Alisa.

-Aghhh- es lo primero que sale de mi boca al escuchar mi alarma sonar por tercera vez, ayer me la pase viendo películas toda la noche y me dormí casi a las cuatro de la mañana, mi alarma me indica que ya son las siete de la mañana aunque lo más probable es que ya sean como las siete y quince porque a sonado tres veces.

Con el dolor de mi alma, me decido levantar y reviso el reloj y efectiva mente son las 7:15 a.m entro a clases a las 8:20 así que si hoy quiero llegar temprano me tengo que apurar.

Me meto a bañar y cuando salgo realizo mi limpieza facial, me maquillo entre comillas porque lo único que hago es ponerme rimel, aveces me hago un delineado y brillo en los labios, creo que es una ventaja la verdad el hecho de que no me guste mucho el maquillaje, para mi es una perdida de tiempo aunque hay personas a las que les queda muy bien.

Termino y decido bajar para comer algo en el desayuno, opto por hacerme un batido y un sándwich, mientras me tomo mi batido me doy cuenta que ya son las 8:02 y el instituto me queda a quince minutos caminando eso significa que me tengo que ir, decido empacar mi sándwich para comerlo luego y subo a lavarme los dientes termino rápido y salgo corriendo hacia el instituto.

｡♡ ♡。

Llego apenas para mi primera clase. Cuando esta termina voy rumbo a mi casillero para poner mis libros e ir al patio a mi lugar favorito, ya que la próxima clase no me la darán porque mi profesora enfermo.

Mientras voy rumbo a mi casillero me percato de que muchos me ven y cuchichean mi nombre no entendía porque hasta que llego a mi casillero y veo que a la par de este esta Alex Mayer, uno de los chico mas populares del instituto, pero queda claro que a él eso no le importa, es alto, al rededor de 1,80, es rubio y sus ojos son de un verde esmeralda muy lindo.

-Hola Alisa,  ¿ cómo estas  ?- me dijo muy sonriente.

-Alex, mmm bien ¿y tú?- contesto un poco escéptica, es claro que desde siempre le he gustado, y aunque es lindo el a mi no.

-Bien me alegro mucho, oye ayer causaste estragos cierto, hoy todos hablan de ti.- dijo mientras metía las manos es sus bolsillos con nerviosismo, el cual no entiendo.

-¿A qué te refieres con estragos?

-Ohh lo que le hiciste a Kate, todos se enteraron, salió llorando de la clase del profesor Volge, de hecho hoy nadie la ha visto.

Maldita, por suerte hoy no tenía clases con Albert, pero por otro lado me sentía victoriosa de que todos supieran de mi linda obra.

-Oh eso, si pues tu sabes como es no?

-Pue si es un tanto pesada la verdad, ¿volvió a insultarte cierto? 

Y bueno es que a Alex lo conozco desde que soy muy pequeña, y fuimos muy buenos amigos en su tiempo hasta que me entere de que le gustaba y preferí alejarme un poco.

-Si algo así, lo mismo de siempre ya sabes.- la verdad ya me quería ir esta conversación me estaba aburriendo y cada vez me veían más.

-Si, bueno estaba acá porque quería invitarte a un helado después de clases.- dijo rascándose la nuca muy nervioso.

Debo de admitir que ver a las personas nerviosas a veces es gracioso, la verdad no me caía mal Alex como para no aceptar, al contrario siempre a sido una persona muy atenta y sabe muchas cosas de mi. Talvez salir no me haga mal, llevo un tiempo sin hacerlo.

-¿Helado de crema de oreo?- dijo en tono de pregunta, no me percate de que lo deje sin una respuesta- tu favorito.- añadió. Eso me hizo sonreír.

-No lo has olvidado.

-¿Como podría?- dijo en tono nostálgico.

-De acuerdo, pero pasas por mi.- cuando dije eso al chico se le ilumino la cara y tenía una gran sonrisa, eso de nuevo me hizo gracia.

-Claro, claro, si claro yo paso por ti.- dijo emocionado y pues hace un tiempo que vengo rechazando sus invitaciones.- ¿te parece si paso por ti a las 3:00?

-¡Claro!

-Bueno me tengo que ir, tengo clase con Volge, nos vemos luego.- y me dio un beso en la mejilla.

-Adiós.- y con eso se fue.

Decidí sacar mis audífonos y mi sándwich para ir a sentarme en mi lugar favorito. Saque mi celular para ver si tenía algún mensaje pero nada. Decidí emprender hacía mi rincón de siempre y en eso sonó el timbre indicando la entrada a clases de nuevo.

Cuando comencé acercarme a mi lugar de paz me di cuenta que había alguien en el, enojada porque ahí solo me sentaba yo me paro en frente del chico el cual estaba leyendo un libro. A simple vista no vi quien era hasta que vi su cabellera y lo reconocí.

-Müller ¿ qué se te perdió?- dijo este con tono irónico.

Recordaba mi apellido, un tanto desconcertada decido hablar.

-Hoffman, ¿ qué haces aquí ?

-¡Wow! recuerdas mi apellido.- después de eso bajo el libro que estaba leyendo y pude apreciar sus ojos mas a detalle eran hermosos, mucho mas profundos que los que vi por primera vez.- Pues pasaba el rato, ¿y tú?- dijo en tono de obviedad.

-Venía hacer lo mismo, ¿así que será que te puedes ir?- respondí con enojo ya me estaba cansando nunca he sido de mucha paz, retracto cuando pensé que me podía llevar bien con el.

-¿Porqué tan enojada Müller?, ¿eres de esas chicas que le gusta saltarse clases?, porque creo que deberías de estar en una ¿no? -dijo mientras veía hacía un reloj que traía en su muñeca, el cual se veía realmente caro, lo que me hizo pensar que provenía de padres con dinero.

-Estoy enojada porque no te vas, y de lo otro no tengo porque darte explicaciones- dije estallando de la furia quien se cree este.

-Cierto.- dijo un tanto pensativo, después de unos segundos volvió hablar y dijo. -No veo tu nombre por ningún lado sabes.- mientras veía hacia los lados.- Donde dice que el lugar es tuyo como para que me estés corriendo de aquí.

Ahora si me hizo enojar.

-Mira no tengo porque darte explicaciones ¿de acuerdo?, solo yo vengo acá, todos saben que este es mi rincón, así que te pido que te vayas.- Hoffmann solo sonrió de lado y se paro, realmente era alto.

Acerco su cara mucho a la mía tanto que por cualquier movimiento podríamos terminar besándonos, me llego un olor a tabaco, menta  y colonia cara, una combinación perfecta olía muy bien a decir verdad.

-Veo suficiente campo para ambos sabes, te puedes sentar ahí junto a mi, y si no quieres te puedes ir.- después de eso se alejo saco un cigarrillo de la bolsa de su pantalón lo prendió y se volvió a sentar, tomo su libro se recostó contra el árbol y siguió leyendo, que le pasaba a este chico en años había venido alguien a mi lugar todos sabían que era mío, el único que se atrevía a venir era Alex los demás a veces me tenían miedo.

Pero claramente no me iba a dejar ganar por alguien como el, así que me senté a su lado, vi como sonrió un poco mientras volvía a meter el cigarro a su boca, ignorándolo porque ya me había cansado de él, me puse mis audífonos para escuchar música, seleccione la canción "cry baby" de the neighbourhood mi banda favorita y la empecé a escuchar, saque mi sándwich y me lo comencé a comer, mientras apreciaba el lindo lago que tenía en frente.

Después de un par de canciones y de haber terminado mi sándwich Hoffmann seguía leyendo, una duda dentro de mi se hizo grande así que sin pensar me quite mis audífonos me volví hacia Hoffmann y le pregunte.

-¿Oye tú no deberías de estar en clases?- este me volvió a ver con cara de arrogante y me contestó.

-Veras yo si soy ese chico al que le gustan saltarse las clases, pero no tengo porque darte explicaciones.- dijo este resaltando lo mismo que le dije hace un rato.

-Veo que tienes pinta de malo.- fue lo único que dije para regresar mi vista al lago, él tenía razón no tenía porque darme explicaciones.

Se voltio hacia mi con cara de "ofendido" y me dijo.

-¿ Eres de las que juzgan por la primera impresión ?

- A veces, pero en ti es mas que evidente, ¿o me equivoco?

-Sabes no, la verdad no te equivocas, soy "un chico malo" así como tú lo llamas.

-Ves te lo dije.

-Ahora que yo respondí tu pregunta, dime, ¿eres de esas chicas que les gusta saltarse clases?

-¿Qué es un requisito para poder acostarse contigo?- dije un tanto irritada.

-No, aunque talvez debería de convertirlo en uno, ¿no crees?.- me dijo con ironía.

-A veces.- fue lo único que dije ignorando su comentario.

-¿Entonces eres una chica malar Müller?

La verdad es que muchas veces me he salido con la mía y he hecho ciertas cosas que buenas no son, pero no le daré el gusto de contestar que si, en ese momento otra duda se instalo en mi cabeza, a si que le dije.

-¿Cómo te llamas Hoffmann?- dije un tanto curiosa.

-Brant.- contestó este.- me llamo Brant, y tú pequeña Müller.

¿Espera me había dicho pequeña?? ¿Ya me había puesto un apodo?? ignorando eso le dije.

-Alisa, mi nombre es Alisa.

-Lindo nombre.

En ese momento sonó el timbre de que ya casi daban la otra clase, Hoffmann se levanto y dijo.

-Adiós gruñona Müller, no puedo perder todas clases del día hablando contigo.

Dicho eso se fue, ¿me dijo gruñona?, ¿me había puesto dos apodos ya? Ignorando eso porque lo más probable es que no le vuelva hablar y mis preguntas eran tontas me levante, antes de desapareces Hoffmann grito.

-Gracias por compartir tu rincón conmigo.- y con eso desapareció entre los árboles. Sin duda un tipo al que no me sacaría fácil de la cabeza y menos con mis ganas de querer decifrarlo; aun así me obligue a dejar de pensar en esa platica que surgió hace unos segundo. Luego me dirigí a mis otras dos clases para poder salir ya del instituto.