Estaba de más decir que Jungkook estaba abrumado, no sabía cómo iba a volver a ver a Taehyung. Se le caía la cara de vergüenza, porque se sentía raro, caliente, y sumado a eso, un cosquilleo en su vientre le indicaba que las cosas no andaban muy estables dentro de su pantalón.

En la soledad de las blancas y planchadas sábanas de su habitación, se dió cuenta de que era el momento perfecto para liberar tensión. Tragando saliva, piensa seriamente en que así puede disipar el nudo molesto que se ha formado en su garganta de solo pensar dos veces antes de actuar. Y es que era demasiado tarde cuando ya una de sus manos se dirigía al botón de su pantalón a medida que su cuerpo se colocaba de lado viendo hacia la pared.

Sin mirar hacia abajo, soltó un suspiro de alivio y ansiedad cuando acarició por encima de la tela de su pantalón su palpable erección. Siendo evidente su problema, no tuvo de otra más que encargarse.

Desabrochó su pantalón y se apresuró a acariciar constantemente sobre la tela del bóxer, volviéndose adicto en segundos al roce de la tela con sus dedos, lo que causó que la zona dónde de encontraba su glande cubierto por su ropa interior, se humedeciera con su propio líquido pre seminal. Un suspiro se escapó de entre sus labios que luego no quisieron unirse entre sí cuando metió la mano bajo la prenda.

Acarició cada una de sus venas marcadas, cada sensible zona de abajo hacia arriba en una sola caricia, hasta llegar a la punta, que fue el punto que revolvió su maraña de pensamientos alrededor de la sola idea de tocarse hasta desmayarse.

Aferrando firme su mano justo debajo del rojizo, húmedo y desatendido glande, comenzó a estirar la piel de su miembro en un vaivén lento y pausado mientras que sus ojos nublados del placer, veían al frente un punto fijo en la pared.

Su respiración poco a poco se aceleró, y su movimiento constante incrementó en velocidad mientras mordía su labio conteniendo sus ganas de soltar sonidos obscenos. Sus cejas se curvaron hacia arriba al momento en el que cerró sus ojos y su brazo se movió más rápido. El chapoteo de su mano en su falo realmente sensible, era suficiente para querer más, por lo que se le unió a su mano el movimiento de su pelvis empujando. Su otra mano se sostuvo de las sábanas arrugadas en un puño cuando sus labios soltaron muchos suspiros y jadeos que ya no podían ser retenidos. Necesitaba soltarlos, necesitaba soltar, soltar ese algo que...

— Oh, joder.

Una súplica ronca desde lo más profundo de su garganta salió al momento en el que abrió los ojos y su brazo se movió descontroladamente mientras que su cadera se tensaba de repente. Las venas ahora se marcaron más, su entrada latió con la necesidad de sentir hasta lo más mínimo dentro para que sus paredes pudieran abrazar y aferrarse a ese algo que lo descontrolaba y le hacía virar los ojos en blanco.

Con su pene casi entumecido por la atención desesperada que estaba recibiendo, al momento en que su mano libre se deslizó hacia su entrada, no dudó en ingresar un dedo, metiéndolo y sacándolo sin detener sus anteriores movimientos. Ésto bastó para ser recorrido de la médula a su vientre por un cosquilleo electrizante. Un gemido agudo salió junto al nombre del castaño culpable de su propia calentura e imaginación.

Su cuerpo sudoroso tembló. Con la respiración agitada soltó maldiciones entre gemidos estirando su erección con fuerza y rapidez a la vez que su dedo se enterraba en lo más profundo repetidas veces buscando más y más, hasta que por fin presionó su próstata, y justo allí, dejó su dedo hundido, presionando dentro en esa mullida zona. De un segundo a otro sucedió, llegó al buscado clímax. El característico cosquilleo se abrazó a su pelvis y larga tiras blancas fueron liberadas una tras otra sobre la cama. Estiró hacia atrás la piel sensible de su pene viendo el resultado de sus fervientes toques. Tragó saliva buscando respirar con normalidad mientras veía la pared de nuevo, ordeñando su hombría hasta creer que había vaciado en su totalidad el contenido acumulado en sus testículos. Chilló sacando el dedo de su interior y con las manos húmedas se volvió a acostar boca arriba.

Suspiró aliviado cerrando sus ojos, quedándose dormido minutos después en esa posición, esperando así disfrutar el estar satisfecho y dormir con tranquilidad sin pensar en Taehyung de nuevo.

~

A la mañana siguiente (supuso que era de mañana) despertó sin querer dirigir la palabra a Taehyung. Estaba realmente enojado con ese maldito ser humano. Además de confundido, indignado y decepcionado, sentía incluso curiosidad. No encontraba explicación para lo retorcido del episodio de ayer cuando tuvo sexo con su secuestrador.

Al terminar y escuchar un claro Jimin de los labios ajenos, se enfureció y lo sacó de la habitación a golpes, insultos y maldiciones. Para luego, masturbarse hasta dormirse.

Sin embargo, no esperó que el mayor entrara con una copia de la llave a la habitación desgastada de hotel. Aparentemente, ninguno tenía ganas de hablar con el otro luego de tal situación, solo se miraban como si estuvieran teniendo una conversación, pero era una ilusión que compartían y que no molestaban en cumplir por simple orgullo.

Ninguno esperaba que ese día sucedería lo inimaginable, que ese día, todo iba a dar un vuelco en sus vidas.

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Gracias por leer

Volví, y con mucho más

El próximo capítulo será más largo, lo prometo

Felices fiestas

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