Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

01:01

⇣❥♡❥ ⇣

¡Necesito de tu ayuda, Agilibus!

No sé realmente lo que había ocurrido. Solo recuerdo que en cuanto abrí mis ojos, ya había regresado a mi habitación pensando que era solo un sueño, recostándome sin cubrir mis pies, manteniendo mis ojos bien abiertos y fijos en la chica pelirroja a mi lado y su aparente sueño perturbador. Sin preocuparme por su estado vegetal y su rostro apenas visible por las penumbras, intento varias veces cerrar mis ojos con la intención de volver a concebir el sueño.

Dos horas después, reí amargamente el notar que no podía dormirme por más que lo intentara. Y todo comenzó a derrumbarse dentro de la poca cordura que me quedaba al fijarme en el reloj que aun marcaba las 5:25 a.m.

Era como si había retrocedido. Un sueño dentro de otro sueño.

«Esto tenía que ser una broma»

Decidí levantarme y salir a caminar una vez más, esperando encontrar a alguien en movimiento. El cielo no era esta vez completamente oscuro, se había pintado parte de la vista con colores azules, morados y naranjados. El bochorno que debía hacer no era, no sentía calor ni estaba sudando a pesar de llevar mi sudadera. Todo permanecía tranquilo, una madrugada envuelta en una extraña tranquilidad para un chico como yo.

Anduve como si fuera otro día, solo que silencioso. Recuerdo que me encontré con rostros conocidos en las calles, no haciendo nada, incluso vi al vecino de mi madre caminando por la acera cerca de la estación de autobuses, mientras paseaba animadamente a su cachorro con una correa. Trate de usar mi celular, pero los videos no corrían ni los mensajes funcionaban. Incluso, a veces el celular se atoraba, y la luz que usaba para alumbrar a los desconocidos era como tratar de iluminar marionetas en un museo de cera.

No, no era tan raro, como el ultimo sueño. No me importaba, y no tenía miedo, aunque aparentaba más mi sudadera y ocultara mis manos llenas de rayones de tinta por las notas
que había estado escribiendo toda la noche, aunque temblara y apretara los dientes, no era por el susto o por lo que estaba sucediendo.

—Todos están muertos. ¡Oh por Dios! ¿Qué es lo que está sucediendo?¿Dónde estoy?

Intente no darle tanta importancia. En realidad, todo eso era bueno para mí. Me sentía por primera vez tranquilo, como si ya supiera como manejar esta situación. De todas formas, era mi propio sueño, un sueño que podía manejar a mi antojo.

Aquella extraña madrugada, hice todo lo que quise. Fue alrededor de una semana en el mismo día, recorriendo la pequeña ciudad y la plaza central, llenándome y tomándolo que quisiera. Las televisiones o los videojuegos no funcionaban, mantenían la imagen congelada, así que leí todos los libros que pude. Dormí en la gran mansión del alcalde, cociné lo que siempre quise sin miedo de arruinar los ingredientes en el mejor restaurante de la ciudad, hice un gran desastre en las atracciones turísticas y jugué con las caras de las personas que me caían de mal, en especial la de mi padrastro dibujándole cualquiera ridiculez. Como por ejemplo; un feo bigote.

Hice tonterías que había olvidado, y me reí solo por todas las cosas de mi vida antes de este día. Aun después de toda la diversión, y sin almenos poder meditarlo; subí al edificio más alto de la ciudad, me pose en el filo del lugar y mire la caída. Era hora de terminarlo.

Me había dado esa oportunidad, la oportunidad de matarme sin que nadie se interpusiera o lo notara siquiera.Desaparecer del mundo y acabar con mi existencia. Fui bendecido de esta manera, recibiendo el coraje que me faltaba para acabar con los latidos de mi corazón. Pero hubo un problema cuando me percate del vacío pausado y mi cuerpo moribundo, asustado por el silencio de la soledad.

Porque querría matarme si ya todo estaban dormido, ya no tenía que ser visto por nadie más, no tenía que escuchar las palabras y ya no tendría que sonreírle al mundo cuando me preguntara sin estaba bien.¿Pero por cuánto tiempo más todo permanecerá así?

El silencio no me había asustado tanto como lo estaba empezando hacer ahora. Tener que vivir una vida así, congelada en el tiempo, no era tener una vida. Retrocedí, cuestionando mi decisión.

—¿Que estoy haciendo?

¡Jayden....!

Me sobresalte a escuchar nuevamente esa voz. La misma voz que había escuchado en mi último sueño viviente.

