Los minutos pasan y pasan pero aún no han conseguido el lugar en donde tienen escondida la droga, mientras Ehilyn duerme todos estamos desesperados buscándola.

  Ehilyn se mueve inquieta, hay veces que grita. Se supone que está descansando pero me doy cuenta que no es un sueño muy placentero. A veces pienso, que necesidad tenía el Russo de matarla, si solo es una chica la cual ha sido maltratada por la vida una y otra vez, ella no merecía todo ésto, ella merecía una familia normal con una vida normal, sin dolor, sin soledad, sin estrés, sin nada que le hiciera daño, y a pesar de tener tan solo dieciocho años, a pasado por las peores situaciones que una persona puede pasar.

  Siento su respiración agitada, posiblemente esté teniendo pesadillas o algo así por culpa de la droga que está aún en su cuerpo. Hay momentos en donde su cuerpo tiene pequeños espasmos, se que algo la está atormentado dentro de su cabecita. Maldita sea, ¿por qué simplemente no se quedaba con la fortuna y ya? Pues no, el quería era verla muerta. Pero a la fin y al cabo. Ya todo acabó.

  Con delicadeza quito un mechón de cabello que se había infiltrado en su camisa, y me percato de algo, lleva puesto el collar que "le dio el desconocido", recuerdo perfectamente el día que lo compré.

  Era de noche, fui a una joyería llamada Your Perfect Jewel, me había atendido un señor mayor de unos sesenta años, tamaño promedio, vestía una camisa color blanco con pequeños detalles marrones, y un pantalón negro de vestir, (si, a veces puedo ser muy detallista con las cosas), pero lo que más me llamó la atención fue su expresión al verme, sus ojos brillaban de alegría y emoción, creo que hacia ya tiempo no iba nadie a ese lugar en busca de joyas. Le había explicado un poco de lo que buscaba y de lo que tenía planeado hacer para entregárselo a la persona. Y me dijo:

-Me recuerdas a cuando yo era joven, sí- asiente con la cabeza -tenía más o menos tu edad, era una tarde de otoño del sesenta y cuatro, las hojas caían de los árboles constantemente y se las llevaba el viento al ritmo de la madre naturaleza, yo estaba sentado en una banca de un pequeño parque el cual casi nadie visitaba, siempre había sido un chico al que le gustaba mucho el silencio y estar sólo con sus pensamientos, hasta que la vi a ella, una joven muy bonita, piel tostada con un cabello color cobrizo, y una sonrisa muy encantadora, se había sentado a mi lado y comenzamos a entablar una conversación muy amigable, ella me había dicho que su padre había muerto hacia ya unos años y que ese parque era uno de los pocos recuerdos que le había dejado y que de vez en cuando iba allí para recordarlo, luego de una media hora de charla ella se tuvo que ir, nos volvimos a encontrar unas dos veces y más y ya teníamos una muy bonita amistad; en ese entonces me di cuenta de que por primera vez en mi vida me había enamorado, decidí hacer lo mismo tú tienes planeado, busque la joya más hermosa y delicada que tuviera en la joyería del lugar en donde vivía y la compré, la coloqué en un collar muy bonito y fino, luego de haber tenido todo listo la  deje en la banca que nos habíamos conocido envuelta en una pequeña caja y me tocaba esperar a que ella encontrara la caja. Luego de unas horas ella llegó,  encontró la caja y la abrió, sacó el collar y lo miró con emoción en su rostro, me acerque a ella y me le declaré, y ¿sabes algo chico?, no me arrepiento de haber tomado esa decisión, porque nos casamos y actualmente tenemos tres hijos y ocho nietos. Por eso te daré un consejo chico: si piensas que ella es la indicada no dudes en hacer lo correcto.

  Luego de que me contará todo eso nos pusimos manos a la obra y planeamos como sería el collar. Pasaron unos dos o tres días y regrese a la tienda para buscarlo.

  Cuando llegué al lugar el anciano estaba muy contento de verme, pero antes de mostrarme el collar me dice -Quiero que tengas la misma suerte que yo tuve cuando era joven, asi que te daré un regalo muy importante para mí- se dirigió hacia los estantes que están atrás de él y trajo una pequeña caja, y me quedé asombrado con lo que vi, es el collar, pero es mucho mas hermoso de lo que había imaginado -la estrella que se encuentra en el medio la hice con la misma piedra con la que enamoré a mi amada- me entregó el collar y me dio un fuerte apretón de manos -Te deseo mucha suerte y felicidad chico, ojalá y a esa chica le guste tú detalle...