Advertencia: Chris Argent esta fuera de personaje. He considerado que si estaba dispuesto a matar a Stiles aunque esté no estuviera en sus cinco sentidos, me lo imagine más imparcial permitiendo que Stiles eliminará a su padre y a su hija por romper el código. Es un AU, lo siento, pero me agrada más así. Luego Peter tal vez aparezca cuando Stiles haya terminado, o simplemente aparezca a mitad de la tortura. No lo sé, deje su comentario por alguna de las dos opciones.

Chris Argent nunca fue un hombre temeroso de Dios. Nunca pensó en el Karma y tampoco en este pasándole factura por todas las veces que pudo haber matado a alguien para salvar la vida de cientos. Era un hombre normal, que pensaba cosas mundanas de su día a día. También era un cazador que seguía su propio lema, no encontrarías que fuera un mal hombre, ni que pudiera tener la idea de eliminar a la gente antes de que esta se volviera un problema.
Realmente era un hombre tranquilo, si querías verlo de alguna manera. Claro, hasta que Stiles Stilinski amenazó claramente su estabilidad familiar. No le dio importancia a que un chico recién mordido se convirtiera en Alfa, se le notaba muchísimo mejor preparado que McCall o Hale. Cuando mordió a esa chica Erica no dijo nada, porque él castaño se hizo responsable, cuando el Kanima apareció, en menos de una semana él chico ya había resuelto los problemas.

Cuando Isaac fue acusado de matar a su padre, pensó que había recibido la mordida y enloqueció. Pero resulta que él chico sólo estaba en el momento y lugar equivocado. Eso se demostro gracias a que él niño estaba jugando videojuegos a la hora del accidente con Stiles.
Chris no tenía interés en lo que Stilinski hiciera, no hasta que Allison enloqueció como su padre. Ahí pudo predecir cada cosa que sucedería y no sabía exactamente como actuar.
Entonces estaba decidido entre su moral y su hija. Pero tomó una desicion, Stiles estaba amenazando a su familia, pero porque Allison comenzó una guerra contra la manada del chico.
Él hombre mayor fue al partido de la escuela, esperando encontrarse al menor, así podrían hacer un trato.

Se encontró con los dos Hale. Peter parecía emocionado animado al que parecía ser Isaac, abiertamente para el desconcierto de muchos. Mientras Derek hacia lo mismo hacia Scott. Lydia sólo se estaba riendo ante la tonta competencia de los hombres. Mientras que él sheriff apoyaba de manera silenciosa y tranquila a Jackson. Ya que nadie estaba apoyando al chico a excepción de Lydia que parecía no moverse ni un centímetro con su concentración magistral.
Cuando Peter miró de reojo, por unos instantes sus ojos azules relucieron de forma aún más amenazante de lo que el cazador esperaba. Faltaban dos chicos, dos betas que según sus investigaciones Stiles no dejaría de buscar hasta arrancarle la garganta con sus garras a quien amenazó su manada. Los instintos del hombre lobo resultaban tan predecibles, pero aterradores cuando tenías una mente tan brillante y sin pulir como la del alfa.

Pero se trago cualquier comentario, ya que pudo ver como el beta sólo hablaba con Derek y el sheriff para informar que se movería un par de minutos. El resto de lobos que estaban jugando solo voltearon a verlo con los ojos perforando su cráneo, un mili segundo bastó para ver los ojos de los chicos, relucir dorados en una advertencia nada agradable.
Peter bajo de las gradas con una agilidad realmente sorprendente, su sonrisa siempre narcisista se apago un poco cuando salió del campo de visión del público.

—¿Qué necesitas, Christopher?—la voz enojada de Peter no dejó en discusión la situación.

—Allison ha enloquecido—acepto fácilmente al notar los claros indicios de que él hombre enfrente suyo estaba perdiendo la paciencia—mi padre ha...—respiro profundo no queriendo aceptar que tendría que enterrar a su hija pronto si seguía de esa forma—moldeado su manera de pensar. Ahora ella no respeta el código.

Peter observó fijamente a Chris, con la mirada seria y sin parpadear ni un poco. Estaba escuchando los latidos de su corazón, su olor. Aunque no confiara mucho sobre un cazador siendo honesto.

—Dime algo de lo que no sea consciente—rodó los ojos. Estaba rodeado de idiotas, si Stiles y el sherrif no estuvieran a su lado se consideraría perdido.

—Tu Alfa ha entrado a mi casa, en busca de tus cachorros—bufo cansado con la actitud del Hale mayor, y eso que no llevaban más de cinco minutos hablando, hasta menos.

—¿Qué?—Peter se quedó estático, miró los ojos fríos y azules de Argent.

Su corazón no tartamudeo, y la sonrisa para nada difícil de describir como algo natural en el hombre le hizo sentir frío. Cualquiera que mirara a Peter se daría cuenta que no era el mismo hombre presumido de siempre, estaba terriblemente asustado. Su corazón estaba latiendo más fuerte de lo esperado, y Derek sólo lo miró aún a la distancia, intentando buscar a su tío que parecía a punto del ataque cardíaco.
Mientras Derek y el resto de chicos intentaban que a Peter no le diera un paro cardíaco.

