Supongo que a veces necesitas tiempo para poder dejar atrás todo aquello que te oprime el corazón.

Que no somos de piedra, ni invencibles y enfrentar los malos momentos solos no siempre es la mejor opción. Necesitamos salir de esa burbuja, tomar un poco de aire y volver a vivir de nuevo sin las cargas que nos atan al pasado.

Pasaron meses hasta que Violet pudo admitir que el recuerdo de Nora ya no se colaba en sus pesadillas. Que su muerte no le perseguía allá donde iba, aunque todavía tenía pequeños momentos en los cuales se sentaba a contemplar el cielo por la ventana de su cuarto y la imagen de su hermana se aparecía ante ella.

Por un instante parecía sentir su contacto.

Su cercanía.

Su vitalidad.

Luego, todo eso se esfumaba. Nora ya no formaba parte de su vida, al menos no de esa manera. Ella seguía tratando de ser fuerte cada día que pasaba, porque una parte suya le decía que algún día volvería a verla. Tal vez tendrían una segunda oportunidad. Decidió a aferrarse a eso. Era su ancla para seguir con vida.

La esperanza de encontrarse de nuevo con Nora.

Por el contrario, aunque su madre hizo un gran esfuerzo por visitar a su hija, las cosas no habían cambiado mucho en ese aspecto. Seguía sin asumir del todo la pérdida de Nora, y Violet no sabía si algún día su madre podría superarla del todo. Al menos se sentía orgullosa del paso que dio al acudir al cementerio. En un par de ocasiones volvió a ir, pero no acudía con la frecuencia que va una madre a ver a su hija. Tampoco quiso volver a presionarla.

Cada uno enfrenta las cosas a su manera.

Desde entonces sus días se basaban en ir a ver a Nora. En sus charlas con James hasta que el sol se ocultaba y las puertas del cementerio cerraban. Eso se había convertido en su rutina. Por muy extraño que pareciera, eran esos momentos los que más feliz le hacían.

Ese día había quedado con James justo a las puertas. Era una ocasión especial y necesitaban hacerlo juntos.

Tenían que cruzar esa puerta por última vez en mucho tiempo.

James le estaba esperando cuando llegó. Sostenía un par de flores. Una sonrisa se dibujó en su rostro, había comprado una también para Nora. Después de tanto tiempo y todas sus charlas se había aprendido cuál era la favorita de su hermana.

—Hola —le saludó con un beso en la mejilla—. Veo que has llegado pronto.

—Es la última vez que venimos aquí, al menos en un tiempo. Tenía ganas de disfrutar el momento lo máximo posible.

Violet entrelazó su brazo con el de él y los dos se encaminaron hacia dentro.

El tiempo no acompañaba. El cielo estaba cubierto de nubes y parecía que se avecinaba una tormenta. Después de caminar durante varios minutos, llegaron a su destino. Las tumbas de Nora y Elliot les dieron la bienvenida.

James se agachó y depositó una flor en cada lápida. Ambos se sentaron en la hierba y durante varios minutos permanecieron en silencio. A veces, justo así, sin decir nada, estás transmitiéndolo todo.

Eran conscientes de que sería un momento difícil, despedirse de alguien es algo complicado.

—¿Crees que vamos a poder con esto? —preguntó Violet tomando la mano de James. Alejarse de su hermana tanto tiempo le partía el corazón. Ya no podría ir a visitarla, hablar con ella. Irse a otra ciudad era alejarse un paso más de Nora y no sabía si estaba del todo preparada para ello—. Siento que se me va a romper el corazón y que en cuanto vuelva a cruzar la puerta para irme de aquí no voy a poder.

James la entendía a la perfección. Le había costado tanto volver a conectar con Elliot que tener que dejarle ahora era difícil. Pero también sabía que lo necesitaba. Quería un nuevo comienzo, así que para ello tenía que tomar distancias.

—¿Sabes que no es un "hasta siempre", verdad? Volveremos aquí, Violet. Pero ambos sabemos que necesitamos alejarnos un poco, tomar aire y empezar a vivir de nuevo. Quedarse aquí significa seguir aferrándose a los recuerdos y no quiero consumirme. No puedo.

Violet asintió.

James tenía razón. No se trataba de un "hasta siempre". Volverían a aquel lugar en algún momento. Además, se tenían el uno al otro para superarlo. Tan solo esperaba que fueran capaces de continuar con su vida.

—Lo sé. Es solo que nunca se me han dado bien las despedidas, ¿sabes? Decir adiós es demasiado doloroso y una parte de mi cabeza cree que a veces tras ese adiós no va a haber un "hola". No quiero permitirme pensar en eso.

—Piensa que tarde o temprano vamos a volver a estar con ellos. No en esta vida, pero quizá sí en lo que venga después. Yo me aferro a eso, Violet. Me aferro a la esperanza de volver a ver a mi hermano y la oportunidad de volver a abrazarle. Es lo único que me ayuda a no rendirme. A no darlo todo por perdido. A no perderme.

—Tienes razón. Debemos a aferrarnos a eso para seguir. No estoy dispuesta a perder la esperanza.

Ninguno dijo nada más. Tan solo se abrazaron y dejaron que los minutos fueran pasando. En silencio. Ninguna palabra sería capaz de explicar todo lo que estaban sintiendo en ese momento. Necesitaban esa conexión para sentir que todo iría bien a partir de ahora.

Habían esperado tanto tiempo para volver a sentirse bien de nuevo que no querían estropearlo.

Junto a las tumbas de Nora y Elliot habían encontrado la paz que llevaban tanto tiempo buscando.

¡Hola!

Esta será la última vez que actualice esta novela. Me da mucha pena darle un final porque le tengo muchísimo cariño. Como dije cuando empecé a publicarla, esta historia tiene un significado especial para mí, pero a la vez me hace sentir orgullosa de haber sido capaz de crear algo, que a mi parecer, es bonito.

¿Qué os ha parecido el capítulo?

¿Os ha gustado el final?

Tampoco quería alargar la historia, porque creo que todo lo importante ha sido dicho a lo largo de los diez capítulos. Espero que hayáis disfrutado, y si os habéis quedado con más ganas de leer algo mío, en nada comenzaré a publicar una nueva novela.

Por última vez, nos leemos.

Os abrazo fuerte 💘