Saito:

Me desperté, me encontraba atado a un muro, a mi lado se encontraba Kirche, ella recién despertaba, comencé a observar el lugar, me dolía la cabeza, de seguro me había golpeado con algo.

- ¿Dónde estamos?¿Los demás? - dije algo desorientado.

- ¡¡Saito-san!! - grito Tiffania, ella se encontraba en otra celda al frente y a su lado estaba Montmorency, ambas me miraban con angustia.

- ¡Guiche! - grito Montmorency desesperada.

Al parecer Guiche se halla a nuestro lado, en la celda de al lado, pues sus ojos se dirigieron hacia allá.

- ¡No tengo comida! - lloraba Malicorne, al parecer están juntos, igual de confundidos que yo.

- Mi bella Montmorency, resiste - decía Guiche mientras se escuchaba como tiraba de sus cadenas, cuando lo hizo Kirche se arrastró y se golpeó contra el muro, quede sorprendido cuando su quejido resonó con fuerza.

- ¡Kirche! - grite y tire del mío para ayudarla, Montmorency se golpeó, me detuve cuando la vi tambalearse ¿Qué rayos acaba de pasar?

- ¿Qué ocurre en Saito-san? - pregunta Tiffania y se mueve, tira de sus cadenas, espere alguna reacción de nuestra parte pero nada.

- ¡Argh! - dijo una guardia, ellas estaban juntas.

Una guardia se movió y Malicorne chocó contra el muro, fue extraño, realmente extraño, pero me puse a analizar lo visto.

- ¡No se muevan! - grite y nadie se movió, quedaron estáticos, menos Kirche que se refregaba la nuca.

- Nuestras cadenas están conectadas - dije, todos me miraban serios y confundidos, claro había dicho una incongruencia.

- Guiche, perdón - le grite.

- ¿Ah? - dijo confundido.

- Kirche, tira de tu cadena ¡Ya! - grité y ella tiró de la cadena, escuchamos algo arrastrarse e impactar contra el muro.

- ¡Saito! - se quejó Guiche.

- Montmorency, tira de la tuya - dije y ella asintió lo hizo, sentí como mis cadenas tiraron de mi e impacté contra el muro.

- Guardias les toca - dije y las tres tiraron, una empujó a Tiffania al muro y la otra a Malicorne, pero la tercera no logró moverse, lo que me dejó confundido.

- ¿Ven?- dije y todos asintieron.

- ¿Cómo saldremos de aquí? - dijo Guiche, era verdad, si estábamos todos conectados sería difícil liberarnos.

- No lo sé - dijo Malicorne.

- Chicos, tengo una idea y si todos empujamos hacia afuera quizás las rompamos - dijo Kirche y todos asentimos, no era una gran idea, pero tampoco estupida.

Empujamos, empujamos pero nada, solo tirábamos entre nosotros, no logramos hacer nada más.

- Yo, ya me cansé - dijo Malicorne y se recostó contra el muro.

- Creo que moriré - dijo Guiche y copió su acción.

En la celda de las guardas vi algo moverse, era una especie de cuarto oculto, no fue mucho pero reconocí la funda café con bordado dorado.

- ¡¡Derflinger!! - dije contento al reconocerlo.

- Si tu espada parlante sería útil ahora - se quejó una guardia y se recostó y poder ver mejor lo que estaba oculto, no solo Derflinger sino que sus varitas.

- ¡No Derflinger y las varitas! - dije y todos vieron a donde yo indicaba, cuando las guardias se movieron para tomarlas está se cerró.

- ¿Cómo podremos sacarlas sin que se cierre? - dijo Malicorne resignado y con mucho cansancio.

- No lo sé - dije frustrado, tenía mucha presión encima.

No solo era mi vida la que estaba en juego, sino la de mis amigos, menos mal Louise no vino, su recuerdo apareció sin intención de marcharse Louise.

Flash back:

- Louise casemonos - le propuse y ella me observó sonrojada, sus mejillas se habían tornado de un maravilloso rosado.

- ¿Pero estás seguro de que sea yo? - dijo sonrojada y nerviosa.

