Capítulo XXIV
No he dejado de pensar en toda la noche. A penas he dormido. Me resulta imposible todo lo que he escuchado de los labios de Mort.
Al principio de conocerlo pensé que me quería matar o torturar. Con el tiempo he ido creyendo en su obsesión enfermiza conmigo, sin embargo, para ello hay un motivo. Ahora que lo recuerdo todo puedo ver la respuesta sin ningún tipo de tapujo.
Tiene razón en cuanto se refiere que no soy la misma que conoció a los 12 años. En aquel entonces, yo expresé lo que sentí y lo que en realidad quise. No me importó lo que los demás pensaran, pues solo era una pequeña niña con unos instintos diferentes.
Aún me pregunto el porqué, sin embargo, no lo puedo encontrar.
En cuanto menciono la palabra venganza asocié muchas cosas en mi cabeza hasta darme cuenta de un detalle casi olvidado.
Aquel niño, ese joven que calló por el barranco era él. Sin embargo, esa no es la venganza a la que se refiere. Hay mucho más, es algo más peligroso de lo que puedo imaginar.
¿Qué irónico no? La persona que intente matar ahora tiene la oportunidad de hacerlo y no puede.
A veces me siento frágil ante su tacto, es como si fuera una muñeca de porcelana entre sus manos grandes y toscas, no obstante, soy consciente del dominio que tengo sobre él. Me he negado a aceptar su presencia, pero ahora no puedo hacerlo.
Quiero negar la conexión que tenemos el uno con el otro, empero, es imposible. Nos complementamos de una extraña e interesante forma que llega a ser inverosímil.
Todas esas veces que intentaron acabar con mi vida o hacerme daño él ha estado ahí y me ha protegido. Es cierto que no se ha acercado a mí de la mejor manera, que nuestras conversaciones son las más raras.
En sí, todo de él es raro, no obstante, me gusta que sea de esa forma.
Soy consciente de que no conozco toda la historia, que ni siquiera se en que problema me estoy metiendo, pero a su lado no tengo miedo ya que siempre me va a cuidar, sin importar el daño que me pueda hacer el mismo en su intento de protección.
Otra cosa que no puedo dejar escapar es la opción de que tal vez quien está detrás de mi cabeza, sean la misma persona que ha secuestrado a mi madre. Aún tengo poca información, pero no puedo dejar de pensar en nada y más si me brinda una oportunidad para encontrar a mi madre.
De todas maneras, estoy a su lado por ella, solo para encontrar a mi madre. O bueno, me quiero engañar pensando eso.
Hambrienta, decido levantarme de la cama y dirigirme a la cocina en busca de comida, pero para mí sorpresa está llena de mujeres hermosas y esbeltas por todos lados.
—Buenos días señorita Alba. — habla una de las chicas después de hacer una reverencia.
No estoy segura que hacen aquí, sin embargo, es notable el acento francés.
—¿Que hacen aquí? — pregunto directamente.
—Un día a la semana todas nosotras venimos a esta casa para la limpieza. — responde educada.
—Supongo que es una orden de Mort. ¿Sabes dónde está?
Avanzo por todos los rincones de la casa y hay alrededor de 15 chicas contando a la que me sigue como perrito.
—El desayuno está servido en el comedor, por favor venga a comer.
—No tienes que seguirme a todos lados. — le digo teniendo en cuenta su comportamiento.
—El señor Mort me ha ordenado que la ayude en todo lo que necesite. Espero que comprenda que si no obedezco tendré un castigo.
—¿Qué tipo de castigo? — indago en busca de alguna respuesta.
—No debo de hablar de más.
No menciona otra palabra y yo decido no indagar de más, por ahora.
Después de desayunar, decido llamar a Elena para pedirle ayuda. Aún no olvidó que tengo exámenes pronto y debo de estudiar. Tantos problemas me han alejado de la escuela y apenas he pensado en ello, no obstante, sé que sí no estudio voy a desaprobar.
En cuanto realizo varias llamadas y no obtengo respuesta decido ir a por ella.
—¿A dónde va? — pregunta la chica.
—Debo salir.
Respondo y sigo caminando en dirección a la puerta, empero soy detenida por un hombre alto y fornido.
—No puede salir señorita.
¿Qué demonios pasa por la cabeza de Mort? ¿Cree que me puede tener encerrada?
—Lo siento, pero necesito irme de aquí. — exclamo irritada e intento pasar, pero soy detenida.
Abrumada de intentar salir y no lograr nada, me dirijo a la habitual habitación. En cuanto me adentro en sus paredes cierro con seguridad la puerta para quedarme a solas.
Aprovecho que la ventana está abierta para revisar que no se encuentre nadie en el jardín.
En cuanto el terreno está libre, me apoyo en la barandilla de esta de forma tal que me puedo sentar. Aprovecho mi buena estatura y con sumo cuidado me lanzo.
Debido al impacto uno de mis tobillos se lastima. Siento un leve dolor, no obstante, lo ignoro con el objetivo de aprovechar el momento.
Hay una cerca blanca que rodea toda la casa, gracias a Dios esta no es muy alta y puedo escalarla gracias a unas plantas que la cubren casi por completo.
Una vez fuera me dedico a salir del condominio en dirección a casa de Elena.
Por el camino puedo ver como todos siguen con su vida cotidiana. Al parecer a la única persona que se le ha hecho un desastre la existencia es a mí.
En cuanto estoy en frente de la puerta de la susodicha, toco el timbre con tal de verla, sin embargo, nadie atiende. Cómo única y última opción tomo un par de piedras de su jardín y las lanzó en dirección a la ventana.
Después de tres lanzamientos, se asoma una Elena toda despeinada y con el maquillaje corrido por toda la cara.
—Pensé que era mi príncipe azul. — dice de mala gana desde su lugar.
—Solo abre la puerta. — pido con poca paciencia.
No transcurre mucho tiempo para que la entrada de su casa sea abierta.
—¿En serio te arreglaste para abrir? —digo al ver su aspecto normal.
—Verme de esa manera fue solo suerte para ti.
En cuanto avanzamos adentro de su hogar hablo con más seguridad.
—Necesito ayuda para poder aprobar los exámenes. — pido suplicante— ¿Me puedes prestar tus apuntes?
—Puedes rendirte. Los exámenes son la semana próxima y no vas a poder estudiar todo en tan poco tiempo. Hoy es viernes.
—Joder, no tenía idea. — balbuceo nerviosa.
—Los profesores ni siquiera te han mencionado. Creo que tendrás que repetir el año. No te vas a graduar.
Esas palabras llegan como balas a mi pecho. No quiero repetir el curso y menos sabiendo que dentro de tres semanas voy a cumplir dieciocho años. Voy a ser la abuela de la escuela.
—¿Dónde te has estado quedando todo este tiempo?
—Mort me dio su casa. — susurro, discreta.
—Vaya, sí que lo tienes bajo tus pies. Creo que me tendrás que mostrar algunos trucos. — ríe de forma sonora lo cual me pone aún más nerviosa.
—¿Has averiguado algo? — intento evitar el tema.
—No mucho, pero hay algo interesante. — avanza hasta el sofá. Copio su acción y me dirijo al mismo lugar. — La mayoría de las chicas del Body shop son francesas y todas ellas tienen una quemadura en la muñeca con forma de L. Además, de que estás son las encargadas de vender el producto, es decir, la droga.
—La L debe de ser Lefebvre y la verdad es que no tenía idea de que aquí se vendía ese tipo de cosas.
—Es algo que sucede desde hace mucho tiempo. La familia que se encarga de importar la droga por todo el continente son los Lefebvre.
—¿A parte de ser una familia proxeneta también son narcotraficantes?
—No. Una de las chicas del bar cuando estaba borracha hablo de más. Los Lefebvre son los narcotraficantes más grandes del continente, además de que utilizan la trata de blancas— me mira fijamente, una sonrisa amplia se dibuja en su rostro. Es notable qué disfruta todo esto.
—Es decir, que son peces gordos. La duda que tengo ahora es, ¿Por qué escogieron este pueblo? ¿Cuál es la razón por la que Mort menciona la venganza? —suspiro pesadamente.
—En serio no sabes nada de geografía. Este pueblo se encuentra en el centro del continente y está rodeado de árboles. Es muy fácil entrar las drogas y las mujeres por aquí y distribuirlas por todos lados. Sabes que hay una ciudad costera a pocos kilómetros y tiene un buen puerto.
—No llegué a pensar así. — digo sorprendida por su conclusión.
—¿A qué venganza te refieres? — indaga después de unos minutos.
—No estoy segura, pero lo voy a averiguar. — expreso determinada.
Nota:
WoW que cosas sabemos ahora de la familia de Mort!!
Pero hay mucho más que eso, todo vendrá poniéndose mejor
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