Cuatro: Mucho gusto.
—Nuestro tiempo juntos ha terminado, —Comienza a decir. —atesorare nuestros recuerdos, nos volvemos a ver, pero no con la misma frecuencia y podré conducirte. —Está llorando, le duele despedirse del vehículo de Lucas. —Dile a tu dueño lo bien que te he tratado.
Es la última noche que el auto estará en la cochera de su casa, al día siguiente llega su amigo.
Termina de despedirse y entra a la casa, se encuentra con su madre bebiendo un vaso de agua.
—Creí que ya estabas dormido.
—Me despedía de mi bebé.
—¿Debería hablar con tu padre y convencerlo que te compre un auto?
—No necesito que intercedas por mi mamá, yo lo convenceré y si no lo logro, le pediré un préstamo para juntarlo con mis ahorros.
—Trabaja duro Jaemin y no llores porque volverás a viajar en taxi, algunos no pueden costearlo.
—Si mamá, que descanses.
Besa la mejilla de su madre y se dirige a su habitación. Revisa su celular y encuentra mensajes nuevos de su amiga Yuqi, recordándole que debe ser puntual. Es tarde, la probabilidad de que siga despierta es mínima, pero considerando que están a unas horas de algo importante, ella no dormirá.
Intenta llamarla y tal como predijo, Yuqi atiende. Hablan un rato, la obliga a dormirse, entiende lo emocionada que puede estar por reencontrarse con su otra mitad, pero debe tranquilizarse. Termina quedándose dormido antes que ella.
Gran parte del viaje se mantuvo despierta, observando por la ventana, no es la primera vez que sube a un avión, pero si lo es viajando a un país diferente. Disfrutará al máximo sus vacaciones, tratara de no sólo estar en Corea, ese es su objetivo. Cuando trata de dormir, Lucas le avisa que llegaron.
Bajan del avión y caminan por el pasillo indicado.
—Adelántate, busca a tu chica, ahorita llegamos nosotras. —Le dice a su amigo, lo ve apresurar sus pasos y ella hace lo contrario. —¿Estas emocionada por ver a mamá? Ya casi estamos allí. —Le dice a Bella.
Llega al final del pasillo y cruza las puertas, se detiene para buscar a su amigo, no tarda demasiado en encontrar a una pareja abrazándose. Abre la transportadora para cargar a Bella y por fin presentarse.
Interrumpe el reencuentro y después de unas palabras entrega a la pequeña a su madre. Los dejará disfrutar su momento y ella andará por su cuenta, mientras sepa la dirección del lugar donde se quedará, lo demás será parte de la experiencia de ser turista.
Lucas presenta a las dos chicas, Mia trata de verse amable, cuida que su sonrisa no se borre, mientras que Yuqi tiene el ceño ligeramente fruncido, está forzando una sonrisa. Y luego ocurre algo que cambia sus planes, ya no tiene que aventurarse para llegar a su casa temporal.
—¡Jaemin! —Lucas saluda a un chico, casi tan alto como él, con el cabello castaño ligeramente ondulado, sonriendo con gran amplitud. Es testigo de la conversación entre los dos chicos, al igual que Yuqi. Apenas terminan de hablar se dirigen a la salida del aeropuerto, Lucas toma la delantera, ya que está sujetando la mano de Yuqi, parece que la va arrastrando. Llegan a donde está su auto y todos presencian el reencuentro más emotivo. Con su auto.
Mia tiene intenciones de subir al asiento del copiloto, Lucas es más rápido que ella y la manda con Yuqi atrás. Se convierte en una niña pequeña al observar todo a su alrededor, las calles, la vista es fabulosa.
—Cierra la boca, comienzas a babear. —Va del mismo lado que Lucas, así que escucha con claridad su susurro. Refunfuña y se aleja de la ventanilla, imita la postura de Yuqi y sigue mirando con más disimulo.
Su vista vaga hasta detenerse en el conductor, él va tarareando algo.
El tráfico atrasa su llegada, Jaemin propone una ronda de preguntas y respuestas para aligerar la espera, Yuqi es directa y responde que no, continúa hablando con Bella. Lucas finge dormirse mágicamente cuando lo voltean a ver.
Por el espejo retrovisor mira a Mia, ella asiente, antes de que puedan comenzar los autos continúan su marcha.
—Lo dejamos para más tarde. —Dice él, Mia asiente una vez más, ojalá entendiera las palabras del chico.
Una vez que llegan al edificio se apresuran a bajar las maletas, Jaemin se ofrece a llevar parte del equipaje de la rubia simpática que desea con todo su ser no sea la novia de su amigo. En primera, porque podría lastimar mucho a Yuqi y en segunda, porque Mia es muy linda.
—Nosotros nos vamos ya. —Yuqi obliga a Jaemin a levantarse de la silla, apenas se ha acomodado y no tiene intenciones de marcharse pronto, ni de regresarle las llaves de su bebé.
Besa el llavero en secreto antes de dejarlo en la mesa de centro, con la cabeza gacha camina hasta la puerta, unos metros antes de llegar se detiene.
—No, no, no, detener. —Oh, por fin entendió algo de lo que dice Mia. Voltea a verla. La magia termina rápidamente, es evidente que ella no sabe hablar en coreano, se rinde y continúa en su idioma natal.
Jaemin no comprende, sólo la ve señalar a Lucas y después a él. Mira a Yuqi y Lucas con la esperanza de que le expliquen lo que ocurre, no evita abrir ligeramente su boca por la sorpresa. Mia recoge las llaves y después sujeta su mano, lo arrastra fuera del departamento. No lo suelta hasta que están frente al auto.
Mia entrega las llaves después de quitar el seguro, sube y espera que el chico se digne en imitar su acción.
Temblando se coloca detrás del volante.
—¿A dónde puedes llevarme? Me gustaría conocer la ciudad. —Dice Mia bastante emocionada. Su expresión cambia cuando mira la de Jaemin. Le preocupa verlo tan asustado.
¿Recuerdan que antes fue mencionado que Jaemin hizo algunas travesuras en su adolescencia y por eso ahora no tiene un auto propio, entre otras cosas? Bueno, la más grande de todas fue faltar a cada una de sus clases de inglés, tanto las de la escuela como las privadas que le buscaban sus padres. En este momento se arrepiente haberlo hecho. Él es el futuro dueño de una gran empresa, debe aprender diversos idiomas para expandir el negocio, este suceso lo impulsará a por fin anotarse a un curso, ya sea en línea o en alguna academia.
—¿Estas bien? —Pregunta.
Por fin algo que entiende, Jaemin asiente repetidas veces, una idea llega a su cabeza y saca su celular, rápidamente instala un traductor. Escribe una corta presentación y presiona la opción de escuchar, obviamente en inglés.
<<Hola, soy Na Jaemin. No sé hablar inglés, lo siento, pero podemos comunicarnos de esta manera>>
Automáticamente Mia sonríe, le quite el celular para responderle.
<<Soy Mia. Esto no es un secuestro real, solo quiero recorrer un poco la ciudad mientras Lucas se reconcilia con su novia>>
<< ¿Crees que son novios?>>
<<Si>>
<<Yo también, ¿tienes alguna lista de lugares por recorrer?>>
<<No>>
. . .
—¡No! Mia espera. No vayas tan rápido.
Namsan es su último destino, Jaemin trata de seguirle el paso, pero ella es muy rápida. Está tratando de llegar lo más pronto posible a los candados antes de ir por el sendero que los dirigirá a la Torre.
<<Quiero dejar un candado>>
<< ¿No tienes frío?>>
La temperatura disminuyó drásticamente, Jaemin trato de sugerir otros destinos donde no estuvieran a la intemperie, pero no logro convencerla.
<<Ya no siento mis manos, pero estoy bien. Quiero un candado>>
Jaemin mira en todas direcciones, no hay un puesto en específico vendiendo candados.
<<Podemos regresar cuando estén por marcharse a Estados Unidos>>
<<Me iré antes a Hong Kong, por favor Jaemin>>
<<Espera aquí, no te muevas y no trates de arrancar ningún candado>>
Mia baja las manos para ocultarlas en más bolsas de su chamarra, ve a su guía marcharse corriendo. Vuelve a mirar los candados, esta vez ya no juega con ellos, simplemente se limita a tratar de leer algunos mensajes que tienen escritos.
—¿Cuántos de ellos seguirán juntos? —Brinca por instinto al sentir algo en su cabeza. Tiene la mano hecha puño cuando voltea. —Me asustaste. —Le dice a Jaemin.
Sube sus manos a su cabeza, se acomoda el gorro que el chico le puso. Enseguida nota que Jaemin sostiene dos cosas, una en cada mano, en la primera un vaso de café y en la segunda un pequeño candado color blanco.
—¿Cómo es que...? —Se detiene a media pregunta, él no le entenderá, tendrá que quedarse con la duda de cómo Jaemin pudo ponerle un gorro mientras sostenía un café.
<<Conseguí también un marcador para que dejes un mensaje>>
Después de beber casi todo el café, Mia toma las cosas, escribe la fecha y sus iniciales en un lado, escribe las iniciales de su acompañante en el otro junto a las de Lucas y Yuqi, los últimos dos dentro de un corazón.
<< ¿JN es por Na Jaemin?>>
<<Si, tú me has traído aquí y Lucas me trajo a Corea, esto es mi promesa para que seamos amigos todos>>
"Que adorable", quiso decir Jaemin.
<< ¿Quieres hacer algo más antes de que te lleve con Lucas?>>
<<Si. Eso>>
Señala el teleférico, en poco tiempo ya están en la fila. Tienen suerte que no hay muchas personas.
Entran a la cabina con tres parejas más, cada una se posiciona en una esquina. Jaemin se sienta en el banco mientras que Mia se pega al cristal para observar todo, sus ojos se hacen más grandes por el asombro, de vez en cuando se va alejando para tomar fotos.
—Jaemin... —No tarda en imitar su expresión, él está viendo a las otras parejas, que están besándose. De pronto se siente incómoda, mejor dicho, ambos se sienten incómodos.
Él opta por levantarse y pararse junto a Mia, se disponen a pegarse al cristal y ver la ciudad. Por momentos sus miradas coinciden, se ríen tímidamente.
Cuando termina el recorrido son los primeros en salir de ahí. Se ríen con libertad y sin prisa van a donde dejaron el carro de Lucas.
No se si lo hayan notado, pero envié esta historia a borradores por unos días.
Un pequeño bloqueo, nada grave.
¡Gracias por leer!
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