Parte 5
-Sí, es raro y a la vez sorprendente...-Fran pensó durante unos segundos.- Espera, espera ...¿tu casa de vacaciones? ¿La que está a 2 días del instituto?
- Pues...¿sí? -sonrió un poco. Fran se llevó la mano a la sien.- Pero no te preocupes...cogeremos un taxi.
- ¿Tienes dinero para pagar el taxi?- preguntó el mayor arqueando una ceja. El menor le enseñó un billete de 50€.- ¿De dónde sacaste tanto dinero?
- Tenía pensado comprarme varios cómics en la tienda que hay cerca del instituto al salir... pero creo que nos vendrá bien gastarlo ahora.- El otro muchacho asintió y, con el móvil, llamó a un taxista. Después de 6 minutos apareció el taxi.
-¿A dónde? -preguntó el hombre.
- ¡Al instituto Santa Irene! - contestaron los jóvenes a la vez.
Mientras tanto, la joven seguía atrapada, intentando que la antorcha no se apagara. ¿Dónde estarán ahora? Se preguntaba la chica. Lu suspiró y miró alrededor. Nada, seguía vacío, solo estaba ella con una llama que se iba apagando poco a poco.
- Dormiré un poco...seguramente ya habrán llegado al instituto y avisado a la policía para que me saquen de aquí.- Se dijo para sí misma, auto-convenciéndose de que iba a salir de ahí. Después de un rato, la pequeña se quedó dormida sin saber que alguien la estaba buscando por esas "catacumbas".
Los chicos estaban muy nerviosos: habían pasado 2 horas y aún no habían llegado al instituto.
Ariel jugaba con sus manos nervioso mientras miraba por la ventana, ansioso por llegar. A su lado, el castaño miraba, impaciente, al conductor, con la esperanza que le dijera <<Ya estamos>>.
- Lo siento chicos.-contestó el taxista.- Hay mucho tráfico y se os ha acabado el dinero.- Los chicos lo miraron con miedo, no llegarían a tiempo para ayudar a Lucía.
- Vamos Ariel.- dijo Fran algo enfadado mientras salía del coche.- Iremos a pie. -miró al conductor y le preguntó a cuanto estaban de el instituto.
- No está muy lejos...llegaréis más o menos dentro de una hora a pie.
- Nos sirve. Vamos Ariel.- antes de que el nombrado pudiera contestar, Fran le agarró de la mano y empezó a correr con el niño detrás.
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