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Epílogo: Juntos

XV - Epílogo: Juntos

El brazo yacía tendido sobre su abdomen, mientras le costaba definir, aún en el estupor de la somnolencia, dónde comenzaban sus piernas y terminaban las de ella. La luz del sol entraba sin darles tregua por la ventana sin cortina. Olía a calidez y a cartón, entremezclado con el petricor. Con las puntas de los dedos de sus pies pudo sentir el pelaje de Tomo. El armazón de la cama seguía a medias y no se sorprendió al hallarse con medio cuerpo fuera de su futón individual.

La chica se removió a su lado y soltó una interjección de pereza, estirando las piernas como si fuera un gato. Dejó ver las pupilas tras sus párpados y curvó los labios, se le secó la boca un poco ante tan arrebatadora visión, pero le devolvió el gesto y acomodó unas hebras de cabello que se le habían pegado al cachete.

—Te ves hermosa.

—Lo dudo. —Sonrió un tanto más y ladeó la cabeza para besar la palma de la mano de su compañero—. Creo que me estaba babeando.

—Entonces, tenías un sueño plácido —dijo con expresión monótona, pero con calidez embargando su tono.

—A tu lado, siempre —comentó con picardía, pero se separó de sus brazos antes de que a Shinsou se le ocurriera hacer algo más—. Terminemos de arreglar esto antes de que lleguen tus amigos. Oye, Tomo ni se mueve...

—Es un madrugador difícil. —Rio entre dientes y corrió para ganarle el baño que empezarían a compartir desde ese día.

—¡Hitoshi! —gruñó, golpeando la puerta y resignándose a seguir arreglando cuando lo escuchó tomándose una ducha.

Ese día estarían de visita Deku, Chargebolt, Phantom Thief, Pinky y Tentacole. A Shinsou le asustaba un poco la idea de que Monoma se hiciera quedar mal a sí mismo yendo a visitarlo con varios miembros de su clase rival, pero no pudo excluirlo de la invitación cuando lo consideraba un amigo, bastante raro y exasperante, pero amigo al fin.

Ambos adecentaron la casa mientras Tomo correteaba de un lado a otro luego de desayunar.

El primero en llegar fue Midoriya, luciendo una sonrisa abochornada al chocar los ojos con los de (T/N), sin embargo, distrajo su atención entregándoles el pequeño obsequio muestra de sus congratulaciones por haberse mudado juntos a un nuevo hogar. Ambos le agradecieron un tanto cohibidos porque nunca fue esa su atención, aunque (T/N) se encogió de hombros y corrió a la sala para abrir el envoltorio.

Izuku acarició la cabeza de Tomo, quién fue a saludarlo alegremente.

—Gracias por venir. —Shinsou lo invitó a pasar—. (T/N) está entre nerviosa y emocionada por tenerlos en casa; de hecho, no puede creer que vengan considerando sus ajetreadas agendas.

—Por un buen amigo, siempre se consigue tiempo —explicó Midoriya, dejándose guiar hacia la sala donde la chica seguía luchando por abrir el regalo—, o eso es lo que creo.

Cuando el par de ojos masculinos se fijaron en ella, se sintió azorada y dejó a un lado el empaque al percatarse de que quizás había sido maleducado corretear cual chiquilla para abrirlo. Sin embargo, Shinsou se sentó a su lado en el sillón individual que podía ocuparlos a ambos si se acomodaban. Midoriya se dejó caer sobre el sofá y se sonrojó al ver la intimidad con la que se trataban, carecían de cursilerías de pareja, pero se notaba un afecto apasionado en las miradas que se dirigían.

—¡Una licuadora!

—Mamá pensó que sería una buena idea —dijo.

A pesar de que era un hombre hecho y derecho, el héroe Deku continuaba viviendo con su mamá bajo la excusa de que ella no dejaría que cometiera imprudencias. Hitoshi leyó las instrucciones mientras su novia la armaba con dedos ágiles.

—Muchas gracias. —(T/N) sonrió—. Íbamos a ir a comprar una mañana. Me propuse hacerle jugos naturales... ¿Puedes creer que se la pasa tomando tés preempacados? Los riñones no son míos y de solo escucharlo me dolieron...

—Bueno, mamá hizo un curso de nutrición así que estoy en buenas manos, supongo. —Izuku sonrió avergonzado cuando vio la mirada de reproche de Shinsou, gesto que suavizaba sus facciones un poco.

—Supongo que de ahora en adelante yo también lo estaré —dijo Hitoshi, poniéndose en pie al escuchar el timbre nuevamente mientras Tomo se debatía entre los mimos de Midoriya o ir a saludar, terminó cayendo rendido a los pies del héroe.

—¡Estoy emocionada!

La voz femenina hizo que los huéspedes de la sala dieran un respingo, antes de que apareciera la dueña, Izuku le lanzó una sonrisa de disculpas a (T/N) de antemano, esta solo se encogió de hombros. Ashido entró seguida de Shoji y Kaminari, todos bromeando sobre algo.

