Stiles se acurrucó más cerca de la fuente de calor que lo mantenía cómodo y suave. Como si no quisiera que se vaya nunca.
Su lobo ronroneo agradecido de tener esa suave almohada en la que estaba recostado. Pero algo le incómodo notablemente un olor amaderado, con tintes de tierra húmeda y blanda. No debía oler así, algo en el fondo de su mente y de sus instintos de hombre lobo decía que su almohada proclamada debía oler más como él y menos como otras personas o cosas que la rodeaban.

Así que se restrego un poco para llenar de su olor. Pero una risa le detuvo parecía una risa familiar y suave, si no estaba equivocado era Scott riéndose de fondo. Podía escuchar a Lydia quejándose al fondo junto a Isaac que estaba respirando pesadamente y haciendo pucheros.
No podía oler a Danny cerca, pero tal vez se había ido a casa por alguna emergencia. Jackson y Derek parecían estar juntos en la cocina, tal vez consiguiendo algo decente para comer. Eso despertó al castaño de golpe, haciendo que reaccionara con todos sus instintos enfocados en que sus dos betas no envenenaran al resto de la manada.

—Te dije que eso lo despertaría—Exclamó Erica entrando por la puerta con lo que parecían cajas de pizza interminables.

Boyd solo se rió un poco mientras ayudaba ha la chica para cargar cosas. Entonces Stiles se levantó de manera sorprendida. Mirando a todos lados hasta encontrar a Isaac para abrazarlo de manera familiar. Pero un gruñido casi animal y posesivo rompió el ambiente.

—Oh callate—declaró fuertemente dándole un par de palmadas al que creía era Peter enrollado alrededor suyo.

Pero el gruñido sólo diminuyo un poco, cuando Stiles tiro del lazo de la manada que los mantenía unidos. Era brillante y grueso, realmente cálido y suave. No sabía que pensar del lobo asesino que tenía como pareja. Era un completo charco de dulzura oculta por su apariencia aterradora.

—¿Y cómo estas, Alfa?—preguntó Derek curioso mirando a los dos que se habían detenido.

—Llámeme Stiles, eso no ha cambiado.

Isaac se rió notablemente acercándose hacia Stiles y el lobo protector y posesivo que lo rodeaba como si su vida dependiera de ello.

—Abrazo, mamá Stiles—chillo el rubio de rizos tirándose hacia los brazos del chico.

—Cachorro Isaac—aceptó fácil disfrutando de cómo Peter se aflojó un poco para marcar con el olor a los dos chicos.

Ante la facilidad del lobo aceptando a otra persona en el espacio vital del alfa, Erica y Boyd dejaron la comida de lado para unirse a la pila de cachorros. Aunque Lydia fue la última para no ser aplastada por los lobos y los chicos humanos, demasiado fuertes para ella.

—¿Y Danny?—preguntó un castaño totalmente aplastado y con los ojos brillando los ojos rojos—me preocupa.

—Eres tan bueno—alabó una voz detrás suyo, el pelaje fue sustituido por un cuerpo humano rodeandolo con sus fuertes brazos—eres el mejor alfa de todos.

—Que asco—el grito grupal se vio opacado por los cuerpos moviéndose.

Stiles se rió cuando todos sus betas buscaron huir, menos Isaac que parecía realmente contento con el afecto de su Alfa. Estaba seguro de querer permanecer así, de unirse al paquete. Adoraba esa sensación de familia y darse cuenta que su alfa nunca los abandonaría aún después de la muerte. Parecía tan fiel, confiable.

—Quiero ser un hombre lobo—murmuró suavemente. Casi adormilado por la sensación tan cálida y suave.

—Descansa cachorro, mañana hablaremos de esto—arrullo.

Erica canturreo mientras iba por platos, Isaac ya había cenado, pero la pizza no era realmente para todo el paquete. Solo era para Stiles y Peter, tal vez Lydia si esta tenía hambre. Porque revivir a un muerto y revivir debía ser demasiado duro, agotador y a lo mejor dejaba a alguien hambriento. No estaba segura de aquello.
Después de todo ella no había muerto y regresado solo para tomar a su pareja y nunca dejarla ir.

—Bien, familia feliz. Es hora de que Peter se vista—Derek afirmó llevándose a los cachorros para otro lado—no queremos ver más de lo necesario.

Se llevó a Isaac sin importarle mucho las protestas del chico rubio de rizos, bufanda estúpida que había sido regalada por Stiles y que nunca perdería.

—¿Y bien?—preguntó ignorando convenientemente a Isaac y a la pareja feliz en su sala—¿quién es la mano derecha aquí?—señaló entre Lydia y Boyd para dejar en claro su punto.

—¿Realmente debemos hablar de esto?—Scott estaba nervioso saltando de un pie a otro, notablemente preocupado por su Alfa—Stiles estaba lastimado, nos necesita.

—Debemos aclararlo—le resto importancia—es importante saber a quien acudir en caso de emergencias y que Stiles no pueda ayudarnos—intento ser amable—no digo que Stiles no vaya ha estarlo.

El murmullo fue bajo, lo suficiente para hacerle saber a todos que Derek realmente estaba confiando en Stiles. Lo estaba viendo como su alfa y como parte de su familia. Esta dejando entrar a alguien después de muchos años, a alguien que apenas conoce en un par de meses pero que lo ha hecho sentir seguro por más tiempo de lo que recuerda.

—Yo digo que no deberíamos pelear por eso—por primera vez Jackson sonaba razonable—quién sea su segundo al mando o su ejecutor. No importa, ahora sólo hay que encargarnos de que Peter no está enloqueciendo de nuevo y de que Gerard Argent junto a su familia de cazadores no están poniendo precio a nuestras cabezas.

Todos miraron a Jackson como si le hubiera crecido una segunda cabeza. Jackson realmente no era un idiota, pero tampoco hablaría tan fuertemente demostrando su inteligencia oculta. Por eso todos se quedaron sorprendidos de por primera vez estar observando el cambio real en él.

—Estoy de acuerdo con el niño rico y tonto—Isaac brinco ganándose una mirada asesina del chico—debemos preocuparnos por mantenernos estables. No por quien cubrirá el trasero de nuestro Alfa, todos sabemos que eso lo hará perfectamente Peter.

—¡Los puedo escuchar!—el grito hizo reír a todos—¡estas muy castigado Isaac Lahey, demasiado castigado!

—Malditos hombres lobos y su super audición. Me lleva el carajo—murmuró un par más de groserías sin importarle que Stiles realmente estuviera cuidando lo que salía de su boca.

—Lavare esa pequeña y sucia boca tuya con jabón, cloro y ácido—regaño Stiles sin importarle que los betas sólo estuvieran riendo—lo juro Isaac, esa pequeña boca tuya es un nido de malas palabras.

Aquí tenemos a la manada acostumbrándose a Peter. Que aparece por unos cortos diálogos. Pero realmente aparecerá más adelante. Espero que les guste. Planee mucho esto, y quien será la mano derecha de Stiles, solo me causa problemas de imaginación.