- Si no eres tú no sirve - dije y ella sonrió - Quiero pasar el resto de mi vida junto a ti

- Yo también, quiero pasar mi vida junto a ti - dijo ella y nos abrazamos

La abrace, su aroma, su calidez todo me rodeo, me entregó una fuerza y un sentimiento inexplicable, algo que deseaba tener sin demora, sin tardanza, no quería perderlo, me había vuelto adicto a ella.

Fin Flash back:

Debo volver a verte Louise, necesito volver a verte, no puedo morir sin asegurar me de que estas bien, suspiré y observé mi anillo de matrimonio, me mantendrá vivo, me mantendrá cuerdo, resople, esa era la prueba de mi promesa, la tenia en mi dedo y si sería por siempre.

- Tengo una idea, todos recosté monos en la pared - dije y me miraron confundidos - Todos menos las guardias, podremos darle el tiempo suficiente para tomar las cosas.

- ¿Funcionará? - pregunta Montmorency.

- No lo sé, pero vale la pena intentarlo - dije y Tiffania vio mis ojos y asintió, ella sabe lo que siento ahora.

Miró a Montmorency decidida y ambas asintieron, empujaron contra la pared, Kirche y yo hicimos lo mismo, Guiche y Malicorne nos siguieron y la puerta comenzó a abrirse.

- Las dos guardias de las orillas empujen también - dije mientras hacía fuerza para empujar.

- Bien - dijeron amaba y empujaron, la puerta se abrió - Lina, tómala cosas - dijeron ambas guardias y la chica cogió todo, se alejó de la pared.

- ¡Compañero! Bien hecho - dijo Derflinger y todos dejamos de empujar.

Las guardias nos dejaron nuestras cosas, se deslizaban por el suelo hacia las celdas, salimos de ahí, íbamos por los pasillos cuando, no logramos ubicarnos en la zona, parecía ser bajo tierra, Guiche nos guiaba hasta que se detuvo de golpe, tembló y nos miró asustado.

- ¡Corred ya! - Grito y ninguno alcanzó a reaccionar debidamente.

-"Duerman, duerman, que la luz los segara, duerman duerman o el vacío os poseerá"-

Dijo una voz y todos cayeron dormidos, la voz dejó de resonar y nadie se movía en el suelo, Tiffania tenía cierta resistencia al igual que yo, corrimos a ver qué ocurría con todos.

-¿Chicos qué ocurre?¿Están bien? Despierten - Pediamos ambos con mucho temor, entonces.

-"Mages del vacío ¡Sueño! "-

Dijo y ambos caímos al suelo, comenzaban a pesarme los ojos, repentinamente tenía sueño, unos pasos, unos zapatos, piel pálida, fue lo único que logré ver, elevé mi vista, su pecho no me permitía verle el rostro. Cerré mis ojos luego de tanta lucha.

-"Gandalf "-

Susurro la voz, como si me hubiese reconocido, como si me conociera, más yo no tenía idea alguna de quienes eran.

Louise:

Me dormí, el cansancio me venció, serían las 5 de la mañana, algo andaba mal y lo sabía, un presentimiento, un sentimiento, como si hubiera un nudo en el corazòn, después de muchos intentos logre dormir.

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Abrí mis ojos apresuradamente, encontrándome con ese ya conocido fondo nítido entre tonos azules, morados en partes, llame con urgencia, necesitaba saber si él podría ayudarme a aliviar esa pena, ese malestar.

- ¡Ian! Algo anda mal - grité desesperada, mi pecho dolía de sobremanera, esto ya no era normal.

"Si lo se"

Dijo cansado, parecía saber algo que yo desconocía, lo que me estaba poniendo peor de lo que estaba antes.

- No sabemos nada de Henrietta desde hace mucho tiempo - dije nerviosa - Y mis amigos no se han reportado - decía yo asustada, mis lagrimas no tardaron en salir, en brotar como si no pudiese detenerla.

" Ha, ¿Hablas de la muchacha que está en la ultratumba? ¿La de cabello fucsia con vestido parecido al tuyo?"

