—MALDITOS EXTASIS —

Tras el retorno de las vacaciones de invierno todo parecía marchar bien, el secreto de la relación entre Maia y Remus seguía entre ellos, Kaia y Evan.

Pero los extasis estaban a la vuelta de la esquina y todos los alumnos de último año estaban vueltos locos. Los alumnos mas pequeños preferían pasar un buen rato en los jardines, debido a que los mas grandes los callaban por el mas mínimo ruido que hicieran.

Maia y Remus habían decidido estudiar juntos, bueno, no estudiaban la mayoría del tiempo pero ambos se sentían totalmente confiados para presentar sus extasis y obtener buenas notas.

Evan estaba muy animado en que se llegue la fecha para presentar sus exámenes, el mismo decía que se sentía demasiado seguro y no dudaba en que los aprobaría todos.

Maia trataba de no estresarse por ese tema, se mentalizaba en que eran simples exámenes y hasta ahí. Pero había otros alumnos que no lo manejaban de la misma manera, una chica de Ravenclaw había tenido un ataque de ansiedad durante la clase de Slughorn y sus amigas la ayudaron a llegar con Madame Pomfrey.

Fue el momento donde la chica Black se dio cuenta de lo mucho que puede afectar el estrés al cuerpo y aun mas a la mente.

— ¿Que harás después de Hogwarts? – le preguntó Evan a la chica.

— Me iré de casa, pero con Regulus – ella respondió. – No pienso dejarlo ahí, Remus y yo estaremos juntos.

— ¿Piensas huir con el?

Maia asintió. – Quiero estar con el, Evan.

— Sabes que te voy a apoyar siempre — le dijo el mientras le sonreía. — Yo también quiero confesarte algo.

Ella no dijo nada y con un ademan lo incito a que siguiera hablando.

— ¿Conoces a Izabella Lambert?

— ¿Hufflepuff pelinegra? — preguntó Maia y Evan asintió. — ¿Que con ella?

— Es mi novia.

Maia lo miro totalmente atónita, creía irreal que su mejor amigo quien es una persona totalmente desagradable con el resto hubiera conseguido novia.

— Parece que no te la crees, en realidad yo aun tampoco y eso que llevamos saliendo desde hace un año.

— ¿Que? ¿Un año? — preguntó la chica totalmente asombrada. — Me ofende demasiado que no me hubieras contado antes.

— Así me sentí cuando te descubrí con Lupin — el dijo. — Pienso casarme con ella y ya se que es hija de muggles, pero eso no me interesa.

— Entonces, ¿seremos traidores de la sangre? — le preguntó ella y el asintió.

— Así es, querida amiga.

Ambos sé sonrieron mutuamente, ahora tenían planes similares porque estarían con lo que Voldemort tanto odia y busca erradicar.

•

La semana de presentar los EXTASIS había llegado y Maia no podía sentirse aun mas nauseabunda. Estuvo con unas desagradables arcadas durante estos y fue lo mas normal, hubo unos cuantos como Izabella que le vomito los zapatos a uno que le estaba dando indicaciones.

Maia iba a reír de aquella escena pero fue en el momento donde comenzó a tener arcadas y Evan se apresuro a llevarle agua.

Pero, a pesar de todas aquellas situaciones que podían llegar a desconcentrar y Maia se vio envuelta, lo supo sobrellevar y al finalizar su ultimo extasis se sintió totalmente satisfecha con su desempeño.

Pero, sabia que al irse de Hogwarts estaba dejando atrás su etapa de verse a escondidas con Remus y buscaba ahora algo mas serio. Buscaba formalizar de una vez por todas con el licántropo y que juntos formaran un hogar.

Evan y ella estaban planeando todo, el chico Rosier le había ofrecido una habitación en la casa que su madre había comprado y Maia le aseguro que en cuanto recibiera el dinero por parte de su tio Alphard se mudaría de ahí. Ya que ella sabia que ese seria el hogar de el e Izabella.

Pero, ella había notado ciertos cambios y al obtener los resultados estaba segura de decirle a Remus. Pero jamas hubiera esperado lo que aquella noche de verano pasaría, no veía venir el dolor al que se iba a ver sumergida.