Único
Todos han escuchado de él, pero extrañamente nadie lo ha visto.
–Oigan ¿Vamos a mi casa para celebrar?–La pregunta fue hecha por Ferran, hoy habían ganado el clásico, fue duro y en algunas ocasiones hubo roses.
Lo normal.
Gavi y Vinicius, eso ya podía catalogarse como un clásico más. El moreno parecía estar fuera de control, hubo rumores de un posible celo, pero nadie confirmó nada.
Gavi por otro lado no se vio afectado, tampoco sufrió ningún efecto que es usual en los omegas cuando un Alfa está en celo y ha corta distancia.
Pero eso ya tiene respuesta, o media respuesta.
Gavi tiene Alfa.
Y lo confirma la marca de pertenencia que adornaba su bonito cuello, para todos era y no era un misterio, sí tenía un Alfa, pero nadie sabía quién era.
Incluso Pedri desconocía la identidad del dicho Alfa, Xavi no se preocupo por ese asunto. No afectaba el ámbito profesional de Gavi, asi que no tenía derecho de exigir respuestas.
Pero ellos eran sus amigos, su manada, su equipo de guerra, o como Ferran solía decir.
Eran el equipo alfa buena maravilla onda dinamita escuadron lobo, así que tenían derecho de saber, es el omega de la manada y era deber de ellos concer y dar la bienvenida al Alfa.
–No sé si podré llegar, tengo algo que hacer.–Era la misma escusa de cada fin de semana, ya no salía con ellos, llegaba el viernes y ni las luces de Pablo Gavi, recién el lunes sabían que el desgraciado seguía con vida.
–Ya no sales con nosotros, ¿A dónde vas? ¿Ya no nos quieres? ¿Cuándo vamos a conocer a tu Alfa?–Pedri lo bombardeaba con preguntas, mientras el resto ponían caritas de ovejas en sacrificio, hasta Robert tenia el labio temblando.
¿Qué esperaban? Era el cachorro de la manada, vamos si no fuera mucho papeleo y que la madre de Gavi posiblemente los demande, ya lo habrían adoptado, en especial Robert y Marc.
–Vamos chicos ¿Es enserió? Por supuesto que los quiero, y pronto van a conocer a mi Alfa, es más él estará en el próximo juego, así que todos iremos a celebrar juntos ¿Está bien?
Todos asintieron, con ojos y mejillas rojas, mierda quien los viera diría que son unos dramáticos sin remedio.
–Bien, nos vemos.
Gavi abandono el vestuario no sin antes recibir un abrazo de todos, literalmente todos y cada uno dejó su olor impregnado en él.
Las vueltas que da la vida, era la definición perfecta que Gavi siempre usaba.
Y lo decía por experiencia propia, mira que terminar enlazado, desvirginado y enamorado del que juraste que era uno de tus mayores rivales, rayando en enemigos era algo loco.
Pero no se arrepentía, no cuando al ver sus ojos, veía tanto amor, no cuando cada mañana despertaba con un.
Realmente se enamoro, no sabe como, tal vez influyo que era su Alfa destinado, pero paso. Sergio era un Alfa único, era cariñoso, atento, caballeroso y por sobretodo, lo ama.
La primera vez que esto empezó a surgir, el Alfa lo había impregnado con su aroma, sin darse cuenta eso provocó que su celo se adelantara.
El juego estaba parejo, el marcador era un 2 a 2 en el primer tiempo el Barcelona parecía estar durmiendo, a los tres minutos llegó el primer gol, de mano Ramos, y el segundo llegó en el minuto veinte.
Xavi los había regañado, así que no podían regresar a casa con una derrota.
El segundo tiempo la defensa fue más agresiva de parte del Barça, era un milagro que a este punto Gavi no haya recibido ninguna tarjeta.
El balón iba de los pies de Frenkie a Gavi, él arco estaba despejado, había logrado engañar al portero, estaba listo iba darle una buena patada.
O ese era el plan, porque en cuanto iba a patear fue derrumbado por un defensa del Madrid, Casemiro.
Ese contacto realmente le dolió, pero no fue impedimento para levantarse y hacerle cara al Alfa brasileño.
Balón.
Malditos árbitros vendidos, eso era un claro penal, fue derrumbado en zona de panel, Casemiro no iba por el puto balón, iba por su tobillo.
Gavi arremetió contra el brasileño.
–¡¿Qué te pasa?! ¡¿Acaso querías romperme el puto pie?!– Estaba furioso, estaba harto de los favoritismos.
–Silencio omega.
Eso solo hizo que se enfureciera más, pero no fue el quien arremetió contra el brasileño esta vez, sino Ramos.
–¡¿Cómo te atreves a usar tu voz con un omega?! ¡Estamos en el campo!
Los empujones escalaron a otro nivel, Gavi fue apartado del lugar por Pedri.
El árbitro no tuvo más opción que la de expulsar al jugador del Madrid, eso seguro que le costaría.
Gavi estaba claramente afectado, la voz lo afecto, y ni siquiera las feromonas de Pedri o del resto de sus compañeros lo estaban ayudando.
Entonces paso.
–Gavi ¿Estás bien?–Sergio se abrió paso entre los chicos del Barça, se planto frente a él, y empezó a examinarlo.
–Sí, gr-gracias por lo que hiciste.–Eran rivales en clubes, pero seguían siendo compañeros de selección, eso era la única explicación que podía dar Gavi.
–No fue nada.–Respondió el Alfa, para luego estrecharlo entre sus brazos, y fue en ese momento.
El olor del Whisky y menta inundó sus sentidos, el calor subia de apoco y no fue el único.
El Alfa se separo de forma brusca, lo miró con sorpresa, y un poco de resistencia.
De ahí en más no recuerda mucho, solo que Xavi se dio cuenta de su situación y pidió el cambio.
Paso tres días encerrado en su habitación, el celo lo había golpeado tan fuerte, que solo podía estar consiente por un par de minutos.
Fueron momentos difíciles, cuando volvieron a verse, el Alfa lo evitaba a toda costa.
Y dolía, dolía como el infierno.
Para Sergio tampoco fue fácil, se había aferrado a la idea de que sólo fue una coincidencia, que el omega había entrado en celo por el choque de aromas y la voz de Casemiro.
Pero algo en lo más profundo de él, le decía que no era así, que tenía que empezar a tragarse sus palabras, porque el omega del que tanto se quejaba, el cual que decía que jamás miraría, era su destinado.
Maldición, si que fue una tortura, ver como esos ojitos lo buscaban en los entrenamientos con la selección, como intentaba acercase a él.
Y la gota que sobrepasó el vaso fueron las lágrimas.
Lágrimas causadas por él.
–Por favor, solo necesito unos minutos.–Gavi lo había tomado desprevenido en los vestuarios, no había nadie y pensó que el omega ya se había ido con el resto.
–No tengo tiempo para tus estupideces Gavira, tengo que ir a mi casa, con mi omega.–La jodio, y hasta el día de hoy se arrepentía de haber dicho semejante mentira.
Porque no había un dolor más grande para un destinado, que saber que tu lugar ya lo tiene otro, y que tu Alfa ni siquiera quiera mirarte.
Fue el peor error de Sergio Ramos, y casi lo paga de la forma más cara.
Gavi se callo, se hizo a un lado ¿Para que seguir insistiendo? Ahora todo tenía sentido.
Los días pasaban, Ramos se daba cuenta que el omega se iba apagando, no era necesario estar cerca para notarlo, era evidente el Gavi risueño y alegre se había esfumado.
Y solo quedo un triste y vacío caparazón, uno que se estaba quebrando.
–Pablo.–Los hombros de Gavi se tensaron.
–Dime.–Era su voz sí, pero Sergio podía sentir que era otra persona, era tan extraño como doloroso.
–Necesito hablar contigo, es...–
–No hay nada de que hablar, lo dejaste en claro, y si lo que te preocupa es que diga algo, no lo haré, después de todo no hay nada que decir ¿No? Ni siquiera valgo la pena.
–No, Gavi por favor escu...–
–¡No! Escúchame tu a mí, estoy harto de esto, ¿Qué más quieres? Ya te he dicho que no voy a decirle a nadie que tu maldito destinado es...– Sergio podía excusarse de que Pablo no lo dejaba hablar, pero realmente ya no podía resistir.
Esos labios con los que había soñado eran el paraíso, pero no le gustó que se mezclarán con algo salado.
Otra vez estaba llorando, y el volvía a ser el culpable.
–Por favor no, no llores sé que soy una mierda, que no merezco ni siquiera estar parado a tu lado, pero por favor solo dame una oportunidad, solo necesito una oportunidad para reparar lo que he roto.
–¿Lo haces por lastima?– Eso dolía más que el rechazo.
–No, lo hago porque aunque lo intente, aunque me obligue no pude sacar esto de mi corazón, lo hago porque estoy tan malditamente enamorado.
–¿Y tu omega?– El susurro llegó acompañado de un dolor a los oídos del Alfa, necesitaba una vida entera para poder ser digno del perdón de ese omega.
–Lo tengo en frente.
Ahora después de un año de cortejo, portaba la marca de su Alfa con orgullo.
Fue un escándalo, pero no les importo.
Todos querían saber quién era el misterioso Alfa, Gavi no tenía interés en dar paso a extraños a su vida personal, y Sergio estaba desacuerdo con eso.
Pero su manada no eran extraños, y ya era hora de que conocieran a su Alfa, y Ramos estaba más que de acuerdo.
Gavi llegó a su departamento, al abrir la puerta un exquisito aroma lo recibió.
Sergio estaba en casa.
–¡Alfa!
Gavi salió disparado hacia la cocina, lo había extrañado era muy difícil el poder verse y más si querían mantener su relación fuera del ojo público.
–Mi vida.–Sergio no dudó en dejar lo que estaba haciendo, fue directamente a tomar a su omega en sus brazos, como niño chiquito empezó a dar vueltas.
–Nos vamos a caer.–Gavi reía con cariño.–Te extraño mucho Alfa.
–Yo también te extrañe, por eso me escape y adivina que.
–¿Qué?
–Voy a quedarme unos días, ayer tuve una pequeña lesión en el entrenamiento, me dieron unos días y luego vemos que pasa.
–¿Por qué no me dijiste nada? ¿Es muy grave? ¡Bajame puedes lastimarte más!
Sergio solo se rió, su omega siempre se la pasaba preocupado por él.
–Estoy bien, realmente fingí más dolor solo para que me dieran unos días, me haces falta.
Aww eso conmovió el corazón de Gavi, su Alfa hermoso solo quería pasar más tiempo con él.
La cena transcurrió entre risitas, besos y mimos.
–Los chicos están desesperados por conocerte, en especial Pedri y Robert.
–Gran sorpresa se van a llevar cuando se enteren que soy yo.–No sabe si estar preparado para algo, pero no había nada que nadie pudiera hacer, Pablo era su omega, estaba marcado y prontamente preñado.
–¿Y si soltamos la bomba y nos acurrucamos en la cama?–Propuso Gavi, no es la mejor manera, pero se evitarían muchas cosas y así también le explotarian la cabeza a los periodistas.
–¿Qué propone mi lindo omega?
–Pues...
Fin💘💕
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