Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

El Rival de la Leona

Dehya es una Eremita hecha y derecha.

Una sobreviviente de la dura vida en el desierto.

Una mujer de carácter fuerte y rígido pero que podía ser amable y protector cuando lo ameritaba.

Miembro de la escuadra Alimañas Flamígeras, apodada "La Leona Ardiente" una de las mejores mercenarias que encontrarías.

También ayudó a salvar a la Arconte Dendro y desenmascarar una mentira de casi 500 años tanto para la Selva como para el Desierto.

Y con eso salvar a su protegida y a muchas otras personas de Sumeru de morir por la enfermedad Ealazard.

(La cual fue ocasionada gracias a la contaminación del Irminsul)

Pero Dehya en su momento fue una niña problemática, ingenua y varios otros adjetivos.

Ella creía que estaría bien sola pues sabía valerse por sí misma y todos los peligros del desierto.

Pero alguien, alguien que fue un buen oponente con el que cruzó espadas fue quien le dijo sus verdades en la cara.

Tal vez no fuera algo emocional pero sin duda lamento la "muerte" de esa persona.
Pensando en cómo fue que se conocieron bajo el territorio compartido…

Flash Back de Dehya…

Se había ido de las Barbas de Al-almar, la escuadra que la crió desde una bebe.

La escuadra de su padre.

Decidió hacerlo para independizarse, valerse por sí misma.

Era un eremita no necesitaba a otros.

Entonces logró llegar al límite con la selva en el muro de madera Samil, se encontró en la pequeña ciudad de Caravan Ribat.

Era todo novedoso para ella… la arena pasaba a ser… pasto.
Pasto más nutrido que el de los pequeños oasis del desierto.

Y a lo lejos podía ver el camino verde que llevaba a árboles tan altos como los cañones de los pasadizos desérticos.

Veía gente del desierto allí, otros eremitas, mujeres, hombres e infantes… todo normal hasta que divisó algo…

Un uniforme que nunca había visto, lo que mayormente le llamó la atención fue la predominancia del color verde en la ropa.

Escucho algunos susurros de la gente…

"¿Qué hace el mantra aquí?" "Tal vez algún mercenario cometió un crimen en la selva" "¿Será un mantra común o un miembro del regimiento de los treinta?" "No creo… tal vez sea un practicante solo es un niño" "Solo sigue haciendo lo de siempre… no creo que busque problemas aquí"

Estaba un poco curiosa por eso pero decidió no prestarle demasiada atención y volver a su cometido, encontrar suministros y de esa forma tal vez un cliente.

Pero con el paso del tiempo no logro eso último.
Todo porque, si es que había alguien dispuesto a contratar a un mercenario, no hablaría estando cerca de ese chico de la Mantra…

(Pudo saber que eran algo como guardias de la selva o algo así porque se lo pregunto a un anciano)

Fue en un momento que lo decidió. Era una caída baja pero necesitaba más dinero.

Así que intentó robar… pero no pudo.

No miro a quien intento, bueno ancianos y niños no, pero su poca moralidad le impidió hacerlo.

Era ya de noche cuando todos se fueron y ella quedó entre partes de muro intentando hacerse un refugio, en las lejanías encontró una ardilla la cual mató y decidió cocinarla para comerla.
Fue entonces que, cuando volvía a su campamento improvisado, escuchó una voz.

-Me enviaron aquí… no deberías estar con tu escuadra o algo? Pareces una eremita recién iniciada- le dijo él chico de antes en la ciudad.

-No se de que hablas, ademas no tengo escuadra… piérdete…- le contestó ella en guardia. El bufo.

-Con razón, intentaste robar mi visión, si hubieras estado con algún adulto responsable seguramente te hubiera dicho que te alejes de mí- dice el. Dehya apretó los dientes… que se creía ese chico.

-¿Adultos? Lo único que he escuchado en mi vida son historias tontas, seguramente esas cosas visiones son solo una tonta historia que les inventaron. No necesito a nadie para estar viva- le dijo ella.

El cielo comenzaba a llenarse de nubes.
Pero ninguno prestó atención.

-Pfff no recibiré un sermón de una niñita débil y que abandona a los suyos como tu…- dice Hafid y entonces dejó de lado su posición como Mantra y los dos se atacaron.

La lluvia había comenzado a caer, pues estaban del lado del bosque.
Los dos se gritaban tantas cosas…
Pero Dehya en un momento se sintió tan furiosa…

Como ese chico creia en serio que los dioses lo protegían.

