Capítulo 6
LA CLASE DE POCIONES
El viernes llegó finalmente, para horror de Harry y Ron. Draco estaba impaciente, y Eira estaba deseosa por preparar pociones. Daphne tenía miedo de equivocarse, dado que Snape era demasiado estricto. Nott y Zabini, por su parte, opinaban que sería una clase como cualquier otra y no le daban demasiada importancia.
La clase se impartía en las mazmorras. Dado que Harry y Ron se sentaron juntos, Eira se sentó al lado de Daphne. Orión prefirió tener como compañero a Theodore Nott antes que a su primo Draco, quien un tanto decepcionado, se sentó con Zabini.
Snape comenzó la clase pasando lista, y se detuvo en el nombre de Harry.
—Ah, sí —murmuró—. Harry Potter. Nuestra nueva... celebridad.
Draco, Crabbe, Goyle y varios miembros de Slytherin rieron al escuchar aquello, y Eira les lanzó una mirada. Orión, por su parte, no se burló, pero lanzó una mirada de profundo odio a Potter. Eira lo vio y sintió miedo inevitablemente, a pesar de saber que el odio no estaba dirigido a ella. Nadie más pareció percatarse de ello.
Snape comenzó a hablar sobre el arte de las pociones, y Eira lo miraba sonriendo sin apenas darse cuenta, imaginando el caldero hirviendo y la cantidad de pociones que podría aprender a elaborar en aquella asignatura. El profesor no parecía apreciar demasiado a los alumnos.
De pronto, se volvió hacia Harry.
—¡Potter! ¿Qué obtendré si añado polvo de raíces de asfódelo a una infusión de ajenjo?
Estaba claro que Harry no esperaba una pregunta y que no sabía siquiera de qué le hablaba el profesor. Eira sabía la respuesta; era una pregunta muy básica y su madre se lo había explicado años atrás. Pero era obvio que, quienes procediesen de familias muggles o no se hubiesen criado con magia, no lo sabrían.
—No lo sé, señor —tuvo que responder Harry.
Eira no esperaba que el jefe de su casa continuase metiéndose con el azabache, pero parecía no haber quedado satisfecho e hizo otra pregunta.
—Es evidente que la fama no lo es todo. ¿Dónde buscarías si te digo que encuentres un bezoar?
Hermione no dejaba de agitar la mano en el aire, aunque Snape no le prestaba atención. Mientras Harry admitía que no lo sabía, Draco y sus amigos reían abiertamente.
Cuando Snape hizo la última pregunta, Hermione se levantó, levantando el brazo, deseando responder. Eira puso los ojos en blanco al verla. ¿Acaso pensaba que era la única que sabía las respuestas? Ella también las sabía, y no le cabía duda de que Orión también.
Harry respondió que no lo sabía, y propuso que se lo preguntase a Hermione, pero a Snape no le gustó la respuesta y resto un punto a la casa de los leones por el descaro del azabache.
—¡Siéntate! —le gritó a la Gryffindor—. ¿Alguien en esta clase sabe las respuestas?
Hermione levantó de nuevo el brazo, y Orión y Eira hicieron lo propio. Ambos llamaron la atención del profesor, quien se dirigió a ellos.
—Sayre. Black.
—Asfódelo y ajenjo producen una poción para dormir tan poderosa que es conocida como Filtro de Muertos en Vida —respondió Eira, y miró a Orión para dejar que fuese él quien completase la explicación.
—Un bezoar es una piedra sacada del estómago de una cabra y sirve para salvarte de la mayor parte de los venenos. En lo que se refiere a acónito y luparia, es la misma planta.
Ambos se miraron con rabia tras haber contestado correctamente. Superarse mutuamente se estaba convirtiendo en un rato para ambos. Black había imaginado que sería el mejor de la clase con diferencia, y deseaba demostrar que nadie estaba a su altura. Eira, por su parte, simplemente continuaba con la rivalidad iniciada en la Ceremonia de Selección.
—Diez puntos para Slytherin por las explicaciones —dijo Snape, percatándose al instante de que algo sucedía entre los dos alumnos.
Hermione pareció decepcionada por no haber podido hablar y demostrar que ella también lo sabía.
Snape les ordenó hacer una poción sencilla para curar forúnculos. Justo cuando Eira se disponía a comenzar la mezcla con Daphne, el profesor se detuvo ante su mesa.
—He pensado que será interesante ver cómo trabaja con el señor Black —comentó, haciendo que Orión levantase la vista y lo mirase al oír su apellido—. Al fin y al cabo, parecen ser de los mejores de la clase...
A Nott no le importó cambiarse de sitio para quedar junto a Daphne, pero Eira lanzó una mirada asesina a Orión cuando llegó a la mesa del chico. Éste tampoco se alegró de tenerla por compañera.
—¿Comenzamos? —preguntó la bruja.
Ambos comenzaron la elaboración sin apenas hablar. Resultaba tan sencillo que no era necesario. Además, cada uno añadía sus mejoras a la poción, con lo cual el resultado final mejoraría considerablemente.
—Es mejor moler los colmillos de serpiente —comentó Eira al ver que su compañero se disponía a aplastarlos.
Orión la miró y siguió su consejo. Vio que la bruja tenía razón.
Cuando Snape, que hasta el momento había criticado a todos excepto a Malfoy, llegó a su mesa, quedó impresionado. Esperaba que ambos fuesen buenos estudiantes, pero no había esperado que mejorasen la poción de aquella manera con solamente once años.
—Cinco puntos para Slytherin —anunció—. Ninguno de mis alumnos había hecho nunca nada igual... A partir de ahora, elaboraréis juntos las pociones. Será interesante ver lo que conseguís durante el curso.
Y dicho aquello, se alejó. Eira miró a Orión con horror, mientras que él la observó con cierta curiosidad. Aquella chica era definitivamente mejor de lo que había esperado. Debía de proceder de una familia de sangre pura, pero no estaba interesada en la pureza de sangre. Y era de las mejores de clase, aunque le demostraría que él era el mejor.
—No me lo puedo creer —murmuró ella, contrariada—. Deberemos soportarnos durante todo el curso.
—A muchas les gustaría estar en tu lugar —le respondió Orión, encogiéndose de hombros.
—Te aseguro que preferiría tener a cualquiera como compañero antes que a ti —dijo Eira, molesta.
—¿A cualquiera? ¿Preferirías trabajar con Weasley, por ejemplo? ¿Con Parkinson? ¿Con Crabbe o Goyle?
La bruja debía admitir que no deseaba tener como compañero a ninguno de los Slytherin que él había mencionado, pero no consentiría que dijese nada contra Ron.
—Me gustaría trabajar con Weasley —soltó—. Es simpático, ¿sabes?
—Y un traidor a la sangre —le dijo Orión. La sujetó del antebrazo y la atrajo hacia sí para después susurrar—: Deberías tener cuidado y escoger mejor a tus amigos.
Eira se soltó del agarre justo en el momento en el que el caldero de Longbottom explotaba. Neville fue enviado a la enfermería y, por algún motivo, Snape culpó a Harry del accidente. Estaba claro que detestaba a Gryffindor y que sentía un odio especial hacia el azabache.
—Eso ha sido injusto —dijo Eira en voz baja.
Orión la ignoró por completo.
Una hora después, cuando salían de la clase, Eira se acercó a Harry, quien estaba enfadado por la actitud de Snape para con él. Ron le dijo que a sus hermanos también les restaba puntos, en un intento por tranquilizarlo.
—No lo provoques, Harry —recomendó Eira—. Odia a Gryffindor, y te castigará a la menor oportunidad.
—Lo sé... pero he perdido puntos para mi casa...
—Todos lo comprenderán. Estamos hablando de Snape, Harry.
—Ya, lo sé... Vamos a ver a Hagrid, ¿quieres venir?
—Iré con los de mi casa; os veré más tarde.
Se despidió de los chicos y fue junto a Nott, Zabini y Daphne, quienes sonrieron al verla. Theodore incluso se permitió bromear acerca de la clase de Pociones que acababan de tener.
—Millicent estará celosa —comentó—. Un curso elaborando pociones al lado de Black...
—Un infierno —suspiró Eira—. Nos resultará difícil no matarnos mutuamente. Incluso pretende que no me junte con quienes no son sangre puras...
—Te aseguro que hay quienes te consideran afortunada —comentó Daphne—. He escuchado decir a varias alumnas que darían lo que fuera por poder acercarse a Orión Black... dicen que es demasiado atractivo.
Eira no podía negar que aquellas chicas estaban en lo cierto, aunque a ella no le llamaba la atención el aspecto de Orión. En cambio, el de otro chico de Slytherin...
—Les cambiaría mi sitio en Pociones.
—Al menos ganaremos puntos —comentó Zabini—. Si sois tan buenos elaborando Pociones, Snape tendrá que darnos puntos.
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