Capítulo 20: La desaparición del señor Crouch
Eira no tardó en comprobar que la intervención de Orión, Draco y sus padres la había salvado de algo mucho peor de lo que había imaginado. Podía haberle sucedido lo mismo que a Hermione, que había recibido cartas de personas furiosas que opinaban que Harry merecía a alguien mejor que ella, había recibido amenazas y incluso pus de bubotubérculo sin diluir que había llenado sus manos de pus y la había hecho ir a la enfermería.
—Skeeter no va a escribir nada sobre ti —dijo Orión en cuanto vio el alcance que había tenido su artículo sobre Hermione.
Lo había dicho en aquel tono que incluso llegaba a asustar a Eira. No por pensar que pudiese hacerle algún año a ella, sino porque al escucharlo estaba segura de que su amigo era capaz de hacer cualquier cosa.
No había vuelto a hablar con Orión respecto a su padre. Había quedado claro que no le diría nada. Luke debía de haber sido informado acerca de la conversación que habían mantenido, porque le había llegado a pedir disculpas a su novia por no poder decirle nada de lo que estaba ocurriendo.
—Pensábamos que nos estábamos preocupado en exceso, pero no era así —había añadido—. Por favor, Eira, haz caso a Orión y mantente al margen.
Ella no lo había presionado, dado que le notaba cansado y preocupado y que, aunque insistiera en saber lo que estaba sucediendo realmente, él no podría decírselo.
Con la llegada de la primavera, los campeones fueron convocados por Ludo Bagman, quien al parecer les explicaría en qué consistía la tercera y última prueba del Torneo de los Tres Magos. Eira se sentía aliviada al saber que el final estaba ya cerca y que Harry continuaba a salvo. Solamente tendría que pasar una prueba más, y después todo volvería a la normalidad... o al menos era lo que esperaba.
—Voy a hablar con Harry —le había dicho Viktor a su prima. Desde que Rita Skeeter había escrito aquel artículo, parecía algo más serio y no se mostraba demasiado amable con el Gryffindor—. Sobre Hermione.
—No hay nada entre ambos —había asegurado Eira—. Los conozco bien... Y sabes que no te mentiría. Eres mi primo.
—No, sé que no me mientes, pero quiero saber qué relación hay entre ambos... y quiero que él me lo diga.
Aquella noche habían sido convocados en el campo de quidditch para la explicación de la tercera prueba, y Krum aprovecharía para hablar con Harry.
Lo último que Eira esperaba era que un alumno de primer curso de su casa fuese a buscarla para contarle que su primo había sido atacado y que se encontraba en la enfermería. La bruja, sin esperar a nadie, corrió hacia allí sin que nadie pudiese detenerla. Necesitaba asegurarse de que Viktor se encontraba bien. Pero, ¿quién podía haberlo atacado? ¿Había sido alguien del colegio?
Los únicos que se encontraban en la enfermería eran Viktor y Karkarov, además de la señora Pomfrey, quien estaba atendiendo al chico en el momento en el que Eira llegó.
—¿Cómo se encuentra? —preguntó al director de Durmstrang para no interrumpir demasiado.
—Al parecer se encuentra bien, pero queríamos asegurarnos de ello —le respondió el hombre.
Se comportaba bien con ella, tal vez por ser la prima de su alumno favorito.
Eira esperó a que la señora Pomfrey se marchase para acercarse a Viktor, quien parecía estar recuperado y le dedicó una sonrisa al verla.
—¿Qué ha ocurrido? —preguntó—. ¿Quién te ha atacado?
—Estaba con Potter en el bosque... Hablaba acerca del Torneo, después decía que quería ver a Dumbledore... Después hablaba sobre sus planes con su mujer y con su hijo... No sabía dónde se encontraba ni lo que decía.
Dejó de hablar durante unos instantes, como si estuviese pensando, y después continuó.
—Ha mencionado que todo era culpa suya, a una tal Bertha que dice que está muerta, a su hijo... Y dice que el Señor Tenebroso está más fuerte. Está loco. Creo que ha sido él quien me ha atacado cuando Potter ha ido en busca de Dumbledore.
Karkarov estaba nervioso, a su lado. Dado que era un antiguo mortífago, Eira lo comprendía. Si Voldemort regresaba, tal vez tomase represalias contra quienes lo habían traicionado y contra los mortífagos que no regresasen a él. Debían de estar asustados muchos de ellos, los que no habían entrado en Azkaban por haber negado haberlo ayudado.
—No le digas a Hermione que estoy aquí —dijo Viktor, recordando a la Gryffindor que le gustaba—. No quiero preocuparla.
Eira asintió y se quedó junto a su primo unos minutos más antes de que la señora Pomfrey le dijese que las visitas habían terminado y debía marcharse.
La bruja buscó entonces a sus amigos de Gryffindor, dado que tras comprobar que Orión le ocultaba información, eran los únicos con los que podía hablar sobre aquello. Al no encontrarlos, había decidido ir a dormir, recordando hablar con ellos al día siguiente.
Se encontraban los cuatro en la lechucería, y Harry había contado lo ocurrido durante la noche anterior. Todos estaban pensando en lo que podía haber ocurrido.
—Si Harry dice que el señor Crouch estaba muy débil, puede que no fuese él quien atacase a Viktor —comentó Eira—. Puede que alguien los atacase a ambos. Viktor no está seguro.
Lanzó una mirada de advertencia a Ron para que no comenzase a proponer algo descabellado como que su primo pudiese estar tras el ataque al señor Crouch. El pelirrojo, captando la advertencia, no habló.
—Y no se puede haber desaparecido en los terrenos de Hogwarts...
—Vuélvelo a contar, Harry —pidió Hermione—. ¿Qué dijo exactamente el señor Crouch?
Harry explicó de nuevo que había dicho que debía advertir a Dumbledore y que había hablado sobre Bertha Jorkins como si estuviese muerta, además de mencionar a su hijo que, según Eira había sabido por sus amigos, estaba muerto, al igual que su esposa. Sirius se lo había contado durante una de sus visitas a Hogsmeade. Al parecer, el hijo del señor Crouch había sido un mortífago que había sido enviado a Azkaban por su propio padre, y había muerto allí.
—Y... ¿me puedes decir qué dijo sobre Quién-tú-sabes? —dijo Ron con vacilación.
—Ya te lo he dicho. Dijo que estaba recuperando fuerzas.
—Eso tiene sentido —intervino Eira, pensando que era momento de contarles algo de lo que sabía—. Podría ser el motivo por el que Karkarov está tan nervioso... además, Orión tampoco está actuando con normalidad.
—¿Crees que sabe algo? —preguntó Harry.
—Estoy segura de que sabe mucho, pero no me lo contará; quiere mantenerme al margen.
—¿Y Luke? —insistió el azabache. No le gustaba el novio de Eira, pero podía ser su mejor opción en aquel momento—. Debe de saber algo.
La bruja negó con la cabeza y suspiró antes de decir lo que Orión le había contado. Debían descubrir qué era lo que estaba sucediendo.
—Han hecho el Juramento Inquebrantable.
Se hizo el silencio tras aquellas palabras. Harry parecía confundido, pero antes de tener tiempo de preguntar en qué consistía aquello, escucharon voces. Eran los gemelos, que subían a la lechucería hablando sobre algún chantaje. Eira consideró que había llegado el momento de marcharse; quería asegurarse de que Viktor se había recuperado por completo.
Mientas tanto, los tres Gryffindor decidieron ir a ver a Moody para saber si había utilizado el mapa del merodeador y si le había resultado útil. Por desgracia, aunque lo había utilizado, no les había podido decir nada más de lo que ya sabían. Era como si el señor Crouch hubiese desaparecido de pronto.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro