Treinta-uno_Ultima
Hay demasiados recuerdos, pero ya no puedo seguir escribiéndolos. Porque, en cada palabra esta tu voz.
Lo lamento, ya no quisiera llorar... No puedo dejar de hacerlo.
Abuelito espero que este libro se lo enseñes a Dios, y le digas que me de fuerzas para cumplir mis sueños.
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