Pov Jungkook

Todo esto se tornaba muy raro. Jin y yo estuvimos buscando en el archivo de Taehyung papeles sobre el origen del enfermero (por los momentos desaparecido) Yuta. Sabemos que por su nombre, es de origen japonés. No sabemos más nada que eso.

Quería que Taehyung hablara con nosotros, pero incluso se niega a contarme a mí sobre el tema. Sonríe tan amigablemente y se mantiene tranquilo. Me asusta que sea tan, desprendido a todo lo que está sucediendo a nuestro alrededor.

— Un momento ¿cómo fue que Edawn, Hoseok y Jimin llegaron aquí? — Pregunto a Jin quien revisaba las gavetas del estudio de Taehyung. Estábamos en su departamento buscando alguna cosa que pudiera servirnos.

— Taehyung me llamó, me dijo que viniera a su departamento porque ellos llegarían aquí. Me dió sus llaves y luego se fue. No lo he visto desde ayer. — Responde Jin completamente despreocupado sin dejar de escarbar cada centímetro de las gavetas.

— Aquí falta una pieza en el rompe cabezas. Ay algo que- — Me Interrumpí al escuchar la puerta del estudio abrirse. Asustado me mantuve quieto viéndolo entrar. Era Taehyung, estaba vestido completamente de negro.

— ¿Qué hacen aquí? No van a encontrar nada.

Me miró con seriedad. Se quitó el suéter sin quitarme la mirada de encima acercándose muy lentamente. El traicionera de Jin salió corriendo dejándome a solas con Taehyung quien no se veía muy feliz de verme hurgar en sus cosas.

— Taehyung, yo-

— Si tienes algo que preguntarme, hazlo, pero desnúdate primero y luego te contestaré. — Ordena pasando a un lado de mí dejando su abrigo sobre su escritorio. — Aprovecha que estoy de buenas y me dieron ganas de ser sincero contigo.

¿Sincero? Me hacía dudar cuando era él el que utilizaba esa palabra para referirse a algo que supuestamente iba a declarar ¿Cuál era la necesidad de desnudarme? ¿Acaso tendría que darle una chupada en el pene por cada respuesta a mis preguntas? Absurdo.

— No voy a desnudarm- — Me interrumpió el golpe en mi mejilla. Vaya que ardía la bofetada que acababa de darme, y de seguro mi mejilla se ponía cada vez más roja. No podía creerlo. Taehyung acaba de pegarme ¡Ese infeliz!

— No te pregunté si lo vas a hacer o no, Jungkook. No te pedí opinión o aprobación. Te di una orden. Desnúdate.

Bien, esto es humillante. Nunca me vi capaz de hacer algo como esto por información. Hasta el momento solo tuvimos sexo por placer mutuo, sin embargo, me asustaba pensar en que Taehyung no era quien dice y demuestra ser.

Me senté en el escritorio y comencé a quitar la ropa de mi cuerpo muy lentamente viéndolo de reojo. Su mirada estaba fija en mí, en silencio, con expresión una neutra. Desabrocho mi pantalón y junto a mi ropa interior retiro ambas prendas al igual que los zapatos y las medias.

— Bien, ahora puedes preguntarme. — Murmura acercándose mientras me escanea con la mirada.

Me remuevo incómodo y bajo la mirada a mis pies descalzos.

— ¿Eres o no cómplice de Yoongi en éstos momentos?

— Lo fui, y quizás lo siga siendo, sin embargo, ahora que tengo lo que quiero, no creo que sea necesario seguir siendo su aliado. — Murmura sobre el lóbulo de mi oreja acariciando mi cintura.

— ¿Y qué es lo que quieres? — Con temor pregunté temblando ante su tacto.

— A ti.

Una parte de mí gritaba que sus palabras no eran ciertas. Tenía miedo, pero todas las dudas y diferentes pensamientos desaparecieron dejando mi mente en blanco apenas sus labios comenzaron un recorrido en mi cuello.

