15- La ventana abierta
Suguru Geto:
_____________________
Dos meses atrás se difundió la noticia falsa de que Satoru había aceptado el pacto de Sukuna. Ahora no era más que otro fugitivo de la justicia y de mí.
Conociéndolo seguro se aisló pensando que yo creería todo lo que están difamando en su nombre pero eso jamás sucederá.
Conozco toda la bondad de su corazón y estoy seguro de que está escondido en algún lugar derramando su melancolía en soledad.
El último encuentro que tuvimos solo podría definirse como insano pero a pesar de eso mi corazón lo anhela y atesora como un recuerdo valioso.
¿Cuándo fue que todo se comenzó a complicar?
Mi habitación se sentía vacía sin él aquí para sacarme de quicio. Solo quedaba su lujurioso mirar en mi memoria y sus sarcásticas palabras como recuerdo.
Me levanté firmemente y con paso apresurado desmesuré cada gavetero buscando algún simple rastro de su vitalidad,mi vida se apagaba sin Satoru a mi alrededor. En un acto desesperado admiré en el espejo de la pared mi semblante pálido perdiendo la poca lucidez que me quedaba y por un momento me paralicé al ver su reflejo cómodamente sentado en el marco de la ventana.
La brisa noctura invernal sacudía sus blancos cabellos y el azul celestial de sus ojos chispeaba incluso en la oscuridad. Volteé confiado y desapareció de mi vista en un abrir y cerrar de ojos.
¿Tan pronto había comenzado a delirar?
Cuando mis pupilas cayeron se encontraron con unas pantunflas blancas pertenecientes a mi excompañero y fue ahí donde mi mente comenzó a trazar un malévolo plan.
Mi visión se nubló al sentir el casi inexistente olor a Satoru en aquellos zapatos e inminentemente una erección creció por debajo de mi pantalón.
La textura de aquella pieza era casi tan suave como el pelo de Gojo así que no dudé en meter mi polla dentro de ellas de solo una embestida.
Se sintió extrañamente tan calentito y exitante que las siguientes estocadas avanzaron solas.
— ¿Dónde estás mi Satoru? — murmuré casi sin aliento y la fina brisa que se colaba por la ventena entreabierta me hizo recordar ese color celeste tan exótico que me hacía caer en la peor de las lujurias.
El calor que emanaba de la lana abrazaba las venas de mi verga haciéndome sentir a punto de estallar. No necesitaba mirar el retrato de Satoru que había encima de mi mesilla para verlo frente a mí.
Puede que estuviera enloqueciendo pero enloquecer con la tortura de ver a un ángel por el resto de la eternidad sería una condena demasiado generosa para un simple trastornado como yo.
A pesar de que la mitad de mi pene quedaba fuera del acogedor lugar donde inusualmente lo estaba metiedo,cada roce me volvía loco y me obligaba a profundizar cada vez más la fuerza y la rapidez de las estocadas tanto así que rompí la tela.
En ese momento mi mente estaba caliente así que luché por alcanzar la otra pantunfla para seguir con la tarea que la primera no logró completar.
— Es un poco patético — sonó una voz cerca de la ventana y sin dudarlo sonreí.
— ¿Llevas todo este rato mirando y no me has podido dar una mano? Te has vuelto un poco egoísta....Satoru... — una risilla se me escapó del alma y siendo sincero ya no me importaba si era solo una alucinación o no. De una forma u otra él estaba conmigo y yo no necesitaba nada más.
— Ya sabes lo que dicen... ahora soy un villano — me acerqué hasta él sin pudor y lo cargué a horcajadas en mi cintura para conducirlo entre besos hasta la cama.
— ¿Suguru? — mi madre indiscretamente abrió la puerta de golpe y la escena ante sus ojos no fue la más adecuada.
Me encontraba desnudo con Gojo sentado encima como un dios celestial y alguna que otra botella de lubricante .....
— ¡Mamá ¿qué haces!? — El peliblanco y yo nos dimos una mirada avergonzada antes de que me tapara con las sábanas y él cambiara de posición.
— No me puedo creer lo que ven mis ojos — ella no lucía para nada feliz ni orgullosa pero mi única preocupación era el rubor en las mejillas del ojiclaro — ¿Conque este era todo el escándalo? — me coloqué unos chort que por suerte fue lo primero que encontré y la tomé de la mano con la intención de sacarla de mi habitación y hablar afuera pero se resistió a ello con el enojo marcado — ¿Por qué mierda con mi hijo?¿ah? No te bastó con irte de casa y aliarte con ese engendro sino que tenías que volver para convertir a mi pequeño en maricón ¿Acaso no nos has jodido ya suficiente? — la mirada de Satoru se quebró haciéndolo romper en un llanto desconsolado y un pinchazo en mi pecho dolió demasiado como para callarme.
Él ni siquiera tenía la culpa de que un maldíto vicioso como yo se hubiese enamorado. Fui yo quien lo acosó noche tras noche como un niño que admira una estrella, fui yo el primero que traicioné su confianza familiar.
— Él no hizo nada — rodé los ojos acompañado por un bufido y ella me miró espantada — Está aquí solo porque yo se lo pedí
— Suguru este hijo del demonio no tiene padres pero tú tienes una familia que te ama y que desea que vivas una vida a plenitud
— Pues entonces dile eso a Satoru porque él es mi vida y nada ni nadie me hará renunciar a él — sus ojos se abrieron como platos pero sus pies clavados en el piso me ayudaron a deducir que la conversación no acabaría allí así que tomé a Gojo en mis brazos dejándola aún más atónita y me alejé de ese lugar.
— Suguru ~ ¿Dónde vamos? — su melodiosa voz sonó como un maravilloso cantar para mis oídos y un golpe de felicidad llenó un vacío abrumador.
— A casa — dije con una sonrisa — Tú eres mi hogar,mi lugar seguro,así que me voy contigo quieras o no. Si con esto solo consigo ser tu esclavo lo seré orgullosamente.
Hola. Sé que dije que no publicaría hasta enero pero no podía dejar pasar la oportunidad de traerles unos regalitos por las fechas especiales.
Feliz fin de año y próspero año nuevo♡
Vamos a por un 2024 SIN LA INTRO DE SHIBUYA♡ HEHEHEHE
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro