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21

Pov Jimin

Recuperándome mentalmente de lo que acababa de pasar, vi que Yoongi se fué. Suspiré mirando ahora a Jin que estaba de brazos cruzados viéndome acusadoramente.

— ¿Qué? — Le dije de mala gana caminando hacia él sintiendo el dolor en mi cadera el cual ignoré. Solo estaba agitado. Sabía que quizá estaba mal hacer eso, pero ¿Por qué no hacerlo? Yoongi me deseaba y le gustaba marcarme como suyo. Prefería que lo hiciera con sexo a que lo hiciera con un cuchillo.

— Tienes serios problemas, Jimin. Comienzo a pensar que en serio te vendría bien aquel psiquiátrico. — Comentó siguiendo mi paso lento fuera de la oficina.

— Si no confían en mí y se ponen a pensar en mi estado mental, nunca van a atrapar a Yoongi. Me necesitan para eso. — Sonreí y luego volví mi mirada a la celda donde me estaba esperando Hoseok. — Así que no dejen de investigar todo, algo se le debe haber escapado.

No fue necesario más cruce de palabras. Abracé a Hoseok y nos acostamos en la cama que estaba disponible para los dos. Era una pequeña celda temporal. Dormí muy a gusto, al parecer Hoseok no tanto, pero no le presté mucha atención, estaba cansado, necesitaba reponer energías.

Al siguiente día nos levantaron muy temprano para llevarnos al tan nombrado psiquiátrico. Jungkook nos compró desayuno y Jin nos dió los típicos atuendos blancos para adaptarnos al ambiente de allá. Ya me sentía abrumado con pensar en compartir con tanta gente chiflada, sin embargo, nos aseguraron que tendríamos nuestras habitaciones individuales, una muy lejos de la otra. Lo único que me preocupó es que estaban separadas y no nos dirían quien estaba en cual habitación.

Eso sería un problema para mi plan de escape. Pero lo resolvería. Por ahora, examinaría el sitio y a las enfermeras, doctores, asistentes, etc.

Yoongi apareció justo cuando estábamos saliendo del cuartel policial. Yo no quise verlo para despedirme, así que lo ignoré. Ya estábamos a punto de montarnos en el transporte, sin embargo, el agarre firme en mi brazo izquierdo me detuvo y me hizo darme la vuelta para enfrentarme con ¿Taehyung?

— Jimin. — Me llamó en medio de un susurro. — Te estaré visitando martes y jueves. Así tendrás noción del tiempo y me aseguraré de que estés bien.

Asentí con la cabeza y me soltó. Sin quererlo vi a Yoongi de reojo, no parecía estar a gusto con que Taehyung tuviera la confianza para hablarme tan de cerca. De alguna forma, me divertían sus celos, sentía que tenía el poder por breves segundos, pero no sería tan fácil tener que lidiar con las consecuencias de ellos.

Sonreí mordiendo mi labio inferior y un leve empujón me hizo avanzar al interior del transporte en donde ingresé junto a Hoseok.

— ¿Crees que sea muy malo? — Me preguntó Hoseok tomando mi mano. Volteé a verle con tranquilidad para que no se preocupara demasiado.

— No lo será. Solo nos preguntarán cosas y ya. Es un lugar lleno de psicólogos y psiquiatras que cuidan de locos. Tú y yo sabemos que no estamos locos, no nos obligarán a tomar ninguna extraña medicina.

Por lo menos eso espero.

Se quedó tranquilo con mis palabras y apretando mi mano con la suya, me sonrió. Estuvimos así un par de horas en las que dormimos en el hombro del otro. Al llegar me pude percatar que había una especie de aroma a césped recién cortado.

— Jimin. Creo que llegamos. — Me llamó Hoseok frotándose uno de sus ojos. Menos mal yo llevaba unos minutos de haber despertado, porque era un poco difícil de despertar.

— Si. Eso creo.

En efecto, abrieron las puertas y lo primero que divisamos era una casa realmente grande con muchos jardines. Era hermoso, no parecía un psiquiátrico, era más bien como una mansión de dos pisos extensa que abarcaba una gran parte de todo el terreno.

Cuando entramos en los pasillos vimos a enfermeras llevando una que otra persona vestida de blanco. Se diferenciaban las enfermeras gracias a sus atuendos azul cielo, y también porque se veían como personas normales dentro de sus cabales.

