13
Jimin se sentó al lado de su amiga y observó a TaeHyung, frunció el ceño y le habló.
— Lo veo más raro de lo normal — comentó.
Young lo miró y luego miró a Tae, si Jimin supiera lo que tramaba el pelinegro no estaría diciendo aquello tan tranquilo. Jimin armaba guerras por aquellos paquetes de papitas y ahora estaban en peligro sin él saberlo.
— Por cierto, ¿cuanto tiempo tienes? ¿Ya fuiste al médico? — preguntó.
— ¡Sí! — Tae se sentó frente a ellos — Ya fuimos al médico, tiene cuatro semanas. Un mes.
— Sé que cuatro semanas son un mes — parpadeó el pelirosa — Vamos a comer, hice espaguetis.
Los tres se levantaron y se sentaron a la mesa. Jimin destapó el plato.
— Mi especialidad — alzó sus cejas.
— Si bueno — Young lo miró — Es lo único que sabes hacer — se alzó de hombros y sirvió para Tae, luego para ella.
— Y yo me sirvo solo — lloriqueó.
Los tres comieron en silencio degustando la comida que había preparado Jimin en son de paz, aunque aun no se había disculpado con TaeHyung. Terminaron de comer y Young Hee les dijo que ella iba a fregar los platos, se fue a la cocina no sin antes mirar al pelirosa.
— ¿Vemos la televisión? — le preguntó al pelinegro.
— Vale, pero elijo el canal yo — se sentó y tomó el mando.
Tae comenzó a probar que había en la programación mientras Jimin buscaba las palabras para disculparse con él sin meter la pata.
— TaeHyung... — llamó la atención del menor — Que quería disculparme por hablarte así aquel día, no debí decir aquello de esa manera. No estuvo bien.
— Está bien... — Tae asintió — Te disculpo, en realidad solo me dijiste la verdad.
— Yo no quería herirte...
— Lo sé — lo miró — Solo querías que abriera los ojos, porque te preocupas mucho por Youngie... pero quiero que sepas que comprendí algo importante.
Jimin lo miró fijo esperando las palabras de TaeHyung.
— Sea como sea, infantil o no. Sé que voy a ser capaz de ayudarla, de salir adelante con ella y con nuestro bebé. Porque la amo, nos amamos estamos juntos y eso es lo único que necesitamos... por el momento — mordió su labio — Haré todo lo que esté en mis manos para sostener a mi familia.
El mayor sonrió, nunca había escuchado a Tae hablar de esa manera. Estaba contento de que el chico hablara así y se dio cuenta de que había estado equivocado, Tae era un hombre lo suficiente capaz de cuidar a su familia.
(...)
La pareja volvió a su departamento horas después de compartir con Jimin. Young cerró la puerta y miró a Tae.
— Decidiste no vengarte — sonrió.
— ¿Mm? — Tae la miró — Si lo hice.
Tomó el bolso de su novia y lo abrió sacando varios paquetes de papitas.
Young rió a carcajadas al ver la expresión del menor.
— Pobre Jimin.
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