—En serio no puedo creer que toda la maldita clase A esté aquí... —Monoma, a pesar de sentirse intimidado por el número, no se dejó amedrar del todo.

—Estoy yo aquí —lo consoló Hitoshi, invitándolos a tomar asiento mientras todos saludaban a la joven y al perro.

Sin más preámbulos, Shinsou retomó su lugar al lado de su novia, notando lo incómoda que estaba ante todos esos extraños. Entrelazó sus dedos y decidió tomar la palabra.

Estuvieron un largo rato hablando. Tomo se paseó por todos hasta terminar echándose junto a Shinsou. (T/N) se percató de cómo la miraba Ashido, casi como si necesitara aclarar un par de puntos. A pesar de los constantes ataques de Neito hacia los otros héroes, (T/N) se percató de que no era tan malo cuando se ofreció a ayudarla a llevar té.

—Shinsou no habla demasiado de ti en el trabajo.

—Pues supongo que es porque está ocupado siendo un héroe, ¿no? —(T/N) curvó una ceja, escanciando el agua en la jarra luego de agregar la trampilla con el té.

—... —Monoma ladeó el rostro, disponiendo varias tazas—. Él dijo exactamente lo mismo. Cuando salimos a comer es cuando a veces te menciona.

—Espero no les moleste —susurró, preguntándose qué les podría hablar de ella—. En lo personal, Monoma-san, yo tampoco habló de él demasiado; es decir, son memorias que nos pertenecen y siento que estaría traicionándolo al comentar sobre nuestra relación sin prudencia.

—Bueno, Shinsou me ahorra lo irritante que pueden ser las parejas melosas. —Se encogió de hombros y su interlocutora lo miró mientras se hacía la infusión de té.

—¿Alguna vez te han dicho que puedes llegar a ser exasperante? —Soltó de repente, a lo que el otro esgrimió una sonrisa—. Pero quiero pensar que, si eres amigo de Hitoshi, me has preguntado esto para cerciorarte de que soy buena para él...

—¿Llevamos el té? —Evadió sin dejar de sonreír de forma perturbadora.

(T/N) no sabía cómo su novio se había hecho amigo de semejantes individuos con personalidades tan estrambóticas. Aunque le aliviaba un poco adivinar bondad en sus acciones.

—Te ayudo. —Shoji, con sus múltiples extremidades, se las arregló para agilizar la entrega de tazas con el aromático té que Yaoyorozu Momo les había enviado con Ashido.

—Si no te hubieras hecho héroe —empezó Kaminari, haciéndose de una galleta de la bandeja—, te hubiera ido de maravillas como barman, viejo.

—No sé si eso es un cumplido o no...

—No subestimes a los barman —corearon Ashido y (T/N), la primera le sonrió abiertamente al coincidir, mientras que la otra tan solo curvó los labios.

—(T/N)-chan —llamó Mina, cruzando las piernas con un gesto divertido—, me alegra mucho poder conocerte por fin. Es decir, eres la persona que ha logrado que el pequeño Shinsou sonría más y menos aterradoramente.

—Gracias, yo también quería conocerlos. Nosotros... —Shinsou asintió como para indicarle que estaba bien hablar sobre el tema—. Nosotros discutimos bastante al respecto. Hitoshi teme que involucrarme con héroes podría ponerme en peligro.

—Puede ocurrir. —Monoma asintió, entendiendo perfectamente sus inquietudes.

—Pero, veamos el lado positivo —se adelantó Kaminari—, si algo te llegara a pasar, nos tienes a todos nosotros para protegerte...

—Es cierto —acotó Midoriya, pero se apresuró a corregir—. Obviamente para eso ya tienes a Shinsou, pero es solo como una medida por si llegara a ocurrir algo. No te vayas a sentir ofendido, Shinsou.

—Para nada. Me alegra saber que cuento con su apoyo. —El aludido suspiró y clavó sus pupilas en las de Ashido—. Ya pregunta lo que quieres saber. Tu ansiedad está poniéndome nervioso.

A Mina se le iluminó la mirada y dejó a un lado todo lo que hacía para inclinarse hacia ellos. Alzó tres dedos para indicar el número de cuestiones que surcaba su mente y la de las amigas de Shinsou.

—Uno, ¿cómo se conocieron? Dos, ¿quién se confesó a quién? Y tres, ¿veremos pequeños Shinsous?

(T/N) parpadeó anonadada y ladeó el rostro para encontrarse con la expresión impasible de su pareja, a pesar de que ella empezaba a sonrojarse al tener que pensar en el pasado y en el futuro de forma tan abrupta.

—Nos conocimos en el instituto. Nada realmente especial.

—Hitoshi era enigmático. Ya saben, rodeado por todos, pero un solitario empedernido —explicó (T/N)—. Pero pasamos buenos momentos juntos en ese entonces.

—Hasta que yo lo arruiné. —Sonrió avergonzado.

—Pero eso no importa —atajó (T/N) antes de que alguien pidiera detalles, cosa que percibió en Ashido y en Kaminari—. Pasando a la segunda pregunta, ¿se podría decir que fui yo?

—Uhm... No, creo que fui yo —Se frotó la barbilla—. ¿Tú qué piensas, Midoriya?

—¡Ah! Uhm... —Izuku bajó la mirada al sentir todos los ojos sobre él, no tardó en ruborizarse porque ese tipo de situaciones se le daba mal, aún con la experiencia de varios años trabajando como héroe—. Pues creo que tú, Shinsou. Aunque (T/N)-san también jugó un papel importante, tú quizás no te habrías animado a contactarla de no ser por esos mensajes. Pero hablando de este momento, fuiste tú.

—¿Cómo es que Midoriya está más enterado de todo esto que yo? —soltó dramáticamente Monoma.

—Lo sé, lo sé. La decepción, la traición, hermano. —Kaminari intentó consolarlo, pero Neito se alejó.

—Y respecto a lo último... —(T/N) ladeó el rostro para observar a Shinsou, y él tomó la palabra con parsimonia.

—No lo hemos discutido —admitió—. Sin embargo, la decisión depende de (T/N), si ella no quiere tener hijos, no puedo obligarla a hacerlo. Ambos tenemos nuestros sueños y objetivos, la base de nuestra relación es el apoyo... Truncar los sueños del otro no tendría sentido; sería egoísta.

Todos se quedaron callados. Ashido asentía a cada una de las palabras que decía su amigo con admiración. Después de todo, era cierto y complejo hacer que sus intereses individuales funcionaran en conjunto, ver que se lo tomaban con calma les dio la certeza a todos de que ambos lograrían triunfar en su relación de pareja.

Continuaron hablando varias horas más, riendo y escuchando atentamente varias anécdotas. Por último, la pareja y el perro los despidieron en la puerta de su hogar. Mina abrazó con fuerza a (T/N), asegurándole lo buena persona que le había parecido, y los otros chicos le agradecieron por cuidar bien de Shinsou.

Cuando cerraron la puerta, (T/N) suspiró y se estiró.

—¿Ocurre algo?

—Solo estoy un poco cansada. Tus amigos son muy buenos —acotó, dejándose caer dramáticamente en la alfombra donde Tomo descansaba con la panza expuesta.

Hitoshi se acomodó a su lado y ambos observaron el techo sin ningún propósito en específico. Él buscó su mano para jugar con sus dedos distraídamente.

—Jamás imaginé esto —susurró.

—¿Qué cosa?

—Compartir un hogar con una chica, que esa chica seas tú... Tampoco que pudiera llegar a querer a alguien tanto. No estaba en mis planes cuando era más joven.

—Sigues siendo joven.

—Rectifico, cuando era adolescente. —Puso los ojos en blanco, pero dejó deslizar una sonrisa—. Sin embargo, siento que soy feliz. Espero que tú también.

—Lo soy. —Dejó caer los párpados y aspiró profundo. Luego se irguió y le sonrió—. Tampoco estaba en mis planes, naturalmente —agregó con saña—. Pero todos estos años a tu lado han sido los mejores, nos hemos ayudado, y me alegró sobremanera lo que dijiste cuando estábamos con tus amigos. Antes de decir que soy feliz, quiero agradecerte por este pedazo de felicidad que espero se prolongue un poco más.

Hitoshi curvó los labios, conmovido por tener ese efecto en ella; porque con que ella se sintiera a gusto a su lado, para hacerle ver el mundo repleto de colores más brillantes, le bastaba. A pesar de tener ganas de llorar sin motivo aparente, se aguantó y tiró de sus manos para acercarla más.

Se besaron con ternura, sonriendo entre cada muestra de afecto y deseando que ese instante se perpetuase en el tiempo. No sabían cuántos años más estarían uno al lado del otro, o si ese tiempo se reduciría a tan solo meses; sin embargo, anhelaron poder estar juntos un poco más, refugiándose bajo el cálido manto que su amor había hecho florecer en su relación.

FIN >.<

¡Muchas gracias por leer!

N/A: Los finales me generan ansiedad, no sé por qué, a veces siento que puedes arruinar toda una historia si no manejas bien el final; pero me siento satisfecha con el resultado de este libro.

Solo quería agradecer a todas las personas que me han acompañado hasta aquí, y también a todas aquellas que lo harán en el futuro. Es la primera historia larga que escribo y publico, por lo que concluirla significa un gran paso para mí.

Ay, no sé qué más decir antes de que me entren los feelings y me eche a llorar; así que lo dejo hasta aquí, de nuevo, ¡muchas gracias!

¡Tengan una excelente semana!

¡Plus Ultra! >.<

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