La luna brillaba fuertemente sobre ellos, reflejándose de forma extraña en los rosados ojos de su víctima. Era ridículo pensar que su estado completo de sumisión fuese el amor completo y sincero ¿Qué tan extraños tenían que ser los humanos como para sentirse indefensos cuando amaban a alguien? 

Isiksiz terminó de dibujar el círculo de absorción de alma que necesitaba. 

~Ven mi Rey, necesito que te pares justo acá~ 

Lo cogió de la mano y lo guio al centro del círculo, Vegetta solo se tomaba las manos fuertemente y lo miraba con completa adoración. 

Los otros héroes de Karmaland estaban ahí, detrás de los árboles más cercanos, viendo la escena que se les hacía tan rara. 

-Ostia ¿Ese es Isiksiz? Se parece muchísimo a Vegetta, que raro tío- Rubius miraba a las dos personas que se encontraban en campo abierto con una mueca. 

-Tío, que parece que Triple 7 está enamorado de sí mismo, se ve loquísimo- Ese era Lolito, que también los miraba con una mueca. 

-¿Enamorado?- Luzu miró fijamente la expresión de Vegetta a lo lejos -Oh... eso es...- 

-¿Qué tiene? ¿Pasa algo más mi niño?- Auron y los demás miraron a Luzu preocupados. 

-No, no, es como cualquier caso de ataque de un demonio, es solo que... olvidadlo, es algo personal- Salió de detrás del árbol -Vamos, no tenemos tiempo que perder-Iban corriendo lo más rápido que podían, pues a pesar de todo estaban bastante lejos del lugar, sin embargo varios de los chicos se detuvieron abruptamente. 

-¡¿Qué cojones?!- Auron miraba a los dos "Vegettas" frente a él boquiabierto. 

-Ostia puta...- Rubius estaba igual que Auron. 

Estaban besándose... los 8 héroes de Karmaland veían asombrado como el Demonio con aspecto de Vegetta malvado dominaba al verdadero Vegetta con un beso. 

-Joder... ¿Creen que si me acerco en plan de buenas me dejen hacer un trió con ellos?- Rubius había salido de su asombro y seguía corriendo, pero con una sonrisa en su rostro. 

-¡¡Calvo!! ¡¡No es momento de ser un guarro!! ¡¡Primero salva su alma!! ¡¡Después cómele el morro!!- Auron se posicionó cerca de ellos. 

Estaban preocupados, pero reían aún así. Luzu se sentía frustrado, era algo serio, era algo importante ¿Así se sentía Vegetta cada vez que tenían una misión? Que agobiante era...

Las risas de sus compañeros llamaron la atención del Demonio, que se separó de Vegetta y lo puso detrás de sí, fulminando a los presentes con la mirada ¿No había hecho que se alejaran? ¿Qué hacían ahí? 

~Quédate detrás de mí, mi Rey, no dejes que ellos te toquen, no pueden separarte de mi~ 

Vegetta asintió suavemente, mirando confundido a quienes los rodeaban y retrocediendo dos pasos, asustado. Los chicos solo miraban aterrados como su amigo obedecía de forma sumisa ¿Dónde estaba aquel orgulloso héroe que conocían? ¿Dónde estaba el loco de la isla, que construía mansiones simétricas y grandes estructuras? ¿Dónde estaba aquel chico, dios de minecraft, quien era el mejor guerrero que existía? ¿Dónde estaba su amigo? 

~Malditos héroes de pacotilla, será mejor que os vayáis de aquí~ 

-Oh, claro que nos iremos de aquí Isiksiz, pero con nuestro amigo, deja a Vegetta- Luzu se ganó frente al Demonio, con el bastón en alto y dispuesto a pelear. 

~Nadie tocará a mi Rey~ 

Los demonios pueden ser encerrados por los magos en objetos con resistencia y control mágico, como objetos malditos o encantados, o como bastones. 

Para no gastar energía los Demonios tienden a hacer un círculo mágico que les permite ocupar la luz de la luna llena para poder absorber la vida de su víctima.