En serio los habitantes de la selva estaban igual de crédulos como muchos eremitas que proclamaban que Desert o la Diosa de las Flores y los Oasis estaban con ellos.

Entonces lo dijo… se descargó…

-¡Los dioses son dignos de admiración!- gritó ella mientras empuñaba una daga para atacar a Hafid- ¡Ninguno ha hecho algo por mi antes ni por nadie! ¡Ni siquiera el Rey Desert que nos dejó a la deriva!

Por la furia Dehya se distrajo y Hafid logró derribarla, él también enojado.

-Tal vez no todos… ¡Pero tampoco podemos saber qué piensan!- le gritó él con furia a la vez que Dehya creyó ver un trueno morado brillar en el cielo- ¡Tal vez te han ayudado desde niña y no lo sabes! Por lo tanto mantén tu boca cerrada si no sabes de lo que hablas… - dijo el gruñendo.

Ninguno sabía cuanto más siguieron peleando hasta que sus cuerpos no podían más y quedaron bajo la lluvia mojados.

-¿Enserio crees en tu diosa? ¿A pesar de no haberla visto nunca?- preguntó ella mientras sentía su cuerpo doler…
No esperé a que le contestara, pero aun así llego.

-Lo hago… tal vez no como los sabios y gente mayor que piensa que la Reina Mayor sigue viva… o tampoco creo que la Reina Menor no importa como dicen muchos… ella no está físicamente pero están… Eso es lo que creo- Hafid había hablado la visión chispeante brillo a su lado en demostración de eso.
Dehya lo supo, él no usó toda su fuerza contra ella.

Estuvieron un rato así hasta que ella proclamó.

-¿No deberías hacer tu trabajo? Arrestarme por atacarte…

-No, además no infligiste ninguna ley o mataste a alguien inocente… en todo caso estábamos entrenando.

-Eres raro…

-Tu tambien niña…

-Dime Dehya, no niña.

-Bien Dehya, mi nombre es Hafid… me gustaría cruzar las armas contigo alguna otra vez… cuando estemos en mejor estado.

-Digo lo mismo… y la próxima vez no será un empate.

Luego de esa vez no se volvieron a ver.

Pero Dehya siguió su camino y recordó las palabras… fue entonces que encontró su escuadra y se unió a ellos encontrando otra familia.

Se hizo fuerte.

Tanto física como mentalmente.

Y luego obtuvo su visión un día.

Y sin darse cuenta ya estaba trabajando de guarda espaldas de una joven que sufría Ealazard y había sido salvada por la Reina menor en sus sueños.

Su vida dio un giro inesperado… todo por ese arranque de furia hace mucho tiempo contra Hafid…

Fin del flash back

Kusanali no era su diosa.

Pero aun así la respetaba por todo lo que pasó y lo que ella quería hacer.

Los salvo y cuido como pudo aunque sean hijos del desierto.

Ella respeta a aquellos que luchaban aún así sin importar su estatus…

Por eso ayudó a la viajera y Paimon y creyó en ellas cuando le dijeron que el dispositivo Akasha los estaba controlando.

Por eso, paró la pelea del general mantra y del escriba de la academia en la aldea Aauru.

Por eso, estaba dispuesta a pelear con otros compañeros mercenarios siendo llamada "traidora" para hacerles ver que lo que ellos creían era una estupidez sin sentido y estaban siendo engañados.

Por eso, desde que abrió los ojos en ese enfrentamiento hace años, luchó junto a todos para liberar a la diosa de su prisión y que ella con el viajero lograran sacar a los Fatui de Sumeru.

Porque nadie quería ver la verdad.

"Los dioses son dignos de admiración. Ninguno ha hecho algo por mi antes ni por nadie"

Había dicho ella.

"Tal vez no todos. Pero tampoco podemos saber que piensan, tal vez te han ayudado desde niña y no lo sabes. Por lo tanto mantén tu boca cerrada si no sabes de lo que hablas"

-Ja, en parte tienes razón… tonto…- dice ella mientras vehia a Duzard dormir luego de unos dias tan ajetreados- Al final elegiste una buena diosa en la cual creer…

No habían podido cumplir su promesa aun.

Pero ella seguiría su vida.

Tal vez algún día el rival de la Leona volvería a alzar sus alas y mostrar sus garras contra ella.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro