10- La única batalla
La pelea comenzó inmediatamente.
Luzu, Willy, Lolito, Auron y Fargan eran los encargados de combatir y distraer al Demonio, mientras tanto Mangel, Rubius y Alexby eran quienes debían llevarse a Vegetta.
Estos últimos solo tenían un problema...Vegetta podía estar bajo un hechizo, pero seguía siendo el guerrero más ágil y fuerte de toda Karmaland.
-¡¡Coño!! ¡¡Vegetta baja esa espada y ven con nosotros!!- Los 3 chicos esquivaban por los pelos los ataques que hacía Vegetta para alejarlos.
-¡¡No, alejaos!!- Los ojos rosados de Samuel miraban con temor a los 3 chicos frente a él.
-¡¡Vegetta por favor!! ¡¡Que este no eres tú!!- Justo después de gritar eso Alexby recibió un golpe de la espada y salió volando por el impacto.
-¡¡Alexby!!- Rubius y Mangel despegaron su vista de Vegetta y corrieron hacía su amigo.
Cuando llegaron a su lado pudieron ver que no estaba tan herido como pensaban, es decir, el golpe si lo tenía, pero no tenía ningún corte.
-No lo atacó a muerte... Vegetta no busca matarnos, solo impedir que nos acerquemos... Rubiuh, es como si estuviera buscando una laguna en la orden de ese Demonio para no hacernos daño...- Mangel miró atentamente a su amigo más pequeño, que se había desmayado por el golpe.
Rubius no dijo nada, simplemente mirando a su amigo, de repente sus orejas se movieron hacia arriba, tenía una idea. Corrió hasta posicionarse frente a Vegetta, a unos metros de ellos podía ver a los demás peleando contra Isiksiz, lo ignoró y fijó sus ojos en los orbes rosados.
-Veg, Vegettita, baja esa espada ¿Quieres? El Demonio ese... eh... Isiksiz, ese, cambio de idea... si... quiere que vengas con nosotros ¿No quieres complacerlo? Venga, baja la espada y ven- Se acercaba a su hechizado amigo con las manos en alto, dejando la espada en el suelo en señal de que no era peligroso.
Vegetta bajo su espada de a poco, inclinando la cabeza en señal de confusión ¿Su amado Isiksiz había dicho eso? ¿En verdad? ¿En qué momento?
~¡¡No lo escuches!! ¡¡Te esta engañando!!~
Ante esas palabras Vegetta levantó su espada rápidamente, dispuesto a dañar a cualquiera que intentara separarlo de su amado.
Lo siguiente que ocurrió sucedió tan rápido que casi pareció un sueño.
Un gran lobo salvaje de pelaje plateado salto a la espalda de Vegetta, mordiendo su hombro y rasguñando su espalda. Ante el dolor el oji rosado soltó la espada y cayó al suelo.
Intentando aprovechar aquello Mangel y Rubius se acercaron a Vegetta lentamente, cuidando que el lobo no les saltará encima también.
~¡¡No!!~
Isiksiz apareció a su lado, mandó al Lobo a volar con un solo golpe junto con los dos chicos y beso a Vegetta rápidamente, este último no tuvo tiempo de devolverle el beso, pues cuando reacciono su amado ya no estaba. Luzu había aprovechado la distracción para encerrar al demonio de forma permanente en el bastón que sostenía.
-¡¡No!! ¡¡Isiksiz!! ¡¿Qué habéis hecho?! ¿Qué habéis... hecho...?- Los ojos de Vegetta perdían rápidamente el color rosado para volver a su morado natural -¿Qué ha... pasado...? ¿Qué...?- No pudo terminar de hablar y cayó al suelo desmayado.
Los héroes que seguían de pie suspiraron de alivio, había terminado, ahora solo debían volver y curar a sus amigos.
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