Capítulo 11
A pesar de que las palabras de Dimitry le aliviaron un poco, Eijirou sufrió los pocos días que quedaban para Navidad. Tras la última agresión todos le miraban con miedo, y no le dirigían la palabra. Su única compañía eran sus amigos y los de Todoroki, que tampoco creían que él fuese el heredero de Slytherin.
Sin embargo, Touya y Natsuo se burlaban todo lo que podían de la situación en la que estaba, y a menudo le decían que petrificase a Aizawa para no tener que ir a sus clases. Reiji tuvo que ponerlos a raya y hacerles limpiar los trofeos, pero continuaron con sus idioteces. Eijirou cada vez se sentía peor, y sus amigos intentaron por todos los medios animarle.
-Tú tranquilo, Touya y Natsuo son así, sólo se divierten.
-Pero no son sólo ellos Denki, todos lo piensan. Y comienzo a creerlo yo también.
-¡Eso no es verdad!
-Piénsalo Sero, yo no sabía que podía hablar pársel, puede que los ataque sin pensarlo. A lo mejor os llego a atacar a vosotros sin quererlo.
Un golpe sonó resonó por toda la sala. Mina le había dado en la cabeza con un libro.
-¡Ya déjalo idiota! Si fueses el heredero lo sabríamos, eres pésimo para ocultar cosas. Ahora vamos a relajarnos y no volveremos a hablar de esta idea estúpida, ¿queda claro?
La mirada de la chica los hizo estremecerse, y los tres asintieron con rapidez.
La mañana de Navidad llegó. Hacía un precioso día en el que el sol brillaba, y la nieve ocupaba los campos alrededor del colegio. Pero para alguien no todo fue color de rosas.
-¡Despierta Denki!
El chico besó el suelo a la vez que su colchón caía encima suya.
-¡¿Pero qué te pasa Eijirou?!
-¡Te devolví lo del año pasado!- El chico estaba en el suelo desternillándose de risa, con algunas lágrimas en los ojos.
-¿Estás bien Denki?
-Sí, gracias Sero.
El rubio se levantó y con ayuda de Sero colocó el colchón en su sitio junto con las sábanas mientras Eijirou terminaba de reír. Bajaron a la Sala Común encontrando, para su sorpresa, a los amigos de Todoroki junto con Dimitry y Nicky.
-¿Qué hacéis aquí chicos?
-Bueno,- Le dijo Momo.- Shoto nos ayudó a entrar para celebrar todos juntos y abrir los regalos. A Tenya tuvimos que traerlo por las malas.
-Estamos incumpliendo el reglamento.
-¡Eso no importa, importan los regalos!
Jirou y Uraraka se lanzaron a abrir los suyos, y al poco todos estaban rompiendo los envoltorios. Como el año pasado, Eijirou recibió el jersey de la madre de Bakugo, y además era de diferentes colores.
Después de abrir todos los paquetes, bajaron al Gran Comedor a desayunar. Mientras el grupo de Todoroki se adelantaba, Dimitry y Nicky pararon a los chicos.
-La poción ya está lista, deberíamos llevar el plan a cabo lo antes posible.
-Podría ser esta noche. Monoma siempre tarda muy poco en comer, y sus amigos suben después.
-¿Y cómo conseguiremos sus túnicas?
-Eso está solucionado. Cogimos un par de uniformes y los tenemos en nuestra habitación. Lo único que tenéis que hacer es impedir que vayan a la Sala Común mientras estáis allí.
-Sero, ¿se te ocurre a ti algo?
-Bueno, en la última clase de Pociones hicimos un somnífero, y guardé el mío por si lo llegaba a necesitar. Podríamos ponerlo en unos pastelitos y hacer que se los coman.
Tras el desayuno, pasaron todo el día jugando al quidditch, y a la hora de cenar observaron con disimulo la mesa de Slytherin. Al poco rato Monoma se despidió de sus amigos y salió.
-Bien, hay que salir ya.
Sero cogió un par de pasteles y los roció con el somnífero. Salieron al pasillo y se ocultaron detrás de una estatua, colocando los dos pasteles en las escaleras, para que Sen y Kosei los vieran.
Al poco tiempo los vieron salir entre risas por la gran puerta, hasta que se pararon delante de los pasteles. Vieron que Sen le hacía un gesto a Kosei y que tomaban cada uno un dulce para posteriormente comerlo.
Los dos cayeron inmediatamente al suelo profundamente dormidos.
-Mira que son burros...- Dijo Denki.
Los arrastraron a un pequeño cuarto y cerraron con llave, no sin antes coger algunos pelos de cada uno. Después fueron corriendo al baño donde los esperaban Dimitry y Nicky. Les dieron los pelos y ellos los vertieron en un líquido gris que burbujeaba. Sin duda no tenía la mejor pinta del mundo.
-Tenéis que beberlo entero. ¿Quién irá?
-Yo prefiero no hacerlo.- Dijo Mina.
-Apoyo a Mina, chicos iréis vosotros.- Sero se echó atrás.
Eijirou y Denki tomaron cada uno un vaso con poción y la bebieron. Eijirou por poco vomita, pero se aguantó y terminó todo el líquido, si se le podía llamar así.
-Creo... Que voy a vomitar...
Denki corrió a uno de los cubículos y se encerró allí vomitando toda la cena. Él sin embargo no sentía tantas náuseas, pero se mareo y acabó apoyándose en un lavabo. Al observarse al espejo vio que sus ojos ya no eran rojos, sino marrones de un color oscuro. Su pelo se estaba acortando y ya no era el mismo, sino casi negro. Además era un poco más alto y menos enclenque.
-¡Estás genial Eiji!
-Bien, la poción dura una hora, será mejor que te cambies rápido.
Dimitry le tendió un uniforme y él fue a cambiarse, le quedaba perfecto. Al salir se encontró a Kosei, que debía ser Denki. Se despidieron de sus amigos y junto con Dimitry y Nicky fueron hacia las mazmorras.
Al llegar, Dimitry se paró frente a un muro de piedra.
-Sangre pura.
El muro se dividió dejando ver una puerta por la que entraron a la Sala Común.
-Nosotros esperaremos aquí. Monoma suele estar en vuestra habitación, subiendo las escaleras a la derecha. No os retraséis mucho o el efecto desaparecerá.
Los chicos asintieron y subieron las escaleras entrando en el cuarto que les habían indicado. No había mucha diferencia con su dormitorio, sólo los colores.
Monoma se encontraba leyendo un libro en la que supusieron, era su cama. Al notar que alguien había entrado, levantó la mirada y los vio parados en la puerta.
-¿Os vais a quedar ahí todo el rato?
Los dos se sentaron en las camas que correspondían a Sen y Kosei por los nombres que tenían grabados los baúles que estaban a los pies. Monoma dejó el libro y se tumbó en la cama.
-Me sorprende que el profeta no haya dicho nada aún sobre los ataques, Toshinori debe de estar encubriéndolo todo. Sin duda es lo peor que le ha pasado a Hogwarts.
-¡Te equivocas!
Eijirou soltó eso sin pensárselo, y notó la mirada de angustia de Denki desde la otra cama.
-¿Es que crees que hay alguien peor que Toshinori?
-Em... ¿Kirishima?
-En eso te doy la razón. Kirishima, ese estúpido idiota. ¡Y la gente piensa que es el heredero de Slytherin!
-Pero tú sabes quien es, no?
-No Sen, ya te lo dije ayer. ¿Acaso me escuchaste? Eso sí, me ha llegado hoy una carta de mi padre. Me ha dicho que hace cincuenta años alguien abrió la cámara. No me contó quién, pero lo expulsaron. Además, antes de que lo atraparan, murió un sangre sucia. Seguramente pase lo mismo esta vez. En lo que a mi respecta, quiero que sea el gafotas con frenillos, Hanta Sero.
Denki se levantó de golpe con la intención de pegarle, pero Eijirou reaccionó a tiempo y le sostuvo.
-¿Pero qué os pasa? Estáis muy raros.
Eijirou se inventó una excusa y se giró hacia Denki.
-Cálmate o nos descubrirá.
-Eijirou... La cicatriz de tu ojo está volviendo.
Eijirou se tocó el ojo y notó la marca. Al fijarse de nuevo en Denki, notó que la marca con forma de rayo estaba volviendo, a la vez que sus ojos volvían a ser dorados.
-Tú también estás cambiando, hay que salir de aquí ya.
Se dirigieron hacia la puerta y salieron de allí mientras que Monoma les gritaba que a dónde iban. Corrieron hasta la puerta, donde les esperaban Dimitry y Nicky.
Cruzaron los pasillos hasta el baño del segundo piso donde Mina y Sero hablaban con Tsuyu. Para cuando llegaron junto a ellos ya volvían a su apariencia original. Tsuyu se fue para dejarlos hablar tranquilamente. Los dos chicos se cambiaron y les contaron lo que habían averiguado.
-Al final no ha servido de mucho...
-No nos desanimemos chicos, ya se nos ocurrirá algo.
Volvieron a sus cuartos con un sabir agridulce. Al menos podían descartar a Monoma de la lista de sospechosos.
Los exámenes no ayudan :') Espero terminar ya y poder escribir todos los días.
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