Veinte: ¿Me amas?
Cuando despierta está completamente solo, no hay rastro de Mia. Su lado de la cama está vacío. Se sienta, en una esquina encuentra su ropa doblaba, primero toma su playera y calzoncillos, grita un par de veces el nombre de la rubia. Al no recibir respuesta termina de vestirse, sale de la habitación, el baño está vacío, no hay nadie en la cocina.
Tarda unos instantes en recordar que la chica debía ir al hospital. Busca rápidamente su celular para enviarle un mensaje:
<<¿Por qué no me despertaste? Quería acompañarte>>
Comienza con su rutina, se lava la cara y después se prepara un café, mientras lo bebe recibe la respuesta de Mia.
<<Estoy con mi mamá. Lo siento>>
<<¿Todo bien?>>
<<Apenas será nuestro turno.
Te veo más tarde, no sé cuándo me separare de mi mamá>>
Justo cuando envía el último mensaje llaman su nombre para pasar. Las dos se ponen de pie y se dirigen al consultorio. El doctor las recibe, instantes después comienza a revisar los resultados.
Se toma su tiempo para dar el diagnóstico, escuchan con atención cada palabra. La madre de Mia sostiene con fuerza la mano de su hija, por cualquiera que sea el resultado.
. . .
Se despide de su madre en la estación de autobuses, espera a que el transporte parta para marcharse también.
Se toma su tiempo para ir a casa, compra algunas cosas para la comida de más tarde. En la entrada del edificio encuentra a Jaemin, esperándola. Sonríe con amplitud cuando sus miradas se encuentran.
Un beso en la mejilla como saludo, tomados de la mano suben hasta el departamento.
-¿Qué te dijo el doctor? -Pregunta Jaemin.
-Un poco anémica, nada que no pueda solucionar con una buena ración de vitaminas. Estoy bien.
-Me alegra oírlo.
-¿Ya desayunaste?
-Sí, calenté las sobras de ayer y después llego Yuqi con un plato de lo que cenaron ellos.
-¿Cómo les fue? -Ella va directo a la cocina a guardar las compras, primero guarda las latas de verduras en la alacena y después se dirige al refrigerador.
-No estoy seguro, no dijo nada, pero la note algo rara, pensativa.
-Cualquier cosa, tarde o temprano nos enteraremos.
-Así es. Por cierto, Mia, sobre anoche...
-¿Qué?
-Me preguntaba, qué pasará ahora con... Nosotros. -Deja de luchar con la bolsa que no se puede quedar quieta, cierra el refrigerador para encararlo.
-¿Debería pasar algo? -Responde. -No entiendo.
Jaemin lucha en su interior para encontrar las palabras adecuadas, la actitud de Mia lo sorprende un poco, antes no se había mostrado así de seria.
-Espera... -Continúa la rubia. -¿Crees que por qué nosotros ya lo hicimos, ahora estamos comprometidos o algo así?
-No, pero supongo que ya no somos simplemente amigos.
-Perdóname Jaemin, pero aquí las cosas no funcionan así, y mi estilo es sin compromisos. -Se recarga en la barra, de lado contrario que Jaemin, imitando su postura -Me gustas, la pasamos genial anoche, pero eso es todo. No estoy interesada en algo más. Y si quisiera, sería imposible somos de continentes distintos. Tú tienes una vida hecha allá, una empresa de la cual encargarte, no puedes simplemente renunciar a todo eso por mí.
-Antonella, no, yo... -No lo deja hablar.
-Y yo, aunque no tengo mucho, me gusta mi vida aquí, no quisiera abandonar a mi familia ni mi trabajo. Lo nuestro solo fue un amor de invierno que se extendió más de lo que debería. Lo siento por hacerte creer otra cosa.
-¿Estas bien? No pareces ser tú. Mia, tú no eres así.
-Realmente no me conoces Jaemin, la verdadera yo no es alguien que quisieras tener cerca.
-¿Por qué? Antonella, créeme que no me importa quién eres, la persona que conocí en Corea hace meses y la persona con la que he estado viviendo esta semana... Me gusta, la quiero... La amo. Mia Antonella Curie, te amo.
-¿Me amas? ¿Cómo puedes hacerlo? No nos conocemos bien.
-Eso no importa.
La confesión le borra todo pensamiento en su cabeza, pasa un instante inmóvil antes de recuperar la postura.
-Mi ex novia me dejo por infiel, la engañe muchas veces y soy una drogadicta. -Ahora es Jaemin quien se queda en blanco. -Estoy en terapia, estos meses he estado visitando un psicólogo, no negaré que en algún momento tú fuiste quien me motivo a ir, por ti quise recuperarme, pero aprendí que, para amar a alguien, primero debo amarme yo y mientras lo hacía, me di cuenta que no necesito a nadie, estoy y estaré bien sola. Na Jaemin, discúlpame por no poder corresponder a tus sentimientos.
-No te preocupes, fui yo el tonto que se dejó impresionar con facilidad. La culpa es mía. -Fugazmente coloca su mano sobre la de ella. -Vuelvo más tarde, es hora de pasear a Bella.
Jaemin sale del departamento con destino al departamento de sus amigos, toca la puerta un par de veces antes de poder ver a Lucas.
-Dame a Bella, quiero llevarla a dar un paseo.
-¿Dónde está Mia?
-Iremos solos.
-Bien. Ahorita sale.
Espera que caminar lo ayude a aclarar sus pensamientos. ¿Hizo mal al tratar de adelantarse? ¿Realmente Mia es tan mala como ella dice?
No, imposible. Simplemente estaba asustada y por eso hablo de más. Es él quien está mal.
