Como cada mañana de lunes su cuerpo le estaba reclamando todo lo hecho el fin de semana, sin embargo no se arrepentía, aquella hermosa mujer de busto voluptuoso le había encantado, era tan apasionada y entregada que de solo recordarlo sentía como su hombria comenzaba a despertar pero no había tiempo para pajas, tenía que ir a trabajar o su padre se volvería loco.

Namjoon llevaba trabajando para él desde los 19 años y ahora con 25 recién cumplidos había ascendido a vicepresidente un cargo muy importante pero que lo seguía poniendo a la sombra de su padre.

Se preparó un desayuno rápido, se baño y visto con sus trajes de diseñador para después subir a su auto negro del año.

Lo admitia era un niño rico que tenía todas las comodidades que deseara más su padre lo seguía obligando a trabajar.

En cuanto entró a la empresa Kim, muchos de los empleados lo saludaron con respeto, debían reconocer que era muy bueno en su trabajo sin embargo en su vida privada nada andaba bien.

-Me puedes explicar qué es esto- le gritó su padre apenas lo vio entrar a su oficina.

- Buenos días papá - saludo de mala forma - y si no sabes es un periódico - dijo a la vez que lo levantaba.

- Eso lo sé no soy idiota, pero quiero que me expliques esa estúpida nota que salió sobre ti - el moreno con calma abrió aquel papel sorprendiendose pues salía en la sección de sociales.

- Así que ahora soy rarito - dijo de forma burlona mientras leía aquella nota donde se le veía salir de un bar gay- Vamos papá no puedo creer que pienses que esto es verdad, créeme que puedo ser lo que quieras menos un maldito marica - dijo mientras miraba a su padre.

- Te vieron entrar y salir con un chico.

- Se que en esas fachas no se parece pero es Ken mi mejor amigo, el idiota me reto a entrar ahí así que lo hice, fue divertido pero de ahí a que ahora pienses que soy gay es una idiotez.

- Que quieres que piense si al despertar fue lo primero que me enviaron mis amigos, no sabes la vergüenza que sentí cuando todos aseguraron que mi hijo era un rarito.- gritó molesto.

- Papá sabes que no lo soy y la enorme fila de mujeres que han estado en mi cama son la prueba, además aunque así lo fuera a ellos qué diablos les importa mi sexualidad.

- Eres mi heredero y es obvio que les preocupa, varias de sus hijas están interesadas en ti.

- Y sabes muy bien que ninguna me interesa, la mayoría han estado en mi habitación y no son la gran cosa, muestrales una enorme cantidad de ceros y abren las piernas con facilidad - dijo burlón.

- Me parece que te crié como todo un caballero así que no es la forma de hablar de las damas.

- Por eso jamás te he dicho quienes han sido - contra ataco.

- Bueno ahora que todo está arreglado quiero informarte que mañana mismo saldrás de viaje de negocios, me interesa mucho tener el negocio de los Park en nuestras manos, sabes que son una empresa prestigiosa y responsable, así que saldrás hablar con ellos.

- De verdad es necesario que yo vaya, vamos puedes enviar a alguien más - dijo mientras hacia un puchero que hizo reír a su padre.

- Eres mi vicepresidente, la segunda cabeza al mando así que irás tu, habla con Hanna tu secretaria ella ya tiene toda la información de tu viaje y de las empresas.- el moreno aceptó aunque no estaba nada feliz con el viaje.

Cuando entró a su oficina pudo divisar como su sexy secretaria lo esperaba en su escritorio y bueno aún era temprano y una buena follada no se le negaba a nadie.

Después de que ambos terminaran Nam se preparó para redactar propuestas que podrían beneficiar a ambas familias.

El señor Kim sabía el potencial que su hijo tenía sin embargo las mujeres y la calentura era su mayor debilidad por lo que lo enviaría solo, no quería distracciones de ningún índole.

- Padre me tengo que ir, pasaré a mi departamento por mis cosas y nos veremos en tres días - dijo sonriente el menor mientras se despedía de su progenitor.

- Cuídate mucho hijo y por favor no hagas algo estúpido - aquello hizo reír al menor el cual salió rumbo a su departamento para hacer su maleta y descansar.

Agradecía la labia que tenía pues gracias a eso había logrado concretar un negocio importante entre las familias Kim y Park, justo ahora esperaba su vuelo de regreso mientras enviaba un mensaje a sus padres, su mamá era quien más se preocupaba por él, pues siempre le insistía en buscar una buena mujer para formar una linda familia y que al fin dejara esa vida de excesos y perdición entre bares y mujerzuelas.

Cuando anunciaron su vuelo sintió un fuerte dolor en el pecho, pero ignorando aquella sensación le envío un último mensaje a su padre y subió al avión.

- Papá ya abordaré te amo nos vemos en casa, dile a mamá que prepare mi comida favorita y dile que también la amo- fue lo último que escribió antes de que la tragedia llegara a su vida.

Habían pasado alrededor de dos horas cuando una tormenta los había azotado, los pasajeros estaban asustados sobre todo al escuchar como los pilotos cambiaban la ruta, pues la fuerte lluvia era tan intensa que estaba moviendo el avión.

Nam no quiso hacer caso, sabía que eso solía suceder en ocasiones sin embargo supo que nada andaba bien cuando las azafatas comenzaron a pedirle a todos que se abrocharan los cinturones mientras ellas corrían a sentarse en el primer lugar disponible que encontrarán.

El miedo era algo que jamás en su vida había vivído, su padre se había asegurado de darle lo mejor y protegerlo pero ahora que veía como su avión iba en picada era el único sentimiento que podía experimentar.

Al girar su vista vio como muchos comenzaban a enviar mensajes de despedida, él no quería hacerlo pero no tenía otra opción, por lo que sus últimas palabras fueron a sus padres, con únicamente la frase los amo con todo mi corazón, antes de que todo se volviera negro.

....

Dolor era una palabra que justo ahora quedaba corta, en su vida jamás creyó que viviría algo así, una de sus piernas estaba siendo aplastada por una enorme caja negra, de su cabeza salía algo de sangre, al querer enfocar su vista solo lograba ver humo, olía horrible, a sangre y carne ardiendo.

Su voz era sutil al llamar a los demás pero le era imposible una respuesta, al parecer todos habían muerto.

Con las últimas fuerzas que le quedaban logró sacar su pierna de aquella caja, pero al querer pararse se dio cuenta que su tobillo estaba roto.

Frustrado comenzó a pararse mientras buscaba algo con que apoyarse a pesar del dolor, avanzando solo algunos metros pues lo que veía lo estaba destruyendo, nadie estaba vivo, por algún milagro de la vida el seguía ahí con solo algunos golpes leves.

Caminando se dio cuenta que estaba perdido, sin nadie con quién apoyarse era casi seguro que pronto también moriría aunque de forma más cruel pues le llevaría algun tiempo.

Tomando uno de los metales que estaban ahí tirados tomó con valentía uno mientras lo dirigía a su cuello, acabaría con aquella tortura, era un cobarde pero nadie tenía porque juzgarlo.

Justo cuando llevó aquel piculo metal a su cuello fue que unas voces lo hicieron detenerse, estás se oían extrañas pero aún así fue a su encuentro.

No sabía si era por el golpe o el exceso humo que había pero casi podía jurar que aquellos hombres que inspeccionaban el lugar eran enormes, él no se consideraba nada pequeño pues su estatura rondaba en el 1.81, sin embargo esos humanos parecían más grandes.

- ¿Pueden ayudarme ?- en cuanto lo escucharon hablar algunos corriendo mientras otros los más grandes lo veían con odio y casi que podía jurar que había visto como sus ojos cambiaban a un rojo intenso volviendo a estar normales a los segundos.

De pronto no supo en qué momento varios lobos enormes comenzaron a llegar, era extraño pues mientras el temblaba de miedo los demás solo los miraban como si entendieran o se conocieran humanos y bestias.

Quiso despertar pues posiblemente todo era un absurdo sueño, una pesadilla que no tenía desde niño, pues cada noche un enorme lobo negro lo acechaba, hasta que poco a poco esa imagen se fue, convirtiéndose ahora en una cruel realidad.

Detrás de aquellos hombres un enorme lobo asabache comenzó hacerse notar, se veía que todos le temían o le tenían respeto pues se quitaban apenas pasaba a su lado.

Quiso correr pero le era imposible su pie le dolía, no sabía en donde estaba, pero sabía que era su fin, aquella bestia se lo tragaría completo de un solo bocado.

Jamás había visto un lobo de cerca pero sabía que ese monstruo no era normal, rendido comenzó andar pero su pie lo traicionó cayendo mientras la bestia lo acechaba.

Los otros hombres no hacían nada más que ver, incluso unos sonreían, seguramente eran caníbales salvajes.

- Lo estas asustando Jungkook - su vista se desvio de aquel enorme animal hacia el chico que había hablado el cual sonreia burlón como si le divirtiera su situación.- ¿Estás seguro que es él? Vamos hermano es muy pequeño y al parecer es humano.

- Por supuesto que es un humano, no logró olfatearlo- dijo otro más, pero Nam no entendía nada, no se suponía que todos eran humanos.

De pronto su vista la giró nuevamente al lobo el cual gruñía molesto como si le enfadara que mirara a los otros.

Teniendo a la bestia de frente su cuerpo tembló, el lobo era muy parecido al de sus sueños, enorme y aterrador.

- Vamonos Kookie alguien puede vernos y seguramente vendrán por él- dijo alguien más pero Nam se negaba a mirar, su vista estaba en aquel lobo salvaje.

Todo en lo que Nam siempre había creído comenzó a romperse, sus ojos se abrieron a más no poder en cuanto vio como aquel gigantesco lobo comenzaba a retorcerse, se había puesto en dos patas mientras huesos quebrandose se escuchaban, la imagen era aterradora y más lo hizo cuando en un abrir y cerrar de ojos la bestia se había transformado en un enorme humano, uno que lo miraba con esos ojos negros intensos que después pasaron al rojo.

Sin poder evitarlo y debido a la impresión Namjoon se había desmayado sin ser consiente como aquel ser lo observaba para después tomarlo en brazos.

-Tenemos que dejarlo Jungkook es un humano - dijo aquel pequeño Omega rubio.

- No.... él es mío- Todos estaban asombrados pues el lobo de su líder era quien había hablado - vamonos llevaré a mi pareja a la manada.

La mayoría no estaba de acuerdo pues como estarlo, Jungkook estaba loco, ese hombre que había olfateado a kilómetros no podía ser su destinado, eso era incorrecto la diosa luna no sería capaz de emparejarlo con un......con un simple humano.