...Ian...
Louise:
Abrí mis ojos, estaban cubiertos por las lágrimas que amenazaban con salir, me costaba respirar, observé al frente vi unas botas negras, levanté mi vista, recorriendo el cuerpo frente a mi, ya no sentía las ataduras de las cadenas, me había liberado sin saberlo. Era albino, de cabellera no tan larga, se giró y vi sus ojos rojos, su tez era pálida y vestía de cuero, tenía unos cuernos en la cabeza de tonalidad roja, casi invisibles, casi imperceptibles pero que se notaban por su cabello blanco.
-"Louise-san, muchas gracias"- dijo Ian y me extendió su mano, yo la sostuve y me levanté, me limpie el polvo que había adquirido.
- Te demoraste - dije en un susurro - Ian.
- "Me era complicado salir antes, tu núcleo estaba débil aun"- me respondió y yo le sonreí, el trono sus dedos, encorvó su cabeza y miró al frente - " Ahora, señor Valentino, señorita Alice, ahora la fiesta recién comienza" - amenazó Ian, se podía ver la decisión en su mirada.
Comencé a observar qué podría hacer, corrí para intentar alejar a Henrietta, no podía hacer más, pero mientras me disponía a correr hacia la princesa.
- ¡Alice ataca! - dice el hombre de nombre Valentino, del que nos enteramos gracias a Ian.
-"Como ordene" - dijo la mujer de nombre Alice, parecía una muñeca que recibía órdenes y acataba sin dudar, ella corrió para intersectan me.
- ¡Ian! - dije deteniéndose, se encontraba frente a mi.
Aún sentía miedo de enfrentarme a ella, era aterradora y expresaba una energía maligna, muy poderosa, me sentía incapaz de hacerle frente, o siquiera de poder protegerme, de cualquier ataque que haga.
-"Transportó"- Ian lanzó un hechizo que apenas logre reconocer, una nube fucsia me rodeo y cuando se disipó, habíamos cambiado lugares, él sostuvo las manos de Alice, ella le miraba con enojo, porque me había salvado.
"Louise, saca a tus compañeros del vacío"
Dijo Ian mientras intentaba mantener a Alice a raya, me acerqué a ambos, primero intenté sacar a Saito, pero no sabía cómo soltarlo, la verdad ni supe como me solté yo.
-¿Quién es el? - preguntó él sin darme tiempo a pensar, yo le observe sería, acaso él, èl ¿ Sentía celos? Justo en este momento.
- ¿Estás celoso? - dije sonriente y podría decir que me burlaba, él miró hacia otro lado.
- No es solo que él es un completo desconocido - dijo Saito y yo le observe sonriendo con burla.
- O vamos - hice una pausa - èl es como un, un ¿Segundo familiar? Algo así - dije y él me observó incrédulo, quería molestarlo un poquito, siempre fui yo la que se colocaba celosa, su turno llegó.
- ¿Como un que? - dijo él y yo observé el lugar - Oye Louise, respóndeme - él me exigía, busque y busque, pero no encontraba como soltarlos, las cadenas eran muy resistentes como para tirarlas.
"Louise, magia de luz"
Me comentó Ian y yo reaccioné, apareció en mi mente una página del libro, inconteniblemente supe qué hacer, qué decir y como.
-"Re as tre o luxtra"- dije, sentí como mis ojos se iluminaron de un color amarillo, a lo lejos brillo, notando se ante mis ojos con mucho brillo, corrí a por el.
Unos rayos mediados cruzaban la habitación, me detuve, Alice intentaba impedir que yo siguiese mi ruta.
-"Atreres, luxtra"- dije y lo que se iluminaba llegó a mis manos, corrí con la espada.
- Pero señorita ¿Que planea hacer? - dijo Derflinger.
- Pues cortar - Susurre despacio.
Alguna vez han tenido un momento en que la adrenalina que siente tu cuerpo logra que sientas que el tiempo se detiene o va más lento, bueno eso pasó, iba a hacerlo cuando la cadena se reforzó en un líquido oscuro, se tiño de negro viscoso.
-"¡No los sacarás!" - dijo Alice e Ian la retuvo, la sostuvo con fuerza, intentando retenerla.
"Louise, hechizo de oscuridad"
Suspiré, bien otra página apareció en mi cabeza para ser exactos, un hechizo en particular, una capaz de cortar cualquier cosa, sea mágica o no, una barrera mágica muy poderosa.
-"Berta, thusa, shos, oscrad"- dije y Derflinger erradio un aura oscura.
- ¡Señorita ahora! - dijo él y yo golpeé la cadena de Saito.
Sonó un estruendo enorme y se rompió en pequeños fragmentos, mientras yo le entregaba la espada a Saito, me gire hacia Valentino, Saito soltaría a Tiffania, yo podría pelear contra Valentino.
- ¡No! - dijo el hombre de nombre Valentino - Alice, que no libere a la otra - dijo él y Alice golpeó a Ian.
Corrió para atacarme, no supe como defenderme, me quede helada, cerré mis ojos, esperando un impacto que nunca llegó, una voz dio una corriente eléctrica que me hizo conectarme otra vez.
- ¡No la tocaras! Ni un pelo me oíste - dijo Saito y yo abrí mis ojos, entonces la golpeó con Derflinger, con la empuñadura.
Saito:
Louise se alejó buscando algo y al momento volvió con Derflinger, no es que no confiara en ella, pero dudaba que su fuerza fuera suficiente para romper las cadenas, ella realizó un hechizo y golpeó la cadena, un estruendo y observa impactado como la cadena se hacía trizas, se cortó, caí al suelo debido a mi peso, corrí a liberar Tiffania con Derflinger, cuando lo hice me gire y vi como Alice venía con intenciones de atacar a Louise, ella cerró sus ojos y con la espada la detuve, Alice cayó al suelo.
- ¡No la tocaras! Ni un pelo - dije y afirme a Derflinger con fuerza - No lo permitiré - dije con la motivación de protegerla, Tiffania comenzó a recitar su hechizo de memoria, hizo que los secuaces olvidarán que hacían ahí, soltaron a nuestros amigos.
- No sé cómo despertarlos - dijo Tiffania, yo y ese tal Ian peleábamos contra Alice, era poderosa y tenía mucha resistencia.
Louise:
Recordé los hechizos de sueños que leí en el libro, es magia del vacío ancestral, otra página en mi cabeza se descifraba, me guiaba paso a paso, dando me las instrucciones, como si siempre lo hubiese sabido.
-"La luz del día ya llegó, vengan despertando mi fiel seguidor" - recite y todos nuestros amigos, comenzaron a despertar, como si solo tomaron una siesta.
-Jamás te dejará avanzar - dijo Alice, iba a lanzar un hechizo, pero Ian se cruzó, parecía enojado, molesto y no sabia si algo podría controlarlo si se le iba la ira.
- "Ese collar, era el de Cristal ¿Que hiciste con ella?" - dijo Ian, observé a Alice.
Tenía un ojo de color de distinto color, a momentos sus ojos cambiaban, Ian estaba tan perdido en su ira que no se percató de este dato, pasaron unos segundos y vi como una imagen distinta a la que estaba viendo se hacia presente.
- ¡Cristal! ¡Tú eres Cristal! - Dije y Ian se detuvo, se detuvo en seco, me observó y luego a Alice.
Parecía incrédulo, un tanto reacio a la posibilidad, pero entonces vio lo mismo que yo, se lamió los labios, parecía ido, no sabía si convencido o dudaba de lo que escucho hasta que hablo.
-"¿Cristal? Enserio eres tu " - dijo Ian y Alice se detuvo - "Cristal, reacciona, soy yo Ian" - la tomó del brazo, pero se desquitó con un grito
- ¡No me toques! - Grito furiosa - Él no debe saberlo, no debe entenderlo - se tomó la cabeza con fuerza y dio otro grito.
Comenzó a convulsionar, como si fuese otra existencia dentro que golpeaba con querer salir, era algo traumático, se sacudía con fuerza, daba gritos desgarradores cada tanto.
-Yo no soy Cristal, soy Alice, Alice, Alice - Repetía mientras gritaba de dolor, a estas alturas ya sabíamos bien que ella era una demonio, pues solo un demonio podía hacerle verdadera pelea a un demonio.
- No, Alice, mi Alice ¡¿Qué hicieron?! - dijo Valentino mientras se acercaba, se detuvo al escuchar un grito sonó de dolor, uno que transmitió todo el sufrimiento que estaba sintiendo ella en ese momento.
Unas llamas de fuego comenzaron a rodear la, Ian se alejó, como estaba cerca de él, con su brazo me empujo para que me alejara, parecía ser peligroso.
-"Esta poseída ¡Tu la pusiste!"- exclamó Ian apuntando a Valentino, el solo observó su mano derecha como si aguantara algo -"Eres un maldito desgraciado" - dijo dispuesto a avanzar con sed de venganza, pero se detuvo, Valentino tenía a Henrietta y amenazaba con matarla.
- Aléjese o ella muere - dijo Valentino, nadie se acercó, Tiffania susurró el hechizo de memoria, iba a lanzarlo, pero Ian la detuvo.
-"Cristal, sé que en el fondo eres tú, solo debes salir"- decía Ian, intentando controlarse.
Quería ir, pero si lo hacía podría el fuego dañarme, no podría controlar lo que estaba por sentir Ian, esto era muy fuerte para él, al menos yo debía estar consciente y no tan rodeada de emociones fuertes y desbordantes, Saito me sostuvo los brazos para que no me mueva de donde estaba.
"¿Ian?"
Dijo una tercera voz, me giró buscando el origen de esa voz, pero nada, entonces sonó en mi cabeza, no era un persona real, al menos no aquí, me gire hacia Ian, èl me observó por un instante y luego volteo de regreso a Alice.
-"Esa sí es Cristal"- dijo Ian llorando, apretó los puños con fuerza, le daba miedo explotar en contra de la muchacha que estaba poseyendo a Cristal.
"Nos unieron, yo me transforme en la subconsciente, porque su poder redujo el mio cuando me conecte con su núcleo mágico"
Dijo la voz, nadie más notaba que hablábamos, tal vez puede escucharla como escucho a Ian en mi mente, entonces me tranquilicé al respecto, pero mi tranquilidad no logró apaciguar el remolino que estaba dentro del corazón de Ian.
-"Te sacaremos de ahí, solo pelea por salir"- pedía Ian en un susurro.
Valentino ya no estaba aquí, no él no, la princesa, me solté de Saito y corrí necesitaba encontrar a la princesa, pero ya no estaban, me comencé a desesperar, observe por todos lados intentando encontrar la forma de ubicarla.
Cerré mis ojos intentando tranquilizarme para encontrar una salida a esto, cuando apareció otra página, pero unas con marcas azules y doradas, estaban junto a la del espíritu del agua, el hechizo se memorizo en mis músculos, se soltó sin que pudiera detenerlo.
- "Pisada de Memoria" - susurré e Ian me observó serio, mis manos tenían unas marcas azules que nunca antes habían tenido, pero lejos de asustarme, solo estaba ansiosa.
-"Esa es magia elemental "- dijo Ian en un susurro.
Intentaba concentrarme en algún rastro, porque ahora veia todo en blanco y negros, vislumbraba tonos azules que eran huellas dejadas por los rastros de líquido que liberaba el cuerpo, lo entendí a medida que observe todo a mi alrededor, hay muchos, solo me confundía, me comencé a exaltar, desesperación, no lograba reconocer ningún huella como la de Valentino, se me acaba el tiempo.
Saito:
La veía estático, se que no estuve con ella por unos días, pero no esperaba que cambiara tanto, sus manos tenían marcas azul brillante, me acerque cuando la noté que respiraba de manera agitada, la tome de la cintura, quería que sintiera que estaba con ella, a su lado, tembló levemente.
- ¿Qué necesitas?- le pregunté, sabía que necesitaba algo más para completar el hechizo, quería apoyarla como ella había hecho conmigo.
Pero también sabía que magia o conocimiento no podía brindarle, pero si apoyo, Louise detuvo su hechizo, las marcas en sus manos se esfumaron, ella me observó un instante, suspiró y habló.
- ¿Qué necesito? - pensó un momento sería, cerró sus ojos como analizando algo - Necesito a Cristal, ella puede darme la esencia de Valentino - dijo ella y ese tipo comenzó a sacudir a Alice o Cristal, ya me confundí.
Muchos nombres y pocas personas, había mucho que no sabía, había mucho que me había perdido.
-"Jamás le daré la esencia de Valentino"- dijo la tal Alice borrando toda esperanza en nosotros, parecía haber recuperado la cordura.
- ¿Cómo logramos sacarla? - pregunta Tiffania, los chicos se acercaron para vernos.
- Tiffania, tu hechizo de memoria, eso podía - dice Louise.
-"Podemos ocuparlo para borrar parte de la influencia de Alice sobre Cristal"- comenta el tal Ian, Louise suspira, cierra sus ojos frustrada.
- La verdad no sé si me saldrá,el hechizo no lo he practicado, no lo lograremos - dijo Louise mientras se soltaba de mi agarre, se dirigió hacia un pared y apoyó su cabeza, me le acerque despacio.
- ¿Qué ocurre? - le pregunté mientras la observó atento.
- Tengo miedo, miedo de que salga mal el hechizo y Cristal sufra por ello, tengo miedo de que le hagan daño a Henrietta, tengo mucho miedo de perder les - dijo ella mientras su mano temblaba, comenzó a refregar sus manos nerviosas.
Sujeté su mano con fuerza, ella me observó y yo le sonreí, entrelace nuestros dedos y la hice girarse hacia mí, quedamos frente a frente, la observe directamente a los ojos para que notara la seriedad con la que estaba hablando le.
- Solo confía más en ti, en nosotros, Louise yo siempre estaré contigo, pase lo que pase, lo he demostrado muchas veces, ahora te toca a ti demostrarme a mí de lo que eres capaz de hacer por ti misma - dije y la bese, quería tranquilizarla.
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