Capítulo 11: Conociendo la primera prueba
Durante los días posteriores, El Profeta publicó un artículo escrito por la periodista Rita Skeeter en el que, en lugar de hablar acerca del Torneo de los Tres Magos, se hacía una biografía completamente alterada de la vida de Harry.
—Yo no he dicho nada de eso —aseguraba el chico.
Y Eira le creía.
El artículo mencionaba, entre otras cosas, que Harry y Hermione mantenían una relación y eran novios. La periodista había estado a punto de añadir emoción al asunto mencionando también a Eira, pero sus padres habían intervenido a tiempo. Por suerte para la estudiante, Skeeter sabía que no era conveniente mantener mala relación con la familia Sayre.
Harry tuvo que aguantar comentarios acerca del artículo por los pasillos del colegio durante días. Los alumnos de otras casas, especialmente Slytherin, lo molestaban en cuanto podían, y la mayor parte de alumnos llevaba insignias de apoyo a Cedric. Ron, por su parte, continuaba enfadado con Harry.
—Deberíais arreglarlo —trató de convencerlo Eira un día—. Sois amigos...
Pero el pelirrojo había negado con la cabeza, muy convencido. Continuaba pensando que Harry deseaba llamar la atención más que nada y que era el motivo por el que había metido su nombre en el cáliz y había concedido una entrevista a Rita Skeeter.
Los días pasaban rápidamente, y la primera prueba del torneo cada vez estaba más cerca. Harry no sabía aún en qué consistiría, pero estaba nervioso.
Eira se acercó a Viktor durante la cena un día. No se había acercado demasiado a él desde que había llegado a Hogwarts, dado que siempre estaba rodeado por alumnos de Durmstrang o por molestas alumnas que lo seguían a donde fuese. Incluso a la biblioteca, donde Viktor pasaba mucho tiempo. Hermione se lo había contado a Eira, quien se mostró sorprendida al saber que Krum pasaba tiempo en aquel lugar.
—¿Sabes algo de la primera prueba? —preguntó en voz baja.
—Aún no, pero puede que Karkarov me diga algo pronto —comentó él—. No estoy demasiado preocupado, en realidad.
Eira suponía que estaría acostumbrado a la presión por los partidos de quidditch. Al contrario que Harry, quien estaba muy nervioso y, además, no contaba con el apoyo de su colegio.
—Me alegro. Oye, Viktor... me han contado que vas mucho a la biblioteca.
Él sonrió un poco. Sabía por qué lo decía ella, se conocían bien.
—Esa amiga tuya, Hermione...
—Te gusta —comprendió Eira, soltando una carcajada.
Varias alumnas se volvieron para mirarla, algunas con envidia. Eira puso los ojos en blanco al darse cuenta de ello, y Viktor sonrió.
—Trátala bien —advirtió la bruja.
—Sabes que lo haré.
Eira sabía que a Hermione no le interesaría Viktor por ser una estrella de quidditch, pero estaba segura de que, de alguna manera, él lograría que ella se fijase en él. Siempre lo hacía. Sonrió al imaginarlos juntos. A decir verdad, nunca lo habría imaginado, pero le gustaba la idea de ver juntas a dos personas a las que quería.
—Espero que me mantengas informada.
Él asintió con la cabeza.
—¿Y tú? ¿Qué tal estás con Luke?
Eira miró hacia su derecha. A unos metros de distancia, Luke reía junto a su hermano y varios amigos. Se le veía relajado. Pareció darse cuenta de que alguien lo observaba, pues miró a su alrededor y, cuando vio que se trataba de Eira, le dedicó una sonrisa antes de volver a su conversación. La bruja miró a Viktor de nuevo.
—Bien —dijo—. Nadie me había gustado tanto —confesó después.
—Espero que os vaya muy bien.
Aquella noche, tras la cena, Harry le contó a Eira que había quedado con Hagrid. Cogería su capa invisible para ir hasta la cabaña del guardabosques por la noche. Sentía curiosidad por lo que se traería entre manos el hombre. Después, a la una, lo había citado Sirius en su sala común. Le había contado a su padrino todo lo sucedido.
—Puede que Sirius sepa algo más o pueda sacar más conclusiones que nosotros —comentó Eira. Estaba completamente a favor de que el padrino de su amigo supiese todo lo que estaba ocurriendo alrededor de Harry.
—Eso espero —suspiró Harry.
—Bueno... tengo que ir a mi sala común. Cuéntame mañana lo que descubras, ¿de acuerdo?
Harry asintió y vio cómo se marchaba con sus compañeros de casa. No pudo evitar pensar que la bruja encajaría mucho mejor en Gryffindor, dado su carácter. Lamentaba que no estuviesen en la misma casa y no poder pasar más tiempo con ella. Sin embargo, ella parecía sentirse cómoda en Slytherin y no desear cambio alguno.
Eira vio a Luke por el camino y se acercó a él. Harry sintió un extraño sentimiento de rabia hacia el mago cuando vio cómo pasaba el brazo alrededor de los hombros de ella y se acercaban, demasiado para su gusto.
A la mañana siguiente, Eira fue a buscar a Harry y Hermione después del desayuno. Estaba impaciente por saber qué había sucedido la noche anterior. Harry no tardó en explicárselo.
—Hagrid me llevó cerca del bosque y... vi lo que nos espera en la primera prueba. Son dragones. Al parecer, deberemos burlarlos.
Eira abrió mucho los ojos. No había esperado algo así. Dragones... ¿Pretendían que un alumno de cuarto curso se enfrentase solo a un dragón?
—Pero... ¿cómo lo harás? No...
—Lo pensaré —aseguró él—. En cuanto a Sirius, me dijo que Karkarov había sido mortífago. Salió de Azkaban por delatar a otros como él. Sirius cree que él puede tenido algo que ver con el hecho de que yo esté en el torneo. ¿Has oído acerca de la desaparición de Bertha Jorkins, del Ministerio? Desapareció en Albania, donde los últimos rumores sitúan a Voldemort, y puede que todo esté relacionado... Voldemort podría saber sobre el Torneo de los Tres Magos.
Eira no sabía nada acerca de la desaparición de aquella mujer. Pero si realmente había desaparecido en Albania y los rumores situaban en aquel lugar a Voldemort, era muy posible que hubiese tenido relación. Eira no confiaba demasiado en las casualidades, no en el mundo mágico y, especialmente, cuando estaban relacionadas con Voldemort.
—Orión ya me había dicho que Karkarov había sido mortífago —comentó—. No cree que haya sido él, pero tampoco confía en él.
Sin embargo, el hecho de que Voldemort pudiese saber acerca del torneo que se celebraría en Hogwarts lo cambiaba todo. ¿Había sido capaz de enviar a alguien que llevase a cabo algún plan para acabar con Harry?
—Puede que Orión no lo sepa —comentó Hermione—. Tal vez su padre no confíe en él lo suficiente. Al fin y al cabo, no lo conoce.
Eira lo zdudaba. Cualquier persona que conociese a Orión sabría que no traicionaría a su padre. Ella estaba segura de que, de saber que Voldemort estaba llevando a cabo algún plan, no se lo impediría. Pero también sabía que había sido sincero al decir que no sabía nada.
Nota:
En mi otra cuenta, escribo historias originales, y hay haters que andan añadiéndola a listas de lectura de "obras basura". Solo son eso, haters que no se han tomado el tiempo de leer siquiera las historias.
Si alguno de vosotros escribe y le ocurre algo así, simplemente ignoradlo, porque no vale la pena. Solamente quería comentarlo por si a alguien le ocurriese lo mismo.
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