Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Dos: Jaemin.

—Excelente, ¿podría colocar su mano en su hombro? Gracias, es perfecto.

La habitación es mayormente iluminada por el flash de la cámara, Na Jaemin desde una esquina se asegura que todo vaya bien, que cualquier problema que surja se resuelva con prontitud. Aparta su atención de la pareja de modela para un catálogo de vestidos de novia para poder atender la llamada de su padre. En resumen, le dice que todo está bien ahí, que falta poco para terminar, finaliza diciéndole que saliendo de ahí pasará por la empresa.

Cuando el señor Na era joven su pasatiempo era tomar fotos, lo que comenzó como diversión se volvió su medio para subsistir, asistía a fiestas y capturaba cada momento, con sus ahorros (y el apoyo de sus padres y amigos) logró abrir un estudio, ya no solo tenía que salir en busca del trabajo, ellos llegaban a él. Poco a poco el negocio fue creciendo, contrato a más personas, se trasladó a un lugar más amplio. Hasta que llegó un proyecto que cambiaría por siempre las cosas, una revista bastante popular en aquel tiempo. Ahora, el estudio fotográfico Na está entre los más solicitado de todo Seúl. Las personas hacen fila para tener una sesión de fotos por ellos, así como las marcas tratan de firmar largos contratos.

El hijo del señor Na, Jaemin, heredó los talentos de su padre con las cámaras, sin embargo, prefirió enfocarse más en las finanzas, ya terminó la universidad, pero él sigue buscando prepararse adecuadamente, para que cuando sea su turno de dirigir la empresa pueda hacerlo bien, aunque de vez en cuando se encarga de algunas sesiones.





Es un alivio tener un vehículo para transportarse, puede salir a la hora que quiera e ir a donde quiera, solo necesita tener el tanque de gasolina lleno. A pesar de ser heredero de una gran fortuna, sus travesuras de la adolescencia le costaron no obtener como regalo su propio auto, así que, cuando su amigo Lucas le dijo que dejaría a su "bebé" solo, no dudo en ofrecerse para cuidarlo.

En realidad, le mintió un poco a su padre, antes de ir a la oficina irá a otro sitio, la única condición que le impuso su amigo (Lucas) para dejarle su auto fue que cuidara a Yuqi, ella es una de sus amigas, la conoció en su primer semestre de universidad en una fiesta, no asistieron a la misma escuela, pero una amiga en común fue la clave.

Lucas está enamorado de Yuqi y no quiere que la pase mal (o que le ocurra algo) ahora que él no está, es por eso que Jaemin, su amigo en quien más confía —no tenía idea— tiene una gran misión, él se encarga de vigilarla. Y para hacer más interesante todo, la sigue a escondidas, tratando de no parecer un loco. Cuidándola a la distancia.






—La hormiga salió del hormiguero, repito, la hormiga salió del hormiguero. —Envía el audio, espera que este si sea escuchado. Si sus empleados lo vieran en estos momentos no creerían que es el mismo joven que con diligencia dirige algunas reuniones. Ha logrado colocar una línea que divide su forma de ser en la empresa, de su forma de ser con sus amigos y familiares cercanos.

Espera a que la chica suba a un autobús para poder continuar con su horario, ya verifico que salió a tiempo de su trabajo y que se ve tranquila. Más tarde le enviará su correo electrónico diario a su amigo, esa es su forma de comunicarse con él. No tiene la certeza de que son leídos, pero Jaemin siente que sí.

Llega a la empresa y va directo con su padre, no tiene una oficina propia solo un cubículo alejado de todos, así que pasa más tiempo en la oficina principal.

—¿Te enviaron ya las fotos? —Se apresura a preguntar antes de saludar. Llega al sofá que hay en la oficina y se deja caer sobre él. —También querré uno así en mi oficina.

—¿Para qué te la pases durmiendo? No, jamás. —El mayor se levanta de su cómoda silla para ir con su hijo, llevando en sus manos un folder. —¿Las elegimos juntos?

—Por supuesto. —Se incorpora, en ese momento entra la secretaria de su padre para pedir unas firmas, aprovecha para pedirle un café.




. . .




—¡Mamá tengo hambre! —Entra a su casa gritando, desde que puso un pie en el interior llego a sus fosas nasales un aroma exquisito.

No espera a su padre para dirigirse a la cocina, ahí está la señora Na terminando de preparar la cena.

Podrán tener una fortuna, pero no entran en el top de los millonarios de Corea, los Na no viven con tantos lujos, su hogar no es una mansión, pero tampoco es tan pequeño. Hay personas encargadas de la limpieza y otras labores, pero nadie encargado de las comidas, ese es el entretenimiento de la señora Na, quien pudo llegar a ser una gran chef si hubiera contado con el apoyo de su familia.

—Manos limpias o no tocaras nada. —A regañadientes obedece, aprovecha para ir a su habitación a cambiarse de ropa, elige su pijama. Trata de no tardar demasiado.

—Hoy que me reuní con la señora Hwang, —A mitad de la cena, la señora Na acaba con el silencio. —su hija la acompaño, que grande esta la pequeña, apenas y la reconocí.

—¿En serio? —Responde el señor Na, fingiendo estar tan interesado como su esposa, ambos dirigen su mirada a su hijo.

—Cuéntanos más mamá, sé que quieres hacerlo.

—Es realmente una buena chica, está soltera y es una estrella del ballet.

—Antes de que te desvíes del tema principal, —Baja su cuchara para sostener su vaso de agua. —sé que quieres tres nietos, pero solo me tuvieron a mí y jamás tendré más de dos hijos. Planeo casarme cuando llegue a los treinta o quizás un poco antes, soy joven y quiero disfrutar lo que tengo. Esa es mi postura, a menos que conozca a una persona de la que me enamore locamente, solo así mis planes cambiaran.

Es la primera vez que toca ese tema con sus padres, ellos no son del tipo que lo presionan para comprometerse con alguien y mucho menos que busquen un matrimonio con beneficios. Le han dejado muy en claro a Jaemin que es libre de estar con la persona que quiera, siempre y cuando su amor sea correspondido. Sin embargo, no significa que su madre se abstendrá de presentarle a las hijas de sus amigas.

—Está bien mamá, arréglame una cita con Yeji, la conozco de la preparatoria, será agradable saludarla. —Termina accediendo.

Antes de irse a dormir se ejercita un poco, su gran propósito del año es tener el abdomen marcado, ya que el verano pasado no pudo lucir nada, tiene fe de que lo logrará para el próximo.

Las ganas de dormir se esfumaron, encendió su computadora para escribir su informe diario. ¿Y qué sorpresa se llevó? Ninguna, no tiene respuesta de su amigo

<<El día de mañana tengo varias horas libres (ya se, ni los sábados puedo despertarme tarde), podré seguir de cerca a nuestra hormiguita...

¡Ya da señales de vida Lucas! Yuqi es capaz de dejar de quererte si la sigues ignorando.

Adiós amigo, ¡te quiero!>>

Revisa una vez su mensaje antes de enviarlo, entonces cierra la computadora. De último momento (antes de aventarse a su cama) decide darse una ducha, con la esperanza de relajarse y quedarse dormido más rápido.






. . .






Yuqi va caminando tranquilamente por la calle, fue una casualidad que la viera mientras conducía, ya que hoy no trabaja, es más difícil saber en dónde estaría (si es que salía de casa).

Deja el auto en un estacionamiento, camina atrás de ella dejando varios metros de distancia. Se detiene cuando ve que ella lo hace, disimula sacando su celular, finge que está en una llamada. Retoma la marcha cuando la ve irse con un chico, por suerte la cafetería a la que entran tiene dos entradas, puede sentarse frente a una mesa sin ser visto por ella.

Aprovecha para revisar una propuesta para un próximo proyecto, se distrae un momento y cuando vuelve a mirar a la mesa donde está Yuqi se da cuenta que está sola.

<< ¿A dónde se fue? ¿Tan rápido se despidieron? >>

Aparta la vista para revisar una notificación, cuando escucha su nombre y reconoce la voz, no puede evitar sorprenderse.

—Hola Yuqi. —Saluda con calma, se pone de pie para darle un muy pequeño abrazo. —Ha pasado un tiempo.

Debe controlarse, ella no puede saber que la está siguiendo. Tiene ganas de correr cuando Yuqi le pregunta si la está siguiendo. Todo empeora cuando el chico interviene, al parecer él ya lo había visto. No lo duda más, agarra sus cosas y corre, podría ir al auto, pero es un secreto que él lo tiene, así que cuando encuentra un letrero lo suficientemente grande se oculta tras él, con suerte Yuqi no lo verá, cierra sus ojos y trata de normalizar su respiración.

Siente posarse en su brazo un par de manos pequeñas, lo ha encontrado. La chica no tarda en bombardearlo con preguntas y las respuestas de Jaemin no son para nada claras, <<Temía que te ese chico fuera alguien peligroso>>, dice él, <<Es mi ex novio>>, responde ella.

—¿Ese es el famoso DingDong? —Pregunta, nunca conoció al novio de su amiga, solo escuchaba como Lucas se quejaba de él.

—Si Jaemin, es él, ahora dime de una vez por todas por qué me seguías. —Las personas que pasan cerca de ellos no evitan mirarlos.

Trata de formular más excusas, pero el roedor en su cerebro deja de correr. —Lucas me pidió que cuidara de ti. —Decide decirle la verdad.

Entonces le habla un poco de su conversación con su amigo antes de que se fuera, pero cuando están en el auto. Se ofreció a llevarla a su hogar.

—Te seguiré cuidando Yu, estaré para ti cuando necesites algo.

—Gracias Jae.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro