Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

06:06

⇣❥♡❥⇣

La niebla y la arena nos pusieron las cosas difíciles. Era muy difícil de creer que este tipo de fenómenos naturales existiesen, al menos no en mi verdadera realidad.

Tratamos de resguardarnos detrás de unas rocas, pero la tormenta era tan fuerte que apenas podíamos ver a un metro de distancia. De repente, un estruendo atronador resonó a través del viento y vimos surgir de la arena un monstruo gigantesco, cubierto de una especie extraña de arcilla que se le adherían a la piel, grandes garras y ojos anaranjados centellantes. El monstruo rugió con todas sus fuerzas y comenzó a comerse de un solo bocado a cualquiera cosa que se moviera a su alrededor. Era espantoso ver a las criaturas y ciudadanos ser decapitados sin piedad por aquel destructor monstruo.

—Que…que es eso.

Me quede inmóvil, casi congelado. Mis piernas temblaban, de hecho, todo mi cuerpo comenzó a temblar.

—Tu, quédate aquí.—Me ordena decidido el elfo.

En ese momento, Arwen con un grito ensordecedor se transformó nuevamente en un majestuoso cuervo blanco y se abalanzo valientemente sobre la bestia. El monstruo lanzaba ráfagas de energía oscura contra el cuervo, pero el elfo cuervo era ágil y esquivaba sus ataques con destreza. Era sorprendente ver como el monstruo intentaba derribarlo, una y otra vez, parecía ser parte de una escena épica de una película de acción.

Mientras tanto, yo, completamente incrédulo, cobarde, me tardo unos cuantos segundos en reaccionar ante de lo que acababa de ver, es en ese momento que intento buscar alguna forma de ayudarlo desde mi posición resguardada. Temía que en cualquier momento el monstruo lograse su siniestro cometido. Sabia más que nadie, que ya no debía de ser un cobarde, era hora de enfrentarme a la realidad por más terrible que fuera.

La bestia comenzó a rugir con más fuerza desviando toda la arena que se interpusiera en su camino, me paralizo una vez más. Arwen intenta atacar sus ojos, pero sus intenciones se vuelven evidente antes la temible bestia. Me armó de valor y decido pelear junto al elfo chaparro a quien le debía mi vida. Tomé lo primero que encontré, en este caso a mi parecer una especie de paraguas de metal cubierto por una extraña capa resistente, lo había tomado de uno de los recipientes del callejón quizás se trataba de algún objeto doméstico, como sea me serviría para defenderme.

Corrí sin ni siquiera haberme tomado el tiempo suficiente de meditarlo, detrás del gran y temible monstruo, mientras gritaba con mucha fuerza para inspirarme de valor. Obviamente que la bestia no comprendía aquella impulsiva acción de mi parte, no hasta que lo golpeé de un garrotazo directo a su pecho, una y otra vez sin cesar, absurdo acto que no sirvió para nada sino para enfurecerlo aún más de lo que ya se encontraba. Su rugido me deja helado, paralizado de pies a cabeza. Mi valentía se esfumo y mi mente se nublo.

Estaba a punto de ser destrozado por sus gigantescas manos, cuando de pronto el cuervo elfo encontró una abertura en la armadura del monstruo y con un picotazo certero logro debilitarlo lo suficiente para que retrocediera. Aprovechamos ese momento para huir de allí. Arwen volvió rápidamente a su forma elfo y me tomo del brazo. Ambos corriendo sin parar a través de la tormenta hasta que finalmente encontramos la tienda de madre Jabán.

Abrimos la puerta e ingresamos a la tienda y cerramos con fuerza detrás de nuestras espaldas. El sonido del cerrojo solido que cerraba la entrada resonó en la noche silenciosa como una cacerola de bronce. Nos apoyamos mutuamente jadeantes, sudados y abatidos por la lucha en la que habíamos estado involucrados.

—¿Estas bien, forastero?—Me pregunta el elfo chaparrito encontrándose totalmente agotado. Yo asentí intentando controlar mi presión arterial. Por poco muero aplastado por ese ser. De seguro esa no sería una buena forma de morir, tan solo imaginen lo que diría mi lapida.

—¿Qué es esa cosa?

El elfo me observa desconcertado, como si no entendiera de un todo, aquella pregunta.

—¡Que! ¿Es que acaso de dónde vienes no existen los Quimerianos? ¿Cómo le hacen para que los cultivos se den? —Cuestiona sorprendido y a la misma vez denotando curiosidad.

—Ah, pues… con lluvia supongo.

Los fenómenos metrológicos de este universo sin que son terriblemente extraños. De alguna forma la tormenta de arena contribuía con el crecimiento de los cultivos, ¿Pero que tenía que ver el monstruo en eso? ¿Es acaso el que producía tal fenómeno? Si le contase esto a mi mejor amigo de seguro no me creería.

—Disculpa mi ignorancia, pero ¿Qué es lluvia? ¿Es una clase de evento místico?

Rápido, debía de cambiar el tema, si descubre que soy de otro universo me meteré en serios problemas. ¡Ay! Pero quisiera saber más acerca del monstruo de arcilla.

—¿No me digas que alguien convoco apropósito a ese monstruo? —Pregunte sin coherencia alguna.

—Pues sí. Si no existen los Quimerianos, entonces no existiría la flora y fauna de Outherglands.

—Pero ya vistes que se acababa de comerse a unas cuantas personas —Le recuerdo alarmado por tal monstruosidad —,los decapito en seco, los hizo trizas.

Sonrió ampliamente como si algo así de horrible fuera una clase de bromas para él. Era tan bizarro ver cierto gesto en un tema tan delicado como lo es la muerte sin piedad de un ser vivo. 

—Lastimosamente ese es el ciclo de vida que los entes celestiales impusieron en nuestro mundo. Todos los Outherglanios aceptamos esa realidad, ya es parte de nuestra vida diaria y cultura. Tú como ciudadano deberías de saberlo. O ¿Acaso no es así, fo-ras-tero?

Puso cara de póker y rápidamente fingió una leve sonrisa. Dejándome entender que no caería fácilmente en mis mentiras por más excusas que le ponga, y que sabe muy bien que le estaba ocultando algo. Me preparo para responderle, intentando mantener la calma y no empeorar más mi incómoda situación.

—No..e.

—¡Por los dioses Cósmicos, Arwen! ¿Te encuentras bien?

Aparece de la nada Soraya corriendo hacia el elfo para abrazarlo con todas sus fuerzas. Arwen desconcertado le corresponde al abrazo sin pensarlo. Y yo feliz, porque ya no tendría que dar explicaciones de nada, la joven bruja me había salvado con su inesperada preocupación de una muerte segura.

—Me tenías tan preocupada.

—Estoy bien, no es nada.

El elfo sonríe alegremente al saber que la joven bruja si se preocupaba por él. Me sentía muy incómodo, de hecho, yo sobraba entre esos dos.

Me incorporo discretamente y noto en segundos un suave olor de incienso recibirme, envolviéndome en un ambiente místico y lleno de energía. Miro a mi alrededor sorprendido, por todas partes hay estantes repletos de extraños artefactos mágicos que capturan mi atención.

En una esquina, un estante exhibe una variedad de pociones en frascos de colores vivos. Algunas emiten un brillo suave, otras despiden un vapor aromático que embriagan los sentidos. Cada etiqueta detalla los efectos mágicos que cada poción puede otorgar, desde curaciones milagrosas hasta transformaciones asombrosas.

Me alejo del elfo y de la joven bruja explorando cada rincón de la tienda, era la primera vez en mi vida que veía algo como lo que estaba viendo mis ojos. Más allá, un rincón oscuro alberga ingredientes exóticos para pociones o rituales, desde ojos de dragón cristalizados hasta plumas de fénix resplandecientes. Me acerco al mostrador y me encuentro con esferas, reliquias, talismanes y calendaros que parecen arder sin llama alguna. Cada objeto parece susurrar secretos antiguos y promesas de poder.

—¿Estas bien?

Escucho e intento buscar la dueña de esa voz, pero la luz de la tienda era tenue y difícil de ver. Los rincones estaban llenos de sombras, como si la luz no pudiera alcanzarlos.

—Sí, solo estoy un poco agotado.

Digo sin parar de buscarla detenidamente en cada rincón del lugar.

—Deberías de descansar.

Y finalmente la veo desde el pasillo; La dulce chica castaña se encuentra de pie en una escalera, organizando unos libros de hechicería con extraños símbolos en una estantería. Parecía completamente absorta en su tarea con una expresión concentrada en su rostro. De vez en cuando, sacaba un libro de la estantería, lo hojeaba con atención y lo colocaba en su lugar.

Me quedo parado sin moverme, y observo como la chica se movía con gracia y determinación mientras reordenaba los libros. Se veía hermosa desde donde me encuentro, como una luz resplandeciente e hipnótica. De repente un libro se le resbalo de la mano y cayó al suelo con un fuerte estampido. Nyla salto de la escalera, asustada y yo corrí hacia ella instintivamente. Cuando llegue vi a la dulce chica parada en el piso, roja de vergüenza y los libros desperdigados a su alrededor. Me eche a reír sin pensar.

—¡Oye! No te rías.

—Lo siento. —Me disculpo sin parar de reírme.

La chica me mira con los ojos muy abiertos y la mueca de vergüenza se transformó en una dulce sonrisa. Luego de unos segundos, ambos nos quedamos un momento en silencio sin apartarnos la mirada del uno al otro. Fue un momento mágico donde ambos tuvimos una especie de conexión, como una magia asombrosa. Comencé a sentir una sensación extraña, como si mi corazón se hubiera hecho un nudo en el pecho. La mirada de Nyla me hacía sentir vulnerable y visible. La conexión era tan profunda tan poderosa, que por un momento pensé que no podía despegarme de ella. Era como si hubiera sido hechizado por la belleza de su mirada.

—Así que tú eres Jayden.

Ambos apartamos rápidamente nuestras miradas del uno al otro avergonzados y confundido por lo que acababa de ocurrir. Su mirada se pasó en la alfombra, incapaz de enfrentar la mía. Intento no seguir incomodándola más, es entonces que mi vista se fija en una mujer elfa mayor, de una figura regida, con un porte majestuoso, elegante y una mirada penetrante. Sus ojos oscuros como la noche parecía ver todo y nada a la vez. Vestía un largo y fino manto blanco, y sus blancas trenzas, recogida en una sola trenza, le caía por la espalda. Enseguida supe que me encontraba frente a frente con la dueña de la tienda.

—Soy madre Jabán—Confirma mis instintos—.Las chicas me contaron lo sucedido. Siento mucho que te hayas perdido de tus amigos.

Le obsequio una cálida sonrisa de mi parte.

—Es un gusto conocerle, tiene una hermosa tienda.

—Me agrada oír eso —Dijo y luego fijo los ojos en mí, sonrió —.No todos los aventureros pueden decir lo mismo de este lugar.

Tras decir esas palabras noto como madre Jabán le hace un gesto a Nyla como queriéndole decir algo, mientras me analiza.

—Nyla, querida, ¿Qué esperas? Ve a traerle algo de comer a este joven, se ve que no ha probado bocado todo el día.

—Si madre Jabán. Voy enseguida.

Se apresura en decir la dulce joven acatando las ordenes de la elfa sabía. Seguidamente se retira de la sala con pasos firmes y sin mirar atrás.

—Bien, Jayden. Sígueme te mostrare tu habitación. Un buen guerrero debe de descansar para fortalecerse, no solo su cuerpo, sino su mente. La gran fuente de su poder. ——Me asegura y me invita a seguirle.

Con cada paso, siento la energía mágica que impregna el aire a mi alrededor. Madre jabán me guía por un pasillo estrecho, iluminado por velas parpadeantes que proyectan sombras danzantes en las paredes.

—Madre Jabán, ¿Podría hacerle una pregunta?

—Sí, ¿En que puedo ayudarte, joven?

—Tengo entendido que usted tiene el conocimiento de saber cualquier cosa sobre Outherglands ¿No es así? —Le expreso mi inquietud caminando detrás de ella. Se queda en silencio por un instante y no puedo ver su expresión.

—No cualquiera cosa, pero dime, ¿Qué es lo que necesitas saber?

Me muerdo el labio inferior pensando si debería hacerle cierta pregunta.

—¿Qué sabe sobre las Celestinas?

—Las Celestinas...—Repite pensativa—.Son sabias guardianas de secretos ancestrales, su poder es inmenso y su sabiduría es infinita. Para mucho la existencia de tales seres no son más que leyendas, joven Jayden —Hizo una pausa y se volteo a mirarme —.Debes tener mucho cuidado a quien le haces ciertas preguntas. En la tierra de los espejismos, nada es lo que parece y todo puede desaparecer en un abrir y cerrar de ojos, Agibilibus.

—Espere…como.

—Bien, aquí es.

Al final del pasillo, justo al frente de ambos se encuentra una puerta tallada con intrincados símbolos y adornada con hiedra plateada. La mujer elfa abre la puerta y revela una habitación acogedora y llena de encanto. Ingreso y noto que las paredes están decoradas con tapices tejidos a mano y estanterías repleta de libros antiguos. Una cama con dosel se encuentra en el centro de la habitación, cubierta por un dosel de seda que ondea suavemente con la brisa mágica que fluye a través de la ventana entreabierta.

—Come antes de que se enfrié. — aparece de la nada Nyla extendiéndome un plato repleto de lo que se supone que sería mi cena. Primera vez que veo algo así, espero que sepa delicioso. Lo tomo sin dudar y observo cada detalle antes de poder darle un bocado.

Se presenta con piezas de carnes oscuras y jugosa, tiene un aroma ahumado y picante que invoca la esencia misma de la oscuridad. No veo nada inusual que no pueda comer, así que me atrevo a darle el primer bocado que luego se convierte en dos, en tres. No sé si era por el simple hecho de que estaba hambriento, pero al probarlo, se siente el sabor intenso y robusto de la carne, con un toque picante que deja un regusto misterioso en el paladar.

—¿Acaso nunca habías probado la Sombra de Dragón Asado?

—No ¿Qué?, quiero decir. No, de donde vengo es ilegal cazar dragones. —Miento rápidamente. No puedo creer que me haya comido un plato entero de carne de dragón. Almenos sabia mejor de lo que pensé.

—Entonces bienes de un lugar ambientalista. Que vélubrío es eso.

No le entendí, pero aun así asentí con una sonrisa.

—Bien, te dejaremos descansar, mañana será un largo día —Manifestó madre Jabán saliendo junto a Nyla de la habitación—.Descansa

Y cerró la puerta.

Me recuesto en la extraña cama, sintiendo el peso del Universo sobre mis hombros. Mis pensamientos se agolpan en mi mente, recordando la responsabilidad que ni siquiera tuve la oportunidad de asumir como guardián de este vasto cosmos. ¿Seré capaz de proteger a todas las criaturas y planetas que dependen de mí? ¿Podre estar a la altura de las expectativas y enfrentar los desafíos que se avecinan?

Hace tres días tan solo yo iba a la Universidad, intentando resolver el examen final que me ortorgaria mi primer título universitario. Solía tener una madre amorosa, tenía amigos y una novia fantástica, y nunca le di importancia a eso, no hasta ahora que ya no los tenía, esa vida se había esfumado y deseaba con ansias poder recuperar lo que antes me obligaba a dejar.

Espero poder encontrar a los chicos a tiempo, ahora no sé qué hacer, pero sé que debo encontrarlos, solo así sabré que hacer, tal vez exista una manera de recuperar lo que perdí. Debo encontrarlos, me pregunto ¿Adónde estarán ahora? ¿Cómo poder localizarlos en esta inmensa dimensión?

Mientras estas incertidumbres revolotean en mi cabeza, una determinación férrea comienza a surgir en lo más profundo de mi ser:

Estaba decidido a aceptar el desafío de ser Agibílibus y buscar incansablemente a mis amigos, sin importar los obstáculos que se interpongan en mi camino.


❐❐❐❐❐❐❐❐❐❐❐❐❐❐❐

🕰️Total de palabras: 2601

Diccionario Outherglanio:

Quimerianos:  Monstruos místicos que se encargan de fortalecer la flota y fauna de Outherglands, sus poderes estan conectados con la misma naturaleza.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro