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13

Pov Jimin

A pesar de todo lo que pasamos con la policía y las continuas interrupciones, logré tener una muy buena noche de cumpleaños. No importaba si me había acostado con Yoongi anteriormente, él demostró que estaba enamorado, y un poco obsesionado. Estaba al tanto de su fijación psicópata por controlar mi vida, sólo por ahora permitiría que tuviera el control sobre mí.

Sólo por ahora...

A la mañana siguiente actuaba como si fuéramos una pareja feliz que vivía a gusto en la montaña. Taehyung se había largado en algún momento, ya ni me acordaba que apenas ayer me reencontré con él luego de varios años.

Yoongi, por otro lado, estaba preocupado. Nunca lo había visto así. Me preguntaba si la mermelada de las tostadas estaba deliciosa, o si me gustaba el jugo de naranja que preparó. Sus nervios me inquietaban un poco, sobre todo la manera en la que repetía una y otra vez lo especial de éste día.

— ¿A dónde iremos? — Pregunté realmente confundido por su actitud. Estaba así desde que recibió aquella misteriosa llamada.

— Hoy es tu día especial, tú serás el protagonista y al mismo tiempo, el mismísimo antagonista. — Su sonrisa no me tranquilizó en lo absoluto. Si antes decía que Yoongi era un psicópata, ahora no lo dudaba.

¿Yo estaba mal de la cabeza por tener sexo con él? Probablemente, no es que fuese una situación en la que me siento ahogado pero, es más cómodo que tener que ser regañado continuamente.

Terminé mi desayuno rápidamente. Yoongi me dijo que subiera y me colocara una buena ropa interior, que no importaba el resto de la ropa ¿Qué sentido tenía eso? Ninguno a mi perspectiva, era inútil esa orden. Sin embargo, obedecí. Puede que me revisara y no quería disgustos ni malos ratos entre ambos. De por sí, se le veía agobiado por alguna razón que yo desconocía.

Me coloqué una camisa de Yoongi y mi pantalón usual de pijama ya que sabía que no íbamos a salir. No lo había  escuchado mencionar nada sobre una salida, así que no me molesté en darme demasiado arreglo, solo me puse cómodo.

Golpes en la puerta me alarmaron. No tanto porque nunca éramos visitados, sino porque eran realmente fuertes e insistentes. Fue luego cuando escuché un grito.

"¡Policía, abran la puerta!"

Abrí los ojos más de lo acostumbrado y bajé las escaleras rápidamente. No lo creí posible. Por fin. Mi salvación estaba a unos pasos de mí. La libertad me saludaba y venía directamente a mi puerta. Vi de reojo a Yoongi quien no parecía muy preocupado por detenerme, más bien, sonreía divertido.

¿De qué mierda se ríe?

Fruncí los labios volviendo mi vista a la perilla de la puerta. No dudé en abrirla. Aunque, debí haberlo hecho. Apenas la giré dando paso a los policías, quienes pensé venían por Yoongi, se me lanzaron, y no exactamente a rescatarme.

— ¿Qué-? — Intenté preguntar cuando me estamparon en el suelo entre dos. Mi mejilla rozó con el frío piso de madera. No entendí nada hasta que algo frío rodeó mis muñecas.

— Park JiMin. Usted está detenido por ser sospechoso directo del doble homicidio de los señores Jung.

¿Los padres de Hoseok? Eso es imposible

— ¡Pero eso es imposible oficial! ¡Mi novio es inocente! — Escuché a Yoongi fingiendo un muy buen tono de madre preocupada queriendo salvar a su hijo de los depredadores.

— Yo no hice nada. — Murmuré entre dientes intentando forcejear.

— Tiene derecho a un abogado. Todo lo que diga será utilizado en su contra.

Ya comprendía porqué la sonrisa en los labios de Yoongi. Ese idiota tenía todo calculado.

— ¡Iré con ustedes! ¡No quiero dejar a mi novio sólo! — Escuché a Yoongi. Yo solo resoplé y me dejé llevar con humor de nube gris encima a la patrulla, la cual arrancó de inmediato.

Tomó varios minutos llegar. De hecho, me quedé dormido en el trayecto. Yoongi estaba en el asiento del copiloto viéndome con fingida preocupación. Odiaba eso de él, se va a los malditos extremos solo por caprichos de niño malcriado.

— Jimin. Tenemos que hablar. — Se me acercó un hombre apenas salí del automóvil. Lo ignoré, no quería otro puto interrogatorio de mal gusto. — Soy el abogado de Hoseok, Jungkook. — Aclaró su garganta y avisó a que me llevaría primero a una sala de interrogación.

— Uh ¿Y cómo piensa demostrar que Jimin es inocente? — Susurró Yoongi.

Esto no puede ser para nada bueno ¿Acaso se conocen?

— Min. Usted terminará siendo el acusado.

— Ya lo veremos, Jeon.

Se miraban retadoramente, no me estaba gustando para nada todo esto ¿Por qué a mí?

Un policía me llevó dentro a una celda en donde vi a Hoseok, tenía un uniforme de esos que utilizan los reclusos. Mis ojos se humedecieron cuando me adentraron a la celda.

— Hoseok. — Me quitaron las esposas y fui a abrazarlo. Lo extrañaba. Estaba tan preocupado.

— Jimin. Menos mal estás bien. — Me devolvió el abrazo. — Pensé que estabas en peligro. La última vez que te vi estabas con un chico completamente vestido de negro ¿No lo recuerdas? — Acunó mi rostro entre sus manos.

Realmente yo no recordaba nada. Posiblemente el hombre al que vió fue Yoongi y no logró identificarlo.

— N- No recuerdo nada de eso.

— ¡No estoy loco, Jimin! — Me sacudió.

Una persona normal se habría asustado y pensado que en realidad Hoseok estaba loco. Sin embargo, yo sabía perfectamente cómo se sentía.

— Yo sé que no estás loco, te creo. Y cree cuando te digo. — Sujeto su rostro. — Que Yoongi tiene la culpa de todo esto. Es posible que a quien hayas visto sea Yoongi ¿con quién más pude haber estado?

— Jungkook, me dijo eso. Me pareció imposible que Yoongi fuera capaz de hacer algo así.

— Lo hizo, Hoseok. Asesinó a mi familia, me secuestró, me obliga a estar con él, y estoy seguro de que planeó todo esto. — Lo volví a abrazar.

Todo estaba de la mierda. Jungkook, es buen abogado, y puede que consigamos alguna cosa positiva. Pero seríamos los locos, los únicos que dirían la verdad que los demás verían como una alucinación lejana a los hechos.

Estuvimos unas horas abrazados, sentados en el suelo. Jungkook llegó arreglándose el traje. Jin estaba detrás de él, ambos con la misma expresión frustrada en el rostro.

— Jimin. Necesitamos hablar contigo.

Me sacaron de la celda y me llevaron a una habitación gris con un espejo en una de las paredes. Me senté en la mesa del centro viendo de frente al espejo. Jin y Jungkook se sentaron al frente de mí después de haber puesto sobre la mesa una grabadora de voz. Estaba nervioso, no sabía cómo escapar de esta situación.

— Jimin. Mucho gusto. Mi nombre es Jeon Jungkook y soy el abogado de Hoseok. Él me pidió que te defendiera en este caso. Lo haré y podré ayudarte ¿Está bien? — Se presentó tomando mis manos. Sonreí y bajé la cabeza.

— S- Si. Gracias.

De inmediato a Jungkook colocarse de pie sin soltar mi mano, arrastró su silla para sentarse a mi lado y así ver a Jin de frente. Asintió con la cabeza en su dirección, y el detective Jin le devolvió el gesto. Suspiro apretando la mano de Jungkook.

— Jimin. Necesitamos que nos hables con la verdad. Hoseok afirma haberte visto con un chico vestido de negro. También asegura que no tenía ninguna droga en posesión. Se niega a la posibilidad de que hayas sido tú el responsable, así que dime ¿Acaso-?

— Oficial. — Interrumpí. — Hoseok y yo no nos drogamos. Ni él, ni yo, somos capaces de asesinar ni nada parecido. Nos tendieron una trampa.

— ¿Quién pudo haber sido?.

Me paralicé ¿En serio delataría a Yoongi? Podía hacerlo, pero no tenía alguna prueba. Además, puede que me crean loco. Ni siquiera recuerdo lo que pasó esa noche. Bajé la cabeza con lágrimas en los ojos.

— Jimin. Puedes hablar. Nosotros. — Se miraron. — Sospechamos que fue Yoongi, tu novio. Él te obligó ¿no es cierto?

Negué con la cabeza.

— No puedes protegerlo. Aunque no tenemos pruebas, sabemos que es así. — Siguió hablando Jin en apoyo a Jungkook. Jungkook se mantuvo en silencio acariciando mi mano, ese gesto me tranquilizó. — Podemos protegerte de él. Para que no te haga daño, ni tampoco a-

— Él no me haría daño. — Interrumpo levantando la mirada con una sonrisa leve en mis labios. Las lágrimas caían pero no me importaba mi deplorable aspecto. — Él me ama. Nunca me lastimaría.

El silencio fue matador. No quise ver el rostro de ninguno de los dos. Era vergonzoso admitirlo pero, después de todo, me había gustado tener sexo con Yoongi, además, fue tan lindo conmigo en mi cumpleaños. Me cocinó, me hizo dulces, me trató como el mejor chico del mundo y por un momento, sentí que todo eso era real. Lástima que la realidad fuese tan dura.

— El juicio es dentro de unas semanas, Jimin. Vendré a visitarte a ti y a Hoseok. Haré lo posible para mantenerlos en la celda de la estación. Si el caso pasa a mayores, me temo que pasará lo peor para ambos. — Habló Jungkook soltando mi mano para levantarse y planchar su traje con las manos.

— ¿Qué puede ser peor? — Susurré.

En serio, dentro de mi cabeza, no había nada peor que estar encerrado en la celda de una estación policial, sin cama ni buena comida, con frío, y la misma ropa.

— Que los trasladen a una cárcel. — Respondió Jin copiando la acción de Jungkook luego de haber apagado la grabadora para guardarla dentro de su traje.

Si. Creo que eso era peor. Dos chicos prácticamente adolescentes en medio de un lugar con muchos hombres fortachones y peludos. No, no era agradable esa idea.

Apenas me levanté, salimos de la habitación siendo acompañados por un par de guardias. Iban a llevarme de nuevo a mi celda pero me detuve al ver a lo lejos a Yoongi entrar al baño quien me había hecho la ceña para seguirlo.

— Quiero ir al baño.

Jungkook y Jin se vieron por unos segundos, después de preguntarle a los guardias, asintieron. Me acompañaron a la puerta del baño y los miré algo inseguro.

— Tranquilo, Jimin. No entraremos contigo, te esperamos aquí afuera. — Me sonrió Jin tocando mi hombro para tranquilizarme. Le devolví la sonrisa y entré apresurado.

El lugar era algo pequeño, pero podía ser perfectamente compartido con cinco personas.

Sentí que Yoongi me sujetó de los hombros y me estampó contra la pared. Iba a decir algo pero cubrió mi boca con una de sus manos mientras besaba mi cuello.

— No querrás que nos escuchen. — Murmura maliciosamente.

Mordí mi labio cuando me alzó agarrándome desde los muslos. Abracé su cintura con mis piernas y me sujeté de su su camisa, pues aún tenía las manos esposadas. No sé en qué momento ya no tenía pantalones, todo fue muy rápido. Me percaté de lo que hacía cuando su glande rozó en mi entrada. Iba a reclamarle pero me besó. Su lengua interrumpió en mi boca. Ahogué un gemido cuando se ingresó en mí.

Jimin ¿Estás bien? — Dos leves toques en la puerta con seguro, y la voz de Jin me devolvieron por unos segundos a la realidad.

— E- Estoy bien. Ya voy a termina-ah, terminar. — Cubrí mi boca sintiendo a Yoongi arremetiendo en mi interior. Jadeo descubriendo mi boca y respiro hondo. Mi voz salió realmente temblorosa. Estaba temblando del miedo por la posibilidad de ser descubierto.

Justo ahora, estaba preocupado porque pensaran mal de mí o de lo que sea que estaba haciendo en el baño. Ese pensamiento se fue lejos cuando volvió a embestirme. No podía contener los gemidos por siempre, pero tendría que hacerlo por el bien de mi poca dignidad.

Estoy loco, realmente loco, por desear que siga penetrándome cada vez más duro mientras sus brazos me sujetan fuerte, mientras su boca devora la mía. Después de todo, me había convertido en un enfermo obsesivo por querer sentirlo.

~o~

¿Quién ganará el caso?

¿Descubrirán a Yoongi?

¿Jungkook descubrirá quien está detrás de todo esto?

¿Confirmará sus sospechas?

¡Gracias por el amor que se le da a la historia! ¡Lo súper aprecio!

Besos

[ Capítulo Corregido ✓ ]

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