¡Jayden..., necesito de tu ayuda!

Me baje rápidamente de la azotea y camine sobre la pequeña capa de hojas secas amontonadas que resuenan sin cesar bajo mis pies.

Mi piel se eriza, pero me alegraba al menos volver a escuchar una voz que no fuese solamente la mía. No solo era un nombre, era mi nombre al que llamaba. Empiezo bajar rápidamente las solitarias escaleras del edifico con
el objetivo de encontrar el dueño perteneciente de aquella voz.

Mientras más bajaba los escalones, el silencio y la fría oscuridad se apropiaban de aquel lugar. Cuando finalmente llego a la recepción del edifico, noto en cuestión de segundos
el sonido de repetidos golpes provenir hacia un pequeño y oscuro lugar rodeado de árboles y arbustos robustos. Tiemblo a cada paso que doy, pero no sabía si era por la emoción o era el miedo que me obligaba a retroceder. Necesitaba descubrir lo que estaba sucediendo.

Aparo lo más que puedo los arbustos que se atraviesan en mi campo de visión, mientras intento adentrarme cada vez más a la espesa oscuridad.

Empiezo a recordar lentamente lo
sucedido de la primera vez que me enfrente a una situación similar a esta, y noto enseguida sentir la misma sensación de inquietud.

Al acercarme más, aviste un gran espejo tallado de madera, ostenta símbolos extraños y arcanos, gastados por el tiempo. A pesar de su apariencia deslumbrada y el abandono que lo rodea, el espejo emanaba una presencia imponente.

Lo más peculiar de este objeto es
su cristal, hecho no de vidrio sino de obsidiana, cuya superficie negra y profunda parece tragarse la luz, invitando a su observador a perderse entre sus sombras.

Era una situación muy extraña la que estaba presenciando.Mientras más me acercaba notaba mi reflejo a través de aquel peculiar cristal oscuro.

Comienzo a analizar cada detalle de mi extraño reflejo; la ropa era distinta de la que traía en ese instante, mi cabello era blanco y ondulado. Cuando realmente lo tengo liso y castaño. Sus ojos, digo mis ojos, eran de otro tono. Definitivamente no era yo.

—¿Quién eres? ¿Qué es lo que quieres de mí?

¡GLANC!

Intento tocar el espejo con mis manos temblorosas, exactamente como lo hice la primera vez. Quizás esta acción impulsiva me haga recordar o despertar de este mal sueño.

¡PUM, PUM!

Retrocedo rápidamente al escuchar el fuerte golpe que había causado mi reflejo dentro del espejo. Era como si intentara salir a la fuerza de ahí.

—¡Necesito de tu ayuda, Agilibus! —Me quede inmóvil, esto era todo un déjá vu.

Quería salir de ahí corriendo en cuanto escuche aquellas palabras, pero necesitaba saber lo que
estaba ocurriendo, quizás está sería mi última salida.

—¡Por favor debes escuchar lo que tengo que decirte! Eres el único que puedes ayudarnos —me suplica teniendo sus puños cerrados y recargados en aquel oscuro vidrio donde no podía salir por más que lo intentase. —. Necesito de tu ayuda, Agilibus. Debes confiar en mí.

—¿Por qué lo haría? y ¿Por qué que me llamas a Agilibus? —Pregunto desconfiado, teniendo en cuenta la extraña situación que estaba viendo.

—Porque soy tú en otra dimensión, una dimensión que fue destruida al igual que la tuya —Comienza a contarme con una expresión de inquietud que no podía comprender.—. Ahora, justo en este instante, te encuentras en mi dimensión. Cuando me vistes por primera vez te encontrabas en la tuya —Solto un suspiro pesado. —, tuve que enviarte rápidamente aquí porque corrías un gran peligro con los Alimenser.

«¿Alimenser? ¿Acaso dijo Alimenser

—Esas son mentiras, de seguro aún sigo soñando. Sí, sigo soñando, estoy seguro de ello. —Entrecerré los ojos esperando poder despertarme en cualquier momento.

—Lose, pero tienes que creerme ¡Carajo! Ya te eligieron como el próximo.

—¿Como el próximo?

Todo esto empezaba asustarme, era confuso, sin embargo, explicaba muchas cosas alocadas que estaban ocurriendo. Mi reflejo empezó a observar detrás de mí como si estuviera buscando algo o esperando ver a alguien que apareciera de la nada.

—Por favor..., ya se nos está acabando el tiempo. Ven, entra, solo tú puedes cruzar el espejo de Obsidiana, así que date prisa antes de que...

—No pienso ir contigo hasta que me expliques que es lo que está ocurriendo. —le interrumpo rápidamente. Mi reflejo recargo su frente, suspiro y me miro.

—Jayden, te explicare toda una vez que entres al espejo de Obsidiana.

—No, no confió en ti.

Aunque sus ojos se veían sinceros y el dolor, la preocupación se reflejan en su rostro, seguía sin poder confiar en esa cosa, estaba fuera de mi realidad. Yo solo había estado deseado morir, no ser alguien especial que debe ayudarse así mismo o a una especie de Universo Unidimensional, solo quería morir y ya, sin más.

—Entra por favor, debes hacerlo o morirás también. —Manifestó en un tono autoritario.

—¿Morir también? —Pregunte confundido, pero en cuando mi reflejo abrió la boca para decirme algo, levanto inesperadamente sus cejas y sus ojos se abrieron como platos demostrando miedo y pánico.Se fijaba detrás de mis espaldas.

Desconcertado antes su extraña
reacción, me volteo hacia donde se encontraba observando y noto en segundo lo que le inquietaba:

Una gran figura oscura y esquelética apareció a mis espaldas, como si surgiera del mismo aire. Bestia una túnica negra-morada cubierta de lo que parecía ser sangre, con extrañas
inscripciones y tenía los ojos cubiertos por un velo corto negro. Acompañado con una máscara muy semejante al rostro de un espantoso cuervo. Cargaba con sigo, en varias partes de su cuerpo, finos tentáculos delgados como si fuesen alambre de púas repletos de una especie de corrosión.

No podía moverme, y la cosa extraña se acercaba lentamente mientras producía un chirriante sonido. Era el sonido como si arrastrase algo metálico contra el suelo, sonaba
a cadenas pesadas. La túnica parecía flotar y ondear en el aire, como si fuera un espectro inmaterial.

—Que estás haciendo. DEBES DALIR DE AHÍ. JAYDEN..., POR DIOS...

Intento retroceder, pero mi cuero sigue sin dar respuesta. El olor a mortalidad empezó a invadirme, y sentí una necesidad imperiosa de salir corriendo de allí. Entonces, el sonido
de un coro de voces se hizo presente a mi alrededor. Era una letanía de muertos, un cantico de horrores. No podía entender las palabras, solo sentía la angustia que producían.

«¿Qué era esa cosa? ¿Por qué no me puedo mover?»

La cosa en la sombra sonrió ampliamente, era horrorosa y dijo con su voz escalofriantemente inhumana:

—¡Es hora de que te unas a nosotros Agibílibus! ¡Que tu cuerpo sea consumido por el caos! —Sus palabras era un torrente de sonidos extraños que rompían la realidad. Mi realidad.

Tras esas escalofriantes palabras, la criatura comenzó a deformarse y a caminar como reptil sobre el techo de la recepción. Sus ojos anormales sin pupilas fijos en mí. Sus movimientos no parecían pertenecer a la misma dimensión del resto de la realidad y
resultaban verdaderamente impactante, inhumano y capaces de desgajar, y dejarte aturdido y sin escapatoria.

El terror me cegó. Me parecía imposible escapar ahora. Al menos eso pensaba en cuanto aquella criatura abrió ampliamente su oscura boca repleta de dientes afilados listo pardecapitarme en cuestión de segundos. Cuando de pronto lo escuche, escuche mi propia
voz decirme:

—¡Rápido, entra! —exclama mi reflejo angustiado —. No te queda mucho tiempo.

«¿Qué quiso decir con que no me queda mucho tiempo? ¿De qué?, ¿De vida?, porque eso era justamente lo que parecía ser.»

Como si ya supiera que hacer antes esta situación; Cerré con fuerzas mis ojos y retrocedí tres pasos, dejándome caer rápidamente de espaldas hacia el espejo de Obsidiana, esperando el impacto tras el quiebre del cristal. Un impacto que parecía jamás llegar.

De un momento a otro sentí un calor expandiéndose por todo mi cuerpo. Pude sentir que alguien o algo me jalaba por la espalda. Todo mi cuerpo se entumeció y se sentía muy ligero, era como si flotara en una piscina infinita. Era como si mi cuerpo se desplazara por un túnel que te transporta a otro lugar.

Entonces lo supe; Había travesado el espejo.

Había abierto la puerta de lo desconocido.

❐❐❐❐❐❐❐❐❐❐❐❐❐❐❐

🕰️Total de palabras: 2090

Algo así de similar, se vería la criatura UwU

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro