—Maldita Skeeter —dijo Orión, malhumorado.

—Es una suerte que hayamos intervenido a tiempo... quién sabe lo que podría haber publicado —convino Luke.

Ambos se encontraban con Draco en la sala común de Slytherin cuando Eira los encontró. Se sorprendió al verlos juntos, porque sabía que Orión no soportaba a su primo, de modo que se sentó en una butaca junto a ellos, dispuesta a averiguar lo que estaba sucediendo.

—¿Qué ha ocurrido con Skeeter? —preguntó con curiosidad.

—Es una... —Luke se contuvo antes de insultarla—. Descubrimos que andaba preguntando sobre Hermione y sobre ti. Al parecer, quería publicar un artículo sobre que eres prima de Krum, y que pasas mucho tiempo con Harry y con Orión a pesar de tener novio, o algo semejante.

La bruja abrió la boca dispuesta a maldecir a aquella periodista, molesta. ¿Cómo se atrevía a tratar de indagar acerca de su vida y a intentar publicar aquello? Solamente era amiga de Harry y de Orión, pero no ocurría nada entre ellos, ni ocurriría, al menos próximamente. Lo tenía muy claro. Y aunque fuese de otra manera, Rita Skeeter no era nadie para publicarlo.

—La detuvimos —dijo Orión antes de que pudiese decir nada.

—Hablé con mi padre y enviamos una carta a tus padres también —explicó Draco—. Nuestras familias se han encargado de hablar con El Profeta para hacerles saber su opinión.

Con aquello, Eira supuso que habrían encontrado la manera de amenazarlos de tal forma que no se atreviesen a publicar nada. Eira conocía a su padre lo suficiente como para estar segura de ello.

—Gracias —dijo.

Era una suerte que tuviese aquellos amigos, o seguramente su vida se habría visto expuesta de pronto. Algo que no le hacía nada de gracia.

—No va a publicar nada que no nos guste, o tendrá que atenerse a las consecuencias.

Las palabras de Orión, tal y como las había pronunciado, conllevaban una clara amenaza. Eira se planteó si él mismo sería capaz de hacer daño a la periodista en caso de que publicase algo que no debía. Tenía el presentimiento de que sí era capaz. No sabía dónde había vivido durante los años previos a vivir con los Sayre, pero parecía haber aprendido magia oscura.

Eira no tardó en comprobar que Hermione no había tenido tanta suerte como ella. La revista Corazón de bruja había publicado un artículo en el que se calificaba a Hermione como "poco agraciada" y se insinuaba que iba detrás de magos famosos como Harry Potter y Viktor Krum, y que para ello preparaba filtros amorosos. Leyó el artículo durante una de las clases de Pociones, por lo que tuvo que esperar a estar fuera de la clase para poder hablar con la Gryffindor, dado que Eira continuaba sentándose junto a Orión. Para empeorar la situación, Snape descubrió el artículo, lo leyó en voz alta y se burló de Harry haciendo reír a los de Slytherin, además de separarlos a él y a sus amigos.

—Se está pasando —dijo Eira, indignada, en voz baja.

Orión no le hizo caso.

A mitad de la clase, alguien llamó a la puerta y entró Karkarov.

—Tenemos que hablar —le dijo a Snape, no sin antes lanzar una rápida mirada a Orión, que tenía la mirada clavada en ambos hombres y una expresión fría.

Karkarov insistió en que era importante, parecía incluso preocupado y, como no quería que Snape se escabullese, se quedó hasta que la clase finalizó. Entonces, Orión salió del aula rápidamente, algo furioso, ante la atenta mirada de los dos adultos y de Eira.

La chica se encontró con Hermione a la salida de clase.

—¿Estás bien? —le preguntó—. Lo que ha escrito Skeeter...

Sabía que a su primo no le importaría, porque al ser conocido estaba muy acostumbrado a que la gente hablase sobre él, y que tampoco creería que Hermione le había dado un filtro amoroso ni que hubiese roto el corazón a Harry. Le preocupaba más cómo pudiese afectar a su amiga.

—Sí, estoy bien —la tranquilizó Hermione—. No dice más que tonterías, y parece que no tiene nada mejor... Aunque no sé cómo sabe lo que Viktor me dijo.

—¿Te ha invitado a Bulgaria? —preguntó Eira, sonriendo—. Puede que mi familia vaya este año, si mi hermano no viene. Para ver a la familia.

—Bueno, me lo propuso cuando salió del lago, pero todavía no sé si iré o no...

Ron, que las escuchaba, no se mostraba demasiado contento.

Harry, que se había demorado en salir de la clase, apareció en aquel momento, nervioso. Las chicas dejaron la conversación para prestarle atención. Harry esperó a que estuviesen algo alejados de sus compañeros antes de hablar.

—Karkarov se ha subido la manga de la túnica y le ha mostrado a Snape su antebrazo —explicó apresuradamente—. Dice que nunca había estado tan clara... pero no sé a qué se refieren.

Eira supo de pronto de qué se trataba. No había muchas posibilidades, en realidad, y dado el lugar que Harry había especificado... Pero no podía ser cierto. ¿Podía ser aquello lo que tenía a Orión en aquel estado extraño? ¿Tenía todo aquello relación con su padre? ¿Lo sospechaban tamnién Luke y el resto de magos con los que se juntaba?

—¿La parte interior del antebrazo? —preguntó.

—Sí —confirmó Harry—. ¿Cómo lo sabes?

La Marca Tenebrosa. Era la única opción. Era normal que Harry no lo supiese, dado que no había crecido en el mundo mágico, pero no comprendía cómo Ron no lo había pensado, y tampoco Hermione. Eira siempre había sabido que los mortífagos llevaban en el interior del antebrazo la Marca Tenebrosa, y que Voldemort los llamaba a través de ella.

—Os veo más tarde —dijo de manera apresurada.

No quería contar su teoría sin antes tener confirmación de que sus sospechas eran ciertas. No deseaba que se preocupasen sin tener ninguna certeza... aquel no era un tema que pudiese tomarse a la ligara. Si realmente había alguna posibilidad de que Voldemort regresase, todo su mundo tal y como lo conocían cambiaría por completo. Era demasiada casualidad que aquello sucediese poco después de que Peter Pettigrew hubiese escapado el curso anterior, dado que era un antiguo mortífago.

—¡Orión! —gritó cuando vio al chico en un pasillo desierto. Ni siquiera le importó que él estuviese hablando con el profesor Moody. En aquel momento ni siquiera se planteó de lo que estarían hablando.

—Bueno, chico, tienes potencial, pero no lo desperdicies —fueron las últimas palabras del profesor.

Lanzó una extraña mirada a Eira y se marchó, dejando solos a los dos Slytherin. La bruja supuso que habrían estado hablando acerca del rendimiento de Orión en Defensa Contra las Artes Oscuras o algo semejante. ¿Qué más podía ser?

—Karkarov le ha enseñado a Snape algo en su antebrazo... ¿la marca de Voldemort? ¿Está esto relacionado con tu padre?

Orión miró alarmado a su alrededor para asegurarse de que nadie había escuchado las palabras de Eira. Después la agarró por el brazo sin demasiada fuerza, y la hizo entrar con él en un aula desierta que después insonorizó para que nadie pudiese escuchar lo que decían.

—¿De dónde has sacado eso? —preguntó.

—Vamos... Karkarov es un antiguo mortífago, ¿no es así? No hace falta pensar mucho para saber o que sucede. Harry ha dicho que le ha oído decir que nunca había estado tan clara. ¿Qué está ocurriendo con tu padre?

—No te metas en esto, Eira —advirtió el chico—. Es más grande de lo que había imaginado al principio... será mejor que no indagues al respecto.

—Pero los Montague lo saben, ¿verdad? Y también otros de tus "amigos"...

—Y los he obligado a hacer un Juramento Inquebrantable —aseguró Orión—. No intentes que Luke te cuente nada.

Eira no esperaba aquello. ¿Obligarlos a realizar un Juramento Inquebrantable? Aquello era ir demasiado lejos... si lo rompían por algún motivo, morirían. ¿Qué sabrían para haber llegado a tal extremo?

—¿Y mis padres? —preguntó, recordando la buena relación que mantenían con Orión y que su madre había sido cercana a Voldemort—. ¿Lo saben?

—Deben de saber algo, aunque no sé cuánto —admitió el chico—. Quieren que te proteja, que te aleje de todo esto... Saben que es peligroso.

—Pero tú estás metido hasta el fondo, y tienes mi misma edad. Y Harry... ¿por qué está él en el Torneo de los Tres Magos?

—Yo soy el hijo de Voldemort, del Señor Tenebroso; no tengo opción —respondió el chico—. Aunque me mantuviese al margen, todos pensarían que estoy implicado y desconfiarían de mí. Pero tú no eres como yo. Tú tienes otras ideas, eres diferente a la mayor parte de los Slytherin, y no sabes en lo que estás a punto de meterte.

Eira quiso decir que no le importaba, que lo haría si así podía ayudar a Harry, que él no merecía nada de lo que le estaba sucediendo, pero Orión ya había dado media vuelta y se marchaba del aula, dejando a la bruja sola y con mil preguntas en la cabeza.