Yo soy aquella quien al albor del día
te escribe en tu perfil y tu ventana
para regalarte en cada mañana
mi verso azul, sublime poesía.

Yo soy aquella cual mirlo ennegrecido,
soy quien te entona dulces, bellos trinos
cual clamores dorados y divinos
que te recuerden: ¡Para ti he nacido!

Seguiré siendo aquella ave perdida
no dejo de entonar mi dulce canto
expresando mi suerte bendecida.

Y la ternura que tu amor me inspira
pese a saber  que no me amaste tanto.
Mas como buena amante ¡doy mi vida!