Lowen Hayes
—¡¿Tú hiciste qué cosa?!
Ni siquiera me molesto en contener la sonrisa divertida que nace en mis labios ante la reacción de Roderick. Sus ojos están muy abiertos, sus cejas muy enarcadas y creo que estuvo al borde de derramar su bebida luego de mi noticia. La verdad, me sorprende que le sorprenda. Después de todo, él me dio la idea.
—Le pedi ser mi novia —repito, encogiendome de hombros —. En realidad no iba a usar la palabra "novios" para esta relación. Prefería evitar una formalidad tan grande, pero ella la usó primero y no veo porqué no seguir usándola.
—Le pediste a una completa extraña ser tu novia —suelta, aún sorprendido —. ¡¿Qué mierdas pasó por tu mente al considerar algo tan loco?!
—Mhm, no lo sé. Solo escuchaba a la voz de mi mejor amigo diciendo: "busca tu historia de amor, aún te queda tiempo".
—¡Creí que te descargarías Tinder como cualquier hombre soltero de tu edad, no que jugarías a los novios con una extraña!
Río y llevo mi vaso hasta mis labios. Doy un sorbo del whisky seco, arde tan solo un poco en mi garganta. Puede que la solución que dió Rod suene mucho más fácil que la que tomé, pero yo nunca he sido de tomar decisiones sencillas. Si esta va a ser la historia que recuerden al escuchar mi nombre, entonces más vale que la haga inolvidable.
¿Será que la bibliotecaria me podrá ayudar con eso?
Roderick se deja caer por completo en el respaldar de la silla y niega con la cabeza. A pesar de que demuestra lo contrario, sé que no está decepcionado de mi repentina ocurrencia. La iluminación en este bar es un asco, ni siquiera sé porqué seguimos viniendo cuando siempre nos quejamos de eso. Aún así, puedo notar que hay una media sonrisa en su boca. Termina por reír también. Luego de tantos años, por fin se ha rendido en entender mis locas decisiones.
—No sé que decirte, a parte de que estás demente —me dice y no me sorprende.
—No diría demente —reflexiono, rascando el rastro de mi barba que no he afeitado desde ayer —. Quizá me apego más al término soñador.
—Soñador, demente, los dos sabemos que es lo mismo. Después de todo, un soñador es solo un hijo de puta lo suficientemente demente como para no ocultar su demencia.
—Roderick, es mi deber decirte que desperdiciaste tu vida al dedicarte a la fotografía. Fuiste hecho para ser un filósofo bastante directo.
—Lo soy...luego varios tragos.
Suelto una carcajada. Mi amigo no tiene remedio.
—Puedo preguntar, ¿por qué la escogiste a ella? Es decir, solo habías visto a la bibliotecaria un par de veces.
—Con eso fue suficiente.
—¿Te gusta?
—Es muy pronto para decir si me gusta o no.
—Bueno, al menos eres lo suficientemente inteligente para admitir que el amor a primera vista no existe.
—Mira quien habla, tú no pudiste separar tus ojos de mi hermana desde el momento en que la viste, tarado.
—¿Qué quieres que te diga? Es que tu hermana está buenísima.
Suelto una especie de gruñido que lo hace reír. No me molestó que mi mejor amigo y mi hermana se casaran, tampoco me molesta ahora. Ambos son extremadamente felices y soy testigo de lo mucho que se aman ¿Que si resulta incómodo a veces? Pues sí, pero ya me acostumbré a este grado de incómodidad.
Después de todo, si no maté a Roderick cuando embarazó a mi hermanita, no lo haré por decir que está buena.
Decido enfocarme en mi bebida, por alguna razón. Sin embargo, no tomo ni un sorbo, solo observo el vaso como si fuera algo interesante. De repente, Evelyn vuelve a mi mente. Estoy muy seguro de que ella no me gusta. Es decir, es atractiva, pero todavía es muy pronto para hablar de atracción.
Si la escogí, fue por una razón muy distinta...
—Evelyn Rose...Ella es como cualquier protagonista en una novela de amor, Rod —le confiezo, dirigiendo mi mirada a él una vez más —. Desde el instante en que la conocí, lo noté. Ella se ve justo como la clase de mujer de la que se enamoraría el protagonista, por eso la escogí.
—No soy experto en novelas, Lo. Me vas a tener que explicar mejor...
Claro, los únicos libros que Roderick aguanta son biografìas. Ni siquiera entiendo porque, a mi me parecen aburridos; son como ver un documental, pero la probabilidad de quedarte dormido es mas alta. Asi que me veo en la obligación de explicarle a mi amigo lo que vi en Evelyn Rose:
—Todo buen libro de amor tiene un personaje que no busca amor; o peor: uno que no cree en el amor en sí —digo, y termino mi bebida de un trago. Luego, vuelvo a él con una sonrisa en mis labios —. Evelyn Rose no lo busca, y tampoco cree en él...
—Y supongo que tú tienes que hacer alguna mierda cursi para que ella crea, ¿no es así?
Sonrío, esa es la parte que más me gusta de un buen libro.
—Pues, sí. Claro que eso no suele suceder en las primeras páginas. Primero hay unos cuantos diálogos, conflictos...ya sabes, cosas que hacen de un libro interesante.
—Ya, entiendo...—él pasa una mano por su barba y lo escucho suspirar. Sé que dirá algo que no me gustará —. Odio tener que decirte esto, pero las cosas que suceden en los libros no suelen ser iguales que en la vida real, Lo.
—Eso ya lo sé.
—Entonces, ¡¿por qué carajo vas como un maldito demente hacia la bibliotecaria, le pides que sea tu novia y luego hablas de hacer que ella creer en el amor como por arte de magia?! Sí, suena como una historia interesante, pero nadie te garantiza un final feliz, amigo.
Yo sonrío, aunque sé que no me debe ver del todo por esta terrible iluminación. Me pongo de pie, tomo su vaso vacío y el mío. Él me observa, esperando que reaccione ante uno de los pocos consejos maduros que me ha dado en su vida ¿Que si me afecto lo que dijo? ¡En lo absoluto!
Los soñadores como yo saben como no desilucionarse ante verdades dolorosas, así que solo buscaré más bebidas.
—¿Cuántas bebidas más hacen falta para que me veas como un soñador, y no como un demente? —le pregunto.
—¿Cuántos sermones te hacen falta para que entiendas que, para las personas normales, esas dos cosas son lo mismo?
—Mejor traigo algo más fuerte que un whiskey...
—Tendrás que traer la barra entera, Lowen.
Mi sonrisa se extiende aún más.
—Roderick, ella es justo lo que necesita mi historia.
—Más te vale que me caiga bien cuando me la presentes porque ahí me valdrá mierda si cree o no en el amor, solo me importa que sea lo suficientemente buena para mi mejor amigo.
》Ahora, ve a traerme algo de tomar, soñador. Si en algo creo, es en el alcohol, y lo único que consigo ver con esta luz de mierda son los dos vasos vacíos en tus manos, cosa que está muy mal ¡Ve a llenarlos!
Yo rio y me doy la vuelta hacia la barra. Sé que Roderick todavía no confía en mi idea, o en mi elección de empujar a Evelyn Rose a mi historia, pero también sé que él no me detendrá. Es más, conozco tanto a mi mejor amigo que sé que le da curiosidad conocer el desenlace de esta historia. Seguro querrá escuchar las consecuencias de juntar a un soñador con alguien que no cree en el amor.
Y sé que ella no cree; lo sé porque su respuesta fue no.
Sé que yo también quiero conocer el desenlace; quiero saber qué hará falta para llegar a ese punto del cuento en el que tendré que hacer alguna mierda cursi que le devuelva la fé en el amor a Evelyn Rose...Nuestra historia promete, se ve interesante.
Se siente como la clase de historia inolvidable que estoy buscando. Por esa razón sé que no debo rendirme; debo convencerla...
365 días; 8.748 horas; 524.880 minutos
*♡*
N.A:
He de admitir que me tardé bastante en actualizar y lo siento, han sido días muy atareados. Como sea, vuelvo a esta historia con estos dos capítulos que espero que les gusten❤ Por cierto, cuídense mucho. El mundo esta medio loco últimamente y hay que ser responsables, quedarnos en casa por nuestra salud y la de los demás. Lean, vean muchas películas y mantenganse sanos.
Los quierooo❤
Att: Rina.
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