19
Pov Jimin
Íbamos a ir a la celda por cosas de protocolo, sin embargo, Jungkook y Jin hablaron con los guardias para llevarnos a una habitación apartada donde habláramos los cuatro a solas por unos momentos. Era una oficina. Habían libros, un escritorio lleno de papeles y un ordenador apagado.
Jungkook cerró las persianas y nos miró acariciando el puente de su nariz con sus dedos.
— ¡¿Se puede saber que mierda fue eso?! ¡Arrojaron mi trabajo a la basura!
Bueno, Jungkook parecía no estar contento con lo que habiamos hecho. Me senté en un sillón junto a Hoseok. Le miramos algo aterrados, nunca nos habían gritado así. Suspiro cruzando miradas con Hoseok y sujeto su mano para brindarle de mi apoyo.
— Jungkook. — Le llamo viéndolo. — Lo sentimos, pero sin pruebas ¿Cómo planeaban defendernos?
— ¡No lo sé, Jimin! ¡Pero si iban a entregarse me hubiesen avisado! ¡Me hicieron pasar el maldito ridículo allí! — Gritó molesto.
— ¿Ridículo? Sin ánimos de ofender, pero ¿todos son homosexuales aquí o yo soy el único sin atracción hacia los hombres? — Intervino Hoseok. — Porque hoy, en el juicio, me enteré de que mi abogado, a quien le confié toda mi vida, se acostó con la contraparte del caso.
Es cierto, quizá parte de la culpa era nuestra, pero él también había sido un descuidado. Perdió las pruebas de todo, su credibilidad se hundió, yo iba a pasar el ridículo si decía la verdad y Jungkook no tenía nada para defender nuestra verdad.
— Bueno. No hay que pelear. Ya pasó, no hay manera de remediarlo. Yaque estamos. — Intervino Jin. — Jimin. — Me llamó — Nosotros seguiremos investigando el caso. Necesitamos que nos hables con la verdad.
— Aunque lo haga, es ridículo, no tenemos pruebas, no podemos obtenerlas. — Bajé la cabeza haciendo una mueca.
— No importa. Di lo que sabes.
Suspiré y asentí. Era de esperarse. Parecían dos chicos fuertes que sin importar qué, averiguarían lo que sucedió. Me enterneció. Sabía que iba a ser difícil. Querían intentarlo ¿Por qué no darles la oportunidad?
— Yoongi asesinó a mi familia y me secuestró dentro de mi propia casa. Me trataba bien, me cocinaba, vestía y teníamos encuentros parecidos a lo que se le pueden llamar sexuales. No es que hiciéramos mucho porque no teníamos sexo, pero era como una especie de rutina diaria. — Comencé a explicar entrelazando mis dedos con los de la mano de Hoseok. — Claro que perdí la cabeza, quise suicidarme, o por lo menos amenazarlo con hacerlo, él mismo clavó el cuchillo en mi abdomen y fue cuando Hoseok llegó, encontrándome en el suelo. — Miré a mi lado. — Yoongi creó una fantástica historia de mí haciéndome parecer un transtornado mental, tanto que hasta Hoseok se lo creyó.
— Lo siento. — Murmuró Hoseok.
— ¿Y los cuerpos? ¿Los viste?
Sonreí melancólico. — Claro que los vi. Los vi descuartizados. Aquella era una noche que llegué de verme con un chico. — Levanto la mirada cruzándome con la de Jin. — Me dijo que los quemó. Supongo que con ayuda de alguien se deshizo de sus cosas y limpió muy bien la casa sin dejar rastro de nada. El odia ensuciar, a veces me jalaba del cabello arrastrándome por el piso cuando derramaba comida o jugo.
— Pero ¿No intentaste escapar?
— Lo hubiese hecho, de no ser porque cambió todas las malditas cerraduras de puertas y ventanas. Pero en fin. — Negué con la cabeza. — A lo que iba. — Suspiro. — En el hospital, el doctor me preguntó por qué tuve que ingerir antidepresivos, supuse que fue Yoongi quien los metía en mi comida, después de todo, él era el que me alimentaba a diario. Esa noche, muchas horas después de que Hoseok se fue, Yoongi me llevó en su auto a su casa. Era moderna y lujosa.
— ¿No sabes en dónde está ubicada la casa?
— No, me quedé dormido en el trayecto. — Negué con la cabeza. — Entramos, tuvimos sexo en su habitación. Luego se cambió de ropa colocándose un atuendo color negro que lo hacía ver irreconocible. Salimos de su casa y en su auto fuimos a casa de Hoseok, exactamente no sabía qué hora era, así que no puedo confirmar aquello, pero antes de entrar en su casa, me hizo masticar y tragar unas pastillas que él tenía en una bolsa plástica.
— ¿Cuantas ingeriste?
— Tres. Me sentí pesado mientras me llevaba del brazo dentro de la casa. Luego de pisar frente a la puerta, no recuerdo nada más. Es difícil. Estaba como dormido, o algo así. — Hago una mueca. — Al despertar, estaba como si nada en la habitación del hospital.
— De acuerdo ¿Algo más?
— Tuve sexo con él, pero eso no viene al caso — Alzo mis hombros.
— ¿De dónde conoces a Taehyung? — Preguntó Jungkook. Sonreí, me pareció divertido al escuchar cierta pizca de ¿celos?
— Era psicólogo en mi preparatoria. En la secundaria, la profesora me obligó a ir con él porque se enteró de que me gustaba su hijo. Lo que no sabía ella es que Taehyung también era gay y mucho más guapo que su hijo. — Digo sin dejar de sonreír. — Conversamos sobre mi orientación sexual y todo el rollo. Nos besamos, nos tocamos y-
— Ya, basta. — Interrumpió Jungkook. — No quiero saber si le diste o no el culo a Taehyung.
— El único que le dio el culo fuiste tú. — Tomando mi estómago comencé a reír desenfrenadamente tambaleándome en mi lugar. — ¡Hubieses visto tu cara! — Me burlo de Jungkook señalando su rostro viendo de reojo a Hoseok. — ¡¿En serio pensaste que me acosté con él o siquiera lo besé?! — Seguí riendo. Simplemente no podía parar. — Con razón te engañó tan fácil. Eres un iluso. — Murmuro audible secando mis lágrimas intentando recuperar aire.
— Jimin. — Regañó Jin. Levanté la mirada y suspiré negando con la cabeza. — Es cierto. No debió acostarse con Taehyung. Puede que seas buena persona y eso per-
— ¡¿Buena persona?! ¡Ese idiota casi me tacha de puta! — Reclamó Jungkook colocándose rojo de la rabia. Una imagen graciosa para mí ¿Por qué se enojaba?
— Es buena persona, solo sigue ordenes de Yoongi. Si estuvieras en su posición, lo entenderías. Follarte y a cambio de no morir, es buena opción ¿no te parece lógico?— Jin escaneó con la mirada a Jungkook.
— No estás mal, dudo que se haya quejado. Además. Seguramente fuiste una puta con él en la cama ¿O me equivoco, Jeon? — Se escapa una risa de mis labios luego de haber dicho eso.
Un golpe se escuchó en la habitación a la par que Jungkook impacta su palma en mi mejilla con fuerza. Abrí en grande los ojos al sentir el ardor. Acaricio mi mejilla tibia por el golpe y volteo a verlo.
¿Tenía que golpearme? ¿Era realmente necesario? No tenía por qué ofenderse.
— Jungkook. — Lo llamo, viéndolo con seriedad. — Te aprecio, y confío en ti. Por favor, no vuelvas a golpearme. — Dije sin más con tono de amenaza.
Íbamos a comenzar una discusión. Las cosas pasarían a peor, pero alguien tocó la puerta. Todos nos sobresaltamos cuando se escuchó la voz de Yoongi al otro lado, llamándome suavemente. Claro que aparentaba, podría estar molesto, o muy feliz, pero preocupado, jamás. Él sabía lo que estaba haciendo, y eso era, fingir ante las personas de afuera que era el novio más atento y preocupado del universo.
— Jimin. Quiero verte a solas antes de que te lleven. — Le escuché decir.
Los otros tres presentes en la oficina voltearon a verme. Me levanté y caminé a la puerta con la intención de abrirle, pero Hoseok me tomó del brazo.
— Jimin, no quiero que te arrepientas de lo que haces. — Susurró temeroso.
¿Me tenía miedo o sentía pena por mí? Era difícil saberlo por su tembloroso tono de voz. Hoseok podría tener miedo de Yoongi, era lo más probable. Yo ya no le temía, estaba dispuesto a ser quien comenzara a jugar tan sucio como él.
— Sé lo que hago. — Me deshago del agarre y me aproximo a la puerta. La abro y Yoongi entra apresurado abrazándome de inmediato. Correspondo el abrazo suspirando. — Quiero estar a solas con Yoongi. — Hablo hacia los demás mientras me separo del abrazo.
— No podemos dejarte solo aquí, tienes que volver a tu celda. — Respondió Jin cruzándose de brazos.
— Por favor. Quiero estar a solas con él. — Pedí.
— Mi novio y yo necesitamos un momento a solas, no sé cuántos días pueda tardar en volver a verlo. — Intervino Yoongi con su típica sonrisa burlona tomándome de la cadera. — Así que si me permiten, quisiera darle una despedida digna. — Él sabía que lo había delatado. Lo intuía, porque no se mostraba con una máscara ante ellos, más bien, era un cínico.
— Vamos, que se despidan el par de dementes. — Gruñó Jungkook caminando a la puerta pasando de largo a nuestro lado sin vernos.
Hoseok me vió y bajó la mirada siguiéndolo. Jin parecía preocuparse demasiado. Asentí con la cabeza sonriendo para que se sintiera tranquilo y salió dejando que de sus labios brotara un suspiro pesado.
La puerta se cerró.
No pensé que mi cuerpo comenzara a temblar como si fuera un conejo huyendo de un zorro. Aprieto la mandíbula y me acerco a él frunciendo el ceño.
— ¿Qué quieres? ¿Para qué viniste? — Me cruzo de brazos recargando mi peso en una de mis piernas mientras flexiono la otra.
Sus manos sujetaron mi cintura. Su aliento rozó con mis labios que se apretaban en una línea intentando no jadear por lo fuerte que estaba apretando. Su mirada profunda me ponía nervioso y me hacía sentir pequeño.
— Vine a despedirme. Volveré en unos días. Resolveré unos asuntos. No sé cuánto tarde en visitarte, pero lo haré. — Sonrió y me besó lentamente. — Así que quiero disfrutar el poco tiempo que tenemos juntos antes de tu encarcelamiento en aquel sitio de locos.
Retrocedo hasta que mi trasero chocó con el borde del escritorio. Sentí mi rostro arder por el sonrojo a causa de lo apenado que me encontraba. Después de todo, bajo sus grandes manos, mis piernas temblaban involuntariamente, mi pulso se aceleraba y mi respiración era agitada.
— Yoongi. — Logré murmurar con la voz temblorosa deslizando mis manos por detrás de su nuca.
Percibió mi llamado a su propia interpretación y lo respondió con un beso. Sus labios se juntaron a los míos moviéndose en medio de chasquidos sonoros. Chillé agudo cuando me tomó de los muslos y me sentó en el escritorio con fuerza comenzado a devorar mi cuello cual animal hambriento.
Mordiendo mis labios rasguñé sus hombros aprisionando su pelvis entre mis piernas, abrazando así sus caderas con mis muslos.
Murmura entre besos palabras de amor acompañadas de mi nombre sin dejar de besar en mi cuello mientras de a poco se deshace de mi ropa.
— Yoongi. No.
— ¿Hm? — No detuvo sus caricias. Sus besos. Todo. Me hacía vibrar como nunca antes lo había hecho con nadie. Se sentía bien y mi mente parecía nublarse cuando su boca devoraba mi piel como si fuera realmente delicioso a su paladar.
— Quiero que me abraces. — Musitaron mis labios. Se separó por un momento, confundido, viéndome a los ojos en busca de algún tipo de indicio que le expresara que se trataba de una broma. — Quiero que me abraces. — Repito inexpresivo. — Quiero que en tu abrazo me destruyas, para yo poder destruirte al doble. — Clavo mis uñas en su nuca viéndolo quejarse. — Te vas a hundir. Conmigo o sin mí.
Sus pupilas se dilataron. Brillaban de emoción. Sus manos se deshicieron de mi camisa y sus dientes mordieron mi clavícula con fuerza sacando chillidos de dolor y placer de mi parte. Jalo su cabello con fuerza separándolo de mí.
— Eso lo veremos, Jimin. Veremos quién pierde. — Susurra rozando sus labios con el lóbulo de mi oreja. — Veremos si pierdes al enamorarte de mí locamente, o si yo termino de perder la cabeza. — Dicho eso, soltó una carcajada maliciosa mientras se deshacía del resto de mis prendas de forma tosca, lastimando un poco la piel de mis muslos con sus uñas.
Sonreí al igual que él viendo sus labios y su nariz contra la mía.
— Eso veremos, Yoongi. — Mordí su labio inferior tomándolo de la camisa, jalando su cuerpo contra el mío mientras pateaba lejos mis pantalones que colgaban de uno de mis tobillos.
Porque no importaba si él estaba sobre mí, en mi mente, en mi corazón, o entre mis piernas. Lograría la manera de escapar de él, y así, desquitar este sentimiento que aún desconocía.
~o~
¿Que planea Jimin?
¿Descubrirán a Yoongi?
¿Jungkook resolverá el caso?
¿Qué hará Yoongi con Hoseok? :)
¡Gracias por leer!
Besos
[ Capítulo Corregido ✓ ]
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro