Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Aclaraciones

VIII: Aclaraciones

—Tienes que hacerlo por mí, (T/N)-chan. —Souya juntó las manos a modo de ruego, casi arrodillándose frente a ella.

Era viernes. Era último día de clases. Y el cuerpo lo sabía, sabía que por fin podía lanzarse sobre su cama y dormir hasta que se cansara de hacerlo.

Sin embargo, estaba en el hospital para buscar sus notas, ver el ansiado aprobado y, muy probablemente, brindarse algo delicioso para celebrar la finalización de semestre. Su perdición fue cuando su amigo la interceptó rumbo a la salida, atajándola del brazo y obligándola a entrar en el laboratorio.

—Ya te suplí ayer. ¡No pienso hacerlo hoy también! ¿Qué gano yo?

—Mi amistad, por supuesto.

—Eres un real cretino, Souya. —Se cruzó de brazos, bufando.

La verdad quería salir de allí para olvidar de una vez por todas los rastros de Shinsou que surcaban su mente cuando pensaba demasiado en sus alrededores.

—Es que no puedo —chilló con las mejillas sonrojadas—. Es el héroe Deku, ¿cómo pretendes que le hable? Seguro pareceré un idiota porque él es tan genial y yo estoy aquí...

—Siendo patético como siempre —acotó la chica de forma socarrona—. Pero, en serio, no es como si él fuera a pedir tu mano en matrimonio para que estés tan nervioso.

—Por Deku, cuestionaría mi heterosexualidad...

—No tienes remedio. —Dejó escapar una sonrisa—. ¿Dónde está?

—Te adoro, (T/N). —La tomó por los hombros para hacerla girar en dirección al héroe vestido de civil.

El héroe Deku era esbelto y atractivo. Por un segundo, (T/N) se preguntó si ella misma sería capaz de hilar las palabras para dirigirse a él de forma adecuada. No quiso pensarlo demasiado y dejó el laboratorio con los susurros de ánimo de Souya repicándole en los oídos.

Cuando llegó a su lado, notó que no era tan alto como se veía en las noticias, pero su sola presencia abrumaba un poco. Carraspeó y el héroe se giró hacia ella. En un segundo, sintió que él la analizó por completo.

—B-buenos días. —Se mordió la lengua y quiso darse un golpe—. ¿Se te ofrece algo?

—Buenos días. —Devolvió el saludo con una sonrisa que hacía temblar sus labios—. ¿Eres (T/N)?

—Uhm... —Alzó una ceja, anonadada—. ¿Sí? ¿Conozco mis derechos de permanecer callada?

Midoriya parpadeó varias veces y soltó una carcajada suave, negando varias veces. La chica era tal y como Shinsou la había descrito. Sintió que sus nervios se esfumaban de a poco.

—No. Hoy es mi día libre. —Se señaló la vestimenta como si quisiera enfatizar el hecho de no estar portando su traje de héroe—. Solo me gustaría hablar contigo. —Se cubrió la mitad del rostro en clara señal de timidez.

—¿Conmigo? —Siguió preguntando, incapaz de entender qué demonios pasaba.

De repente, todo cobró un peculiar sentido en su cabeza. Midoriya Izuku, conocido como Deku, se había graduado de U.A., la misma academia que había hecho a Shinsou un héroe. Quizás eran amigos, era la única explicación lógica a que un héroe tan famoso se acercara a hablar con ella. Y, a pesar de sentirse importante, creía que era una jugada sucia porque se sentía en la obligación de tratarlo bien.

—Es por Shinsou —admitió antes de que (T/N) pudiera decir algo—. Él... Bueno, para mí es un amigo, pero creo que yo no le caigo tan bien. Entonces, imagínate mi sorpresa cuando me viene a hablar de ti... Simplemente, no podía dejarlo solo; debo ayudarlo.

—Lo siento, pero esto es entre ambos y...

—Lo sé —atajó, empezando a hablar tan rápido que la joven no hallaba ningún instante para interrumpirlo—. Pero creo que se siente muy mal por lo que te hizo. Me contó lo que ocurrió hace dos días y, no es tu obligación, pero creo que debiste dejarlo hablar. Hay una explicación de todo esto. Shinsou no es la clase de hombres que va por allí escribiéndole a las personas luego de cinco años; de hecho, es un milagro que se comunique conmigo de vez en cuando. Es introvertido y malinterpreta todo por las heridas del pasado. Sin embargo, tiene un gran corazón que sé muy bien que tú debiste verlo para decir que te gu-gusta... Así que, por favor, habla con él una sola vez. Permítanse arreglar esto o superarlo.

(T/N) parpadeó varias veces, anonadada por la cantidad de información en tan poco tiempo. Sin embargo, cuando pudo procesarla adecuadamente, su primera respuesta fue un prolongado suspiro. Lo miró a los ojos, transmitiéndole un sinfín de emociones sin realmente poder definirlas o ponerlas en palabras. Se cruzó de brazos y volvió a exhalar, notando cómo los dedos del héroe se retorcían, esperando una respuesta.

Aún era difícil, pero Deku estaba allí, asegurándole que había una explicación para todo. Era fin de semestre, había aprobado y estaba de buen ánimo; podría aceptar conversar una vez más con Shinsou, y aprovecharía para reclamarle un tanto por lo que acababa de ocurrir. Después de todo, y poniéndose a pensarlo un poco, viviendo en una sociedad tan violenta, podría morir en cualquier instante y no quería irse con el arrepentimiento de no haber aclarado las cosas con Hitoshi.

—¿Dónde está?

A (T/N) la conmovió la expresión de genuina alegría del chico, y sonrió solo un poco.

—¡Ven conmigo!

Dio un respingo cuando el más alto la tomó por la muñeca, arrastrándola fuera del hospital mientras veía a Souya asomar la cabeza con los pulgares arriba; el muy maldito sospechaba algo desde el principio y no le había advertido.

Midoriya la hizo caminar un par de cuadras hasta llegar a un pequeño parque infantil. Como era de mañana, los niños estaban en clases y tan solo había unos cuantos deportistas y transeúntes que iban de paso. Pudo reconocer al perro de Shinsou.

—B-bueno... —Izuku la condujo hacia su amigo; Hitoshi se puso en pie cual resorte—. Aquí los dejo para que arreglen sus diferencias. Uhm... ¿Me lo llevo? —Señaló al cachorro que olisqueaba el polen de unas flores.

—No —respondieron en coro, deseando que la presencia del animal permitiera amainar la tensión que de repente se había formado.

—... —Midoriya pasó la mirada del uno al otro y sonrió—. Me lo llevo.

Shinsou chasqueó la lengua y miró a (T/N) unos instantes, mientras ella se observaba los zapatos como si fuera lo más interesante del universo. Intentando que todo fuera bien en esa ocasión, dijo:

—¿Quieres sentarte? —señaló el banco.

La chica dio un respingo y se dejó caer en el extremo más apartado del otro, Shinsou la imitó. La tenía ahí frente a él y sentía que las palabras le lacerarían la garganta de empezar a hablar. Sin embargo, se sorprendió cuando fue ella quien comenzó:

—El héroe Deku... —Regresó a mirarlo, tranquila—. Me dijo que querías hablar conmigo. Admito que hace unos días exploté y te solté todo lo que sentía; así que pensé que quizás debería escucharte. Aunque me pareció una jugada sucia lo de usarlo, jamás hubiera podido negarme cuando lucía tan desesperado.

—Lo siento. —Shinsou curvó los labios—. Él fue el de la idea, de hecho; porque yo... —Tomó aire, mordiéndose los labios al saber que lo que diría lo haría vulnerable—. Yo te daba por perdida, después de lo que me dijiste, me destrozaste. —La vio separar los labios para replicar y él negó con vehemencia—. Yo también lo hice sin querer, así que supongo que estamos a mano.

—La cuestión no es estar a mano —susurró, subiendo las piernas al asiento para abrazarse las rodillas.

—Lo sé. Solo quería pedirte perdón por todo lo que tuviste que pasar estos cinco años sin tener respuesta de mí, y también por el mensaje que te envié. Fue cosa de la emoción del momento, porque yo también me sentía... me siento —corrigió— igual. No tuve en cuenta tus sentimientos en ningún instante. Soy egoísta, ¿no?

—¿Y por qué no me respondiste? Lo hubieras hecho un año después y estúpidamente te hubiera contestado. Me hubieras ahorrado todo el dolor que me causaste.

—Cambié de número —espetó antes de que ella le reclamara de nuevo—. Mis papás me compraron un celular nuevo con un nuevo número y no se me ocurrió guardar los contactos o siquiera avisarle a alguien. En ese entonces, creía que nadie confiaba en mí por mi kosei.

—Yo nunca...

—Sí, tú fuiste la única que no soltó el maldito comentario del kosei de villano —reconoció con una sonrisa tímida—, pero cuando todo el mundo te lo dice, pues empiezas a pensar que todos lo creen sin excepción. Así que estaba enfrascado en demostrar lo contrario. Lo siento por no percatarme a tiempo.

—Pero lo lograste, ¿no? Ser héroe...

—Sí, pero cuando te veo, es como si hubiera fallado siendo uno.

—No necesito un héroe, Shinsou.

—No. Sin embargo, te lastimé; se supone que no debería hacer eso. Me hizo feliz leer tus mensajes, saber que todo este tiempo me estuviste apoyando fue alentador.

—Todo este tiempo pensé que te molestaban mis mensajes, quizás los leías en la vista previa sin revisarlos realmente, tal vez te habías conseguido amigos más geniales; es decir, son héroes, te codeas con las figuras de admiración de la sociedad. Supuse que me habías dejado al margen de todo eso. Pasaste página y yo ya no... —Se quiso golpear cuando la voz se le quebró.

—Nunca —atajó, inclinándose hacia ella para que tuviera mejor visión de él, a pesar de que sabía que las ojeras bajo sus ojos no eran para nada tranquilizadoras—. Pensé en ti, pero creí que te habías olvidado de mí, en serio pensé que lo nuestro era solo una amistad pasajera de un año...

—Bueno, tú estabas concentrado en tus sueños y yo en los míos. —Suspiró luego de recuperar la fortaleza para hablar—. Por mi parte, intenté salir con alguien más, pensé que, si me enamoraba, podría olvidarte; pero no, cada detalle lo comparaba contigo y me convencía de que no valía la pena. Luego me concentré en estudiar, me fue mejor, pero cuando aparecías en las noticias, te volvía a recordar y...

—Lo siento —dijo nuevamente, queriendo cerrar la distancia al notar el cálido sonrojo que adornaba las mejillas de la chica—. (T/N), ¿tú todavía sigues...?

Shinsou cerró la boca cuando una muchacha se sentó justo en medio de ambos, en ese espacio vacío que él deseaba ocupar, pero no se había atrevido a hacerlo. La joven lanzó un gigantesco suspiro, pasando por alto la conversación importante entre ambos. ¿Era en serio? Hitoshi no recordaba ni una sola vez donde el universo le hubiera facilitado las cosas.

Sin embargo, no pudo evitar reír cuando (T/N) empezó a carcajearse entre nerviosa y divertida. La situación era tan ridícula que Shinsou no tenía tiempo para sentirse avergonzado.

—¿Interrumpí? —Se giró a ver a ambos, abochornada.

—No, no es nada. —(T/N) agitó la mano para restarle importancia al asunto.

Hitoshi la vio ponerse en pie. Sintió que el corazón le dio un vuelco cuando ella extendió la mano en su dirección, dirigiéndole una sonrisa mesurada y sincera. Escuchaba los latidos en sus tímpanos, pero no quiso hacerla esperar más tiempo.

—Caminemos un rato.

Envolvió sus dedos alrededor de los de ella y se posicionó a su lado, sintiendo que por fin podía respirar tranquilamente. A su lado, Shinsou sentía que podría abrazar el cálido sentimiento que lo embargaba sin más temores.

Continuará~

¡Muchas gracias por leer!

N/A: Ese momento en el que todo salió bien después de tanto drama. No quería seguir atormentándolos, así que decidí que era hora de que se dieran una oportunidad. Ahora prepárense para la diabetes, ok no, no creo que lo vaya a hacer muy azucarado, pero no prometo nada xD

Ahora, el mensaje que quiero dejar con esto es que la base de toda relación es la comunicación. Hay que ser sinceros entre familiares, amigos y parejas porque nadie puede adivinar lo que el otro piensa (a menos que tengas kosei de telepatía xD), y suponer cosas es lo que causa rupturas. Yo creo fervientemente que, una vez se discute un tema y se llega a un consenso, se empiezan a construir bases para una fuerte confianza futura.

Por cierto, creo que esto tendrá de doce a quince capítulos, así que cada vez nos acercamos más al final ^^ Espero que les esté gustando.

¡Pasen una excelente semana!

¡Plus Ultra! >.<

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro