El día siguiente llegó con una mezcla de ansiedad y resignación para Stella. Una vez más, se encontraba en el hospital, sometiéndose a los rutinarios chequeos médicos que habían llegado a ser una parte constante de su vida debido a su fibrosis quística. La sala de espera estaba impregnada con el olor a desinfectante y la sensación de expectación tensa que siempre acompañaba a las visitas al médico.

Stella esperaba con el corazón en la garganta mientras los médicos revisaban sus resultados. La espera le pareció una eternidad, cada segundo que pasaba se sentía como una losa sobre su pecho. Finalmente, el médico principal se acercó con una expresión grave en el rostro, y Stella sintió que su corazón se hundía en el suelo.

━━Stella, tenemos que hablar━━, comenzó el médico con voz serena pero cargada de gravedad. ━━Los resultados de tus exámenes han llegado, y... bueno, hay algunas cosas que necesitas saber.

El corazón de Stella latía con fuerza mientras escuchaba las palabras del médico. Sabía que la noticia no podía ser buena, pero no estaba preparada para lo que escuchó a continuación.

━━La enfermedad ha progresado más de lo que esperábamos━━, continuó el médico, su tono apesadumbrado. ━━Y debido a eso, tu esperanza de vida se ha reducido. Según nuestros cálculos, si continúas cuidándote como lo has estado haciendo, tienes aproximadamente cinco años.

Cinco años. Las palabras resonaron en la mente de Stella como un eco ominoso. Cinco años para vivir, para amar, para experimentar todo lo que la vida tenía para ofrecer. Cinco años para enfrentar el futuro incierto que se extendía ante ella, un futuro que ahora parecía más frágil y efímero que nunca.

El mundo parecía detenerse a su alrededor mientras intentaba asimilar la noticia. Cinco años. ¿Qué significaba eso para ella? ¿Cómo podría seguir adelante sabiendo que su tiempo era limitado? En medio del torbellino de emociones que la envolvía, una cosa estaba clara: su vida había cambiado para siempre, y ahora tendría que enfrentar el futuro con valentía y determinación, sin importar lo incierto que pudiera ser.

Mientras Stella procesaba la noticia abrumadora de su limitada esperanza de vida, se encontró atrapada en un torbellino de emociones. Por un lado, sentía la urgencia de compartir la noticia con los demás, de buscar consuelo y apoyo en aquellos que la querían. Pero por otro lado, una voz dentro de ella le susurraba que lo mantuviera en secreto, que lo callara y lo guardara para sí misma.

━━¿Cómo puedo decirles esto a los demás?━━ se preguntaba Stella en su diálogo interno, sintiendo el peso de la verdad sobre sus hombros. ━━¿Cómo puedo enfrentar sus miradas de preocupación y sus palabras de simpatía cuando ni siquiera sé cómo procesar esta noticia yo misma?

La idea de mantener la verdad oculta se aferraba a ella como una tabla de salvación en medio de un mar de incertidumbre. ━━Si no lo comparto, puedo seguir adelante como si nada hubiera cambiado━━, pensaba para sí misma. ━━Puedo seguir siendo la misma Stella de siempre, sin tener que enfrentar el miedo y la compasión de los demás.

Pero incluso mientras consideraba esta opción, Stella sabía que era insostenible a largo plazo. No podía cargar con este secreto sola, ni podía enfrentar el futuro sin el apoyo de aquellos que la querían. A pesar de la tentación de mantener la verdad oculta, sabía que eventualmente tendría que reunir el coraje para enfrentar la realidad y compartir su carga con los demás.

El aire a su alrededor cambió de repente, como si una electricidad ominosa llenara el espacio. Stella se detuvo en seco al sentir el cambio en la atmósfera, su instinto alertándola de que algo estaba terriblemente mal. Un presentimiento frío y pesado se apoderó de ella mientras salía por las puertas del hospital, su corazón latiendo con fuerza en su pecho.

Entonces lo sintió: un poder creciente, oscuro y amenazante, que se elevaba en el aire como una tormenta que se avecina. Un escalofrío recorrió su columna vertebral mientras reconocía la sensación, una sensación que había aprendido a temer.

━━Esto no puede ser bueno━━, murmuró para sí misma, su voz apenas un susurro ahogado por el miedo que la envolvía.

Stella avanzaba por las calles, atrapada en una especie de trance mientras la luz plateada de la luna llena iluminaba su camino. Sus pasos la guiaron hacia la casa de las brujas, un lugar envuelto en misterio y magia oscura que parecía llamarla hacia él.

A medida que se acercaba a la casa, una sensación de inquietud crecía en su interior. Sabía que algo estaba mal, que su instinto la había llevado hasta allí por una razón. Cuando finalmente llegó al lugar, su corazón se detuvo al ver la escena que se desarrollaba ante ella.

En el centro de un círculo de runas antiguas, estaba Esther Mikaelson, la madre de los Originales, con una expresión determinada en su rostro. Stella observó con horror mientras Esther hablaba de eliminar a sus propios hijos como una forma de erradicar la plaga que había creado hace mil años.

El shock la paralizó por un momento, pero luego la urgencia de la situación la sacudió de su estupor. Sabía que debía hacer algo para detener a Esther, para proteger a los Originales y a todos aquellos que estaban en peligro por sus acciones.

Con valentía, Stella se acercó al círculo, su determinación reemplazando el miedo que la había paralizado. Sabía que estaba enfrentando a una fuerza poderosa y peligrosa, pero también sabía que no podía quedarse de brazos cruzados mientras Esther llevaba a cabo sus planes nefastos.

━━¡Esther, detente!━━ exclamó Stella, su voz resonando con autoridad a pesar de los latidos acelerados de su corazón. ━━No puedes hacer esto. No puedes sacrificar a tus hijos por tus propios errores.

Esther se detuvo por un momento, su mirada encontrando la de Stella con sorpresa y quizás un destello de reconocimiento. Por un instante, pareció vacilar, como si las palabras de Stella hubieran penetrado en su corazón endurecido por el tiempo.

Pero luego, el brillo de determinación regresó a los ojos de Esther, y Stella supo que no sería fácil detenerla. Con el corazón en la garganta, se preparó para lo que sea que viniera a continuación.

Los ojos de los Originales se posaron en Stella con una mezcla de preocupación y sorpresa mientras ella se enfrentaba a Esther Mikaelson en el círculo de runas antiguas. Niklaus, con su mirada intensa y penetrante, parecía sorprendido por la presencia de Stella en un lugar tan peligroso, pero también había una chispa de reconocimiento en sus ojos, como si reconociera la valentía y la determinación que brillaban en ella.

Rebekah, por su parte, observaba a Stella con una expresión de sorpresa y admiración, asombrada por la audacia de la joven en enfrentarse a su propia madre para proteger a los demás. Había un destello de gratitud en sus ojos, mezclado con una profunda preocupación por el peligro en el que se encontraba Stella.

Los demás Originales también miraban a Stella con una combinación de asombro y preocupación, conscientes del peligro que enfrentaba al enfrentarse a Esther.

Con el corazón latiendo con fuerza en su pecho, Stella avanzó hacia el círculo de runas donde Esther Mikaelson estaba decidida a llevar a cabo su oscuro plan.

Esther la miró con sorpresa y algo de incredulidad, como si no pudiera creer que una simple humana se atreviera a desafiarla de esa manera. Pero Stella no retrocedió, manteniendo su posición con determinación mientras enfrentaba a la poderosa bruja.

━━Stella, tú no entiendes━━, dijo Esther con voz sombría, su mirada llena de tristeza y desesperación. ━━Esto es necesario. Mis hijos son una plaga que debe ser erradicada para que el mundo pueda encontrar paz.

Stella sacudió la cabeza con vehemencia, negándose a aceptar las palabras de Esther. ━━No, Esther. No puedes simplemente decidir el destino de tus hijos de esta manera. Ellos merecen una oportunidad de redención, una oportunidad de encontrar la paz y la felicidad que tanto anhelan.

Mientras Stella enfrentaba a Esther, sus ojos se desviaron hacia Finn, el hijo más compasivo de Esther, quien la miraba con una mezcla de duda y conflicto. Con un suspiro, Stella se acercó a él, su expresión llena de compasión y determinación.

━━Finn, por favor━━, dijo Stella con suavidad, buscando los ojos del hombre atormentado frente a ella. ━━Sabes en tu corazón que esto está mal. No puedes seguir ayudando a tu madre en este oscuro camino.

Finn la miró durante un momento, sus ojos llenos de angustia mientras luchaba con su lealtad hacia su madre y su deseo de hacer lo correcto.

El poder de las brujas ancestrales, que había estado sosteniendo a Esther, comenzó a disiparse lentamente, como hojas llevadas por el viento. Stella observó con asombro cómo la fuerza que había impulsado el oscuro ritual se desvanecía ante sus ojos, rompiendo el hechizo que había amenazado con destruir todo.

Con el hechizo roto y la amenaza neutralizada, Stella sintió un torrente de alivio y gratitud inundar su ser. Sin pensarlo dos veces, corrió hacia Niklaus, quien la recibió en sus brazos con los ojos llenos de asombro y admiración.

━━Stella...━━ murmuró Niklaus, su voz llena de emoción contenida mientras la abrazaba con fuerza.

Stella se aferró a él con desesperación, sintiendo un alivio abrumador al tenerlo a su lado una vez más. En ese momento, todo el miedo y la incertidumbre se desvanecieron, reemplazados por una sensación de paz y seguridad que solo podía encontrar en los brazos de Niklaus.

Y mientras se abrazaban, Stella supo que, aunque el peligro había pasado, el camino por delante seguiría siendo difícil y lleno de desafíos.

━━Stella━━comenzó Elijah, su voz resonando con una elegancia serena. ━━Quiero expresar mi más sincero agradecimiento por tu valentía y tu compasión. En un momento en el que muchos verían solo la oscuridad en nosotros, tú has visto la luz. Has mostrado una nobleza de espíritu que no pasa desapercibida.

