Oliver Forest

  Maldita sea, maldita sea, maldita sea. ¿En serio? ¿Autodestrucción? De verdad que hasta estando muerto nos sigue jodiendo la existencia el Ruso. Bueno en fin. Debemos movernos más rápido que nunca.

-¡FOREST! ¡AYUDA! ¡FOREST SÁCAME DE DE AQUÍ!- grita Ehilyn golpeando intensivamente la puerta.

-Cálmate. Haré todo lo humanamente posible para sacarte de allí.

-¡Forest tengo miedo!- escucho su voz un poco entrecortada, posiblemente halla empezado a llorar.

-Cariño cálmate sí. Te voy a sacar de allí.

-¿Cariño? Y después andas diciendo que "no es tú chica"- lo último lo dice haciendo con las manos unas estúpidas comillas.

-Maldita sea Scarlett, cállate y ayúdanos a buscar la forma de sacarla de allí.

  Empiezo a dar vueltas con las manos en la cabeza. -¡Joder que puta mierda!- E intencionadamente golpeo la pared con el puño rompiendome un poco los nudillos -Oye chico cálmate tú también- Joseph me sostiene los hombros para que me relaje.

  Joseph había estado callado. No había dicho nada desde que llegamos aquí. Se acerca más a la puerta -Oye niña ¿Ves por algún lado algo así como una puertesilla metálica?- ¿puertesilla metálica? -Sí- contesta Ehilyn de forma rápida -Ok, ábrela.

-No abre- ojalá no sea lo que creo que es -Niña, no tenemos tiempo. Busca algo para que lo puedas abrirla, pero ya.

  Pasan unos segundos y se escucha un fuerte golpe, y luego algo que cae al suelo -Listo, ya lo pude abrir pero no veo muy bien, aquí no hay casi luz. Hay muchos cables

-No importa. Ahora necesito que busques algo con lo que cortar.

  Silencio -Espera Joseph ¿planeas hacer lo que estoy pensado? Estas loco. Si corta algún cable que no debe quedaremos enterrados todos- espeto horrorizado.

-Lo se Forest. Pero entiende algo, los chicos aún no han podido encontrar el interruptor alli arriba y solo quedan cinco minutos para poder sacarla a ella y salir todos de aquí con vida. Es la única opción.

-Ya lo conseguí. ¿Ahora qué?

-Primero dime cuantos colores ves.

-Creo que son cinco. Azul, rojo, amarillo, verde y creo que hay uno negro.

  Tengo los nervios de punta. Por favor Dios, si de verdad existes, déjanos salir de aquí a todos con vida -Hermano cálmate, todo va a salir bien- Scarlett me rodea los hombros con su brazo, sabe que sí le pasa algo a ella moriré, sabe que en todo este tiempo ella a entrado en mi corazón como nadie lo ha hecho. Durante todo este tiempo he hecho hasta lo imposible para poder salvarla y hacer que no sufra más, quiero que tengo una vida tranquila, una vida normal...

-ALERTA, ALERTA, TRES MINUTOS PARA LA AUTODESTRUCCIÓN- Maldita puerta.

-Niña ¿tú alguna vez has estado en contacto con le electricidad?

-No, ¿por qué?- es obvio que no, siempre había sido una niña rica y mimada a la cual consentían en todo momento.

-Bueno, siempre hay una primera vez para todo. Tu vas a desactivar a Doña Autodestrucción.

-Esper-a, yo no puedo hacer eso. Y ¿si lo hago mal? Y si-

-Niña no hay tiempo. Tu harás lo que yo te diga y nada va a pasarnos. ¿Cuantos rojos ves?- estamos en un momento crítico -Seis.

-Ok, vas a cortar cinco de ellos, y ¿cuantos azules hay?- Trago grueso, solo faltan dos minutos -Cuatro.

-Corta tres y el que te sobre lo vas a unir al rojo que habías dejado anteriormente- Espero que Joseph sepa lo que está haciendo -Pero y ¿si me electrocuto?

-No va a pasar eso si lo haces con cuidado. Pero hazlo rápido solo queda un minuto treinta...

  Pasan unos segundos. Que nervios.

-Listo ¿y ahora?

-Debería de haber los mismos números en amarillo y verde. Debes de hacer lo mismo que habías hecho con los rojos y azules.

-ALERTA, ALERTA, SESENTA SEGUNDOS PARA LA AUTODESTRUCCIÓN- Por Dios que esa maldita puerta se calle de una buena vez.

-¡Ehilyn rápido! No tenemos tiempo- grito exaltado. En este punto ya estoy demasiado asustado.

-¡¡Ya voy!!

-Niña ahora tendrás que cortar el negro que me habías dicho que estaba solo y unir los dos pares a él.

-Hermano vamos a morir. Quedan treinta segundos- En la cara de cada uno de los que estamos aquí se refleja fácilmente la desesperación, el pánico y la angustia.

-Ehilyn veinte segundos.

-¡¡¡¡No lo puedo cortar!!!!

-¡Niña hazlo con toda tu fuerza!

-Ehilyn tu puedes. Todos confiamos en ti. Nuestras vida y la tuya están en tus manos.

-DIEZ SEGUNDOS PARA LA AUTODESTRUCCIÓN.

-MALDITA SEA NIÑA. APRESÚRATE- Ya Joseph se ha empezado a alterar.

-¡Ya lo corte!

-No hables tanto y hazlo rápido.

-CINCO...

-CUATRO...

-TRES...

-DOS...

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