18
Young fue llevada a la sala de parto de inmediato, todos esperaban nerviosos fuera de ésta mientras pedían que todo saliera bien y que ella y él bebé estuvieran a salvo.
— Debería haber entrado, soy el papá — dijo Tae pegado a la puerta. Los médicos no lo habían dejado pasar.
— Tranquilo Tae, todo saldrá bien — su madre intentó calmarlo.
El pelinegro se sentó en una de las sillas y suspiró para calmarse. Estaba muy nervioso, ansioso y asustado. Quería que pasara todo rápido para poder entrar y ver a Young y al bebé, cerciorase de que todo había salido bien.
Luego de un tiempo el doctor salió con una amplia sonrisa preguntando por el padre.
— Yo... — respondió el menor y se acercó a él con el corazón acelerado.
— Todo a salido de maravilla, tiene usted un hijo muy saludable. Puede pasar.
TaeHyung se quedó en estado de shock. Sus ojos se llenaron de lágrimas mientras su corazón sentía un gran alivio y recibía la mayor alegría del mundo.
— Tae — Jimin lo sacó de su trance — Entra.
El menor asintió y entró a la sala. Observó a Young acostada con los ojos cerrados sobre la cama y se acercó, acarició su cabello y ésta abrió sus ojos.
— Youngie... — sonrió limpiando sus lágrimas — ¿Estás bien?
— Sí — dijo con alegría — Es hermoso Tae, nuestro bebé es tan pequeño y lindo.
— Aquí está el bebé.
Una de las enfermeras entró por la puerta con JunHyun en brazos y Tae se giró para verlo. No supo que decir ante tal sentimiento, al ver a su hijo tan pequeño frente a él. Era una criatura tan indefensa y hermosa que juró que lo cuidaría y amaría con toda su alma.
La enfermera dejó al bebé en brazos de su mamá y Young observó a Tae.
— Ven — lo llamó — ¿No quieres cargarlo?
— Me da miedo — se acercó y se sentó en la silla al lado de la cama y lo observó sin parpadear — Que pequeño... — acarició una mejilla del bebé con cuidado.
— Sí, también me da miedo cargarlo, pero está bien.
— Lo amo — pronunció TaeHyung en un susurro.
(...)
Luego de varios días en el Hospital al fin le habían dado de alta a Young y a JunHyun, estaba ansiosa por salir de allí y poder cuidar de su bebé.
— Que bonito, salió a su tío — Jimin estaba pegado a la cuna haciéndole gracias al bebé.
— ¿Cómo va a salir a tí tonto? — Tae lo jaló del brazo para separarlo. JunHyun se iba a asustar.
— JunHyun no se parece a nadie aún — rió la pelirroja mientras organizaba la ropita — Pero sus ojitos son de su papá.
— Por supuesto — Tae sonrió observándolo.
— Prestenmelo.
Ambos padres miraron a Jimin raro por su manera de hablar.
— ¿Crees que es un juguete? — la chica alzó una ceja.
— Parece un muñequito. Me lo voy a llevar.
— Te voy a demandar — Tae lo miró serio.
A Jimin le encantaba molestar al menor.
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