A medida que íbamos avanzando, se veían chicos y chicas de diferentes edades dentro de su propio mundo, murmurando cosas contra la pared o mirando a un punto fijo no tan específicamente al alcance de cualquiera. Era como estar en un lugar donde las personas vivían en diferentes dimensiones.

No daba tanto miedo como sonaba, era mejor no toparme con algún loco que se uniera a mi realidad. No necesitaba más problemas de los que ya tenía.

Por fin llegué a una habitación. Me indicaron que era mía, yo estaba confundido ¿y Hoseok? ¿Cuál era su habitación?

Lo busqué con la mirada pero se despedía algo triste yendo a otro sitio con una enfermera que parecía ser tan amable la mujer que me jalaba al interior de la habitación.

— ¿A dónde lo llevan? — Pregunté al enfermero que abría la puerta de mi habitación.

— A otra habitación, nos dijeron que debían estar separados. Solo seguimos instrucciones. — Explicó sonriendo amablemente. Bufé y entré en la habitación deshaciendo el agarre de la enfermera en mi brazo. La habitación era espaciosa. Simple. Muy bonita. Con una cama tendida en blanco, paredes, suelo y techo del mismo color. Supongo que es para relajar a los pacientes.

Tenía una ventana grande y un baño pequeño. Entré para asegurarme de ver más cosas pero solo estaba la ducha, un lavabo y un retrete. Cansado de mirar mi aburrido rededor, vi al enfermero que se mantenía en el marco de la puerta.

— ¿Esto es todo? ¿Y la comida?

— No se preocupe, tendrá una enfermera o enfermero asignado que se ocupará de usted y sus necesidades ¿Quiere a una chica o a un chico?

— Un chico estará bien. — Odiaba tener que convivir con chicas. Usualmente me coqueteaban demasiado desde años atrás sin importar la edad.

— Bien, vendrán con su comida en breve ¿Qué desea comer?

Bien, esto era raro. Se supone que es una especia de cárcel-psiquiátrico. No un hotel gratis.

— ¿Qué? ¿Esto es una especie de broma? — Reclamo cruzándome de brazos.

— Disculpe, el dueño del lugar nos ha especificado que le pidamos opinión en cuanto a lo que prefiera. No queremos disgustos o mal entendidos. Me retiro, con su permiso.

¿El dueño? ¿Quién era el dueño? No podía ser Yoongi o lo hubiesen descubierto de inmediato al traerme aquí. Debía ser alguien que ¿me conociera? Imposible.

Me senté en la cama y al sentir algo moverse debajo me sobresalté. Me inclino viendo por debajo de la cama alzando la sábana y chillo asustado cuando veo a un chico acurrucado viéndome fijamente.

— ¡¿Quién mierda eres tú y qué haces en mi habitación?! — Grito exasperado.

El chico sale de su escondite y se sienta como indio al frente de mí en el suelo. — Perdón, creo que te asusté. No fue mi intención. Solo te esperaba.

— ¿Me esperabas? ¿Por qué?

— Eres el nuevo, me dijeron que asesinaste gente y quería saber que se siente. Normalmente yo solo tocaba personas ya muertas. Aunque aquí ya no me dejan hacerlo. — Hace un puchero bajando la mirada y vuelve a subir la cabeza. — Mi nombre es Hyojong, pero me puedes decir Edawn ¿Cuál es tu nombre?

— S-Soy Jimin. Pero, yo no asesiné a nadie.

Ese chico me asustaba, demasiado. Parecía ser inofensivo pero extraño esquizofrenico. Si decía haber tocado gente muerta me daba escalofríos.

— Te creo. Yo tampoco asesiné a mi hermano. Solo tuve sexo con él, aunque ya estaba muerto para entonces. Las personas que me trajeron aquí piensan que lo maté. — Hablaba con naturalidad sin dejar de verme con esa expresión infantil y curiosa. — Así que si dices que no lo hiciste, te creo, Jijimin.— Sonrió y se acercó un poco.

Bien, estaba con un necrofílico en mi habitación. No sé por qué no he salido corriendo de aquí. Cierto, estaba encarcelado.

— Edawn. No me siento cómodo contigo cerca. — Fui sincero mirándolo algo asustado.

— Tranquilo, solo tengo sexo con gente muerta. Tú estás vivo. — Se acercó más gateando hacia mí y luego se puso de pie. — A mí me cuida una chica, ya que ella no me atrae. Por lo menos eso me dijeron. — Ladea su cabeza. — Me pareció tan raro que te preguntaran que quieres comer. Normalmente solo nos traen la comida y ya.

Edawn hablaba demasiado, aunque lo hacía lento y tranquilo. Al parecer le gustaba ser escuchado. Normal, era probable que la mayoría de las enfermeras no quisieran entablar una conversación con él debido a su trastorno mental.

— También fue raro para mí. Yo- — Iba a seguir hablando pero la manija de la puerta sonó un poco. Dirijo mi mirada a la puerta esperando a que se abra. Edawn se vuelve a esconder bajo la cama antes de que la puerta se abra.

— Vaya. Creo que será perfecto para nosotros la habitación al final del pasillo ¿No lo crees, cariño?

¡¿Yoongi?!

— Qué haces aquí. No puedes estar aquí.

— Jimin. No soy tu enfermero. No te preocupes. — Sonrió mostrando sus encías y cerró la puerta a sus espaldas. — Solo vengo a decirte que todas las noches vendré a ver cómo estás.

Se aproximó a mí y se inclinó besándome en los labios.

— Escaparé. Ya verás. — Susurré molesto.

— Puede que escapes. Pero siempre vas a extrañarme. — Susurra en mi oído recostándome de a poco sobre la cama. — Extrañarás mi voz. Mis besos. Extrañarás todo esto que te doy y a lo cual eres adicto. — Comenzó a besar mi cuello lentamente.

— Te odio, imbécil. — Balbuceo empujándolo.

— Puedes mentirte si quieres, pero sabes que me amas tanto como yo a ti. — Se alejó con una expresión seria en el rostro y sonrió. — Nos vemos. — Se despidió con la mano y salió abriendo la puerta volviendo a cerrarla una vez estuvo fuera.

Gruñí molesto pataleando y en un arranque de rabia lanzo la almohada a la pared restregando mis dedos en mi cuero cabelludo, desordenando mi cabellera con frustración.

— ¿Ese es tu novio? — Escuché la voz suave bajo mi cama.

Suspiro y miro el techo mientras me dejo caer de espaldas en la cama. — Algo así. No lo sé.

— No sabía que eras novio de Yoongi. — Habló saliendo de abajo de la cama, sentándose esta vez a mi lado.

— Espera. — Me reincorporo sentándome. — ¿Conoces a Yoongi?

— Claro. Es amigo del dueño ¿No lo sabías? Vaya. Eres muy mal novio. — Hace una mueca pensativa. — Si, él y el dueño son buenos amigos. — Me sonríe arrugando la nariz. Aún no dejaba de parecerme algo escalofriante.

— ¿Quién es el dueño? — Pregunté sin comprender a lo que se refería. Todo comenzaba a tener sentido. Estaba en un psiquiátrico bien parecido. Como si fuera hecho para personas que hayan formado parte de familias de buen rango social con mucho dinero.

— ¡El dueño es tan guapo! ¡A mí me gusta tanto! — Se emociona chillando como si fuese una adolescente enamorada. Sonreí un poco al ver sus mejillas sonrojadas. — Él me encanta. Es joven, apuesto, de piel tan linda llena de lunares, sus labios son carnosos y su mirada seria. — Suspira. — Cuando lo vi por primera vez me flechó el corazón. Fue la primera ocasión en la que quise tener sexo con alguien vivo. — Se muerde el labio apretando sus manos en puños.

— Oye. — Suelto una pequeña carcajada. — Pero te estoy pidiendo su nombre, no una descripción de él y su cuerpo. — Le especifiqué riendo un poco más.

— Kim Taehyung. Ese es el nombre del dueño.

— ¿Qué? —

— ¡Ni se te ocurra coquetearle! ¡Él es solo mío! — Gritó señalando su pecho con su pulgar frunciendo el ceño molesto. — Bien. Me voy ¡Adiós Jimin! — Brincó de la cama hacia la ventana y salió por ella mientras reía. Al parecer mi ventana daba paso al jardín.

¿Podría realmente escapar?

~o~

¿Qué estará planeando Yoongi?

¿Qué sucederá con Hoseok?

¿Jimin podrá escapar con Hoseok si ni siquiera sabe en donde está?

¡Gracias por leer!

Besos

[ Capítulo Corregido ✓ ]

Mi fotito favorita de Edawn 😍 Es tan lindo

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