Isiksiz sonrió mirando su obra de arte. 

Aquel héroe al que había engañado, aquel al que le había costado mucha energía encantar, por fin era completamente suyo. Sus ojos al fin brillaban permanentemente en aquel tono rosa que tanto orgullo y alegría le causaba, aquel chico le era al fin completamente sumiso. 

Ahora solo tenía que llevarlo a algún lugar en donde la luz de la luna llena le llegara plenamente. 

~Mi Rey~

Vegetta, que, como un niño pequeño, estaba sentado en una silla balanceando los pies en silencio, se giró a mirarlo. 

-¿Necesitas algo mi amor?- 

Aquello le causaba gracia, saber que la forma más completa y pura de sumisión que el anteriormente oji violeta podía presentar era el amor... Era adorable en cierto punto. 

Una vez que pudo tener al héroe completamente a su merced, este comenzó a llamarlo "Mi amor" en vez de llamarlo por su nombre. Isiksiz por algún motivo le seguía llamando "Mi Rey"... quizá se había acostumbrado, pero eso daba igual, por que después de aquella noche, la conciencia de Vegetta ya no existiría nunca más. 

~Tenemos que irnos ahora, hay muchas cosas que debo preparar para que todo salga bien~ 

El de ojos rosados asintió sonriente, se levantó del asiento y caminó a su lado en silencio, completamente devoto y enamorado.

Por otro lado Willy llegaba caminando a la casa de Luzu. 

-Willy, compañero ¿Qué haces acá?- Luzu se encontraba en la entrada de su casa, completamente sorprendido de ver a su amigo de ojos de chino ahí. 

-Simplemente caminaba y me acordé del nombre que mencionó Vegetta, me había quedado pensando en eso y vine acá- Luzu se tensó un poco, rogando por que la idea que había tenido anteriormente fuera un completo error -Luzu... ¿Sabes quien es Isiksiz?-Willy observó como la cara asombrada y asustada de Luzu perdía el color lentamente. 

-¿Isiksiz? Oh no, shit, esto es malo, muy malo ¿Cuándo es luna llena?- Miró a los horizontes del pueblo, viendo la luna salir lentamente... una luna llena -Mierda, Willy llama a los chicos rápido, no tenemos mucho tiempo ¡¡Vamos!!- 

-¿Qué? Luzu ¿Qué está pasando?- Willy cogió su celular para hacer un mensaje de voz que se debía enviar a todos los chicos -Hey, chicos, parece que tenemos un problema, venid a la casa de Luzu lo más rápido que podáis, en serio- Dejó de grabar y el mensaje se envió -Luzu ¿Qué sucede por dios?- 

-¡¡Le van a quitar el alma a Vegettita!! ¡¡Eso es lo que sucede!! ¡¡Ahora ven y ayúdame maldita sea!!- 

Cuando un demonio consigue la sumisión completa de su víctima, esta se refleja como él estado en el que la víctima se llegaría a sentir más indefenso en su día a día; Debido a esto, el estado de sumisión se puede presentar con un ámbito sexual, infantil, romántico, social, entre otros. 

La mayoría de estos ámbitos se ven presentes en momentos y espacios del diario vivir en el cual se presenta otra (u otras) persona además de la víctima.