Capítulo I
— ¿Cuántas veces te voy a repetir que no voy a ir? — rodeo los ojos ante la insistencia de mi madre, pues nunca se rinde cuando algo se atraviesa en su cabeza.
— ¿Acaso quieres pasar tu vida entera encerrada? — camina detrás perturbado cada segundo de mí tranquila y estable existencia.
— Si fuera posible créeme que lo haría — en mi rostro se evidencia lo incomoda que me siento con el tema, sin embargo, eso no le interesa.
— Siempre estás encerrada y no hablas con nadie. No tiene nada de malo si un día vas de paseo por la ciudad.
— Mmm... — me detengo en seco y la miro fijamente mostrando una expresión antipática— ¿Porque insistes tanto en que vaya?
Todo tiene un motivo, absolutamente todo.
— Bueno, lo que sucede es que la nueva vecina vino a hablar conmigo porque quiere ir al festival, pero le da miedo ir sola, entonces se le ocurrió ir contigo. — mueve un poco sus manos mientras habla, está ansiosa.
— Ahora quiero ir menos. — mi rostro se endurece, inexpresivo. — sabes que no me gustan las multitudes y mucho menos estar acompañada por alguien que no conozco.
Su mirada se posa sobre mí, ruega con ella y espera con ansias una respuesta positiva.
No de nuevo por favor.
Suspiro rendida y acepto su petición.
—Yes! —exclama victoriosa— La chica pasa dentro de una hora por lo que deberías ir arreglando un poco tu aspecto.
Me volteo y comienzo a caminar hasta el inicio de los 20 escalones que debo subir. Ando despacio y con calma, como si cada vez que levanto un pie le pido permiso al otro para avanzar. En ese tiempo comienzo a analizar la situación.
Claramente no confío en esa invitación de "ir a la feria juntas" cuando ni siquiera he cruzado palabra con ella, de hecho, ¿quién es?
En mi opinión, existen muchas probabilidades de que la chica sea buena gente y que al final se aleje de mí, algo que no está nada mal. Aunque no puedo dejar de poner en duda su acción de venir a buscarme justamente a mí para ir a salir, cuando de seguro ya ha hecho otras amistades en la ciudad. Además, esta no es exactamente la localidad más grande del mundo, sin embargo, tampoco es tan pequeña como para ser yo la única persona con la que puede socializar.
Creo que debo de dejar de sobre pensar las cosas un poco...
Llego a mi habitación y abro la puerta para luego adentrarme entre las cuatro paredes de color blanco que conforman mi espacio personal.
Según la señora Valentina, mi "escondite" como ella lo llama es muy aburrido, ya que no poseo pósteres de algún famoso como otras chicas lo hacen. ¿Para qué? Eso nunca lo he encontrado necesario. Con tener una pequeña lámpara en la mesita de noche que está al lado de mi cama, mi pequeño closet, mesa de estudios, la ventana con cortinas blancas y un pequeño estante con libros es más que suficiente.
Lanzo la mochila a la cama y me dirijo a mi guardarropa para escoger la vestimenta que voy a usar. Un abrigo ancho de color gris, pantalones no tan ajustados parecen ser la mejor opción. De forma necesaria mis converses, los zapatos confiables que, aunque están algo gastados son mis favoritos.
Una corta ducha me ayuda a aliviar los confusos pensamientos que rondan mi cabeza, así como las dudas y en cuanto termino, seco todo el cuerpo para luego vestirme y recoger las cosas que están fuera de su lugar.
Ya todo listo, preparado y en orden, decido salir. Me dirijo al lugar donde siempre se encuentra mi madre, la cocina y apenas la veo aviso que no voy a cenar. Siento que se aproxima una hora de protestas y regaños por mis últimas palabras, no obstante, son detenidos por el sonido del timbre.
— Te acompaño — habla cortante, es evidente su enojo.
Camino detrás de ella observando con detenimiento la figura de la chica, la cual es bastante hermosa. Tiene el cabello rubio ondulado, ojos verdes y una sonrisa perfecta con la que saluda a mi madre.
La auténtica princesa de Disney.
— Buenas tardes señora — expresa con tranquilidad y una resplandeciente sonrisa.
— Buenas señorita. ¿Ya se van? — responde con la misma sonrisa dejando ver sus dientes.
— Si, deberíamos irnos ahora si no queremos regresar tan tarde. — afirma mirándome fijamente. Parece como si detallara cada centímetro.
— Hasta pronto entonces. — se aparta de la puerta cediendo el paso — ¡Tengan cuidado por ahí!
Logro quedarme a solas con la nueva chica en cuanto mi señora madre cierra la puerta.
— Entonces tú eres Alba, la antisocial de la escuela. ¿No?
Sus palabras caen como un balde de agua fría y la razón es que tal vez llegue a pensar que las cosas podrían resultar diferentes.
Su apariencia es como la de una chica buena, decente, sin embargo, no creo que tenga mucho de eso. Su mirada ha cambiado de una forma impresionante y sus labios forman una sonrisa para nada tierna.
— A decir verdad, antisocial se define como persona que está en contra de la sociedad y sus normas, por lo que no soy antisocial, soy más bien, asocial. — explico —
— De igual manera es lo mismo — replica irritada, pero sin quitar ese rostro de bura y esa mirada de desprecio.
Coloco las manos en los bolsillos del abrigo y comienzo a caminar dejándola atrás. Minutos después llegamos a nuestro destino.
— Al fin — susurro. Miro el cartel de bienvenida del festival, sus luces, siento el sonido y las vibras que se transmiten
— Intenta de no separarte de mí hasta que encuentre a unos amigos – casi la pierdo de vista debido a que comienza a caminar y mezclarse con la gente.
Retomo el ritmo rápido y en menos de quince minutos dimos como 5 vueltas alrededor de toda la feria. Es agotador.
En cuanto se reúne con sus amigos, me quedo estacionada justo detrás de ella rezando porque no noten mi presencia, ya que se trata de las personas a las que menos deseo ver.
— Ey, Jordan, llevo como 1 hora buscándote y no apareces. — su tono fingido es muy notable.
— Lo siento nena es que me retrasé un poco. — esboza una sonrisa de boca cerrada, complacido.
—Está bien — susurra cerca de su rostro para luego estamparle un beso en los labios.
Joder que asco.
Nunca me he relacionado con alguien, pero de cierto punto de vista, este chico tiene cierta obsesión de molestarme por lo que siempre hemos estado en constante intercambio. No del bueno obviamente.
— Jordán ¿Ya viste con quién anda tu chica? — alza la voz el chico de atrás en un tono burlón.
— Ohm, si mira quién tenemos aquí, Alba. Mi juguete favorito. ¿Decidiste salir de tu escondite? – hago silencio ante su burla bajando la cabeza para esquivar su mirada.
— ¿La conocen? — cuestiona la muchacha.
— Se podría decir que somos amigos — sonríe de lado — ¿Y tú qué haces a su lado?
— Ella... — me observa con disimulo y se limita a responder con un: solo me acompaña.
— Chicos, ¿Qué tal si jugamos un rato?
Esas palabras cambian el ambiente por completo, pues el juego de ellos es como el del gato y el ratón, donde ellos son el gato y yo, el ratón.
Me volteo, quiero alejarme, deseo irme y no ser perseguida de nuevo. Solo puedo repetir a mis adentros, suplicar internamente que se les olvide mi presencia.
—Uno —comienza el conteo— Dos...
Después de terminar la palabra, empiezo a huir como si mi vida dependiera de eso.
Trato de esconderme entre la gente y los múltiples puestos que hay en el lugar, pero,aun así, cada vez que giro mi cabeza, los puedo ver detrás de mí.
El laberinto de espejos queda justo en frente de mí y se convierte en la única esperanza posible de esconderme. No me detengo a pensar, solo me adentro en la atracción e intento esconderme.
Necesito escapar, pero no creo que lo logre, porque mi cuerpo transpira y tiembla desesperadamente por la agitación de correr y el miedo de ser perseguida.
— Alba, sé que estás aquí. No huyas de mi o será peor.
Siento la voz de Jordán y sus amigos repitiéndose una y otra vez en mi cabeza debido al eco del lugar, sin embargo, a pesar de estar hundida en el hueco del miedo, continúo con mi huida en dirección contraria a la voz resonante.
— ¿Recuerdas la vez que casi te ahogas en el inodoro de la escuela? Si no hubiera sido por nosotros estarías muerta. — menciona la chica en tono burlón.
— También te salvamos aquel día, si no fuera por nosotros te hubieras caído del último piso de la escuela.
Es absurdo que las personas se tomen el
sufrimiento y malestar de los demás como un simple juego.
— Te encontré, ratoncita. — escucho la voz de Jordán justo detrás mío.
Me maldigo a mí misma por encontrarme en esta situación. No sé qué hacer, tengo miedo y lo peor es que nadie me va a ayudar. El cuerpo me tiembla y suda debido a la presión que estoy sintiendo detrás.
— ¿Que harás con ella esta vez? — pregunta el chico, dudoso.
— Ahora como no estamos en la escuela no tengo porque contenerme. — Jordán rodea mi figura para posicionarse enfrente mío.
— Tengo algo que te puede ayudar — menciona la joven y le proporciona una navaja a Jordán.
Comienzo a mostrar el pánico en mi rostro, es difícil ocultarlo. Pequeñas lagrimas se escapan y al sentir sus fuertes pasos acortando la distancia entre nuestros cuerpos, caigo al suelo.
¿Voy a morir en brazos de un imbécil? La pregunta ronda mi cabeza a medida que se acerca, no obstante, otras cosas surgen. Palabras, frases que jamás pensé tenerlas en mente. Tal vez es por el pánico, pero siento como si mis manos ardieran ansiosas por defenderme.
Y… ¿Si yo lo mato?
— Se siente bien ver cómo mueres de miedo ante mí. — habla el jefe de pandilla, intimidante.
Una sombra.
Una, dos manos.
Un cuchillo. ¿O una daga?
Me quedo estática, sin palabras, al punto de la paranoia ante esa escena irreal la cual no puedo describir. Por ello, cierro mis ojos y pido que sea alguien capaz de matarlos.
Si. Quiero que mueran.
Se expulsa uno, dos brazos y en uno de estos un cuchillo pequeño, pero filoso. De ahí, una figura totalmente silenciosa que da la impresión de solo ser percibida por mí, se acerca sigilosamente al jefe de estos tres pasando sus manos por enfrente de su rostro, tapando su boca para evitar los sonidos del dolor que causa con la mano que sujeta el cuchillo, ya que con esta corta de forma horizontal el cuello del chico quien de villano pasa a ser la víctima.
Nota:
Disculpen si el capítulo estuvo largo y se demoró para llegar a lo fundamental.
:)
Recuerden buscarme en Instagram como Iambell07, ahí verán contenido de la historia y si desean aportar algo, se acepta y agradece con todo el corazón .❤️
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