Dijo él y yo asentí era Henrietta, sí pudo verla es porque la conocía, sabía de ella, sabía dónde estaba.

" Si se ¿Donde está por?"

Me dice y yo suspiro resignada, siento sus pasos, él venía detrás mío, temblé cuando una mano suya se posó en mi hombro, yo se la tomó y la tiró, su cuerpo choca con el mío, no estaba para rodeos.

- Me llevarás con ella ¡Ahora! - dije firme y decidida, el suspiro resignado.

"También se encuentra tu familiar y la otra Mage del vacío"

Comenta y yo me tenso, si estaban juntos y no lo habían anunciado, solo podía significar que algo salió mal, no podría vivir sabiendo que están mal y no hice nada al respecto.

- Llévame con ellos - dije y él puso fuerza en mi agarre, no lo solté hasta que lo escuché suspirar.

" Me fusionaré con tu energía vital, pero necesito una última cosa"

Dijo y yo cerré los ojos, la otra parte del contrato, sabía que esto pasaría, me gire con los ojos cerrados, él me había pedido que no lo viera, pues eso haría.

"Que confiada eres, yo podría asesinar ahora lo sabes ¿Cierto?"

Me dijo, yo solo suspiré lentamente, estaba cansada de verme enredada en estas situaciones.

- Si lo se, pero también sé que un demonio amiga tuya está perdido en la tierra y para encontrarla me necesitas, tanto como yo a ti - dije y el suspiro.

"Está bien, lo are, nada mas espero que tu familiar no se enoje"

Dijo y me besó, por más que deseaba abrir mis ojos no lo hice, él tenía esa confianza en mí y yo también en él, no supe de dónde venía esa confianza ciega, pero decidí dejarlo pasar, al terminar el beso ya no lo sentí por ningún lado.

"Abre tus ojos"

Me dijo y yo lo hice, él ya no estaba, me giré buscando, pero nada, no había rastro de su presencia.

"Estoy completamente fusionado con tu energía vital, tu cuerpo y magia me acepto"

Me agite de sobre manera, sentí presión en mi hombro izquierdo, pero no veía de dónde venía esa presión, entonces solo entonces cerré mis ojos con fuerza.

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- Bien llévame con ellos - susurró esto último antes de volverlos a abrir.

Julio se encontraba agitado a mi lado, él me había ejercido la presión en el hombro, lo observé atónito, pero su semblante me angustió.

- ¿Qué ocurre Julio? - le pregunté.

- Son los chicos, enviaron sus señales de auxilio, están en emergencia - explicó mostrándome la hoja verde de Tiffania y las olas azules de Saito.

- Iré con un grupo de soldados ahora mismo - dijo moviéndose hacia la puerta.

- No Julio - le dije y él se detuvo, se giró hacia mí - Yo iré, yo soy quien debe ir, solo necesito que me cubras acá - dije y él me miró con desaprobación.

- ¡No! Claro que no Louise, ahora eres la reina de Tristain, tienes que estar...- decía y yo me acerque a él, me quite la corona y la deje a un lado en un estante - ...a salvo- dijo sorprendido.

- Ahora a quien ves - dije y él me observó, negó levemente - Ves a una Mage del vacío dispuesta a ayudar a sus compañeros, esa siempre he sido yo, la corona no me pertenece, le pertenece a una muchacha que fue secuestrada - dije mientras tomaba sus manos - Por favor ayudame, te prometo que volveré, Henrrietta también le hará, ella tomara el trono y seguirnos como si nada - dije y Julio suspiro resignado, no podía llevarme la contraria, lo sabíamos.

- No es así de simple - dijo Julio suspirando y asintió luego de meditarlo - Está bien, te ayudaré.

- Bien - le dije y quite mi anillo de matrimonio - Entregaselo a Saito luego, ya verás que los traeré de vuelta.

- Bien - dijo él mientras tomaba mi anillo, se acercó a la puerta despacio, la cerró con seguro, yo hice el hechizo de la puerta del mundo usando la imagen que me dio Ian, allá voy.