalda a un individuo con aires extraños y amenazantes.

—Oye niño ¿Eres especial verdad? Tienes una magia inigualable y todo eso ¿Cierto?—De repente el chico empezó a avanzar e Izuku no puede evitar retroceder pues divisa, a través de esos cabellos azul grisáceos enmarañados, una mirada enloquecida y maligna—debes tener montones de seres mágicos a tú disposición, y si no los tienes debes querer tenerlos ¿No es así? ¿No es así? Dime si no es así...

Sin comprender su repentina actitud ni sus palabras cargadas de sarcasmos, Izuku intenta mantener la calma mientras lleva sus manos lentamente a su cinturón.

—¿Quién... eres?—Repite, y el chico sonríe de forma siniestra.

—Oye...—Sus manos se meten en los bolsillos de su gabardina mientras contempla la expresión de terror del chiquillo frente a él—dime... ¿Te gusta All Might? ¿Qué tanto crees que enfurezca si me llevo todas las flores solares de este sitio?

Tras disfrutar su expresión sobresaltada arroja a gran velocidad lo que tenía en su abrigo. Izuku queda anonadado cuando ve un brillo verde caer al suelo y unas raíces con púas taladrando el suelo hacia él.

Reacciona a tiempo para sacar una capsula de su cinturón con polvillo anaranjado y arrojarlo con rapidez al suelo, levantando un muro de tierra que le hizo de escudo contra las raíces.

—Tch qué magia tan conveniente...—Farfulla antes de correr hacia un lado saliendo de los bambús con púas.

Izuku lo sigue, sin dudar en ningún momento de lo que vio, estaba tan familiarizado con eso que estaba seguro de lo que trataba.

Sin duda alguna vio a ese chico usar su propio suministro de polvillo verde.

Lo sigue corriendo hasta un habitad tipo estanque, con el agua llegando hasta las rodillas y con plantas acuáticas, lo ve detenerse y voltearse hacia él, con esa sonrisa de tramar algo mientras hurga en su abrigo. Arroja contra el agua un polvillo celeste brillante, y tras verlo hacer unos movimientos de empuje con sus brazos, Izuku ve unos veloces pilares de hielo ir hacia él.

Logra esquivarlas saltando hacia un lado con una mueca de total incredulidad en su rostro.

(¡¿También hay polvillo de hielo?!)—Piensa alterado, no sólo se enfrenta a otro alquimista sino que probablemente éste sea más avanzado que él. Cuando ve que otra pila de hielo se acerca velozmente hacia él saca otra capsula, aunque aún no está acostumbrado a el no puede desaprovechar la oportunidad de que estén rodeados de agua.

Arroja el polvillo azul contra el agua, y ahora creando torrentes de agua rompe los pilares de hielo, sorprendiendo al contrario que lo mira totalmente incrédulo.

—Oye... ¿Acaso tú...?

Izuku no deja que termine la oración cuando arroja una gran ola de agua hacia él. Calla y arroja su propio polvillo azul, hace otra ola que choca con la contraria. La colisión crea una tenue lluvia, y ambos se miran, Izuku lo ve sonreír como un niño ante un nuevo juguete.

—Tú... no me digas...—Murmura, antes de lanzar rápidamente otro polvillo al agua, Izuku se prepara para ver lo que se le avecina más sin embargo no llega nada, y se sobresalta cuando algo aprieta sus tobillos.

Es alzado de cabeza y antes de que alcanzara a tomar su cinturón otras dos lianas aprisionan cada uno de sus brazos. Forcejea en vano debido a que el agarre es fuerte, y el contrario camina hacia él con total calma y diversión, deteniéndose y contemplándolo fijamente.

Toma bruscamente una de sus manos, y la examina con parsimonia, abre la boca con asombro y al bajar la mirada en el cinturón de Izuku procede a quitárselo sin previo aviso bajo un jadeo de sorpresa de éste, observando el brillo de las capsulas con total asombro.

Primero sonríe ensanchando su sonrisa de forma perturbadora y luego ríe para la incredulidad de Izuku.

—¡No lo puedo creer! ¡Encontrar a otro! ¡Es tan... Dios!—Se detenía para reír por todo lo alto, agitando el cinturón al aire e ignorante de la mirada alarmada del prisionero—Oooh esto lo va a matar cuando le cuente ¡Tengo que llevarte con él!

Izuku se tensa debido al terror que le causan esas palabras ¿Se lo va a llevar? Más sin embargo el chico parece recapacitarlo.

—Oh no... no puedo hacerlo ahora, no puedo desaprovechar ésta oportunidad... pero es que esto es tan bueno... pero si no me ocupo de aquello ahora...—Izuku lo ve tener un debate interno para luego bufar exasperado y voltear a verlo—por ahora te pondré a dormir y te llevaré a cuestas.

Y tras al alzar la mano libre que no sostenía el cinturón y cerrarla en un puño, numerosas lianas empiezan a cubrir el cuerpo de Izuku, desde los pies y avanzando a una velocidad alarmante.

—¡No, detente!—Grita forcejeando en vano bajo la sonrisa del contrario, cuando las lianas empiezan a cubrir su cabeza y su vista lo escucha decir una última cosa.

—Duerme tranquilo, hermano.

Y todo se vuelve negro, no puede ver, escuchar ni mover un dedo; sólo sentir el firme agarre de las lianas. Apenas procesa que estaba siendo secuestrado por un desconocido ruin y con problemas mentales, y al recordar que fue despojado de sus polvillos se siente vulnerable e imponente. Tiene miedo pero ni siquiera puede llorar, y en su cabeza empieza a pasar miles de pensamientos de lo que debió haber hecho.

Buscar a Aizawa cuando vio la mariposa negra.

Gritar por ayuda cuando vio al extraño.

Buscar refuerzos durante el combate.

Pero piensa, hizo bastante estruendo durante su contienda, alguien debió escucharlos de seguro. Izuku siente una efímera esperanza que se extingue al seguir usando su pesimista lógica ¿Y si este chico no vino sólo? ¿Y si trajo refuerzos y los demás lidian con ellos? ¿Es posible que se lo lleven y nadie se dé cuenta siquiera de su ausencia?

Suelta un gemido lamentable ahogado por las lianas que lo cubren, se siente impotente por la situación, patético por el miedo que embarga su pecho, y decepcionado de sí mismo. Después de tanto entrenamiento y práctica, fue fácilmente vencido, ya podía ver a Torino regañándolo y a All Might dándole ánimos, ambos ocultando lo decepcionados que estaban de su desempeño, si es que regresaba para contarlo.

Intenta moverse una vez más, y suelta un quejido cuando aumenta la presión del agarre, le duele pero no se rinde ¿Siquiera lo están moviendo? El chico dijo que cargaría con él pero no siente arrastre alguno, aunque es posible que las lianas lo estén apretando tanto hasta dejarlo insensible.

Izuku intenta moverse, pero mientras más fuerza ejerce más inmóvil queda, no puede rendirse. Tiene que avisarle a All Might lo que quiere hacer este tipo, no puede dejar que las flores sean robadas por alguien tan peligroso como él. No estaba seguro de que, pero algo lo aterraba de ese chico.

Suelta un suspiro cortado, al menos aún puede respirar, pero duele, le duele moverse, y ya no le quedan fuerzas.

¿A dónde lo quiere llevar? ¿Qué busca? ¿Quién es él? ¿Para quién trabaja? ¿Qué le va a hacer? ¿Y si lo usan para chantajear a All Might? ¿Y si lo hieren por su culpa? Izuku intenta gritar pero sólo salen quejidos desesperados, no puede más con sus lamentos. Si hubiera sabido manejar mejor el polvillo, si hubiera tomado otras tácticas, si tan sólo tuviera magia...

Sí, si tuviera magia esto no hubiera pasado, no estaría sufriendo como siempre lo había estado, y probablemente este chico no se hubiera encaprichado con secuestrarlo. Todo sería tan distinto, no dependería de una escarcha mágica para pelear, sería mucho más sencillo y podría cumplir su sueño original de ser un mago como All Might.

Pero eso es una estúpida mentira.

(Soy un idiota...)—Concluye, pues esa era la verdad, no importa como lo ponga, todo camino posee dificultades, con o sin magia no hay rutas fáciles a las metas verdaderas.

Y lo cierto es, que si no fuera lo que es, jamás hubiera conocido a All Might, ni contado con su apoyo, no hubiera poseído las enseñanzas de Torino, no podría experimentar ese sentimiento indescriptible cuando descubría un nuevo tipo de polvillo.

La verdad era irrefutable, él fue bendecido con mucha suerte, aún si no podía cumplir su sueño original consiguió algo más valioso, algo que lo llenaba, pero lo desaprovechó porque es un débil y un inútil.

(No... esto no va a terminar así...)—Vuelve a forcejear con todas sus fuerzas, no puede desperdiciar sus oportunidades, debe salir de esa situación para volverse más fuerte. Debe dejar de lamentarse, y convertirse en lo que es, un alquimista.

Y de repente, hay frío...

Continuará...

1엚7 

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