Las palabras de Elijah resonaron en el corazón de Stella, llenándola de una calidez reconfortante. Sabía que su relación con los Originales había sido complicada, marcada por la desconfianza y la incertidumbre, pero en ese momento, en medio de la gratitud de Elijah, sintió una conexión más profunda con ellos.

━━Gracias, Elijah━━, respondió Stella con sinceridad, su voz apenas un susurro de gratitud.━━Nunca olvidare las veces que me acompañaste al hospital y estuviste para mi.

Con una inclinación de cabeza cortés, Elijah le ofreció una sonrisa cálida y amable, antes de regresar su atención a los demás.

Stella observó con furia contenida cómo Damon se deslizaba por la ventana de su habitación, su presencia allí solo alimentaba el fuego de la ira que ardía en su interior. Sabía que él, junto con Stefan y Elena, tenían algo que ver con todo el plan de Esther, y no podía ignorar la traición que sentía por su parte.

━━Damon━━, dijo con voz fría y cortante, su tono dejando en claro su desaprobación. ━━¿Qué demonios estás haciendo aquí?

Damon la miró con una expresión de sorpresa y desconcierto, como si no esperara encontrarse con tanta hostilidad por parte de Stella. Pero ella no tenía tiempo para las excusas o explicaciones de él. Sabía que Damon era capaz de manipular y engañar a cualquiera para lograr sus propios fines, y no iba a permitir que jugara con ella de esa manera.

━━Lo sé, Damon━━, continuó Stella, su voz temblando ligeramente por la intensidad de sus emociones. ━━Sé que estuviste involucrado en el plan de Esther. Y no puedo creer que hayas sido capaz de eso, ¡sabes que Klaus ni los demás han vuelto a causar problemas!.

Damon la miró en silencio por un momento, su expresión pasando de la sorpresa a la defensiva. Sabía que no podía negar su participación en el plan de Esther, pero tampoco parecía arrepentido por ello. En cambio, había una chispa de desafío en sus ojos, como si estuviera dispuesto a enfrentarse a Stella si era necesario.

━━Lo que sea que pienses que sé, Stella, no tienes idea━━, respondió Damon, su tono lleno de arrogancia y desdén. ━━Pero si crees que puedes venir aquí y darme lecciones de moralidad, te equivocas.

La ira de Stella alcanzó un punto de ebullición mientras lo escuchaba hablar con tanto desdén. Sabía que no podía confiar en él, que su lealtad siempre estaba en duda. Y en ese momento, decidió que no permitiría que él o cualquier otra persona la manipulara de nuevo.

━━No tienes idea de lo que soy capaz de hacer, Damon━━, dijo con voz firme, su determinación brillando en sus ojos.

El conflicto emocional de Stella la consumía mientras miraba a Damon con una mezcla de ira y desesperación. Sabía que Klaus no había vuelto a molestar y que había mantenido una especie de tregua al solicitar bolsas de sangre de Elena ocasionalmente. Sin embargo, la traición que había descubierto era difícil de ignorar, y temía las posibles consecuencias de enfrentarse a Klaus, incluso si era su amigo.

━━¡No puedo creer que hayan hecho esto!━━, exclamó Stella con frustración, su voz llena de emoción contenida. ━━Klaus puede ser mi amigo, pero eso no significa que esté dispuesta a sacrificar todo por él. Y si él decide que no puede perdonar esto, no sé qué pasará.

Stella, aún afectada por la situación, miró a Damon con los ojos llenos de preocupación y vulnerabilidad. Sus palabras resonaron en el aire tenso entre ellos, cargadas de emociones que apenas podían contener.

━━Damon, no quiero que les pase nada━━admitió con sinceridad, su voz temblando ligeramente por la intensidad de sus sentimientos. ━━Tengo miedo de lo que pueda pasar, de cómo reaccionará Klaus cuando se entere de todo esto. No quiero perderlo, pero tampoco quiero perder a ninguno de ustedes.

Damon la miró con suavidad, captando la angustia en sus ojos y sintiendo su propio corazón apretarse ante su dolor. Sabía que no había palabras que pudieran calmar completamente sus miedos, pero quería ofrecerle algo de consuelo en medio de la tormenta emocional que la envolvía.

━━Lo entiendo, Stella━━, respondió Damon con voz suave, acercándose lentamente a ella. ━━Entiendo la preocupación pero tranquila queda mucho Damon Salvatore para rato, nunca dejaría a mi dulce castaña.

Conmovida por su ternura, se permitió aferrarse a él, encontrando consuelo en el calor reconfortante de su presencia.

━━Damon...━━ murmuró Stella, su voz apenas un susurro.

Antes de que pudiera decir algo más, Damon cerró la distancia entre ellos, juntando sus labios en un beso suave y reconfortante. En ese momento, el mundo se desvaneció a su alrededor, dejándolos envueltos en un aura de calma y consuelo mientras se aferraban el uno al otro.

Ay tan lindos mis papis