Sus manos estaban calientes debido a la repentina adrenalina que recorrió su cuerpo de pies a cabeza cuando vio el cuchillo atravesar el abdomen del chico.

Jadeó con las mejillas rojas, dejando caer el cuchillo al suelo sin perder de vista la gran herida que había provocado. Sonríe y mete sus delgadas manos entre sus tripas, disfrutando de la momentánea calidez entre sus órganos y fluidos. Su entrepierna ya estaba dura, y sentía su propia sangre concentrarse en su pene.

— Ya déjalo, está muerto. — Interrumpe Hoseok viendo la repugnante escena en el suelo. Por más tiempo que pasara, nunca se iba a acostumbrar a ver a Hyojong hacer esa clase de cosas tan extrañas.

Hyojong le escuchó, muy atento, pero se mantuvo inmóvil, con la respiración agitada, viendo fijamente como el cadáver sin vida del chico recién asesinado, perdía color en su piel.

Durante esos años en la cárcel, Hoseok se vió obligado a presenciar ese tipo de escenas, o más asquerosas, puesto a que Hyojong era su compañero de celda.

Terminaba por ahogarse con el nudo de vómito en su garganta. Prefería tragárselo y mirar fijamente la pared, antes que ver aquello. A veces con escucharlo y llorar en silencio, era suficiente.

El lado bueno de aquello, era que cada vez que Hyojong hacia eso, lo llevaban al calabozo por unos días como "castigo". Sin embargo, ese lado bueno que él le veía, desaparecía cuando se quedaba solo en la celda, pues luego de unos minutos, algunos reclusos venían a hacerle compañía.

Esos momentos eran más amargos que cualquiera que pasaba en esas infernales cuatro paredes grises y rayadas.

Cuando follaban su boca al punto de vomitar su desayuno con un poco de sangre, extrañaba a Hyojong y se arrepentía por juzgarlo. Prefería ignorar que era la zorra de turno de algunos que se aprovechaban de su cuerpo durante las duchas o durante la noche, cuando se encontraba solo en la celda.

Con el pasar de un par de años dentro de esa cárcel, dió con el paradero de Jimin. Cuando logró llegar a su celda, al ver su expresión fría, supo que ya era demasiado tarde. Ese ya no era Jimin, no era su amigo, aquel chico feliz que solía visitarlo de vez en cuando. Algo malo sucedía dentro de la celda de Jimin, pues Yoongi era su compañero de celda y éste último parecía ser el más intimidado por la presencia de su amigo. Prefirió no dar tantas vueltas al asunto.

Hoseok y Hyojong ya habían cumplido la condena de ocho años dentro. Al segundo año de estar ahí, fue la última vez que vió a Jimin. No supo bien qué sucedió después con él, pero esperaba que no estuviera muerto.

— Dame un poco más de tiempo. — Incluso Hyojong había madurado un poco. Ya no era como un adolescente feliz y demente. Ahora, parecía faltarle más de un tornillo.

— Hyojong, debemos irnos.

Hoseok se alejó de él metiendo sus manos en los bolsillos de su pantalón de jean. Sabía que el menor le iba a seguir el paso.

— ¿Por qué no esperas a que termine? — Preguntó Hyojong corriendo hasta llegar a su lado copiando la acción del mayor mientras le veía.

Hoseok estaba angustiado, agitado por la conmoción de minutos atrás. Casi daba con el paradero de Taehyung, había encontrado a su chófer y lo había emboscado con el fin de sacarle información.

~o~

— Me vas a decir dónde carajos está Taehyung ¿quedó claro? — Amenazó Hoseok jalando del cuello de su camisa al sujeto mientras que con su otra mano apuntaba a su cabeza con una pistola.

— Y- Yo no sé nada, sólo soy su chófer. B- Baje el arma, por favor.

Y eso le enojaba. No conseguir absolutamente nada de lo que necesitaba, justo cuando estaba tan cerca.

— ¡Dónde está ese hijo de puta!

El enojo le hacía perder la paciencia. Y poco a poco, los tornillos iban cayendo de su cabeza. Hasta el punto de no controlar sus actos.

Su carcajada resonó en el oscuro pasillo mientras disparaba una y otra vez a su cabeza. Aunque el cuerpo había caído al suelo y los sesos habían volado por doquier, no se detuvo hasta que la munición se terminó.

— ¡Arruinaste su rostro! No podré usarlo. — Se quejó Hyojong haciendo puchero.

Hoseok después de eso, le entregó un cuchillo a Hyojong y vomitó hasta ver sangre en su vómito ¿Qué carajos estaba pasando con él?

~o~

— Debes bañarte y cambiarte de ropa, pueden verte.

Por suerte era de noche, y no verían el cuerpo lleno de sangre del degenerado a su lado, al cual lo consideraba más que un amigo, su aliado. Sin embargo, era mejor prevenir y que se limpiara.

En cuestión de minutos llegaron a un edificio deteriorado y viejo que hacía la función de un hotel. Lo cual era inútil, Hoseok creía que él era el único huésped.

Entraron y pasando por la recepción, ignoraron al gordo y alcohólico dueño del hotel quien estaba roncando mientras se aferraba entre sueños a su botella vacía de Whisky.

