Oh, mierda.
Stiles podía sentir el miedo por el bono de manada, sabía que era Peter. Ya que ese sentimiento cálido que siempre acompañaba a su pareja, ahora se veía reemplazado completamente por frío, un frío sepulcral y un miedo inmensurable.
Pero le ignoro, solo sonrió con alegría al ver como Allison suplicaba con la mirada piedad.
—Bueno, esto es divertido—aseguró sentado sobre la espalda de Gerard.
Estaba jugando con la mente de la pobre chica. Había mordido al viejo cazador y la había obligado a usar acónito en las heridas, la forzó a empujar por la boca del viejo, ceniza de montaña. Solo podía ver como la sangre negra salía por la boca del hombre, por su cuello y sostuvo con ganas un pequeño frasco que Deaton le había dado ante la amenaza de cortarle la garganta y mostrarla en una pica.
—Por favor, Stiles—susurro adolorida, había intentado huir, aunque no funcionó.
Él lobo la obligó a desatar a Erica y a Boyd mientras aún estaban conectados a la electricidad. Luego de un par de intentos (aunque no hubiera sido así) lo logró, había terminado tan agotada y lastimada que ya no le quedaban fuerzas para intentar algo.
—Bueno, lo siento querida pero ya me canse—admitio despreocupado mientras tomaba a Gerald de la cabeza—y la hora de tu abuelo ha llegado.
Soltó agarrando con fuerza al viejo del cuello, sin preocupación o vacilación alguna mostró sus garras hacia la chica Argent.
La sonrisa divertida que se formó en sus labios la hizo temblar. Con las garras y un poco de fuerza sobrenatural logró romper el cuello de Gerard. Y solo para asegurarse, estaba a dispuesto a quitarle la cabeza.
—¡No!—el grito de Allison pudo haber alertado a los vecinos si Stiles no se hubiera encargado de eso antes—¡podemos hacer un trato!
—Intente eso querida—gruñó tirando hacia arriba la cabeza del viejo hombre—te dije que te mantuvieras en tus propios ajuntos—tiro tan fuerte que cuando le arrancó la cabeza resultó divertido mirar la sangre salpicar en la cara de la chica. Valio cada maldito segundo y el haberse llenado de la asquerosa sangre de cazador.
Erica y Boyd miraban un poco asqueados como su alfa podía ser energía bruta y demasiada inteligencia en ocasiones. Pero claro, dale un poco de motivación y era capaz de hacer una carnicería.
No les sorprendió mucho cuando miro la cabeza del viejo cazador con atención, y luego sonrió con tanta facilidad que parecía aterrador.
—Los Argent tiene una chimenea, ¿verdad?—soltó al aire riéndose para sí mismo.
Erica miró extrañada y confundida hacia Stiles. No estaba entendiendo el punto de la pregunta.
—Sí—Boyd respondió encogiendose de hombros como si nada pasara—¿necesitas algo?
—Me encantaría cocinarlo—asegura—ya sabes, verlo arder para asegurarme que el idiota se pudra en el infierno.
Boyd asintió, ayudó a Erica ha levantarse para poder ir hacia arriba. Solo aceptó la cabeza cuando Stiles se la lanzó en un ángulo increíblemente imposible. Pero, oh, sorpresa, poderes increíbles de hombre lobo. Erica tembló un poco, pero aceptó fácilmente yendo con Boyd.
—Entonces, solo quedamos nosotros—tarareo levantándose de su lugar—¿Unas últimas palabras antes de que tenga tu cabeza?
—Por favor, detente, podemos arreglarlo.
—Eso es inútil, totalmente vacío cuando intentas mentirme.
Pudo haber terminado con ella de manera rápida, golpeó su cabeza contra el pavimento con una fuerza brutal que dejó a la chica tan fuera de sí, que estaba sangrando.
Ya veía borroso y estaba segura que estaba perdiendo la vista.
Pero todo se detuvo ante ella, cuando una figura familiar se deslizó enfrente de Stiles. Parecía sarcástico, enojado, muy enojado sobre cualquier otra cosa y eso era mucho. Ya que podía contemplar la sonrisa presumida.
Y algo en el tono de voz le hizo saber, que no estaba encontrá de lo que Stiles hacía, tal vez asustado o preocupado, pero de ahí no podía notar nada más.
—¿Qué crees que haces exactamente, cariño?—siseo enojado, mirando a su castaño lleno de sangre negra, y asquerosa.
—Oh, mierda—casi chillo del susto.
Peter era mayor, con más experiencia para poder encontrar las cosas.
Lo había asustado un par de veces, con lo realmente sigiloso que podía llegar a ser aún con las habilidades de hombre lobo.
—Sí, mierda—ladro enojado tomando al chico de los hombros para levantarlo de su lugar—¿Qué mierda pasó por tu cabeza para intentar darme un ataque cardíaco?
—Bueno, creo que no está pensando—susurro mirando a Peter con ojos de cachorro a medio morir.
—Seras mi maldita muerte—recordó—por favor, explicame una cosa más.
—Lo que quieras, cariño—canturreo esperando que fuera lo suficiente adorable como para que su pareja no le diera un sermón llegando a casa.
—¿Por qué los cachorros están jugando a preparar la cabeza de Gerard Argent a la parrilla en la chimenea de Christopher?—fue un intento serio de hacer una pregunta.
Pero la risa casi imperceptible que se encontraba detrás de la interrogación fue sorprendente. Hasta para Stiles que miraba descuidadamente hacia un lado, como si nada estuviera mal, aunque sabía que sólo lo había para ignorar un poco el remordimiento y los ojos para nada contentos de su pareja.
—Stiles, por más que parezca que estoy enojado por esto. Mi punto aquí es que estoy preocupado y luego enojado—explicó suavemente—aunque creo que Argent si esta molesto por el uso de su chimenea en algo que ni a él se le pudo haber ocurrido.
—¿Qué puedo decir?, soy ingenioso—se encogió de hombros con una risa divertida.
Por un momento se olvidó de Allison. Pero rápido regresó a mirarla. Ahí estaba ella, tan indefensa y llena de sangre. Frágil cómo una rosa y cómo la niña de papá. La sonrisa divertida que le dio a Peter rápidamente se convirtió en algo más brillante.
—Vamos, Christopher debe estar volviéndose loco al tener que tratar con los betas que sólo hacen lo que les pediste.
—Solo déjame terminar. Prometo que será rápido.
—Lo que quieras cariño, solo no tardes—movió sus manos de manera despectiva hacia la chica Argent.
Se alejo un par de pasos decentes hasta llegar a la pared para poder mirar con atención. Pero la risa que dejo salir al ver como Stiles simplemente corto la garganta de Allison con sus garras hasta que dejara de sangrar se fue lo suficientemente entretenido, pero Stiles parecía agotado.
—Pensé que jugarías con ella.
—Cariño, vienes a regañarme y a llevarme a casa—se acerca hasta el mayor para poder tomarlo de su camisa con fuerza—entonces podría haber jugado con ella o ir a casa contigo y los chicos. No fue una desición difícil.
Peter aceptó fácilmente. Realmente solo necesitaba llamarlo por sus errores, no es como si planteará matarlo.
—¿Crees que Chris se moleste sí le sugiero la incineración?
—Cariño, no presiones al pobre hombre.
—Es para asegurarnos que realmente estén muertos, Peter.
¿Qué puedo decir?, me gustan las parejas asesinas. Stiles, mehhh no me gustó mucho la escena. Pero tiene tiempo que no escribo algo sangriento, además creo que Stiles le gusta jugar demasiado con la gente, sino pregúntenle al padre de Scott. Jajajaja pobre Chris tendrá un paro cardíaco en cualquier momento.
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