Jadeo arqueando mi espalda cuando su lengua comenzó a rodear mi pezón de forma circular. Una de sus grandes manos apretó mi muslo derecho mientras la otra se encargó de estimular mi semi erección que comenzaba a formarse por sus toques y besos.

Poco a poco su lengua y chupetones bajaron desde mi clavícula a mi abdomen que se contraía por el cálido y húmedo contacto de sus labios en mi piel, mis vellos se erizaban en cada corriente que me recorría de pies a cabeza a medida que su boca iba bajando por mi vientre.

Me empujó boca arriba en el escritorio a la misma vez que sus manos tomaron mis muslos y separaron mis piernas dejándome completamente expuesto ante él, a su merced.

Un gemido salió sin permiso de mis labios cuando sentí su lengua sobre mi entrada la cual se encargó de estimular una y otra vez mientras que bombeaba mi miembro lentamente con su mano libre. Arqueo mi espalda rasguñando la madera del escritorio a medida que sus dedos ahora entraban en mí lentamente.

Iba a suplicarle pero sentí como un tercer dedo me expandía dolorosamente. Soltando un chillido cubrí mi boca con el dorso de mi mano.

— Es tan placentero ver como comes de mi mano, me encanta verte así, tan dócil ante mis toques. La carencia de afecto hace que seas obediente.

Frunciendo el ceño gruño y me apoyo de mis codos viéndolo con enojo entre gemidos que son provocados por el estímulo en mis puntos más sensibles.

— Bastardo. — Logro decir cuando veo su mirada burlona sobre mí.

Sus manos se encargan de desabrochar su pantalón el cual baja junto a su bóxer dejando expuesto su miembro, se veía un poco húmedo y grueso, rojizo en la punta, lleno de venas. Trago saliva y muerdo mi labio inferior inconscientemente apretando mis manos en puños sin apartar la vista de su duro pedazo de carne.

— El lindo gatito se quedó callado. — Se burla mientras se coloca entre mis piernas posicionando su glande en mi entrada.

No dije nada, no me pareció necesario, y menos si lo único en lo que pensaba era en como su pene iba entrando muy lentamente en mí, expandiendo mi entrada.

Suelto un jadeo lastimero con su nombre en mis labios mientras me sujeto de sus hombros intentando no tensar mi cuerpo.

Sus caderas se presionaron contra mí haciendo que su longitud entrara por completo hasta lo más profundo que era capaz de llenar. Se mantuvo quieto a medida que sus besos y leves chupetones recorrían mi cuello de manera ruidosa provocándome escalofríos.

Moví mis caderas indicándole que podía moverse y así comenzó el vaivén. Poco a poco se fue moviendo lento, dando justo donde debía para hacerme chillar. Un hilo de saliva se deslizaba por mi mentón. Mis manos se aferraban a sus hombros, apretando su camisa a medida que la velocidad de cada embestida aumentaba.

Gemía a gusto por el frenético placer que me estaba otorgando. Sin embargo, justo cuando comenzaba a arrepentirme de tratar mal a Taehyung a la vez que golpeaba mi próstata, algo interrumpió el pequeño trance en el que solo pensaba en mi satisfacción.

— Tae, necesito que me des esa información.

Yoongi...

Apenado y asustado me sujeté de los hombros de Taehyung viendo como entraba Yoongi por la puerta de la habitación en la que nos encontramos.

— Joder, Yoongi ¿No ves que estoy ocupado justo ahora? —Se quejó Taehyung moviendo más fuerte sus caderas provocando que mis labios soltaran un quejido agudo por lo bruto que comenzaba a ser en cada movimiento.

— Si, no me importa si le estás metiendo la polla al llorón de Jeon, solo necesito darle eso a Lucas.

Insiste buscando entre los cajones del escritorio que estaban a mis espaldas la información a la que se refería. Intenté ver de reojo donde estaba aquello de lo que hablaban pero Taehyung sujetó con su pulgar e índice mis dos mejillas obligándome a verlo.

— Están en el tercer tramo de la biblioteca, la llave está en mi habitación. — Habló viéndome fijo. Quedándose inmóvil por unos pocos minutos que me parecieron completamente eternos.

Yoongi entre gruñidos salió azotando la puerta con fuerza. Estaba perdido. Cómo carajos iba a encontrar algo que no sabía ni qué era.

— Taehyung. S- Suéltame. — Intenté apartarlo pero sus manos sujetaron firmemente mis caderas haciendo que me pegara más a él.

— ¿En serio te estás arrepintiendo? — Se burla moviéndose ahora con fuerza contra mí. Sentí los espasmos avisando que mi orgasmo pronto llegaría.

Quería golpearlo. Joder.

— Yo voy a- a- — Rasguñando parte de su nuca, lo miré a los ojos mientras humedecía mis labios con mi lengua. Echando mi cabeza para atrás, me valió mierda si nos escuchaban o no, y me corrí en mi abdomen soltando un agudo gemido.

Escuché como gruñía y luego de arremeter un par de veces más, se corrió en mi interior. Jadeando agitado me dejé caer de espaldas al sentir que mi cuerpo estaba más relajado. Salió de mí y me dediqué a ver el techo pensando en absolutamente nada.

Siento sus labios sobre mi mejilla y suspiro cerrando los ojos con cansancio.

— Te ves tan hermoso incluso después del sexo. — Le escucho hablar, pero evito verlo o responder su comentario burlón.

Me levanto de golpe al escuchar un disparo. Agitado me bajo del escritorio y agachado recojo mis ropas asustado. El disparo venía del piso de arriba.

Taehyung salió corriendo apenas comencé a vestirme. Supuse que era algo grave o peor de lo que me imaginaba. Hubiese huido de no ser porque.

— ¡Min Yoongi, no te saldrás con la tuya! — Escuché a Jimin gritar a la vez que unos pasos apresurados en las escaleras me avisaban que alguien las bajaba rápidamente.

La puerta principal del departamento se cerró y seguido a ello unos gritos desesperados se escucharon en la parte de arriba.

Al terminar de vestirme, salí por el pasillo y corrí a las escaleras. Abrí mis ojos de par en par al ver a un maniático Jimin gritar y sangrar mientras sujetaba su abdomen en medio de las escaleras. Taehyung estaba paralizado, viéndolo fijamente.

¿Qué carajos acaba de pasar?

~o~

¡Gracias por leer!

Besos

Y mucha suerte, la necesitarás...

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Viajando al pasado...
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— ¿Por qué me haces esto? Yo te amo.

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Viajando al futuro
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— Próximo testigo pasar al estrado.

Mirando a los ojos al hombre el cual cree amar, comienza a llorar, dándose cuenta que él solo lo utilizó.

Caminó al estrado siendo visto por todos en la corte como un enfermo.

¿Acaso era su culpa haberse convertido en eso?

No.

Era culpa de él.

— Diga su nombre completo.

Le hablaron una vez se sentó siendo llamado como testigo, suspiró y se puso de pie.

— Mi nombre es...

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Viajando al presente...
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Pov Hoseok

Me senté en la cama con él. Tomé su mano y suspiré.

— Dime ¿Por qué sientes que eso te gusta? — Le pregunté amigablemente. Sabía que él no era ninguna amenaza, parecía ser un pequeño niño inocente.

— Es que yo-

— ¿Desde cuándo te sientes así? — Volví a interrogar dulcemente mientras acariciaba su mano.

— ¿Así cómo?

— Extraño. Esa fue la palabra que utilizaste para describir eso.

Asintió y bajó la mirada ante mis leves caricias. Suspiró y jugando con mis largos dedos comenzó a hablar.

— Hace un par de años. Vivía con mi familia. Éramos mi madre, mi padre, mi hermano mayor y yo.

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¡Peligro, peligro!
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Continuará

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[ Capítulo Corregido ✓ ]