Primera vez.
El primer beso de Jimin no fue de Jungkook, pero sus primeros sentimientos sí, hablando de todos sus sentimientos no solo de los positivos qué le hacían mover la barriga, también habla de los negativos, de esos sentimientos asesinos cada que Jungkook hacía algo que le desagradara, como por ejemplo: sentirse su dueño.
Aunque ahora mismo ya ha olvidado eso. Pues después de siete meses de noviazgo y de que su padre por fin medio aceptara a Jeon, Jimin ha podido dejar muchas cosas en el pasado. Todos ellos malas y ciertamente selectivas.
Hoy está de mesiversario con el alfa. Está cumpliendo siete meses de estar juntos, siete meses de amarlo completamente, de verlo ser un cachorro cuando quiere mimos, de verlo ser un alfa posesivo y celoso cuando se siente amenazado. Siete meses en los que Jungkook se ha negado a pasar sus celos juntos. Jimin entiende el miedo del alfa, por eso ha decido tener su primera vez con su novio, en un día sin celo. Porque según su madre y su lindo suegro, es menos probable que quede en cinta si el preservativo no resiste a Jungkook.
Está nervioso y sus manos están sudando tanto que las ha tenido que limpiar en más de tres ocasiones. Pues su cita por su mesiversario fue organizada por Hoseok, a escondidas (una segunda vez) de Taehyung. El apartamento del mayor está lleno de pétalos rojos, globos en forma de corazón pegados en las paredes y flotando en el techo.
La habitación tiene velas blancas con aroma a vainilla para que el ambiente quede perfecto con su dulce aroma y el fuerte aroma del alfa que tanto ama. La cama fue cambiada por sábanas rojas, simbolizando el amor y deseo que existe entre ellos. Hay una botella de champagne en la pequeña mesa de noche acompañada de dos copas por si es necesario. Jimin piensa en que realmente él lo va a necesitar en algún punto.
—Listo, Minnie. Ya solo falta que tú termines de arreglarte. Te dejé todo lo que puedes llegar a necesitar en el cajón al lado de la cama —Hoseok está tan emocionado como Jimin al saber que ellos por fin van a hacer más que besarse a escondidas. Porque aunque es el mejor amigo del omega, Hoseok desconoce aquella anécdota sobre ese mismo apartamento y esa misma cama.
—Gracias, Hobi. Te prometo que cuando Taehyung y tú sean novios, haré todo lo posible porque siempre estén juntos. Así como tú lo haces por nosotros —le sonrió.
Hoseok lo abrazó súper emocionado antes de salir de apartamento. Jimin miró la sala y luego la cocina. Tal vez no era un experto como Jungkook a la hora de cocinar, pero sabía defenderse más que bien, así que prepararía un poco de comida para ellos. Tal vez una sopa italiana con verduras al vapor y un poco de carne. Solo para que Jungkook esté súper feliz al tener esa hermosa cita con Jimin.
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Jungkook no iba a mentir, está más que cansado ahora. Sus estúpidas pasantías le roban toda la felicidad y todas sus ganas por seguir viviendo de ese modo. Aunque sabe qué es por el bien de su futuro y el de su omega, no puede evitar pensar en mandar todo a la mierda cuanto antes.
Este día se supone que debería ponerlo de buenas, ya qué está de mesiversario con Jimin. Siete meses, que han sido más que perfectos para él. Y está ansioso por conocer la sorpresa de su omega. Él le tiene un maravilloso regalo que consiste en un pequeño viaje a Mónaco. Ya que el omega se ha obsesionado demasiado con esa canción en especial, Jungkook hizo el esfuerzo por complacerlo con ello. Tiene la idea de darle los boletos nada más llegue a su cita.
Jeon siempre ha amado vestirse como su omega se lo pide, pero ahora Jimin le dijo que usara la ropa que más le gustara y es por ello que lleva un pantalón ajustado negro, una camisa tinta de manga corta y una chaqueta de cuero que compró no hace mucho. Su cabello oscuro no tiene un peinado en si y lo más que se puso de maquillaje fue labial de uva. Y se siente tan libre de ello, a pesar que su cuerpo expresa cansancio de sobremanera.
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Al llegar al apartamento donde vería al amor de su vida y al dueño de sus suspiros, dejó a su alfa ser feliz. Pues el dulce aroma a miel se sentía al otro lado de la puerta. Su corazón se aceleró, sus manos sudaron y de pronto se sintió chiquito. Jungkook es un alfa imponente, posesivo, feroz y sumamente territorial, pero su hilo rojo unido a Jimin se ha sentido inquieto todo el día. Ha sentido a su omega preocupado, asustado, nervioso, emocionado y feliz. Todo casi al mismo tiempo. Él no sabe como sentirse exactamente ahora.
Así que abre la puerta del apartamento con la copia de la llave y se encuentra el lugar a oscuras, lo único que lo mantiene tranquilo y en control sobre la situación es el aroma de Jimin. Está tan cerca de su nariz, tan cerca de sus manos que Jungkook puede jurar que lo está tocando en ese mismo instante. Aunque Jimin esté a unos pasos de él, sonriendo.
—Hola, Kook —le saludó el menor—. ¿Cómo te fue? —la luz continúa apagada ya que el gran alfa no se puede mover en lo absoluto ahora debido a las suaves palabras de su omega.
—Hola, amor. Me fue bien. Ya sabes, lo mismo de siempre —le responde y entonces siente como el menor se acerca a él poco a poco. Y sabe que es así porque su exquisito aroma está cada vez más cerca. Tan cerca que por fin puede besarlo en los labios mientras lo abraza por la cintura y Jimin por el cuello—. Tengo tu regalo en la bolsa de la chaqueta, pero presiento que quieres ser el primero en dar tu regalo.
—Voy a entregarme a ti, Kook Hyung. Quiero hacer el amor contigo o tener sexo si no quieres ser cursi —le respondió con las mejillas ardiendo. Agradece enormemente que su alfa no encendiera la luz porque entonces si que le iba a dar vergüenza decir eso.
—No es lo mismo, amor, porque yo contigo siempre voy a querer hacer el amor —sonrió antes de besarlo, pero esta vez usando su lengua como estimulación previa—. Hueles hermoso. Me encanta tu aroma, me encantas tanto, omega.
—Y tú a mi, alfa —no bastó mucho para que Jungkook lo sujetara de los muslos para poder levantarlo y así caminar con el menor en sus brazos.
—¿Dónde quieres que empecemos, Jim? El sofá es muy cómodo —le susurró en los labios para luego volver a besarlo y morderlo—. Joder, jamás pensé que haríamos esto antes de casarnos. Espero y tu padre no me quiera arrancar la cabeza por ello.
—No lo sabrá —le responde volviendo a besarlo—. Siéntate, alfa —la voz del omega sonó tan seductora para el pelinegro que no dudó ni un segundo en obedecer. Se sentó en el sofá con el menor sobre él.
Se besaron y Jimin tomó una enorme valentía al tomar las manos del alfa para llevarlas a sus mejillas traseras. Jungkook no necesitó una invitación o palabras para hacer lo que quería, apretó con fuerza, haciendo al omega suspirar suavemente sobre sus labios.
—Tan dulce —Jeon sonríe antes de morder el labio inferior de Jimin—. Vuelve a suspirar así y no me haré responsable de mí —lo besó una vez más y Jimin simplemente movió sus caderas, rozando sus sensibles intimidades, robándoles a ambos un gemido y al más bajito una hermosa expresión que Jungkook amó—. ¿Te gusta enfadar a tu alfa?
—Amo a mi alfa y quiero hacer de todo con él —le sonríe antes de volver a moverse sobre el mayor, haciendo que el pelinegro lo sujete de las caderas para intentar detenerlo un poco, pero fallando al volverse constantes los movimientos de cadera del omega—. Se siente bien. Se siente... se siente...
—Joder, deja de moverte así porque no quiero hacerlo aquí —Jungkook le levantó del sofá con prisa, lleva a Jimin en brazos, pero apenas camina dos pasos y puede ver el comedor arreglado para la cena, se detiene y sonríe ampliamente. Su omega se esforzó demasiado por esa cita y él simplemente está queriendo llevarlo a la cama ahora mismo—. ¿No vamos a cenar, amor?
—A la mierda la cena, yo te necesito a ti ahora mismo —Jeon pasó saliva totalmente emocionado y siguió su camino. Una vez llegaron a la habitación, dejó que Jimin tocara el suelo bajo sus pies y fue ese momento en que se dio cuenta y por la tenue luz, que el menor solo llevaba una gran camisa blanca y nada más—. Estoy listo para mi alfa. Quiero y deseo ser tuyo por completo.
—Yo también deseo ser tuyo, omega.
Jimin se aleja un poco del mayor y ante su hambrienta mirada va soltando uno a uno cada botón de plástico hasta que la camisa cae al suelo y Jungkook puede ver la semi desnudez de su novio. Pues solo llevaba un bóxer negro ajustado que lo deja ver lo caliente que ya se encuentra.
—Eres tan hermoso, Minnie. Y tan mío —alargó la segunda palabra para luego morderse el labio inferior y abrazarlo con toda la intención de apretar ese redondo y perfecto trasero que siempre le ha gustado—. Vas a ser mío para siempre, Park Jimin.
—Sí, sí, para siempre, Jeon Jungkook.
Jimin no va a poder olvidar nunca cuando su espalda tocó las sábanas. Pues apenas Jungkook lo recostó, su única prenda fue arrebatada, dejándolo completamente desnudo ante el alfa que siempre va a amar. Y Jungkook no perdió más el tiempo cuando ya se encontraba desnudo también entre las piernas de Jimin, besándolo mientras lo toca con suavidad solo para poder escucharlo gemir sobre sus labios mientras cierra los ojos y arquea la espalda.
—Kook... —susurra sonriendo—. Kook, lleva tu mano a donde la necesito. Estoy tan...
—Húmedo —sonríe el mayor cuando guía su mano a la estrechez del menor. Jimin abre la boca liberando un gemido cuando Jungkook hace círculos alrededor de su pequeña zona húmeda—. No necesitaré el lubricante después de todo. Voy a entrar y tienes que decirme si duele, ¿de acuerdo?
—Sí, sí, hazlo. Hazlo ahora, Kook.
Jeon se acomoda entre las piernas del otro y las separa un poco más sin dejar de mirarlo. Entonces, introduce un primer dedo en el interior de Jimin, una queja suave y una mueca de molestia invaden la perfecta cara del menor.
—¿Duele? —le pregunta sin mover su dedo en lo absoluto.
—N-No, solo, solo se sie-siente incómodo —responde mirando al mayor—. ¿Puedes besarme mientras haces eso? —Jungkook asiente y se acerca para besarlo al mismo tiempo que empieza a sacar y meter su dedo en el interior del menor. Jimin gime suavemente y Jungkook entiende que puede meter un segundo dedo en él—. ¿Otro? Kook esto, esto, yo... ah~
—¿Se siente mejor? —Jimin asiente mordiendo su labio inferior con fuerza. Pues Jungkook lo está estimulando perfectamente bien con esos dos dedos que parecen mágicos—. Ya estás listo para tu alfa, omega.
—Primero quiero saber algo —Jungkook lo mira mientras se coloca el condón y vuelve a separar esas blancas piernas—. ¿Lo has hecho antes con alguien?
—No. Porque he sabido esperar por ti, he sabido respetar el lugar de mi omega. Jamás he hecho esto antes, pero sé lo necesario como para no lastimarte en lo absoluto.
—Te amo mucho —le responde para luego besarlo y abrazarlo por el cuello—. Estoy listo, amor —Jungkook asiente y guía su intimidad a la estrechez del menor. Jimin cierra los ojos con fuerza y abre la boca sin liberar ningún ruido. Jeon por su lado está controlando a su alfa al sentir como el interior de Park lo aprieta—. Kook...
—Lo siento, lo siento... —susurra el mayor cerrando sus ojos con fuerza—. Joder. Lo siento, pero estás tan... tan...
—Bésame —Jungkook se inclina y besa los hinchados labios del menor mientras termina de entrar en él.
Sus respiraciones están en otro nivel. Uno realmente alto en que sus corazones no pueden dejar de latir con prisa y fuerza. Sus cuerpo calientes y el sudor resbalando por sus frentes, haciendo que Jimin se vea todavía más hermoso ante los ojos del alfa.
—Minnie, lamento hacerte daño. Lo siento... —habla el mayor sin poder moverse por miedo a lastimarlo.
—No, no me haces daño... —le responde—. Muévete. Muévete y haz que tu omega tenga el mejor momento de su vida. Muévete alfa, es una orden.
—Dime si estoy siendo demasiado duro contigo por favor, porque si no lo haces, no te vas a poder levantar mañana —le sonríe antes de dar la primera penetración contra su interior. Jungkook gime sonriendo mientras Jimin abre la boca y libera otro gemido con fuerza.
Sus manos se deslizan por los brazos del mayor cuando este empieza a moverse con más fuerza y libertad contra él. Jimin no puede evitarlo, los gemidos, los lloriqueos y las súplicas por lo bien que se siente, inundan la habitación por completo. El sonido de sus pieles al encontrarse se vuelve música, la melodía de sus gemidos acompañada de sus miles de palabras llenas de amor es algo que va a vivir para siempre en sus memorias. Es el recuerdo más hermoso que alguna vez pensaron que tendrían juntos.
Porque aunque ambos sabían que ese día llegaría, ninguno pensó que sería pronto o antes de casarse.
—Kook... Jungkook quiero... quiero...
—¿Qué quieres, omega? Dile a tu alfa lo que deseas —le dice el mayor moviéndose de maravilla contra él.
—Quiero estar arriba. Déjame estar arriba. Quiero brincar sobre ti.
Jungkook asiente encantado por el atrevimiento de su omega y obedeciendo enseguida gira en la cama. Se acomoda rápidamente y luego le ayuda al menor a sentarse sobre él. Jimin hecha la cabeza hacia atrás cuando siente como el pene del otro entra una vez más en él. Por inercia sus caderas se mueven de atrás hacia delante y en círculos haciendo a su alfa enloquecer por los magníficos movimientos pélvicos del omega.
—Eres perfecto, Jimin, pero necesitas esto también —Jeon impulsa sus caderas hacia arriba y Park gime gustoso—. Necesitas brincar sobre mi pene, amor —le susurra en el oído—. Brinca, pequeño pollito, brinca sobre tu alfa.
Jimin sonríe al sentir como el mayor le muerde el oído y asiente antes de empezar a subir y bajar por el pene del alfa. Jungkook lo sujeta de la cintura con sus brazos para ayudarle y pronto tiene el menor sujetándose de sus hombros mientras se autocomplace. Bajando y subiendo con prisa por todo el pene de su mayor mientras los gemidos abandonan sus bocas. Jungkook lame el abdomen de Jimin y luego muerde uno de sus pezones para luego succionar sus clavículas haciendo que chille sonriendo.
—Tan malditamente perfecto —susurra el mayor—. Joder, Jimin, voy a correrme, amor...
—Yo necesito, necesito más...
Jungkook asiente y sujeta el trasero de Jimin con ambas manos para tomar el control de las subidas y bajadas de su novio. Entonces Park lloriquea al sentir como Jeon lo penetra con más fuerza y profundidad. Le ayuda doblando sus rodillas para poder abrir más sus piernas.
—Sí, Kook, sí, así, amor. Así se siente bien.
—¿Te gusta?
—Me encanta, me encanta... ah~ sí, sí, sí... más rápido, Kook. Tu omega necesita más.
Jungkook lo levanta y lo cuesta en la cama una vez más, sujeta sus muñecas contra las sábanas y se impulsa contra él con tanta fuerza que la habitación se llena del ruido que hace el movimiento de la cama al chocar contra la pared. Porque el pelinegro necesita complacer a su omega, porque se ha vuelto loco ante lo bien que Jimin lo aprieta.
—Amor, Kook... Alfa...
—Omega...
El primero en correrse fue Jimin, Jungkook lo siguió poco después dejándose caer sobre el otro totalmente cansado y tratando de controlar a su alfa para no dejar su mordida en el cuello del omega como tanto lo desean, tanto su lobo como él, desde que sabe que son destinados, pero ciertamente feliz.
Sus respiraciones se mezclaron una vez más, cuando su labios volvieron a encontrarse en un beso hambriento y necesitado en que sus lenguas fueron partícipes profundos.
—¿Te duele el nudo? —le besó las mejillas cuando el dolor se reflejó en los ojos del omega.
—Me duele el nudo, Kook —le responde. Jungkook acerca su cara al cuello de Jimin y besa la curvatura de este con suavidad. El rubio suelta un gemido cuando la lengua del alfa se desliza suavemente—. No.
—Lo sé —responde el mayor sonriendo en su cuello—. Es para que no te duela tanto.
—Te amo, Kook —le dice a cambio—. Y siempre te voy a amar no importa el tiempo.
—Te amo también, Minnie. Siempre lo hice y siempre lo haré.
—Alfa... —susurra emocionado.
—Omega... —responde sonriendo.
✧✦✧
Jimin abrió sus ojos mirando alrededor. Las sábanas sobre su cuerpo fueron el recuerdo de lo que pasó esa noche dentro de la habitación con su alfa, y es imposible no sonreír al mismo tiempo que se sonroja fuertemente. Su cuello, orejas y mejillas le están ardiendo al recordar todo su encuentro con el mayor. Cada instante le llega a la cabeza, desde los besos en el sofá hasta él estando encima de Jungkook brincando.
Ahora que lo piensa un poco, no tiene ni idea de donde sacó la valentía para pedirle tal cosa a su pareja. Entonces intenta sentarse en la cama, pero apenas se levanta levemente siente una punzada en su espalda baja así como en el trasero lo que lo hace recordar las palabras de Jungkook cuando empezaban su noche especial.
"—Dime si estoy siendo demasiado duro contigo por favor, porque si no lo haces, no te vas a poder levantar mañana"
Cuanta razón tenía ahora. Debió ser gentil con él mismo y no dejarse llevarse por lo bien que su alfa se mueve en la cama. Es que y en su defensa, Jimin jamás supo como funcionaba el sexo entre ellos, lo poco que sabía era debido a su madre y una que otra vez de Hoseok, no hizo por investigar porque simplemente quería aprender del mayor. Bueno, ya tuvo la primera enseñanza de muchas.
"No dejarse llevar por los exquisitos, encantadores y maravillosos movimientos de su alfa mientras hacen en el amor"
De todos modos y haciendo muchas mueca de dolor se sentó en la cama. Recuerda que preparó la cena para empezar con eso, pero también recuerda haberla mandado a la mierda apenas su novio la vio, así que probablemente ahí se encuentra el pelinegro en esos instantes.
Y lo está, pues no pasa mucho cuando la puerta se abre y puede ver a su alfa sin camisa usando un bóxer azul nada más. Sonríe ampliamente al recordar como es que tuvo ese maravilloso cuerpo sobre y debajo de él, complaciéndole de maravilla.
—Oh, amor, pensé que dormirías más —le dice Jungkook al mismo tiempo que deja la comida en la mesa y le sonríe—. ¿Estás bien? ¿Te duele algo?
—Me duele un poco. No me puedo parar sin que sienta que me voy a quebrar —le responde sonrojado. El alfa lo mira y se sube en la cama a su lado, se acerca tanto como puede y le roba un beso en lo labios usando su lengua para delinear el labio inferior del omega—. No puedo hacerlo ahora, ni siquiera me puedo mover, Kook.
—No quiero hacerlo... por ahora —le responde el mayor sentándose sobre él mientras lo vuelve a besar—. Pero te lo dije, ¿lo recuerdas, amor? —Jimin asiente mordiendo su propio labio inferior y Jungkook desea tanto besarlo que lo sujeta de las mejillas para volver a besarlo con desesperación y hambre, haciendo qué Jimin suspire entre su beso—. No puedo controlarme si mi omega me ordena como anoche. Fuiste un omega increíble, me sorprendiste mucho cuando quisiste estar encima de mí, amor —Jimin solo puede verlo a los ojos fijamente pues está tan enamorado de él que no puede evitarlo en lo absoluto—. Te mueves tan perfecto, tan bien que, joder, ya estoy caliente otra vez —Jungkook se deja ir a sus labios una vez más y esta vez Jimin lo sujeta de los brazos totalmente perdido en la seductora voz de su alfa—. Pero no lo haré. Feliz mesiversario, amor —se separa levemente y le entrega dos boletos de avión al menor—. Iremos a Mónaco la próxima semana.
Increíble, Jimin jamás va a pedir otro alfa celoso, posesivo, territorial y psicópata que no sea Jeon Jungkook.
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