Stiles se encontraba en la puerta delantera de la casa, sin razón de ocultar sus intensiones. Realmente había pensado en un movimiento demasiado dramático para entrar, pero bastó con revisar debajo de la alfombra para encontrar una llave de repuesto. Predecible, los Argent eran personas mundanas después de todo.
Nadie reacciono a su introducción. De hecho, parecía tan tranquilo que pensabas que algo iba ha suceder.

Escucho ruidos en lo que parecía ser el sótano de la casa. Siguió los sonidos ahogados de gritos, se le erizo la piel de los brazos, sus manos estaban sudando un poco, pero no soltó la mochila que llevaba en la espalda. Solo ajusto su agarre sin más que decir o hacer.
Abrio la puerta sin preocupaciones, era un hombre lobo alfa, era lo que los cuentos de cazadores contaban para sus hijos, era el monstruo que los asustaba perseguir cuando estaba fuera de control, no tenía porque tener miedo.
Al bajar por las escaleras, se encontró con Erica y Boyd amarrados al techo por cables con alectricidad, porque era claro que sus betas habían estado luchando para liberarse. Gerard parecía despreocupado ante su visita, se imaginaba que era su hijo, Allison sólo observaba entretenida la escena que su abuelo estaba montando. No le importaba en nada el llanto de la chica rubia que parecía a punto de colapsar, ni los ojos brillantes del chico de piel oscura.

—Que escena tan linda—habló con voz enojada—abuelo y nieta cazando juntos. Esta escena podría romperme el corazón—aplaudió sarcástico—sino fuera que tienen algo que me pertenece.

Allison brinco asustada en su lugar, con los rizos castaños formando un arco perfecto. Su risa se apago lentamente, Gerard retrocedió un poco mirando al adolescente enfrente suyo. Pensó en tomar su bastón, pero fue demasiado lento en cuanto a reflejos, Stiles ya se encontraba a su lado tomándolo bruscamente del cuello.

—Tengo tantas ganas de matarte—soltó al aire con un gruñido gutural resonando claramente de sus cuerdas vocales—un solo movimiento y podría acabar con tu vida, pero dime, ¿Dónde está lo divertido en eso?

Sus ojos brillaron rojo intenso. Allison intento moverse, pero se quedó helada cuando un gruñido animal de advertencia la detuvo. Pudo ver el momento exacto en el que Stiles simplemente le rompió las piernas a su abuelo.

—La pequeña perra tiene miedo—la voz cantarina y burlona la hizo reaccionar.

Golpeó en la cara al castaño en una patada alta realmente impresionante. Este solo retrocedió un par de centímetros con sangre bajando por su nariz. Erica intentaba escapar desesperadamente al igual que Boyd. Su alfa los necesitaba y ellos se encontraban indefensos.

—¡Vete a la mierda, estúpido perro!—grito en un intento fallido de amenaza.

—Ustedes, los cazadores siempre se creen la gran cosa—rio—cazando a los seres sobrenaturales como si tuvieran más derecho a estar vivos—sujeto el brazo de la chica cuando intento golpearlo, simplemente la tiro al suelo mirando a los dos cazadores como si fueran la mejor presa de todas—pero hasta aquí han llegado. Entraron a mi territorio, tocaron a mi pareja, a mis betas, tocaron a mi familia, lo que más amo en este mundo. Creo que es justo tomar lo que ustedes más aman.

La sonrisa con colmillos obtuvo el efecto esperado en los Argent. Allison intentó huir, pero fue tomada del cabello con tal fuerza que terminó cayéndose y golpeándose la cabeza contra el duro pavimento. Gerard intentaba arrastrarse hasta su arma, pero Stiles no lo permitió. Camino hasta su dirección y sin remordimiento alguno, rompió los dedos de sus manos de una sola pisada. Los gritos se vieron opacados rápidamente por una patada en la boca que le rompió la mandíbula al viejo cazador.

—Lo siento, pero nadie saldrá de aquí pronto—aseguró regresando hasta Allison para tomarla del cabello.

—Mi padre te matara por esto—intento luchar con el agarre de Stiles que parecía haber perdido la parte humana.

—Pequeña cazadora ingenua, tu padre sabe que estoy aquí. Después de todo, sólo está siguiendo su tonto código: Cazamos a los que nos cazan—repitio en burla. Ya que había notado las cámaras de seguridad que Christopher había instalado después de la muerte de su hermana.

La arrastró sin esfuerzo alguno, bien podría haberla levantado, pero realmente estaba gozando de humillar la. Miró hacia sus betas con una sonrisa ladeada y despreocupada, que a pesar de la situación logró calmarlos.

—Dejenme limpiar este desastre y juro que nos iremos a casa—prometió sin duda alguna.