Subiendo las escaleras alfombradas y sucias, llegaron al segundo piso caminando al final del pasillo hasta llegar a su respectiva habitación.

Abre la puerta con la llave que siempre llevaba consigo y de inmediato, Hyojong corre al baño entusiasmado con limpiarse. Sabía que luego de estar muy limpio, Hoseok lo dejaría dormir con él.

— ¿Cuál es el siguiente paso? — Pregunta el menor desde el baño elevando un poco la voz para que el otro le escuchara.

— No lo sé. Debo buscar a Jungkook ¿no? Según sé, ésta mañana salía libre. — Habla acostándose boca arriba en la cama, viendo el techo con aburrimiento.

— Necesitamos ayuda, hay que contactar a Jimin, él nos ayudará.

Lo dudaba. No creía que Jimin tuviera cabeza para buscar a Taehyung en plan venganza ¿O sí? Hasta se sentía inmaduro pero ¿qué otro propósito tenía? Sólo quería hacer sufrir a quien le hizo daño y luego morir en paz, vivir no era lo mismo.

— Llamaré a Yoongi. Posiblemente él sepa algo de Jimin.

Hoseok se levanta y busca su teléfono, al cual no había echado ojo desde hace una semana que había salido de la cárcel.

Al ver las llamada perdidas de Jungkook se sorprendió y frunció el ceño ¿Qué habrá sucedido? Tenía un mal presentimiento.

Tragó saliva con nerviosismo. Debía buscar a Jungkook y encontrarlo antes que Taehyung, así podría dar con su paradero de una vez por todas.

Justo cuando iba a marcar el número de Jungkook, una llamada entrante lo interrumpió. Frunciendo el ceño, nota que es desde el celular de Jungkook y contesta de inmediato.

— ¿Jungkook? Perdón por no contestar antes, estaba-

— ¿Jungkook? Oh, lamento decepcionarte.

Esa voz.

— En dónde está Jungkook. Bastardo.

Su pulso se aceleró y la vena en su cuello dolió. Apretando la mandíbula se sentó de inmediato en la cama arrugando la nariz.

— Está ocupado, debe descansar, después de todo, él y yo tenemos mucho por hacer.

Con la respiración agitada se puso de pie apretando el aparato en su mano con fuerza. Estaba furioso ¡Estaba allí, en sus narices, y no sabía dónde mierda estaba el hijo de puta de Taehyung!

— ¡Te voy a encontrar, imbécil! ¡Y cuando te vea, lo vas a lamentar!

— Te espero.

Gritando colgó y lanzó su celular al suelo. Por poco lo rompió, no era muy moderno, así que tenía buena resistencia a los ataques de ira de Hoseok.

— Ese imbécil tiene a Jungkook. Ahora qué voy a hacer. — Solloza cubriendo su rostro sentándose en la cama.

Hyojong sale del baño minutos después con un pijama puesto y una toalla sobre su cabeza.

— Creo que primero debemos saber qué quiere Taehyung. La pregunta que debes hacerte es ¿Cuál fue su objetivo desde un principio? ¿Por qué Jimin? — Animó Hyojong mientras se sentaba a su lado y acariciaba su espalda.

— Tienes razón, es momento de sacar teorías. Pero no creo que Jimin sea el objetivo principal de Taehyung

— Entonces ¿cuál?

— Yoongi.

Había dado en el clavo. Si hacemos memoria de lo anteriormente acontecido, Yoongi es al que Taehyung traiciona y hace sufrir. Sólo hay algo que no tiene sentido ¿por qué? ¿Por qué tanto rencor hacía Yoongi? ¿Hay algo más que no sepa? Claro, desconoce el pasado de Taehyung, de Yoongi, hasta del mismísimo Jungkook. Se deben conectar de alguna forma, de ser así, tendría más sentido el odio que tiene Taehyung hacía Yoongi y la obsesión de Yoongi por Jimin. Hay algo más allí que no logra ver con claridad.

— Tú, Hyojong.

— ¿Si?

— Recuerdas ¿a tus compañeros de salón?

Y tenía que empezar desde el origen de la locura. Conocía el feo pasado de Hyojong pero desconocía la razón por la cual Taehyung lo retorció de esa forma tan enferma.

— No mucho. Yo suprimí esos recuerdos.

Entonces Hoseok sonrió y vió fijamente sus confundidos ojos mientras acariciaba su mejilla hasta deslizar su mano a la maraña de cabellos húmedos de la parte trasera de su cabeza.

— No te preocupes, te haré recordar.

— ¿C- Cómo?

El cuerpo del menor había comenzado a temblar del miedo al desconocer las próximas acciones del otro.

— De la mejor y peor forma, Edawn. Todo es por nuestro bien, por nosotros. Piensa en que vamos a lograr mucho después de esto.

Tomó su cabello con fuerza y jalando de éste tumbó su cuerpo al suelo, escuchando el sonido seco cuando impactó con la oscura madera.

— H- Hoseok, eso dolió.

El mayor desabrochó su pantalón con la expresión seria sin perder de vista la llorosa y aterrada mirada de su acompañante.

— Prepárate, porque no será lo último que duela.

~o~

¡Gracias por leer!

Besos~

❤

[ Capítulo Corregido ✓ ]

Pd: ¿Vieron el selca Vkook? A mí me encantó xD