Después de que Na vuelve de su paseo, no se dirigen la palabra, cenan juntos, pero cada uno en su mundo.
Más tarde Mia se encierra en su habitación, dispuesta a dormirse temprano. No se da cuenta cuando Jaemin entra en busca de sus cosas. Arregla su maleta y cuando el sol sale, abandona el departamento dejando atrás una nota para la rubia.
<<Creí que podríamos ser una excepción a la regla>>
Cuando Mia la lee, tarda un poco en entender y buscarlo. Luego va con sus amigos.
-Yuqi, Lucas. -Dice con preocupación.
-¿Qué ocurre Mia?
-Jaemin se fue, sus cosas no están.
-Lo llamaré, espera un momento. -Le dice Lucas.
La llamada no dura demasiado, Jaemin no da explicaciones solo dice que hay algo de que ocuparse, que no se preocupen por él. Antes de cortar Yuqi le quita le teléfono para hablar con su amigo, le reclama asustar tanto a Mia.
Pero, ¿Cuál es la sorpresa? Un par de horas después Na está de nuevo con ellos.
<<Simplemente disfrutemos estos últimos días, después no volveremos a saber nada de nosotros>>, le dice a Mia.
Yuqi y Lucas los invitan a cenar, van a un restaurante y después de ordenar, avisan que tienen un aviso importante que dar.
-Jaemin, lo siento, pero no volveré a Corea. -Dice Yuqi.
Escuchar eso es como si le tiraran un balde de agua fría encima a Na.
Luego comprende que estaba bien que por lo menos para una de las dos personas que viajo a Estado Unidos siguiendo el amor, las cosas salieran bien.
-Saber que Bella volverá conmigo hace que no me sienta triste. -Responde Jaemin. La madre de Yuqi quiere a su nieta ahora que no tendrá a su hija.
Los días siguientes continúan saliendo los cuatro, a diferentes lugares. Por supuesto sus amigos se dan cuenta de sus cambios de actitud. No parecen ser los mismos que antes era imposible separar, ahora es todo lo contrario, Lucas y Yuqi luchan por acercarlos, no sólo para las fotos de recuerdo.
El día de la despedida llega, Mia se levanta temprano para preparar su último desayuno con Jaemin.
-No tenías que hacerlo. -Dice él al ver los platos servidos.
-Es la despedida. -Se sientan en su respectivo lugar, comienzan a comer.
Poco antes de terminar, Mia vuelve a hablar.
-Una vez más, lo siento, exagere demasiado ese día, pero me tomaste por sorpresa, no esperaba eso... O quizá si lo veía venir y le tenía miedo.
-Olvídalo, todo está bien.
-No Jaemin, no puedo.
Na se levanta, camina hacia ella, puede ver como sus ojos comienzan a llenarse de lágrimas. Hace que también se levante para poder abrazarla.
-Gracias por darme tan buenos recuerdos, no los olvidaré fácilmente, espero que nos encontremos algún día en el futuro y tengamos una larga charla sobre lo que fue de nosotros.
Los dos dejan de evitar que las lágrimas salgan, se abrazan con todas sus fuerzas.
Su apetito se fue con lo recién ocurrido, juntos lavan los platos sucios, en el momento exacto alguien toca la puerta, enseguida escuchan la voz de sus amigos.
-Es hora. -Toma su maleta y se dirige a la puerta.
-Nos despedimos aquí, no podré acompañarte al aeropuerto, iré con mis padres unos días.
-Está bien. -Una vez más se abrazan. -No me hubiera importado qué le hiciste a tu ex, jamás me hubiera ido de tu lado por las drogas, en cambio, habría estado siempre, te habría ayudado. -Agrega él.
-Jaemin. -Se aleja de él para mirarlo a los ojos.
-¿Qué?
Lo piensa bien antes de decirlo.
-Nada, perdón. Adiós Nana.
-Adiós Antonella. -Las ganas de besarla por última vez lo atacan, está a punto de ceder, pero logra ser fuerte.
Abren por fin la puerta, Mia se despide de Bella y le dice a Yuqi que no los acompañará.
La rubia se queda nuevamente sola en su departamento, sin pensarlo tanto toma su maleta y también sale, las ganas de llorar son inmensas, pero no debe derrumbarse, estará bien, podrá superarlo.
El viaje lo siente corto porque durmió todo el tiempo, con la transportadora de Bella en una mano y su maleta en la otra, Jaemin cruza el aeropuerto, por fin está de vuelta en su país, el sueño ha terminado, debe regresar a la realidad.
-¡Na Jaemin! -Escucha la voz de Yeji a lo lejos.
-Hola Yeji. -Avanza con rapidez para poder alcanzarla, la castaña la recibe con un abrazo.
-Siento como si no te hubiera visto desde hace años.
-Estoy igual.
Emprenden la marcha hacia el auto de la castaña, mientras Jaemin le va contando un poco sobre los lugares que visito.
-¿Y Mia?
-Nuestro amor solo era algo efímero.
Juro que estuve a nada de llorar mientras escribía esto, no se si por lo que ocurrió en el capítulo, porque ya es lo último o porque antes escuché "The One that gone away" como inspiración.
(Creo que es la tercera, hacer tarea y actualizar mientras escucho música sad cortavenas es mi pasión...)
Este capítulo fue publicado el lunes 5 de octubre a las 9:00 pm hora MX. Ya vengo exagerando de nuevo. Ustedes disculpen.
Si el próximo capítulo no dice "Epílogo" en el título, significa que este no es el fin. Perdonen las molestias.
Gracias por todo, ya dejaré mi discurso larguísimo de agradecimiento para el epílogo.
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