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12

Pov Yoongi

La visita del detective fue alarmante. Eso significaba que Jin estaba de alguna manera involucrado con Jungkook. Y si ese maldito abogado me está investigando, va a salir perdiendo, porque lo haré sufrir, y no exactamente torturándolo con mis propias manos.

— Taehyung. — Llamé cuando Jimin salió corriendo escaleras arriba.

— Habla. — Contestó saliendo de la cocina viéndome indiferente.

— Tengo una tarea para ti.

Y comencé explicarle.

Al principio su rostro se deformó en una mueca de disgusto, pero al verse beneficiado de alguna forma, aceptó. De todos modos. No es como si en realidad tuviese otra opción más que obedecerme.

Lo dejé solo en el living para así poder encargarme de Jimin.

Subo las escaleras y al entrar en la habitación, lo veo sentado a la orilla de la cama con la mirada en el suelo. Mis cejas amenazan con unirse al verlo de esa forma y gruño. Carraspeo con la garganta para tener su atención en mí.

— No voy a hacerte nada, así que no empieces a lamentarte. Eres mi novio y tengo que comprender, que en el interrogatorio me cubriste y eso prueba mucho de ti. — Sonrío y me acerco acariciando su mejilla con mi pulgar. — Seguramente debes estar deseando que te de tu noche de cumpleaños ¿No es así? — Pregunté sentándome a su lado. Estaba callado, realmente, demasiado para mí gusto. — Ve a bañarte, prepararé una deliciosa cena. Cenaremos, y luego tendrás lo que más deseas. — Hablo levantándome.

— ¿Y si lo que más deseo es que me dejes en paz? — Escuché de su parte.

— Eso no va a ser posible, Jimin. — Volteo a verle y me acerco a sus labios. — Porque, aunque desaparezca de tu vida, siempre vas a sentir mis labios sobre tu piel. — Beso su mejilla, bajando por su mandíbula hasta llegar a su cuello. — Mi lengua acariciarte. — En un brusco movimiento lo empujo en la cama quedando sobre él sujetando sus muñecas. Succiono con mi lengua y labios su cuello, dejando marcas rojizas. — Mi manos tomarte. Nada de eso vas a poder olvidarlo, Jimin. Aunque no lo aceptes, me amas con locura, tanto colmo yo te amo a ti. — Lo suelto y me levanto. — Báñate. Ahora vuelvo.

Di media vuelta y caminé fuera de la habitación encontrándome de repente con Taehyung a mitad de pasillo ¿Acaso estaba escuchando?

— No me mires así, solo vine a buscarte porque recibí un mensaje de ya sabes quién. — Me extiende el teléfono para mostrarme de lo que estaba hablando. — Y si. Escuché un poco de lo que sucedía allí adentro. — Bajó la voz al decir aquello, caminando a mi lado mientras bajamos las escaleras. — No deberías jugar con su mente así, Yoongi. Es peligroso. No sabes cómo pueda reaccionar, puede que comience a delirar que lo follas sin que lo estés haciendo precisamente.

Me mantuve en silencio leyendo el mensaje escuchándolo atento sin perder de vista cada palabra escrita.

— Esa es la idea. Que se vuelva loco sólo con la idea de no tenerme cerca. Además, ya se acerca el juicio de Hoseok y sabes lo que va a pasar. — Volteo a verlo.

Él simplemente asintió.

Todo era seguro. Jimin sería un testigo clave en el juicio, y yo, como su novio, también tendría que participar si quería que mi plan de encerrar a Jimin y hacer un desastre su cabeza funcionara. Hasta ahora todo iba bien según lo planeado, a excepción de Mark, que estaba detenido por meter la pata. Menos mal y Lucas podrá sacarlo rápido. Aunque sí, efectivamente lo que pasó con Mark se enredará en el juicio, de eso no hay duda, ese abogado era muy inteligente y sensitivo, no se le escapa ningún detalle, a diferencia de las pruebas, pues carece de ellas y su credibilidad quedará en el suelo.

— Voy a ser franco, Yoongi. Lo que me pediste que hiciera, es realmente cruel, está muy lejos de ser racional, pero lo hago porque tendré más de un beneficio de por medio, pero espero no me metas en problemas con esto. Soy tu maldito cómplice sólo porque somos amigos, pero todo tiene un límite ¿De acuerdo?

— Tengo todo bajo control, Taehyung. No te preocupes. En caso de que se salga de control, el único afectado voy a ser yo.

— Eso espero.

Chasqueo la lengua volteando los ojos con fastidio mientras camino a la cocina, donde me dedico una hora para preparar la cena. Al terminar, le aviso a Taehyung que puede servirse y yo coloco en una bandeja el plato de Jimin junto al mío.

Subo las escaleras y al entrar a la habitación, dejo en el escritorio la bandeja. Jimin sale del baño con el cabello húmedo y una toalla cubriendo su cintura. Se sorprendió al verme.

— Lo siento. No quería asustarte. Puedes colocarte tu pijama, estaré aquí, esperando ansioso para que pruebes la comida que preparé con mucho amor para ambos. — Sonrío y le guiño un ojo ganándome un sonrojo de su parte.

Me siento en la cama quitándome la ropa, quedando únicamente en boxer. Veía a Jimin sin perder cada detalle de su cuerpo. Tan perfecto. Con piernas moldeadas de manera correcta. Piel blanca y suave, glúteos redondos y perfectos. Espalda y cintura esbelta como el resto de su cuerpo. Sus clavículas, su cuello, su rostro, sus labios gruesos. Despertaba en mí el animal hambriento que intento mantener dormido la mayor parte del tiempo.

— Jimin. — Lo llamo.

— ¿Mh?

— Agáchate para mí. — Pedí acomodándome en la orilla de la cama, sentándome para estar más a gusto con la buena vista del culo desnudo de Jimin, quien desde hace un buen rato estaba buscando su pijama, la cual parecía no encontrar.

Volteó a verme con molestia, avergonzado, no sabría decir cuál de los dos sentimientos dominaban pero lo hacía ver muy tierno. Abrió los labios dispuesto, de seguro, a reclamar, pero azote mi mano en su culo con fuerza. Chilló y apretó los labios.

— Yoongi. No hagas eso, mierda. Me duele. — Se queja intentando ver si dejé alguna marca. Y claro que había una. Mi mano muy definida en rojo.

— Lo siento, pero es que tu culo me pedía a gritos que lo azotara. — Me excuso con una sonrisa satisfecha.

Bufó y se dio media vuelta dispuesto a seguir buscando su pijama ¿Por qué era tan difícil hacer de Jimin un chico sumiso y obediente?

Iba a darle otro azote cuando se inclinó rebuscando más a fondo del armario. Estaba lo suficientemente inclinado como para exponer ante mí su rosada entrada. Rebuscaba en su gaveta entre gruñidos y susurros no muy legibles.

Sujeto sus cadera inclinando mi cuerpo sin darle tiempo de reaccionar. Aprieto cada mano sus glúteos, los separo y deslizo mi lengua por encima de su rosado anillo.

Simulando embestidas con mi músculo húmedo, lo atraigo más a mí para poder adentrarme y saborear mejor su interior. Era delicioso, me perdía entre lengüetazos y sonidos se succión. Se escurre un poco de saliva de mis labios hacia mi barbilla.

— Yoongi. N- No. Detente. — Le escuché pedir entre gemidos.

Me importaba demasiado poco sus falsos intentos de alejarme. Sacando mi lengua lo jalo a la cama, acostándolo boca arriba. Su mirada decía mucho más que las palabras idiotas que salían de sus labios.

— ¿Quieres que me detenga? — Pregunto con seriedad, posándome sobre él, examinando cada facción y gestod e su parte.

— Yoongi. Y- Yo- — Su voz temblaba.

— ¿Quieres o no quieres que detenga esto? — Vuelvo a preguntar sujetando en mi diestra su rojiza erección, bombeando moderadamente deleitándome con su mirada acuosa. — Te estoy preguntando algo, responde. — Insistí ingresando dos de mis dedos en su orificio sin detener el bombeo de su miembro.

Se estaba retorciendo del placer. Sus piernas temblaban, sus manos buscaban desesperadamente algo a lo que aferrarse, terminando por apretar y desordenar las sábanas. Su pecho subía y bajaba agitado. Sus pezones estaban duros, colorados en un leve rosa. Sus labios colorados e hinchados de tanto morderlos por acallar sus gemidos, sus mejillas sonrojadas, sus ojos desviándose evitando toparse con mi mirada, y su frente sudorosa con algunos mechones de cabello pegados a ésta. En sí, toda la escena de su cuerpo hecho un erótico desastre ante mis toques, era perfecta, lo suficiente como para provocarme una erección bajo la tela del bóxer.

— Q- Quiero, pero-

— No se diga más — Interrumpo. — Te haré sentir mejor. — Susurro con cariño sacando mis dedos de su interior. No pude evitar sonreír con burla al ver como fruncía el ceño y chasqueaba con la lengua. Vaya, Jimin realmente es tan malcriado.

Agarré mi teléfono y lo dejé a un lado de nosotros en la mesa de noche, comenzando a grabar. Lo acomodo apuntando hacia nosotros en la cama y le sonrío a Jimin quien no parecía muy contento con la idea.

— ¿Por qué vas a grabar?

— Tengo que rememorar dl día de tu cumpleaños. — Murmuro sobre sus labios deshaciéndome de mi bóxer. Intentó empujarme, pero ataqué su cuello, lamiendo, besando y succionando, recibiendo en respuesta jadeos.

Acaricio con mi glande su entrada mientras que con una mano lo sigo masturbando. Comenzó a retorcerse de placer, de nuevo, cuando fui ingresándome de a poco en su interior. Sujeto con ambas manos sus muslos, abriendo sus piernas, flexionando estas un poco más para poder ingresarme por completo en él.

Sus manos de nuevo buscaron manera de sostenerse a sus costados. Relamí mis labios ansioso antes de comenzar a mover mis caderas de adelante hacía atrás lentamente. Jimin gimoteaba en cada embestida sin despegar su mirada de mí. Apresuro el vaivén empujando con fuerza mi polla, provocando que de sus labios solo salieran chillidos y quejidos de placer.

— ¿Te gusta?

— Ah, si, Yoongi. Más, más. — Pidió entre gemidos arqueando su espalda.

Aumenté la intensidad de cada embestida sin perderme de sus diferentes expresiones. Sus manos se aferraron a mi nuca para acercarme y besarme. Disfruté de sus labios, soltando jadeos roncos en medio de los chasquidos de nuestras bocas.

Apretó mi interior corriéndose sin avisar en medio de nuestros abdómenes. Mi polla estaba a punto de reventar, por eso no iba a contenerme por mucho tiempo, y menos si me apretaba de esa forma.

Me aferré a su cadera, enterrando mis pulgares en sus costados, mi pelvis chocó contra la suya repetidas veces. Mis testículos chocaron en su culo y tras un par de minutos más, me corrí en su interior. Me sostuve de mis brazos para no caer sobre él. Lo besé en los labios y gruñí saliendo de su interior lentamente.

— Por tu culpa me corrí demasiado rápido. — Me quejo intentando regular mi agitada respiración.

— Lo siento. — Se disculpó. — Aunque podemos seguir.

Finalmente algo que si quería escuchar.

Me reincorporo, arrodillándome en la cama. — Entonces dame la espalda. — Palmeo una de sus mejillas traseras viéndolo obedecer al instante.

Tomo el teléfono para cortar la grabación y al instante recibo una llamada. No dudo en contestarla, era importante, tratándose de...

— ¿Diga? — Contesto confundido.

Jimin miró por encima de su hombro algo molesto, manteniéndose sobre sus rodillas, apoyado de sus codos sobre la cama.

Tenemos un problema. — Respondió la otra persona al otro lado de la línea.

Escuché atento cada cosa que me explicaba y lo mal que me iría. No pensé que todo sucedería tan pronto. No lo tenía planeado de este modo.

— De acuerdo, entonces prepara todo. Yo liberaré tensiones y estaremos allá mañana apenas nos informen
— Dije dando un azote fuerte en el culo de Jimin, quien chilló respuesta. Colgué la llamada y dejé el teléfono a un lado boca abajo en la mesa de noche. — Mañana nos espera mucho. Así que disfrutemos lo más que podamos.

Dicho esto, me vuelvo a ingresar de una sola estocada en él, penetrando sin aviso aferrando mis dedos a la carne de su cadera. Tenía que darle una buena noche, darnos una buena noche, porque mañana sería el día decisivo. Mañana, todo cambiaría.

~o~

¿Jungkook y Jin conseguirán pruebas o razones para ganar el caso?

¿Qué sucederá con Hoseok?

¿Qué le pidió Yoongi a Taehyung?

¡Gracias por leer! ¡Besos!

[ Capítulo Corregido ✓ ]

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